google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Resultados de la búsqueda de alfarje
Mostrando las entradas para la consulta alfarje ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta alfarje ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

23 de marzo de 2023

Nueva cubierta para el yacimiento de Labitolosa (Huesca)

Se trata de una ciudad hispanorromana cuyos orígenes se remontan a finales del siglo I a.C. En el yacimiento, destaca el conjunto de edificios públicos descubiertos tras varias campañas de excavación, como la Curia, que conserva restos de inscripciones, y las Termas.

El Gobierno de Aragón, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, ha ejecutado los trabajos de sustitución de la cubierta de las Termas I del yacimiento de Labitolosa, en La Puebla de Castro. La directora general de Patrimonio Cultural, Marisancho Menjón, ha visitado este viernes el resultado de las obras realizadas, por importe de 65.000 euros.

La necesidad de sustituir la cubierta surge del deterioro importante que presentaba la anterior, lo que había provocado la aparición de filtraciones.

Cerca del municipio de La Puebla de Castro se encuentra el yacimiento arqueológico de Labitolosa, declarado Bien de Interés Cultural en 1998. Se trata de una ciudad hispanorromana cuyos orígenes se remontan a finales del siglo I a.C.

Desde 1991, esta ciudad ha sido objeto de importantes investigaciones arqueológicas enmarcadas en los programas de cooperación internacional establecidos entre el área de Arqueología del Departamento de Ciencias de la Antigüedad de la Universidad de Zaragoza y el Centro Ausonius de la Universidad Michel de Montaigne-Bordeaux III.

En el yacimiento, destaca el conjunto de edificios públicos descubiertos tras varias campañas de excavación, como la Curia, que conserva restos de inscripciones, y las Termas.

En la Curia se reunía el consejo de los decuriones, siendo uno de los edificios mejor conservados de la Hispania romana. Estos edificios pertenecen a la época de la dinastía romana de los Flavios. En la Curia, se han conservado in situ, unas importantes inscripciones, en los zócalos y en pedestales y las estatuas de los miembros de las élites urbanas, como las de Marco Clodio Flacco, que llegó a ser caballero romano y del que conservamos cuatro epígrafes, Cornelia Neilla, su esposa y otros como Lucio Aemilio Attaeso, Sexto Iunio Silvino y Cornelio Philemon, vivieron durante la primera mitad del siglo II. A partir de ellas se conocen datos de la estructura social del municipio.

Otras actuaciones en La Puebla de Castro
Además de la sustitución de la cubierta de Labitolosa, la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón también ha intervenido en otros enclaves de La Puebla de Castro. En concreto, se ha ejecutado la restauración del alfarje de la ermita de San Román. La intervención fue realizada entre los meses de agosto y diciembre de 2021 y fue supervisada por técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural, que ha invertido alrededor de 70.000 euros.

El templo en cuestión que ha llegado hasta nuestros días data de principios del siglo XIII. A los pies de la ermita, se sitúa su elemento más destacado: el coro alto, sostenido pon un gran arco rebajado y un excepcional alfarje. Pese a que su estado de conservación era aceptable, el conjunto del alfarje presentaba alteraciones del material como pequeñas grietas y fendas originadas por los movimientos de contracción y dilatación de la madera debido a los cambios de humedad y temperatura, especialmente en la zona próxima a la entrada del edificio, la más expuesta. Además, las policromías presentaban manchas, problemas de adherencia y pérdidas de la propia capa pictórica.

En líneas generales, la intervención ha consistido en frenar el deterioro activo y estabilizar tanto el soporte de madera como los estratos pictóricos para recuperar la unidad y la calidad estética del alfarje.

Tras el desmontaje de la tarima del coro superior para poder acceder al reverso del alfarje, se ha procedido a limpiar, desinfectar y consolidar simultáneamente el reverso y el anverso del alfarje. La limpieza del reverso se ha realizado por aspiración y posteriormente se ha aplicado un tratamiento desinsectante y fungicida sobre el soporte de madera.

Seguidamente, se ha procedido a la consolidación puntual del soporte de madera debilitada, al encolado de piezas sueltas, injertos y refuerzos estructurales con la reconstrucción de piezas faltantes, utilizando madera similar a la original previamente curada. A continuación, una vez limpia, se ha recolocado la tablazón de la tarima del coro y posteriormente se ha barnizado totalmente la superficie.

En cuanto al tratamiento de las policromías, se ha realizado una exhaustiva, aunque selectiva, consolidación y fijación de los estratos pictóricos desprendidos, abolsados o con peligro de levantamiento, actuaciones que permitieron la limpieza físico-química definida en la fase de estudios previos.

Aplicada una primera capa de protección a toda la superficie, se ha procedido a la reintegración cromática de las lagunas de la película pictórica, limitándose a las necesarias para evitar distorsiones en el cromatismo del conjunto. Se ha finalizado el tratamiento con la aplicación de una segunda capa de barniz para garantizar la protección de las capas pictóricas y de la madera.

Además, se ha instalado una nueva escalera, más estable y cómoda que la anterior, para seguir accediendo al coro desde el sottocoro. También se ha trabajado en la recuperación del aspecto del embarque desde el acceso original.

La ermita o iglesia de San Román de Castro fue declarada Bien de Interés Cultural en 1944. Se trata de una construcción enclavada en el que fue el poblado medieval de Castro, un estratégico asentamiento situado en un altozano a 4 kilómetros de la actual población La Puebla de Castro. Todavía hoy son visibles muchos restos de la estructura urbana del poblado y las edificaciones que la componían, incluido el castillo.
(Fuente: Heraldo)

1 de marzo de 2013

Aparece un alfarje del siglo XVI en una Iglesia de Nuño Pérez (Palencia)

La decoración de las vigas del artesonado es de tipo soga y en los entrepaños aparecen estrellas caladas de ocho puntas y motivos geométricos
El artesonado estaba oculto por un falso techo de yeso y por la parte
de arriba con tierra y barro.
Foto:  Revista Ecclesia
Las obras de restauración, limpieza y pintura en la iglesia parroquial de San Cristóbal de Arenillas de Nuño Pérez (Palencia) han propiciado la aparición de un alfarje mudéjar de madera sin policromar, de comienzos del siglo XVI, ubicado en la sacristía. El estado de conservación es regular ya que está algo afectado por la carcoma y faltan algunas tablas, según informa el Obispado.

La decoración de las vigas es de tipo soga y en los entrepaños aparecen estrellas caladas de ocho puntas y motivos geométricos. El trabajo en el aljarfe era realizado por maestros mudéjares, especialistas en este tipo de techumbres y decoración. El artesonado estaba oculto por un falso techo de yeso y por la parte de arriba con tierra y barro. Posiblemente fue tapiado en el siglo XVIII por encontrase en malas condiciones y por el cambio de estilo y gustos artísticos. Asimismo, al levantar la tarima de dicha sacristía se ha encontrado un suelo de cantos rodados formando figuras geométricas.

El hallazgo se produjo la semana pasada por parte de un albañil que está realizando las obras, siendo comunicado por párroco y un vecino del pueblo a la Delegación Diocesana de Patrimonio, cuyo responsable, José Luis Calvo, se desplazó a la parroquia para evaluar el hallazgo, fecharlo, inventariarlo y aconsejar el procedimiento para su tratamiento y conservación. La Parroquia de San Cristóbal de Arenillas de Nuño Pérez atesora además una valiosa pila bautismal del siglo XII y un retablo con pintura al óleo sobre tabla del siglo XVI, que necesita una urgente restauración.

El estudio, proyecto de restauración y presupuesto ya está en manos de la Delegación Diocesana de Patrimonio a falta de financiación adecuada. Además, la iglesia posee un Cristo crucificado, del siglo XVII al que el pueblo le tiene mucha devoción y que fue titular de la cofradía de la Santa Vera Cruz. Esta obra, junto con una talla de San Andrés apóstol del siglo XV, serán intervenidas en el Estudio Taller del Obispado de Palencia por al estar afectadas por la suciedad y la carcoma.

31 de mayo de 2011

Santa Fe, la cristianización de los palacios musulmanes de Toledo

Nos encontramos ante una estructura ciclópea asentada en la roca y levantada con aparejo.Se trata de un modelo de factura islámica generalizado en el área peninsular en el siglo VIII
El conjunto conventual de Santa Fe en Toledo es producto de una serie de construcciones erigidas desde la ocupación musulmana hasta el siglo XX. Obras como la Capilla de Belén, con su bóveda califal, el ábside mudéjar de Santa Fe, el alfarje policromado, el Claustro isabelino o la Iglesia de Santiago, han hecho de éste un edificio emblemático en el que la documentación arqueológica realizada en los últimos años junto al proyecto de rehabilitación como ampliación del Museo de Santa Cruz ha permitido aclarar aspectos de sus fases constructivas y descubrir parte del aula regia islámica encuadrada a partir del siglo X, tal y como pone de manifiesto el trabajo arqueológico presentado por Fabiola Monzón Moya y hecho público en las actas de las III Jornadas de Arqueología de Castilla-La Mancha llevadas a cabo en 2007 en Toledo.
Las fases constructivas revelan los trazados urbanísticos en Toledo.

En dichas actas recuerda que la ciudad islámica se dividía en diferentes sectores: la alcazaba y la medina propiamente dicha, a los que se suman distintos arrabales. El recinto de la alcazaba, uno de los ingredientes básicos de su estructura urbana, ocupaba el ángulo noreste de la ciudad y estaba rodeado por una muralla conocida como al-Hizám o Ceñidor, y en época cristiana Alficén. En ocasiones, ésta fue aprovechada como cimiento de edificaciones posteriores, como el caso de Santa Fe, facilitando su conservación. La alcazaba cerraba el recinto del barrio residencial de los caídes y la guarnición protegiendo a su vez a la población con un dominio directo sobre el puente Alcántara, quedando organizada aprovechando el espacio aterrazado del terreno, al igual que sucedió en la ciudad palatina de Madinat al-Zahra’. 

En época califal, al-Hizám contó con dos puertas, la del Puente y la del Alcántara, aquella posiblemente coincidente con el actual Arco de la Sangre, ampliamente reformado después de la Guerra Civil. Durante el período taifa es posible que se añadiera un nuevo acceso para conectar con los palacios del rey al-Ma’mún situados en la parte noroeste del recinto, e hipotéticamente se ha planteado que la Puerta de Alfadá o de la Explanada pudiera coincidir con la travesía de Santa Fe.

En Santa Fe, este muro se utilizó como cierre exterior, quedando claramente visible en el sector occidental del edificio. Las últimas investigaciones realizadas han permitido constatar que nos encontramos ante una estructura ciclópea asentada en la roca y levantada con un aparejo asimétrico integrado por grandes bloques rectangulares e irregulares de piedra granítica colocados en la base verticalmente y en el alzado de forma horizontal, generando hiladas de 0,50 m y 0,80 m de altura. La amplia junta existente entre ellos queda disimulada con un enripiado de teja y pequeños cantos de granito. Por las características referidas, nos encontramos ante un modelo de factura islámica generalizado en el área peninsular hacia mediados del siglo VIII, o entre los siglos VIII-IX, una cronología que determina que ya en época emiral la alcazaba gozaba de una sólida estructura e identidad, aunque deba a ‘Abd al-Rahmán III su consolidación y ampliación tras la toma de Toledo en el año 932. 

La ciudadela integraba construcciones de carácter político y militar, y a su vez defendía el área palatina a la que se alude en diversas crónicas históricas. El primer palacio musulmán que consta en esta ciudad es el del muladí Amrus, construido en época de al- Hakám I en torno a finales del siglo VIII, posiblemente con tapial.
(Fuente: El Día Digital)

5 de diciembre de 2013

256.000 euros para el castillo de Torredonjimeno (Jaén)

Las obras afectarán al patio de armas, a la torre y al lienzo norte de la muralla. Según Concepción Moreno, concejal de Cultura del Ayuntamiento, las obras ya están adjudicadas y comenzarán a principios de año. "Deseamos que estén terminadas en el verano de 2014 para estrenar nuestro Verano Cultural en las nuevas instalaciones".
La concejal de Cultura del Ayuntamiento de Torredonjimeno, Concepción Moreno y José Águila, amigo del blog que nos ha facilitado el acceso a esta información. Al fondo el patio de armas, la torre y el lienzo objeto de las obras.
Después de meses de espera parece que ahora sí y con el nuevo año comenzarán las obras de rehabilitación de uno de los monumentos más destacados de Torredonjimeno en cuya adecuación se han comprometido diferentes administraciones públicas como la Diputación de Jaén, que participa en las obras con algo más de 168.000 euros concedidos a través del Plan Provincial de Cooperación, la Agencia de Desarrollo Rural que canaliza 70.000 euros de los Fondos Europeos de Desarrollo, además del propio Ayuntamiento que invertirá en las obras otros 17.000 euros para la rehabilitación del torreón..
Alfarje mudéjar policromado, que ya ha sido objeto
de una excelente restauración por la Escuela Taller
del Ayuntamiento.

Según nos ha explicado la propia concejal de Cultura del municipio tosiriano, los 70.000 euros de los fondos europeos, "cuya entrega se está demorando más de lo deseado", se dedicarán a la rehabilitación del lienzo norte de la muralla que linda con el Colegio Puerta de Martos "pero la cuantía más importante, que es la procedente de la Diputación Provincial, se dedicara en su totalidad a la rehabilitación del patio de armas". "En principio no vamos a efectuar ningún trabajo de restauración en el interior del castillo." nos comenta.

FORTALEZA ALMOHADE
El castillo de TorredonJImeno, que está enclavado en el centro de la población, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1949. 

En sus oriígenes (S. XII-XIII) era una fortaleza Almohade de la que se conservan varios lienzos de muralla de esta época. Posteriormente fue transformado por la Orden de Calatrava por cesión de Fernando III "El Santo" y se convirtió al final de la Edad Media en una residencia señorial, de ésta época (S. XVI) el castillo conserva un magnífico alfarge policromado mudéjar  En el S. XVIII buena parte de las estancias y áreas de servicio fueron alteradas para construirse en su interior una almazara que mantuvo su uso hasta el siglo XX. La parte palaciega del castillo ha estado habitada hasta finales de la década de los 70 del S. XX.

El castillo alberga en la actualidad el Centro de Interpretación del Tesoro Visigodo de Torredonjimeno y una exposición permanente de una importante colección de fósiles.