El Instituto Universitario de Investigación de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén (UJA) espera los permisos de la Junta de Andalucía para iniciar los trabajos con georadar en los yacimientos íberos y romanos de la localidad.
Manuel Latorre y Juan Pedro Bellón con el equipo técnico de la UJA que desarrollará el proyecto en La Bobadilla.
Los arqueólogos de la UJA esperan los permisos oportunos de la Junta de Andalucía para iniciar el proyecto suscrito con el Ayuntamiento de La Bobadilla y que en una primera fase consistirá en la prospección con georradar 3-D de la loma del Cerro del Esparto. Unos trabajos
que se extenderán sobre una extensión de tres hectáreas y donde se asienta un oppidum, o ciudad fortificada nacida del Bronce Final que enlaza con época ibérica y en la que también se encuentra una necrópolis del mismo periodo.
Según el alcalde de La Bobadilla, Manuel Latorre, para esta primera fase del convenio con la UJA, en la que también participará un equipo de la Universidad Complutense de Madrid, se
han cuantificado 21.000 euros “que asumirá el Ayuntamiento de la ELA con fondos propios”. Aunque el deseo de Latorre es extender los trabajos hasta las seis hectáreas, para lo que ya está buscando financiación de otras administraciones públicas. El director del proyecto de investigación será el arqueólogo de la Universidad de Jaén, Juan Pedro Bellón.
han cuantificado 21.000 euros “que asumirá el Ayuntamiento de la ELA con fondos propios”. Aunque el deseo de Latorre es extender los trabajos hasta las seis hectáreas, para lo que ya está buscando financiación de otras administraciones públicas. El director del proyecto de investigación será el arqueólogo de la Universidad de Jaén, Juan Pedro Bellón.
La zona del oppidum se extiende a lo largo de casi veinte hectáreas sobre las que nunca se ha trabajado con georradar, pero en el que se aprecian restos arqueológicos que afloran en superficie.
Por otra parte, la zona de la necrópolis ya fue estudiada por el arqueólogo Maluquer de Motes en los años 70 del siglo pasado y allí realizó 19 sondeos en otras tantas sepulturas, apenas el 5% de los enterramientos que se estima puedan encontrarse en este terreno. De las prospecciones con georadar en la zona del oppidum, Manuel Latorre espera “tener suerte” y que se pueda localizar el antiguo santuario, ya que entre otros vestigios que aparecieron aquí y se exponen en el Museo de Jaén, también se encontraron unos exvotos líticos de época ibérica,
clara evidencia de la existencia de un lugar de culto. “Desde La Bobadilla apostamos
por el descubrimiento de nuestro patrimonio con la aspiración de entrar a formar parte del itinerario turístico del “Viaje al Tiempo de los Íberos” que promueve la Diputación de Jaén.
Tras la prospección con georradar 3-D de la superficie del oppidum y de la necrópolis, los técnicos de la Universidad de Jaén tendrán que realizar una valoración técnica de la potencialidad del sitio para el diseño de futuras intervenciones arqueológicas en profundidad, así como el estudio exhaustivo de los antecedentes historiográficos del lugar y el estudio macro-espacial del sitio y de los materiales encontrados con anterioridad y depositados en el Museo de Jaén.
Por otra parte, la zona de la necrópolis ya fue estudiada por el arqueólogo Maluquer de Motes en los años 70 del siglo pasado y allí realizó 19 sondeos en otras tantas sepulturas, apenas el 5% de los enterramientos que se estima puedan encontrarse en este terreno. De las prospecciones con georadar en la zona del oppidum, Manuel Latorre espera “tener suerte” y que se pueda localizar el antiguo santuario, ya que entre otros vestigios que aparecieron aquí y se exponen en el Museo de Jaén, también se encontraron unos exvotos líticos de época ibérica,
clara evidencia de la existencia de un lugar de culto. “Desde La Bobadilla apostamos
por el descubrimiento de nuestro patrimonio con la aspiración de entrar a formar parte del itinerario turístico del “Viaje al Tiempo de los Íberos” que promueve la Diputación de Jaén.
Tras la prospección con georradar 3-D de la superficie del oppidum y de la necrópolis, los técnicos de la Universidad de Jaén tendrán que realizar una valoración técnica de la potencialidad del sitio para el diseño de futuras intervenciones arqueológicas en profundidad, así como el estudio exhaustivo de los antecedentes historiográficos del lugar y el estudio macro-espacial del sitio y de los materiales encontrados con anterioridad y depositados en el Museo de Jaén.
(Fuente: La Bitácora de Jenri para VIVA JAÉN)
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