google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

9 de febrero de 2018

La arqueología del Moncayo protagonizó las V Jornadas del IUCA de la Universidad de Zaragoza.

La Universidad de Zaragoza acogió ayer las V Jornadas del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) que se celebran con carácter bianual desde su constitución en 2009.
Excavación arqueológica en el Castillo de Los Fayos.
En esta edición, los actos se celebraron en el Edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza en la Plaza Basilio Paraíso y en ellas se expusieron los resultados de los logros alcanzados por los miembros y grupos de investigación del IUCA durante el último bienio.

En el encuentro se dieron a conocer los resultados obtenidos durante los años 2016 y 2017 en diferentes proyectos de investigación arqueológica en el Moncayo dirigidos por Óscar Bonilla Santander de la Universidad de Zaragoza y Begoña Serrano Arnáez de la Universidad de Granada.

Se presentaron los resultados de las prospecciones y excavaciones arqueológicas realizadas en el Cerro del Calvario de Tabuenca y su territorio, que han permitido documentar una intensa actividad minero-metalúrgica en época romano republicana ligada a la explotación de los yacimientos minerales de hierro del Moncayo. Así mismo se expusieron los resultados de las intervenciones arqueológicas en el oppidum celtíbero-romano de Bursau en Borja, en el que se ha intervenido en la restauración de las estructuras localizadas en los años 70 del siglo pasado y las nuevas excavaciones que han permitido recuperar una secuencia estratigráfica desde la Edad del Hierro hasta época romana.

También estuvieron presentes los resultados de las excavaciones realizadas en el castillo de Los Fayos, en el que se ha localizado un asentamiento de la I Edad del Hierro bajo los restos de la fortaleza bajomedieval cristiana de los siglos XII-XV. También los últimos resultados del “Proyecto Cascantum” dirigido por Marta Gómara Miramón de la Asociación VICUS junto a Begoña Serrano y Óscar Bonilla, centrado en el estudio de la ciudad de Cascante y su territorio en época Romana..


La jornada finalizó con la exposición de los protocolos adoptados en materia de restauración arqueológica y conservación preventiva implementada en las intervenciones arqueológicas del equipo de investigación compuesto por los arqueólogos Ángel Santos Horneros, Alicia María Izquierdo, Carlos Valladares Lafuente y la restauradora Miriam Pérez Aranda así como las actividades encaminadas a la difusión y divulgación científica implementada en cada uno de los proyectos de investigación.

8 de febrero de 2018

Descubren un molino giratorio de época ibérica en el pantano de Sierra Boyera (Córdoba)

Se han documentado las tres partes de las que consta el molino datado entre los siglos V y IV aC. El conjunto alcanza os 80 centímetros de altura con un diámetro de más de 50 centímetros. 
Molino giratorio hallado en el yacimiento.
Los trabajos de excavación arqueológica desarrollados por investigadores de la Universidad de Córdoba en el Norte de la provincia, en concreto en el asentamiento ibérico del pantano de Sierra Boyera ubicado en Belmez, han permitido destapar uno de los molinos giratorios de esta época más antiguos de la provincia. Este hallazgo es fruto de los trabajos que se realizan desde el pasado mes de diciembre en dicho poblado conocido como oppidum ibérico y en el marco del proyecto Ager Mellariensis, dirigido por los profesores Antonio Monterroso Checa y Alberto Redondo.

En el análisis de este yacimiento se combinan por primera vez técnicas de documentación 3D terrestres y subacuática en aguas continentales de la provincia, fruto de una iniciativa conjunta del proyecto Alto Guadiato Arqueológico y el Proyecto Roatán, de buceo científico. Varios miembros del equipo de este último descubrieron recientemente estructuras subacuáticas de piedra en este asentamiento ibérico, además de restos de cerámicas y un horno para fundición de hierro. 


BUEN ESTADO DE CONSERVACIÓN
Monterroso ha explicado que estos trabajos “están ofreciendo unos resultados muy significativos, debido tanto al buen estado de conservación del yacimiento como a su rica secuencia histórica”. Para documentar la secuencia evolutiva de este asentamiento se ha procedido al análisis del material gráfico de todo el yacimiento y a la excavación de un corte arqueológico.

Según la directora de la excavación arqueológica en curso, Araceli Cristo Ropero, en el yacimiento belmezano se han documentado las tres partes que componen el molino. Por un lado, se ha recuperado perfectamente la base o peana, donde estaba asentado el molino. Esta pieza circular soportaba el peso del molino y tiene un diámetro de 50 centímetros. Por otro lado, se conserva la pieza superior o activa, denominada ‘catillus’ que es la que daba movilidad al molino. Dicha estructura conserva las muescas donde se insertaba el enmangue o mango que sostenía la viga transversal y que era la responsable de hacer girar el molino al ser impulsada por personas o animales. Finalmente, se ha descubierto la pieza inferior o pasiva, llamada ‘meta’, que es fija y conserva igualmente el orificio donde se insertaba el eje. 

Los investigadores han extraído muestras para poder analizar qué se pudo moler en este molino, si se trataría de alimentos y qué tipo, así como si se usó para moler minerales. La pieza alcanza en su conjunto los 80 centímetros de altura con un diámetro de más de 50 centímetros. 

TRASLADO
Por motivos de seguridad y conservación, se ha procedido al traslado provisional del hallazgo al Museo Histórico de Belmez y del Territorio Minero que ha colaborado en las tareas de conservación. 

Aunque falta estudiar detenidamente la cerámica asociada a los momentos previos y posteriores al molino, Monterroso ha señalado que “los indicios apuntan a que constituiría uno de los ejemplos de esta pieza más tempranos -si es que no el más antiguo- de todos los documentados en la provincia de Córdoba, situándolo en el siglo V-IV. a.C.”.
El estudio del oppidum ibérico de Belmez por parte de investigadores de la UCO cuenta con la autorización de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Según Monterroso, se trata de un yacimiento “único y excepcional que viene a colmar este vacío, y que muestra una vez más que, en el Norte de la provincia, lo único que hace falta es investigación y financiación”.
Esta actividad de excavación se enmarca en el proyecto Ager Mellariensis financiado con fondos Feder por el Programa de I+D+ì orientada a retos para la Sociedad 2016 del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

7 de febrero de 2018

Documentan en Barcelona una sepultura islámica del siglo VIII

Los restos aparecieron en las obras de la nueva red de alcantarillado. Según informó el Servicio Arqueológico de Barcelona, se trata de un adolescente, sin poder precisar su género por su precario estado de conservación
La sepultura está excavada en las arenas naturales y en fosa simple con la cabeza orientada a la Meca.
Una intervención arqueológica en el barrio de la Ribera de Barcelona ha puesto al descubierto la sepultura de un adolescente islámico que data de entre los siglos VIII y XI, según ha informado el Servicio Arqueológico de la Ciudad Condal. Unos trabajos en la calle Antic de Sant Joan, antes de iniciar las obras de una nueva red de alcantarillado y recogida neumática de basuras, ha permitido encontrar una sepultura islámica.

Los trabajos, dirigidos por el arqueólogo Walter Alegría Tejedor, de la empresa Global Geomática SL, han permitido documentar parte del antiguo barrio de la Ribera del siglo XVII y XVIII, derribado durante la construcción de la Ciudadela borbónica.

Durante la última semana, esta operación ha permitido localizar una sepultura islámica, identificada por las características comunes empleadas en este tipo de ritual funerario. En concreto, se trata de una sepultura excavada directamente en las arenas naturales, en fosa simple, donde el individuo está orientado como mandan los cánones islámicos: enterrado de lado con el cráneo mirando hacia el Este, hacia la Meca.

Según ha informado el Servicio Arqueológico de Barcelona, se trata de un adolescente, sin poder precisar su género por su precario estado de conservación, y no presenta ninguna patología aparente. Durante la excavación de la tumba no se ha encontrado ningún elemento de ajuar ni ningún material arqueológico, lo que no permite precisar su cronología exacta, por lo que los arqueólogos sitúan la antigüedad de la tumba en un tramo comprendido entre los siglos VIII y XI dC, pudiéndose alargar hasta el siglo XIII.

Ahora, tendrán que hacer los pertinentes estudios antropológicos, así como dataciones de carbono 14 para poder datar con más precisión el hallazgo. Los trabajos de excavación de la inhumación han sido realizados por la antropóloga Izaskun Ambrosio. Según los arqueólogos, esta sepultura estaría relacionada con la maqbara o necrópolis islámica asociada al extenso conjunto funerario localizado en el barrio de la Ribera, concretamente en torno al mercado del Born, donde se han localizado hasta un total de 20 sepulturas islámicas.

"Estamos ante un espacio de culto que perdura a lo largo de los siglos a pesar de la diferencia religiosa de los individuos enterrados, teniendo en cuenta el hallazgo de diferentes necrópolis desde época romana, antigüedad tardía y época medieval", según los responsables del Servicio de Arqueología de Barcelona.

Además de este hallazgo, en la misma calle se han encontrado elementos de la Guerra de Sucesión de 1714 y de periodos anteriores, como una parte de edificios bajomedievales y estructuras relacionadas con el uso y el aprovechamiento del agua, como un pozo, un depósito y alcantarillas del siglo XVII.

(Fuente: La Vanguardia / EFE)

5 de febrero de 2018

Descubren un nuevo conjunto de pinturas rupestres en el Campo de Belchite (Zaragoza)

Las pinturas encontradas podrían pertenecer a la época del Neolítico (5.500-3.000 años antes de Cristo) o ser de finales del Paleolítico o Epipaleolítico (10.000-7.000 años a. C.). Se pueden distinguir los dibujos de algunos ciervos, pero la conservación de los mismos no es muy buena ya que en la zona antiguamente había una explotación minera que hoy está abandonada.
El empresario Josep Andreu, que tiene un negocio cerca del abrigo rupestre. A la dcha., el detalle de una cornamenta de animal.FOTO: Guillermo Mestre.
El Gobierno de Aragón está estudiando el valor de un conjunto de pinturas rupestres que fue descubierto hace un mes en un paraje de la comarca del Campo de Belchite. Pocos días después del hallazgo, la dirección general de Cultura y Patrimonio envió a dos técnicos a la zona para comprobar la autenticidad del mismo y determinar su identidad.

Los funcionarios confirmaron que se trata de pinturas rupestres de estilo levantino y ya se está realizando la campaña de prospección y documentación de las mismas para valorar su interés, diagnosticar su estado de conservación y proponer, en su caso, las medidas pertinentes de protección.

El abrigo fue hallado a principios de año de forma accidental, durante una excursión para buscar dolomías.El descubridor fue un arqueólogo que llegó hasta esta zona de la provincia de Zaragoza invitado por Josep Andreu, propietario de una sociedad que explota una cantera de carbonato cálcico en la comarca. Andreu y el arqueólogo, que ha centrado su trabajo en este tipo de vestigios, son amigos desde hace años, cuando se conocieron en Monblanc (Tarragona), donde casualmente existe un Centro de Interpretación de Pinturas Rupestres.

Fue este especialista quien puso en conocimiento del Gobierno de Aragón el hallazgo del conjunto y la dirección general de Cultura, una vez que confirmó la autenticidad, procedió a abrir un expediente administrativo siguiendo el procedimiento habitual. En estos momentos se está realizando un estudio a cargo del Servicio de Prevención, Protección e Investigación para adoptar las medidas más adecuadas en cuanto a la protección legal y física del conjunto.

El expediente abierto supone convertir el lugar en un Bien de Interés Cultural (BIC) y será necesario valorar la delimitación del abrigo con un vallado o verjas que protejan las pinturas.

VARIOS ABRIGOS
Actualmente, un equipo de técnicos del Ejecutivo está investigando si en la zona hay más conjuntos con pinturas rupestres. El equipo ya ha aportado un primer informe a Patrimonio, en el que se precisa que existe un abrigo con pinturas rupestres (el descubierto en enero) y varios más en los alrededores con restos indeterminados. Estos hallazgos pueden convertir a esta zona de la comarca del Campo de Belchite en un polo de atracción turística para los interesados en el arte rupestre, ya que se trata de un lugar bastante cercano a la capital aragonesa.

En principio, las pinturas encontradas podrían pertenecer a la época del Neolítico (5.500-3.000 años antes de Cristo) o ser de finales del Paleolítico o Epipaleolítico (10.000-7.000 años a. C.). Se pueden distinguir los dibujos de algunos ciervos, pero la conservación de los mismos no es muy buena ya que en la zona antiguamente había una explotación minera que hoy está abandonada.

El Gobierno de Aragón prefiere que el lugar en el que se encuentran las pinturas, de momento, permanezca oculto por motivos de prevención y de protección. "El descubrimiento exige que no se publicite la ubicación exacta para permitir los primeros trabajos y evitar que se produzcan daños", apuntaron fuentes oficiales.

PROYECTO EN OTROS PUNTOS
Esta campaña de prospección e investigación se incluye dentro del proyecto que la dirección general de Cultura y Patrimonio realiza desde 2015 para la monitorización del arte rupestre de Aragón y que condujo el año pasado al descubrimiento, protección y puesta en valor de varios conjuntos en la localidad el Tormón, en el Parque Cultural de Albarracín; o de Alcañiz, en el Bajo Aragón. Asimismo, la DGA pretende coordinar otras actuaciones encaminadas al diagnóstico sobre la conservación del arte rupestre aragonés.

31 de enero de 2018

Buscan con georradar los restos del monasterio de San Fructuoso, en Compludo (Ponferrada)

Los trabajos pretenden localizar los restos de lo que fue el primer enclave monástico fundado por San Fructuoso en Compludo en el siglo VII. De momento, la búsqueda sólo pretende localizar los lugares donde se podría excavar en un futuro
Expertos y vecinos de Compludo han trabajado juntos en la búsqueda del monasterio del siglo VI.
Un grupo de voluntarios y expertos dirigidos por el geofísico Luis Avial, uno de los científicos que participó en la búsqueda de los restos del escritor Miguel de Cervantes, inició el fin de semana los trabajos de prospección para localizar los restos de lo que fue el primer enclave monástico fundado por San Frucutoso en Compludo en el siglo VII. Junto a Avial , participaron en la búsqueda el historiador berciano Vicente Fernández, el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Artemio Tejera y el arqueólogo Fernando Muñoz, junto a vecinos, el alcalde de barrio, Tomás García y el herrero de Compludo, Manuel Sánchez.

A pesar de que la Junta de Castilla y León no le ha dado mayor importancia a la aparición el pasado año de estructuras aterrazadas en Manzanedo de Valdueza que podrían estar relacionadas con el poblamiento en torno a los monasterios de La Tebaida, el vicepresidente del Consejo y concejal de Medio Rural de Ponferrada, Iván Alonso ha insistido en la tesis y la búsqueda del monasterio cuentan con una subvención comarcal al Instituto de Estudios Bercianos y la colaboración de la Concejalía. «Se trata de buscar cualquier prueba o indicio de lo que fue el monasterio fundacional de la Tebaida Berciana», explicaba ayer Alonso.


La intervención en el ‘Prao de la Iglesia’ de Compludo, «el lugar donde la tradición y algún que otro hallazgo arqueológico parecen situar la ubicación concreta de dicho cenobio», junto con las investigaciones en torno al monasterio de Montes y las estructuras aterradas de Manzanedo «pueden darnos una idea de lo que fue ese espacio mítico de gran importancia social y espiritual que hoy llamamos La Tebaida berciana y que luchamos por conocer y por preservar con el objetivo del reconocimiento futuro como Patrimonio de la Humanidad», explicó Alonso, que recordó además que hace más de cincuenta años que nadie ha excavado en el lugar desde que lo hiciera Pedro Menéndez Pidal y «ha llegado el momento de avanzar en la tarea de desentrañar algunos de los secretos de nuestra Tebaida». De momento, la búsqueda sólo pretende localizar los lugares donde se podría excavar en un futuro, algo que podría llevarse a cabo si Medio Rural recibe la subvención de 18.000 euros solicitada a la Diputación.

26 de enero de 2018

Las catas en la segunda puerta descubren el pavimento original de la Mezquita-Catedral de Córdoba

Las excavaciones en la nave 17, cuyos resultados se pueden consultar en la web del Cabildo, han sacado a la luz la existencia de un complejo episcopal fechado en el siglo VI
Jiménez Güeto, junto a los técnicos Rafael Ortiz, Daniel Fernández y Raimundo Ortiz, en la presentación del proyecto. FOTO: JORDI
Las excavaciones realizadas bajo la segunda puerta de la Mezquita-Catedral han supuesto una oportunidad única para ahondar en la historia del suelo sobre el que se construyó el templo, es decir, en los diferentes estratos que se han formado desde el siglo VI hasta la actualidad. Las catas -que se han hecho en una superficie de 15 metros cuadrados y una profundidad de tres metros- han alcanzado el nivel del pavimento original sobre el que Abderramán I ordenó alzar en el siglo VIII este edificio único. 

Esta superficie irregular aparece sellada con rellenos, motivo por el que los arqueólogos que se han encargado del proyecto -Daniel Fernández Cabrera, Raimundo Ortiz y Enrique León- plantean que sobre ella se acometieron los trabajos constructivos de la mezquita fundacional, de los que tan sólo han identificado un pavimento fabricado con cantos de pequeño formato que interpretan como perteneciente al patio o sahn emiral.

COMPLEJO EPISCOPAL DEL S. VI
Otro de los hallazgos más importantes ha sido el de los restos de un complejo episcopal del siglo VI (anterior a la conquista árabe) y que no sólo sería un centro de culto sino un conjunto de edificios que también estarían dedicados a la administración. Los arqueólogos manifestaron ayer en la presentación de la memoria preliminar de esta intervención que en la península Ibérica se conocen pocos ejemplos de este tipo de complejos, siendo el más conocido es el de Barcelona. El problema es, han apuntado, que estas estructuras se encuentran bajo las actuales catedrales, por lo que es muy difícil acceder a ellas.

En Córdoba ha sido posible gracias al estudio que se ha realizado bajo la celosía de la nave 17 dentro del proyecto de sustitución de dicho elemento por otro que permita el tránsito de los pasos de las cofradías en Semana Santa. El objetivo de la intervención arqueológica ha sido servir de control de las actuaciones de los trabajos de reforma de la citada arquería, así como documentar la información arqueológica en la zona donde se proyectan los pozos de cimentación de la nueva puerta. Todo esto se ha registrado y se puede ver en la web del Cabildo de la Catedral de Córdoba. La metodología empleada es puntera en cuanto al proceso de documentación y levantamiento de planos en 3D. Así, dentro del apartado "Otros proyectos" de la web del Cabildo cualquier persona podrá acceder a los trabajos de investigación que ofrecerán una perspectiva novedosa para el conocimiento de la Mezquita-Catedral en ámbitos tan diversos como la arquitectura, la arqueología o la ingeniería.

FASES CONSTRUCTIVAS
Los resultados del estudio sobre el subsuelo de la segunda puerta han documentado varias fases constructivas del edificio, registrando la reforma bajomedieval de las arcadas, dos enterramientos de periodo medieval cristiano y una fase tardoantigua localizada entre los 2,5 y tres metros de profundidad. En esa fase tardoantigua se ha descubierto parte de un muro y tres pavimentos islámicos (uno de ellos sobre el que se edificó el templo).

Al respecto y como indica el estudio, con la llegada de Abderramán III la Mezquita Aljama sufre algunas mejoras y modificaciones. En la intervención se ha identificado la construcción del muro norte de la sala de oraciones o haram, que conforma la fachada al patio o sahn.

SEPULTURAS
Sobre estos elementos los arqueólogos han documentado dos sepulturas de época cristiana, entre los siglos XIII y XV, cuando la Mezquita pasó a ser parroquia de Santa María y luego Catedral de Córdoba. Ortiz explicó que a mediados del siglo XV se produce un "colapso" de la cubierta y algunos arcos del edificio que obligó a actuar en él, lo que se ha reflejado en la cimentación.

En su intervención, los arqueólogos también se centraron en las intervenciones realizadas en el siglo XX, como el rebaje del nivel del suelo y disposición del pavimento de losas de mármol a la cota actual hecho con Félix Hernández (arquitecto encargado de las obras de restauración e investigación de la Mezquita-Catedral).

En los años 70 se construyeron las celosías que cierran los vanos de las naves 16, 17, 18 y 19 y las catas han sacado a la luz la preparación del terreno para la descarga del peso de estos elementos, con asientos o cimentaciones de diez centímetros de espesor que afectaron al muro erigido por Abderramám III.

23 de enero de 2018

La Universidad de Jaén retoma sus investigaciones en Egipto

En esta décima campaña que acaba de comenzar van a participar 35 investigadores de diferentes universidades españolas y europeas, de múltiples especialidades
La nueva campaña se extenderá hasta el próximo mes de marzo. FOTO: UJA
El rector de la UJA, Juan Gómez, y el director del Proyecto Qubbet el-Hawa, el profesor de Egiptología de la UJA Alejandro Jiménez, han presentado los objetivos de la décima campaña de excavaciones en esta necrópolis de Asuán (Egipto), trabajos que comenzaron este pasado sábado día 20 y que se prolongarán hasta el mes de marzo. 

Durante los diez años de este proyecto arqueológico que dirige la Universidad de Jaén en Egipto, éste se ha convertido en uno de los que mayor éxito científico han tenido, tanto por el hecho de haber encontrado hasta seis tumbas intactas, como de haber descubierto el cáncer de mama más antiguo del mundo. En este sentido, el rector ha destacado que desde que se llevó a cabo la primera campaña en 2008, la Universidad de Jaén ha estado excavando e investigando en Egipto cada año, "pese a que durante estos años España ha sufrido la mayor crisis económica de su historia reciente".

"Durante estos años, el proyecto que dirige la UJA en Egipto se ha convertido en uno de los proyectos arqueológicos con mayor éxito científico, no sólo por encontrar hasta seis tumbas intactas, sino por la alta capacidad de sus investigadores para interpretar los restos descubiertos, como por ejemplo, el cáncer de mama más antiguo del mundo", ha resaltado Gómez. 

El rector ha anunciado que tras el verano se exhibirán las piezas más importantes halladas por la UJA en Egipto, en una exposición temporal en el Museo de Asuán. "La alta calidad de algunas de las piezas ha llamado la atención del nuevo Museo Egipcio que se está levantando junto a las pirámides de Guiza, en donde seguramente serán finalmente mostradas".

En esta décima campaña que acaba de comenzar van a participar 35 investigadores de diferentes universidades españolas y europeas, de múltiples especialidades, y otros cinco más egipcios. En este sentido, hay que destacar que dos tercios de los investigadores pertenecen a la UJA, concretamente a los siguientes centros: Facultad de Humanidades, Facultad de Ciencias Experimentales, Escuela Politécnica Superior de Jaén e Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica. 

OBJETIVOS
El director del proyecto ha explicado que en total son cinco las tumbas sobre las que se actuará este año, con diferentes objetivos marcados. Por un lado, como gran objetivo para 2018, se continuará la investigación y consolidación de una de los hallazgos más destacados en Egipto en los últimos años, realizado en 2017, la tumba intacta de Shemai (QH34bb), hermano de uno de los gobernadores más poderosos de Egipto, Sarenput II. 

"Queremos confirmar si hay un enterramiento principal, ver si está intacto y comprobar a quién corresponde", ha apuntado Alejandro Jiménez. Por otro lado, se finalizarán las excavaciones en la tumba QH33, la primera que se excavó, para poder resolver quién fue el primer gobernador enterrado en esa tumba. "Se trata de una tumba singular, pues se enterraron dos gobernadores, uno de los cuales ya desenterramos. Ahora queremos saber quién es el otro". 

Se continuará también con la excavación de la tumba QH32, para determinar el nombre del gobernador enterrado, así como las excavaciones de los pozos funerarios principales de la tumba de Sarenput I. Además, se ha comenzado a excavar la tumba QH35n, en cuyo patio ya han aparecido dos momias. 

Por último, el equipo dirigido por la UJA continuará con la realización de TAC a diversas momias en el hospital universitario de Asuán, gracias al convenio de colaboración científica firmado entre la Universidad de Jaén y la de Asuán. El Proyecto Qubbet el-Hawa cuenta con la financiación del Ministerio de Economía y Competitividad, a través de un proyecto de I+D+i, uno de los más importantes concedidos en el campo de las Humanidades, así como con el patrocinio de la Fundación Gaselec y la Fundación PALARQ (Paleontología y Arqueología) y el apoyo de la Sociedad Española de Egiptología. "Somos la excavación pública y con fondos públicos más importante de España en Egipto", ha destacado Jiménez.

18 de enero de 2018

Finalizan las obras de la cubierta de la villa romana de Fraga (Huesca)

El Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón ha finalizado las obras de la cubierta que protege el yacimiento de Villa Fortunatus de Fraga. Los trabajos han supuesto una inversión de 57.983,37 euros y han consistido en la sustitución de la cubierta original de policarbonato, que presentaba filtraciones, por una de chapa grecada de acero precalado que soluciona los problemas de goteras que podían producirse en la villa romana.
Vista de la intervención realizada en Villa Fortunatus.
La cubierta original se instaló hace diez años y se ha ido deteriorando por el paso del tiempo y por las inclemencias meteorológicas, lo que ha afectado a la conservación de este yacimiento romano. Esta situación llevó al Ayuntamiento de Fraga a requerir la intervención del Gobierno de Aragón que se inició en diciembre del año pasado.

La Comisión de Educación, Cultura y Deporte de las Cortes de Aragón aprobó una proposición no de ley presentada por el grupo del Partido Popular, en la que se instaba al Gobierno de Aragón a reparar la cubierta y a mejorar la situación del yacimiento arqueológico de Villa Fortunatus de Fraga, restableciendo los horarios de visitas guiadas para el público.

Finalmente, la consejería de Cultura viendo el deterioro de la cubierta ha optado por sustituirla por una nueva y además ha realizado también otros trabajos de mantenimiento y conservación del yacimiento. El director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín, destacó ayer las obras realizadas y adelantó que ahora se trabaja para mejorar los accesos y facilitar una zona de entrada pública para poder visitar el yacimiento.

Por su parte, la concejala de Cultura de Fraga, Marta Cabrera, mostró su satisfacción por el fin de los trabajos, que, según recordó, se venían reclamando al Gobierno de Aragón desde 2015. Asimismo, apuntó que la DGA va a solucionar "lo antes posible" los problemas de accesibilidad y aparcamiento, ya que, si no se actúa "es complicado atender como se debe a todos los visitantes".

El mantenimiento del yacimiento se realiza con las brigadas municipales gracias a la colaboración del Gobierno de Aragón con el Ayuntamiento de Fraga. Esta cooperación se extiende a las visitas, que se gestionan a través de la oficina de turismo de la localidad.

YACIMIENTO BIC
El yacimiento de Villa Fortunatus, descubierto y estudiado entre 1930 y 1940 y catalogado como BIC, se encuentra a unos 5 kilómetros al norte de Fraga en el término de "Pilaret de Santa Quiteria". Se trata de una villa romana cuya construcción data del siglo II, aunque a finales del siglo III o principios del IV d.C. fue ampliada y se construyó la nueva villa, decorada con ricos pavimentos de mosaico. Las investigaciones arqueológicas han demostrado que, tras el abandono de la vivienda, una parte fue reaprovechada y transformada en basílica para el culto cristiano a finales del siglo IV o comienzos del siglo V. También se han encontrado en el yacimiento evidencias de ocupación visigoda.

Por las grandes dimensiones de la villa y por la riqueza de su decoración se sabe que Villa Fortunatus fue la vivienda de una rica familia romana y su denominación no es fruto de la casualidad, sino que se debe a una inscripción en mosaico, que alude a su propietario. Presenta la habitual distribución de las viviendas privadas romanas, con estancias dispuestas alrededor de un patio abierto porticado de unos 300 m2. Se han conservado restos de su decoración mural y de sus pavimentos teselados de diferentes calidades. Algunos de estos mosaicos se conservan en el propio yacimiento, aunque los más importantes se trasladaron al Museo de Zaragoza.

Destaca el mosaico encontrado en una de sus estancias que posee la inscripción con el nombre del propietario, otros representan un calendario, al modo romano, del que se conservan seis meses, diversas deidades como Venus, Eros y Psiqué y algunos motivos cristianos como el crismón. Otra de las estancias, el aquarium, se decoraba con motivos marinos.

(Fuente: Diario del Alto Aragón / Jaume Casas)