Los arqueólogos también han excavado un basurero y una vivienda que han datado en el Bronce Final
La última campaña ha permitido consolidar un nuevo edificio en la parte inferior del yacimiento. EMILIO DIZ |
La última campaña de excavaciones en el yacimiento de Los Saladares, llevada a cabo hace escasas semanas, ha arrojado nuevos y sorprendentes resultados. Entre los hallazgos más destacados, los arqueólogos han conseguido consolidar en la parte inferior del yacimiento un edificio del siglo VII a. C., que podría haberse utilizado como un pequeño santuario.
Así lo explican el profesor Alberto Lorrio, de la Universidad de Alicante, y el exarqueólogo municipal Emilio Diz. Ambos, al mando de la recuperación de este importante yacimiento, explican que la campaña, que tuvo que ser aplazada por la DANA de Valencia, ha permitido también en las semanas siguientes la excavación de un basurero del Bronce Final en la parte superior del yacimiento, así como se ha realizado un sondeo estratigráfico que ha aportado nuevos datos sobre la secuencia ocupacional.
Señalan además que, gracias al análisis de materiales de antiguas excavaciones que permanecían sin estudiar, se ha podido reinterpretar uno de los edificios ibéricos ya excavados como una zona de almacenaje, el cual data de los siglos IV-V a. C. Asimismo, han avanzado en el estudio de una vivienda del Bronce Final.
Los trabajos forman parte del Plan General de Investigación del yacimiento, desarrollado por el Área de Prehistoria y el INAPH de la Universidad de Alicante, en colaboración con el Museo Arqueológico de Orihuela y con financiación municipal.
El yacimiento de Los Saladares, situado entre las pedanías oriolanas de Desamparados y Arneva, fue descubierto en 1968 por Vicente López Rayos. Desde entonces, su estudio ha revelado un asentamiento de larga cronología que se remonta al Bronce Final, en torno al siglo IX-VIII a. C., y que perduró hasta el siglo II a. C. En las primeras excavaciones realizadas entre 1971 y 1973 por Oswaldo Arteaga y María R. Serna, se identificaron diversas fases de ocupación: Bronce Final, Hierro Antiguo, Cultura Ibérica Antigua y Cultura Ibérica Plena.
Materiales fenicios y púnicos
El yacimiento adquirió especial importancia debido a la presencia de materiales fenicios y paleopúnicos, como ánforas y cerámicas de engobe rojo, que evidencian la influencia fenicia en el desarrollo de la cultura ibérica. En 1978, Los Saladares fue declarado Monumento Histórico-Artístico y Arqueológico.
Tras décadas de abandono y daños por actividades agrícolas y de extracción de gravas, el Ayuntamiento de Orihuela adquirió el yacimiento en 2019 para garantizar su conservación y puesta en valor como recurso de turismo cultural. Desde entonces, se han llevado a cabo labores de limpieza, vallado y acondicionamiento, además de implementar nuevas metodologías de excavación, como el uso de drones, georradar y análisis por carbono 14.
Las campañas realizadas desde 2021 han permitido completar la secuencia ocupacional del yacimiento y avanzar en su musealización. Entre los logros más destacados figuran la restauración de estructuras de diferentes periodos, incluyendo una cabaña del Bronce Final y una vivienda del Hierro Antiguo. En la parte más alta del cerro, se han localizado también los cimientos de una posible torre de finales del siglo III a. C. y, por tanto, relacionada con la presencia cartaginesa.
(Fuente: La Verdad // Jesús Nicolás)
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