google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

6 de diciembre de 2022

Identifican restos arqueológicos islámicos en varios puntos de Huelva

Los hallazgos se produjeron en varias obras realizadas en la calle Vicente Ferrer, en la plaza Amapola de El Torrejón y en La Ribera. También han aparecido posibles silos romanos.
Obras en el campo de fútbol de El Torrejón. VIVA HUELVA

La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, ha identificado como islámicos unos restos arqueológicos hallados en las obras de ampliación de los depósitos de agua de la ciudad. De la misma procedencia también es la necrópolis encontrada durante unas obras de la plaza Amapola de El Torrejón promovidas por el Ayuntamiento de Huelva. Asimismo, en La Ribera se han hallado nuevos restos en el Yacimiento Los Parrales.

La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural está llevando a cabo las obras de ampliación de los Depósitos de Agua ubicados en la calle Vicente Ferrer de la capital, donde recientemente se han hallado diversos yacimientos arqueológicos, entre ellos, lo que podrían ser restos de época islámica, como han confirmado desde la Junta a Europa Press.

En este sentido, desde Cultura se ha emprendido una actividad arqueológica que ha identificado «inhumaciones, posiblemente islámicas, y posibles silos romanos’, por lo que se ha pedido «un nuevo proyecto de actividad arqueológica al promotor», ante el hallazgo.

Por otro lado, las obras de mejoras que Adif está llevado a cabo en la línea Huelva-Zafra ha dejado al descubierto otro yacimiento en una zona próxima a La Ribera.

Al respecto, desde Cultura han señalado que «ya se conocía la existencia de ese yacimiento», concretamente el Yacimiento Los Parrales, por lo que se ha realizado «el preceptivo control arqueológico para documentar y datar los nuevos restos» y, posteriormente, «se han adoptados las medidas necesarias para la protección y conservación del registro arqueológico».

Yacimiento en El Torrejón
Por otro lado, durante unas obras cercanas a la plaza Amapola del bario del Torrejón en la capital promovidas por el Ayuntamiento de Huelva, se han encontrado restos de lo que podría ser una necrópolis islámica.

Según ha apuntado el Consistorio a Europa Press, se trata de una obra enmarcada dentro de la EDUSI en la que «han aparecido restos pertenecientes a una necrópolis islámica y zonas de siembra y cultivo».

Tras ello, como han señalado desde el Ayuntamiento, «se encargó una excavación de diagnóstico para determinar el alcance de la entidad de lo hallado», y a tenor de las conclusiones de ese informe, «se nos insta desde la Junta de Andalucía a plantear una redefinición del proyecto, cuando concluya definitivamente la intervención arqueológica, para que se integren mediante su puesta en valor los restos aparecidos dentro del uso público del espacio», el cual «se está redefiniendo y está próximo a culminarse».

Hallan restos de una máscara ritual egipcia enterrados en Salamanca hace 2.800 años

Los arqueólogos encontraron en el Cerro San Vicente una placa de pasta de vidrio decorada con oro. Era parte de un retrato de la diosa Hathor y "sin duda" egipcia. Es la segunda vez que la diosa Hathor aparece en la historia antigua de Salamanca. 
Pieza hallada en el cerro superpuesta sobre un modelo de retrato de la diosa Hathor. (Foto: A. Blanco / J. J. Padilla)

Hace casi 3.000 años un grupo de pobladores de la Edad de Hierro se asentó en el cerro de San Vicente y, aunque ellos no lo sabían, fundaron Salamanca. Esa colina esconde las primeras páginas de la historia de la ciudad y los arqueólogos modernos no dejan de buscarlas.

Cada campaña de excavaciones desvela un pedacito de la historia antigua de Salamanca y a cambio, como si fuera un juego, deja nuevas preguntas sin responder. La última: ¿por qué hay restos de la máscara de una diosa egipcia enterrados en el cerro de San Vicente?

El profesor de la Universidad de Salamanca Antonio Blanco ha participado en las excavaciones en el cerro. Explica que este verano encontraron "una placa de material llamado fayenza", a base de pasta de vidrio, que "posiblemente formaba parte de una taracea que se incrusta en un mueble o placa de madera". La taracea es una técnica decorativa consistente en encajar piezas de distintos materiales en un mismo soporte.

Pues bien, esa placa de fayenza "sin duda viene de Egipto. Esta hecha con pasta de vidrio y se ve un hilo de oro muy fino. Estaba quemada y arrancada del objeto originario, pero buscando paralelos, es muy posible que sea el final del bucle de una peluca de una cara humana y que sea de la diosa Hathor. Todo lo que está saliendo hace referencia a esta diosa".

Es la segunda vez que la diosa Hathor aparece en la historia antigua de Salamanca. Durante el verano de 2021, sin ir más lejos, encontraron un amuleto dedicado a ella. Ahora hallan un fragmento de un retrato de dicha diosa y surgen más preguntas: ¿cuándo llegó hasta aquí? ¿hubo cultos egipcios en Salamanca?

La primera pregunta es la más sencillo de responder. "Tenemos una fecha. Hemos aplicado una técnica llamada arqueomagnetismo, bastante precisa. Es del siglo VII antes de Cristo". Como referencia temporal, en aquel momento aún faltaban ocho siglos para que se edificara el Puente Romano.

El cómo apareció por Salamanca tampoco es un misterio: "hay cultos con objetos que han pasado de mano en mano y pueden haber venido desde Mondego, en Portugal, o desde la Ruta de la Plata. Las dos vías podrían funcionar".



El 'templo' del cerro de San Vicente
El amuleto de Hathor estaba "en un cenizal, en un basurero" de la Salamanca de la Edad del Hierro. Al excavarlos "vimos que salían cosas muy extrañas, que no se correspondian con la actividad cotidiana de las viviendas, sino demasiados objetos rituales".

Con la experiencia de 2021 en mente, este verano de 2022 "hemos excavado un edificio rectangular un poco extraño que pensamos que pudo ser un templo por sus características y su orientación, medida por arqueoastrónomos y por el tipo de materiales que han aparecido en el relleno dentro del edificio".

La lista de objetos encontrados en el subsuelo del templo es muy extensa: "dejaron piezas, objetos rotos... que eran parte de enseres litúrgicos y de parafernalia ritual. Hay cerámica egipcia de un ánfora, este trocito de fayenza..." Y a mayores, cerámica fenicia, llegada desde el Mediterráneo oriental y hecha a torno. "Esta gente importaba materiales hechos a torno, que se parecen a los de la Edad Media y a los de nuestra época. Son todo vajillas rituales. Hay pebeteros para quemar sustancias aromáticas, vajillas de comensalidad, vasitos individuales, jarras de vino... de cerámica fenicia".

La guinda fue el hallazgo de un diente de tiburón que parece "corresponder a una estructura relacionada con el culto". Quién sabe cuántas sorpresas más guarda aún esa colina.

2 de diciembre de 2022

Aragón completa la catalogación de sus colecciones arqueológicas

El Museo de Zaragoza ha acogido esta tarde la presentación del Tesauro Tipológico de los Museos Aragoneses: Colecciones Arqueológicas. Volumen II, que culmina, de forma gráfica, actualizada y normalizada una herramienta utilizada por los museos para la documentación de sus colecciones arqueológicas. Con la publicación de esta herramienta culmina un proyecto en el que una comisión formada por conservadores de museos especializados en colecciones arqueológicas viene trabajando desde 2008 y que, tras 15 años de estudio, presenta este gran compendio de 2.700 fichas.
Presentación del Tesauro Tipológico de los Museos Aragoneses: Colecciones Arqueológicas. Volumen II

El Museo de Zaragoza acogió la tarde de ayer la presentación del Tesauro Tipológico de los Museos Aragoneses: Colecciones Arqueológicas. Volumen II, que culmina, de forma gráfica, actualizada y normalizada una herramienta utilizada por los museos para la documentación de sus colecciones arqueológicas. Con la publicación de esta herramienta culmina un proyecto en el que una comisión formada por conservadores de museos especializados en colecciones arqueológicas viene trabajando desde 2008 y que, tras 15 años de estudio, presenta este gran compendio de 2.700 fichas.

Hace casi una década veía la luz el primer volumen del Tesauro tipológico de los museos aragoneses tras cinco años de trabajo en los que los principales responsables de colecciones arqueológicas de Aragón asumían el reto de definir y normalizar el léxico que rodea la catalogación arqueológica en los centros de la Comunidad Autónoma.

Fruto de este trabajo se normalizaron más de 3.700 términos con más de 7.000 relaciones jerárquicas, que se hicieron públicos con el objetivo de darlos a conocer y permitir que accedieran a ellos especialistas del ámbito de la Museografía y la Arqueología. Este tesauro acuñó de forma determinante un solo término inequívoco para nombrar cada variante de objeto arqueológico presente o susceptible de aparecer en las colecciones arqueológicas de Aragón.

El conjunto de términos se estructuró en un armazón jerárquico en atención al uso, o usos, que ese objeto tuvo en su vida pretérito obteniéndose un amparo terminológico de diecinueve grandes contenedores por uso y función que como se verá a continuación hemos ampliado a veinte. El fecundo camino recorrido durante siglos por utensilios y palabras hizo necesaria una recolección de todas las denominaciones históricas que pudieron haber tenido esos objetos; así como las variantes terminológicas que la bibliografía especializada les hubiera podido asignar a lo largo de la Historia de las investigaciones.

El deseo de la comisión redactora era acompañar a cada uno de esos términos acuñados de una imagen identificativa a efectos gráficos y catalográficos. Sin embargo, la abrumadora cantidad de páginas resultantes hizo que este necesario anexo gráfico se materializara en una aplicación informática diseñada ad hoc para que el lector tuviera acceso al dibujo técnico y los datos de cronología y bibliografía precisos.

Si bien la aplicación resolvía la necesidad de acceder a los miles de dibujos, la comisión designó el libro como «Volumen I» con el deseo de que en algún momento un segundo volumen pudiera recoger en formato libro tan interesante anexo gráfico y catalográfico.

Nueve años después ha visto la luz el «Volumen II» Ese momento ha llegado, permitiendo ilustrar ese tesauro inicial, amén de realizar un buen puñado de necesarias correcciones.

Así mismo, se han dado de alta nuevas voces gracias al producto de la investigación en Arqueología de la última década acercándose a morfotipos tan interesantes como los cascos de guerrero o los broches de cinturón, entre otros.

Este libro, que continuará creciendo de manera online, está también accesible en la web de Cultura del Gobierno de Aragón:
 https://culturadearagon.es/publicaciones/tesauro-tipologico-de-los-museos-aragoneses-colecciones-arqueologicas-volumen-ii/

(Fuente: Aragón Hoy )

En la Roma de Lobos aflora una zona de procesado de púrpura, un conchero y un 'vertedero'

Durante quince días, y dentro de la séptima campaña arqueológica, el Cabildo de Fuerteventura y Museos de Tenerife profundiza en la huella del Imperio Romano en el yacimiento Lobos I. El consejero de Patrimonio Histórico espera que los fondos del taller romano de elaboración de púrpura regresen a Fuerteventura y se expongan en el Museo Arqueológico.
Los arqueólogos trabajan en el yacimiento Lobos I. Bajo las planchas metálicas, están tapados los seis recintos en forma de L y los seis concheros descubiertos en las seis campañas anteriores. / JAVIER MELIÁN / ACFI PRESS

El Imperio Romano sigue asomando -y con toda la fuerza de una centuria de ocupación, entre casi la mitad del siglo I de la era hasta la mitad del siglo I después de la era- en el yacimiento arqueológico de la Isla de Lobos. Cuando se cumplen diez años de su descubrimiento casual en la playa de la Concha, el taller de producción de púrpura entra en su séptima campaña que se desarrolla durante quince días sobre 18 metros cuadrados donde han aflorado una zona de procesado de púrpura, con restos de combustión y manchas de color púrpura que son indicios de que se preparaba allí el tinte; un nuevo conchero; y una zona de detritus, o 'basurero', donde han aparecido restos de cetáceos, cerámica y metales (entre ellos, anzuelos).

Estas nuevas estructuras confirman que el yacimiento arqueológico Lobos I se extiende hacia el suroeste, algo que habrá que corrobar en sucesivas campañas que organizan el Cabildo de Fuerteventura con el organismo autónomo de Museos de Tenerife y que codirigen la cátedratica de la Universidad de La Laguna Carmina del Arco, la doctora Mercedes del Arco, e Isidoro Hernández por el Museo Arqueológico de Fuerteventura. Durante esta séptima campaña arqueológica, trabaja en el taller romano de púrpura un equipo multidisciplinar formado por ocho arqueólogos (entre los que se encuentran los tres codirectores), una paleontóloga y cuatro operarios.

Por las planchas de metal y la valla se sabe dónde está el yacimiento de la factoría de tinte en la playa de la Concha. Bajo el techo, protegidos del sol, el viento y los curiosos, están las seis estructuras habitacionales en forma de L y los seis concheros (dos de ellos excavados) que afloraron en las seis campañas anteriores y que ocupan unos 480 metros cuadrados.

De estos seis receptáculos cuadrangulares aún se desconoce su utilidad exacta, aunque seguramente servirían para depositar las herramientas del taller de elaboración de la púrpura y para zonas de trabajo de procesado del tinte.

Brocha en mano para limpiar la arena de los restos que van a apareciendo, los arqueólogos trabajan esta mañana bajo el sol de Lobos en los 18 metros cuadrados -nueve metros de largo y dos metros de ancho- que centran la campaña actual y que se dividen en cuatro cuadrículas.

En la cuadrícula de la zona de procesado de la púrpura, Ramón Cebrián-Guimerá, doctor en Historia precisamente con la tesis sobre el trabajo de los operarios del taller de pesca y extracción en Lobos del tinte púrpura de Muricidae en época de la Roma Imperial, encuentra restos del molusco stramonita haemastoma -que en Fuerteventura se le llama canaílla- y la muestra a las cámaras. «Se aprecia el golpe que le dieron para extraer la glándula hipobranquial».

Como el molusco que enseña Ramón Cebrián-Guimerá, se han encontrado hasta ahora 184.507 ejemplares, lo que significa una capacidad de tintado de 26 kilos de lana. El proceso de elaboración del tinte comenzaba con la fracturación de la thais por la zona dorsal buscando la glándula hipobranquial que se aloja en la cavidad paleal. «Una vez fracturado el molusco, se extrae con un elemento metálico la glándula hipobranquial que se deposita en grandes ollas de plomo con otras sustancias alcalinas y agua salada».

Esta mezcla de glándulas hipobranquiales, sustancias alcalinas y agua de mar se macera durante una semana con calor tenue, como recoge la fuente textual más importante que es Plinio. Transcurridos los siete días, se empezaban a hacer las primera pruebas de tintado: « se sumergía el vellón de lana o de seda para comprobar si ya tenía el color adecuado«, detalla Cebrián-Guimerá.

Frente a la cuadrícula del doctor en Historia, asoman los vestigios de una nueva estructura muraria que puede ser que protegiera esta zona de trabajo del taller romano de tinte. «El objetivo de esta nueva campaña arqueológica es ampliar la división del Lobos I hacia el suroeste, es decir hasta dónde llega el yacimiento», afirma Isidoro Hernández Sánchez, codirector de la prospección y técnico conservador del Museo Arqueológico Fuerteventura.

Hernández Sánchez recuerda que el yacimiento de la factoría de púrpura de la Isla de Lobos es el yacimiento romano más al sur del Atlántico y que señala el límite del Imperio Romano. A lo que suma que es el yacimiento arqueológico más antiguo de Fuerteventura, datado entre la casi mitad del siglo I de la era hasta la mitad del siglo I después de la era, y que hay que mirar al yacimiento del poblado de Butihondo, en Jandía, para encontrar al segundo en antigüedad: siglo II y relativo a otra cultura muy distinta a la romana, la de los mahos.

Las cerámicas, los metales, los moluscos y los restos de fauna marina y terrestre encontrados en el yacimiento del taller romano de púrpura deben lucir en el Museo Arqueológico de Fuerteventura. Es la demanda que el consejero de Patrimonio Histórico del Cabildo, Rayco León, hizo en las mismas excavaciones.

Ahora mismo, los fondos de las seis campañas (dos sondeos y cinco excavaciones) se encuentran depositados en el Museo Arqueológico de Tenerife, por lo León pide que regresen a Fuerteventura. A lo que añadió que el yacimiento «es uno de los lugares más importantes en la historia arqueológica de Fuerteventura y Canarias. Por eso reivindicamos la importancia de estas campañas continuadas, agradeciendo a la Universidad de La Laguna y Museos de Tenerife por la continuidad de las investigaciones. Serán una de las piezas más relevantes que formarán parte del Museo Arqueológico de Fuerteventura, institución que debe liderar el estudio e investigación en la isla».

Las excavaciones de Lancia desvelan un foro romano desmontado en la época del Bajo Imperio

Los trabajos muestran una “ciudad indígena” de la época romana que “no fue una primera ciudad” pero que para León es “muy importante” como “elemento identitario”
El arqueólogo del ILC, Jesús Celis, y el diputado de Cultura, Pablo López Presa, informan sobre los hallazgos obtenidos en Lancia.

Las últimas excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el yacimiento de Lancia, en la provincia de León, han sacado a la luz un foro romano que en su parte norte se encuentra en “una situación muy precaria” con “muros arrasados” y del que se tiene constancia de que “se debió desmontar en el Bajo Imperio, aunque las intervenciones en las fincas terminaron de rematarlo”.

Así lo aseguró hoy el arqueólogo del Instituto Leonés de Cultura, Jesús Celis, quien detalló que en las labores trabajaron “expertos de diferentes universidad y arqueólogos experimentados” que, unido a la utilización de un magnetómetro y un georradar, ha permitido localizar “las calles de época romana” que se sitúan sobre la superficie actual y que requiere de “modificar los trazados actuales para que no dañen el yacimiento”.

Los trabajos sacaron a la luz un núcleo principal de la ciudad romana en el que se prevé que aparezcan, cuando se excave, “galerías, pórticos dobles, una basílica, un conjunto de edificios que podría ser un templo o un edificio grande que posiblemente una curia. Además, la topografía y fotogrametría ha dejado ver una parte norte del foro en la que ”los muros sí que están ahí pero muy arrasados y en una situación precaria“ y respecto al que ”hay constancia de que se debió desmontar en el Bajo Imperio y termina de rematarlo las intervenciones en las fincas“. También se ha descubierto un Frontón que ”debía ser elemento decorativo en alguna parte fundamental del espacio“.

No obstante, el diputado de Cultura, Pablo López Presa, puntualizó que los trabajos de excavación del foro se centran un un 20 por ciento del mismo, de manera que en años posteriores a la creación del Centro Arqueológico, “se continúe con la excavación del foro”, para lo que se prevé que “haya partes mejor conservadas en las zonas en las que haya mayor acumulación de tierra”.

Debajo de los niveles del foro, que los expertos creen que son de la época Alto Imperial, se ha encontrado un nivel de ocupación de la primera implantación romana en el yacimiento de Lancia, de la época de Augusto, inmediatamente después de la conquista. Asimismo, se han hallado bronces, monedas y una fíbula de la segunda Edad de Hierro, ya que “debajo de los niveles de inicio de la época romana hay indicios de un poblado astur romano siglo II antes de Cristo.

En cuanto a los sondeos llevados a cabo en los terrenos en los que se ubicará el futuro Centro Arqueológico, se ha localizado una pieza de cerámica incrustada en el suelo, que aunque se desconoce el motivo o el origen, los expertos sospechan que “quizá se alguna pieza vinculada con un rito de primer asentamiento”.

Asimismo, en el lugar en el que se ubicará la cafetería del Centro se ha hallado un silo en el suelo de forma circular, en cuyo interior había depositados los restos del incendio de un edificio de la Edad de Hierro de los astures, que “debió quemarse no se sabe por qué ni en qué momento, pero se retiró de donde estaba, lo acumularon en ese hoyo y después lo sellaron”. Así, en su interior se encontraron granos de trigo calcinado, adobes, muestras de carbón, huesos calcinados y piezas relevantes de prestigio de bronce.

Finalmente, donde se habilitará el aparcamiento, los trabajos sacaron a la luz un muro romano con “hallazgos interesantes de cerámica del siglo I d.C.”. Además, se han localizado “un volumen de piezas por miles”, entre las que se encuentran cerámicas itálicas de importación, monedas de Augusto del momento posterior a la conquista, mármoles de las zonas leonesas de Peñalba o Filiel o algunos fragmentos de columna de un entorno próximo como San Miguel de Escalada“. Todas ellas serán depositadas en el Museo de León ”en cuando se termine el proceso de documentación“.

Ciudad indígena
“Estamos en una ciudad indígena conquistada en época romana que no fue una primera ciudad, sino que fue una sociedad peregrina romanizada y no excesivamente monumentalizada”, detalló el arqueólogo del ILC, quien consideró esto “muy interesante”, ya que “la arqueología suele ir a grandes ciudades y monumentos pero no presta demasiada atención a estas ciudades de segunda, que está inserta en una vía romana muy importante”.

Así, de los trabajos llevados a cabo en Lancia, Jesús Celis desprende que se trató de “una ciudad peregrina en origen pero que poco a poco crece con una etapa floreciente y una decadencia siglo III, repunte en el siglo IV, y que prácticamente desaparece por completo en el siglo V, cuando León tiene murallas y está más protegido, en el momento de la caída del Imperio Romano”. “Para León todo esto es muy importante como elemento identitario, porque tiene sus orígenes en Lancia”, concluyó.

1 de diciembre de 2022

El yacimiento de Son Corró revive tras 25 años sin intervenciones

Los arqueólogos de Mallorca preparan una campaña de restauración en 2023
En 1895 fueron localizados en Son Corró los tres Bous de Costitx, trasladados luego al Museo Arqueológico Nacional. En 1995 se hizo una campaña de reexcavaciones por su centenario y ahora se ha realizado una limpieza de vegetación.

El santuario de Son Corró, donde en 1895 fueron localizadas las tres cabezas de toro conocidas como los Bous de Costitx, ha sido objeto de una intervención por parte del equipo de la Ruta Arqueològica Sencelles-Costitx para limpiar la vegetación y analizar las futuras actuaciones. Desde 1995, año del centenario del hallazgo de los Bous, no se habían llevado a cabo tareas de mantenimiento, a excepción de una pequeña campaña en 2007.

El equipo de arqueólogos y voluntarios codirigidos por Beatriu Palomar, Nicolau Escanilla y Sebastià Munar ha contado con el apoyo económico del Consell de Mallorca y del Ajuntament de Costitx para poder hacer realidad esta última intervención. El arqueólogo Sebastià Munar indica que «la campaña ha durado tres semanas y ha consistido en limpiar la vegetación y comprobar el estado de los diferentes elementos que componen este santuario de la época postalayótica». Desgraciadamente, «las raíces han afectado algunas estructuras y la zona del ábside presenta algunos derrumbes».

Futuro
El análisis ha llevado al equipo de la Ruta Arqueològica Sencelles-Costitx a preparar «un proyecto de restauración y conservación que se llevaría a cabo en 2023, a través de una subvención del Consell y del Ajuntament», señala Sebastià Munar. Por el momento no se prevén nuevas excavaciones. En este sentido, la intención es «intentar actuar en el santuario lo más pronto posible para evitar que siga deteriorándose. Las principales tareas a realizar serán la consolidación de los restos y de algunas partes de los muros que han caído o que están a punto de hacerlo», concluye el arqueólogo. El santuario de Son Corró pertenece a la Ruta Arqueològica Sencelles-Costitx, que incluye la Cova del Camp del Bisbe, el talayot de Son Fred, el poblado de es Turassot, el talayot de Binifat y ses Talaies de Can Xim.

La actuación en Entretorres finalizará a mediados de diciembre

El Ayuntamiento de Talavera de la Reina ha apostado por la recuperación interior de este espacio con la adecuación de esos recorridos y una atractiva señalética con imágenes casi en tres dimensiones
En el yacimiento de Talavera de la Reina se ha completado la creación de recorridos interiores.

Los trabajos que se están llevando a cabo en el yacimiento arqueológico de Entretorres finalizarán a mediados de diciembre, completando así la creación de recorridos interiores y la instalación de cartelería para poder interpretar este espacio. Así lo avanzó este martes la alcaldesa de Talavera, Tita García Élez, durante una visita a las obras de rehabilitación de la muralla en su tramo de El Salvador, donde a preguntas de los periodistas se refirió también a la intervención en Entretorres.

Tal y como explicó la alcaldesa, con estas obras se ha apostado por la recuperación interior de este espacio con la adecuación de esos recorridos y cartelería para que la ciudadanía, cuando lo visite, «conozca lo que está pisando y sobre toda la historia» del yacimiento.

Se hará de la mano de una atractiva señalética con imágenes casi en tres dimensiones que permitirán contemplar «la grandeza del propio yacimiento». La alcaldesa, de hecho, se mostró convencida de que será «una de las cosas más espectaculares del propio yacimiento» porque permitirá «explicar y, sobre todo, que la gente conozca, de una simple lectura, lo que está visitando».

Esta actuación forma parte también de esa «hoja de ruta» marcada desde el equipo de Gobierno en materia de Patrimonio, que pasa «no solo por la recuperación de la muralla en El Salvador y Charcón» sino también de espacios como el yacimiento de Entretorres que da continuidad a las anteriores.

Tal y como precisó García Élez, a lo largo de este mandato se han invertido más de 3 millones de euros en recuperación patrimonial, destacando esta apuesta que también busca que sea «generador de riqueza». Asimismo, se refirió al «turismo de experiencia» que se pretende generar, unido a la gastronomía, el ocio, la cultura o el deporte.

Para la alcaldesa, «apostar de manera decidida por el patrimonio es hacerlo por el crecimiento y el empleo de una ciudad como Talavera». Una ciudad que, dijo, «tenía mucho que decir desde el punto de vista patrimonial y, poco a poco, estamos alzando la voz diciendo estamos aquí y que vamos a continuar estando recuperando este patrimonio».

Como avanzó, se está trabajando desde la Concejalía de Turismo para presentar «el mejor escaparate posible» de la ciudad, que ha sumado recientemente la iluminación con el logo de 'Conjunto Histórico' o los tótems informativos para identificar esta zona y facilitar a los visitantes y turistas que puedan moverse por la ciudad y descubrir sus rincones más emblemáticos. Ahora, también se suma la visita a la muralla y torres albarranas ofreciendo unas «impresionantes vistas».

Petrer amplía las excavaciones a la zona donde apareció el primer mosaico romano en 1975

Se va a poner en marcha esta ampliación de la zona de excavación con el objetivo de conocer mejor el contexto del hallazgo del mosaico romano encontrado en 1975 en la misma calle y conectarlo con los recientes hallazgos de la plaza de Baix como son los nuevos dos mosaicos, la columna singular de época bajoimperial o, más recientemente, la posible basílica datada entre mediados del siglo IV y comienzos del V d. C.
En la zona del ábside del templo se descubrió un nuevo mosaico de cuatro colores similar al hallado en 1975. INFORMACIÓN

La próxima semana, la Concejalía de Cultura y Patrimonio de Petrer ampliará los trabajos arqueológicos que desde hace meses se están llevando a cabo en la plaza de Baix a la calle Constitución, en el tramo colindante con la plaza de Azorín, punto donde en 1975, fruto de la colaboración entre Ayuntamiento y el Grupo Arqueológico Petrelense, se halló el primer mosaico romano que hoy se conserva y exhibe en el Museo Dámaso Navarro.

Se va a poner en marcha esta ampliación de la zona de excavación con el objetivo de conocer mejor el contexto del hallazgo del mosaico romano encontrado en 1975 en la misma calle y, de este modo, poder conectarlo con los recientes hallazgos de la plaça de Baix como son los nuevos dos mosaicos, la columna singular de época bajoimperial o, más recientemente, la posible basílica datada entre mediados del siglo IV y comienzos del V d. C.

Esta actuación, dentro del plan de mejoras del pliego de licitación de la excavación arqueológica de la plaza de Baix, contempla un área de intervención que ronda los 280 m². En esta zona donde se recuperó el primer mosaico hay evidencias de que también habían restos constructivos romanos que no fueron estudiados y muy probablemente estén en relación con la gran villa que abarcaría los que fueron documentados en la calle La Font, donde se encuentra el museo en el año 2008, y los descubiertos en la plaza de Baix.
Estos hallazgos demuestran la importancia que tuvo este asentamiento rural, fechado entre el siglo I y el siglo VI d. C., aunque su momento de mayor esplendor se dio en el siglo IV d. C., momento en el que se fecha el mosaico, la columna excepcional con motivo arquitectónico aparecida a finales del año pasado y el edificio de planta basilical aparecido hace unos días.

El personal del Museo ya está trabajando en la organización de las próximas visitas guiadas a la zona de la excavación para, en los próximos días, poder dar a conocer la fecha de esa nueva actividad. De este modo, la concejalía sigue apostando por el concepto de “arqueología pública”, haciendo partícipes a los vecinos y vecinas, a los estudiosos y amantes de la historia, de los hallazgos que van surgiendo en las excavaciones.

En ese sentido, la concejalía también ha destapado parte del vallado de la plaza de Baix para facilitar la contemplación de los recientes hallazgos por cualquier persona interesada.