Las obras de urbanización de la vía dejan al descubierto restos arqueológicos, edificios medievales y parte de las antiguas Voltes dels Encants, en la calle de la Fusteria.
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Los edificios fueron derribados en 1909 para la construcción de la Vía Laietana y el vecino edificio de Correos. |
Las obras de reurbanización que se están haciendo en la calle de la Fusteria, entre las calles Ample y de la Mercè, han hecho aparecer un conjunto de cinco viviendas construidas en la época medieval y también un tramo del pavimento de las Voltes dels Encants.
Las obras que se han hecho hasta ahora permiten documentar la evolución de los cinco edificios que se construyeron en la época medieval, pero que fueron modificados una y otra vez hasta que, en 1909, fueron derribados a causa de la construcción de la Vía Laietana y el vecino edificio de Correos.
Así, durante las obras han quedado al descubierto las plantas bajas y algunos sótanos de estas viviendas, además de una parte del suelo de las Voltes dels Encants, que en época medieval se abrían a la antigua plaza de Sant Sebastià y a las calles de la Fusteria y Ample en sus trazados históricos. Desde el siglo XIV, los porches situados delante de la lonja medieval acogían a carpinteros, boteros y otros artesanos de la ciudad y, posteriormente, hicieron las funciones de mercado, uno de los más antiguos de Europa, en el que se vendía “al canto”, un sistema singular en el que los vendedores se ayudaban del toque de un tambor para adjudicar las mercancías al comprador. Los Encants fueron definitivamente trasladados a la plaza de las Glòries (antes ya se había trasladado parte de la actividad a otros emplazamientos) con motivo de la apertura de la Vía Laietana, en el año 1909.
En la superficie excavada estos días (239 metros cuadrados, con 36,70 metros de largo y 6,50 metros de ancho) se ha encontrado un pavimento cerámico del siglo XIV, además de pozos, depósitos y redes de saneamiento, entre otras estructuras medievales y posmedievales. Cerámicas de épocas diferentes, elementos decorativos y piezas de vidrio han aparecido en las excavaciones, pero una de las piezas más curiosas es una imagen de Sant Antoni de Pàdua, posiblemente del siglo XVIII, que se ha encontrado en el pavimento de una de las viviendas.
Entre los antiguos domicilios medievales excavados, se cree que hay uno que podría haber incluido la primera colección museística documentada de la península Ibérica. Los restos encontrados, además, tienen relación con los de la antigua fuente del Àngel (una de las pocas de la ciudad medieval), encontrada en excavaciones anteriores en la plaza de Correus.
Los trabajos que se han efectuado hasta ahora aportan información valiosa sobre la vida en la Barcelona medieval, pero todavía continuarán. Los dirige el arqueólogo Toni Fernández Espinosa, con la supervisión del Servicio de Arqueología de Barcelona (ICUB) y del Servicio de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de la Generalitat.
(Fuente: Ayuntamiento de Barcelona)
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