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24 de enero de 2023

Un historiador descubre tres castillos andalusíes en la Sierra de Honachuelos

El investigador Emilio J. Navarro Martínez localiza en el corazón de la sierra de Hornachuelos tres antiguas fortalezas defensivas en el interior de grandes fincas de caza. Una de ellas es un castillo de grandes dimensiones, el del Comendador, de más de 2.700 metros cuadrados. Navarro Martínez ha logrado llegar a uno de estos castillos. Al segundo y al tercero le ha sido imposible, pero los ha logrado identificar gracias a fotografías aéreas, al Lidar y al satélite.
Restos del castillo del Comendador, repleto de vegetación. Emilio J. Navarro Martínez

El parque natural de la Sierra de Hornachuelos, al noroeste de la provincia de Córdoba, se extiende por más de 60.000 hectáreas y fue declarado reserva de la biosfera por la Unesco en 2002. Pero apenas se conoce los tesoros que esconde por una razón: la mayor parte de sus 60.000 hectáreas son privadas y están repartidas en un puñado de fincas gigantescas dedicadas a la caza. La familia Koplowitz, por ejemplo, posee una de esas grandes fincas: La Aljabara. Su uso es casi exclusivo cinegético. Las fincas están rodeadas por vallas y mallas que impiden la salida y entrada de los animales que se cazan. Y también de los investigadores.

Por eso es tan difícil conocer el pasado de la Sierra de Hornachuelos. Tanto que el historiador Emilio J. Navarro Martínez, del grupo de investigación Meridies, acaba de descubrir los restos de tres fortalezas andalusíes de las que hasta la fecha no se tenía noticia. Una de ellas es un castillo de grandes dimensiones, el del Comendador, de más de 2.700 metros cuadrados, que sigue conservando en algunas zonas muros de hasta dos metros de altura. Navarro Martínez ha logrado llegar a uno de estos castillos. Al segundo y al tercero le ha sido imposible, pero los ha logrado identificar gracias a fotografías aéreas, al Lidar y al satélite.

Este historiador acaba de publicar un descubrimiento que podría permitir, según la ley andaluza de Patrimonio, que se pudieran estudiar las fortalezas. La norma señala que todos estos recintos históricos son automáticamente declarados Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que sus propietarios están obligados a facilitar su estudio y su conservación, en su caso. También, en un futuro, a su difusión.

La Sierra de Hornachuelos es una de las grandes extensiones de Andalucía que más deshabitadas están. Pero eso es algo más o menos reciente. El río Retortillo siempre ha sido la frontera entre Córdoba y Sevilla. En época romana separaba los conventus de Hispalis y Corduba. La zona, hace dos mil años, estaba repleta de minas que pervivieron hasta época andalusí. Hace unos mil años, cuando el califato comenzó a desintegrarse, se pobló de castillos y fortalezas. Los reinos cristianos atacaban a los musulmanes del Valle del Guadalquivir a través de Sierra Morena, por lo que se configuró una red defensiva con construcciones de fortalezas muy próximas entre sí y prácticamente en cada promontorio. Muchas de esas construcciones siguen siendo visibles. O al menos sus cimientos. El castillo de Almodóvar (reconstruido en el siglo XX) es su mayor exponente. Junto a él, Hornachuelos, e incluso la ciudad fortificada de Palma del Río, con su enorme muralla almohade, son testigos de aquellos años convulsos en los que la frontera entre reinos y dos mundos muy diferentes estaba ahí.

Tierra de frontera
Con la conquista cristiana, poco a poco estas fortalezas dejaron de tener sentido. En la Sierra de Hornachuelos se fueron abandonando. Algunas sirvieron para la actividad cinegética, para el ganado y para el retiro espiritual. Diversas órdenes religiosas se instalaron en la zona y crearon conventos. El más popular es el de Los Ángeles. Pero no fue el único. En el siglo XIX, las desamortizaciones de las propiedades de la iglesia volvieron a transformar este espacio. Grandes familias aristocráticas se hicieron con la propiedad de enormes fincas que dedicaron a la cacería. Y hasta ahora.

Emilio J. Navarro Martínez ha tenido que bucear en los archivos antes de lanzarse a hacer un trabajo de campo que ha dado sus frutos. A través de planos del siglo XVIII, de apuntes históricos, de crónicas andalusíes y cristianas, ha logrado trazar cómo tuvo que ser una red defensiva de fortalezas cuyos restos, además, ha encontrado en el corazón de la sierra de Hornachuelos, abandonados y repletos de vegetación que los ocultan.

A través de toponimia y legajos, también ha identificado los nombres de estas fortalezas. El más importante, por dimensiones, es el llamado castillo del Comendador, en las inmediaciones del pantano del Águila. Este investigador logró llegar hasta el castillo subiendo “arroyo arriba por la servidumbre hidráulica”, que sí que es pública. El castillo tiene unos 2.500 metros cuadrados, con un perímetro de 210 metros. Posee una torre circular y en su interior se adivinan restos de lo que tuvieron que ser habitaciones. Está sobre una gran pendiente, que hace que muchos de sus muros se hayan derrumbado o que su altura no sea la que fue. En su interior la vegetación lo ha tomado. El investigador sostiene que este castillo sería el más importante de la zona, pudiendo albergar a población en su interior en caso de ataque.

Similar, aunque más pequeño, es el castillo de Comares, la segunda fortificación que ha descubierto. De planta cuadrangular, también está repleto de vegetación. Aunque las fuentes documentales señalan que su uso fue militar y defensivo, el investigador sostiene que también pudo dar cobijo al ganado. La fortaleza más pequeña es la atalaya de la Casa Fuerte, una torre de unos 90 metros cuadrados ubicada en el punto más alto de la zona. “La funcionalidad de este punto estaría relacionada con el control de una depresión del terreno, entre elevaciones de una altura parecida, que controlaría el ángulo noreste de todo el sistema defensivo de la Sierra del Águila”, señala el autor.

El investigador concluye urgiendo a la Junta de Andalucía a que ejerza sus competencias y que declare BIC estos tres espacios para poder protegerlos, investigarlos y darlos a conocer.

10 de abril de 2012

Denuncian destrozos en el yacimiento romano de Hornachuelos (Córdoba)

La acción de un arado con unos 90 centímetros de calado ha sido la causante del destrozo de numerosa alfarería y de varios hornos.
El yacimiento está ubicado en el paraje de Umbría de Moratalla.
El yacimiento arqueológico romano de Hornachuelos, ubicado en el paraje conocido como Umbría de Moratalla e identificado y catalogado por la Consejería de Cultura desde el 2009, ha sufrido diferentes agresiones. Especialmente devastadoras han sido las últimas, producidas al parecer con un arado de 90 centímetros de calado, que ha destruido numerosa alfarería y varios hornos conectados por una red de pasajes protegidos por muros de contención.

Grupos de arqueólogos y asociaciones culturales de la comarca, entre las que se encuentran Isla Palmera y Malenia, han denunciado lo que consideran "un daño incalculable al patrimonio cultural de época romana", máxime cuando a esta alfarería se le atribuyen varios sellos epigráficos. El más destacado reveló el nombre de la fábrica como Figlina Passesaria , un lugar que servía para la creación de ánforas en las que se envasaba el aceite producido en la zona. El río se aprovechaba para transportar las ánforas en pequeñas barcas hasta zonas próximas a Cantillana, donde se traspasaban a barcos de mayor calado para llevarlo a otros países. Las asociaciones culturales aseveran que, aunque la zona ha ido sufriendo diferentes expolios y destrucción de su patrimonio arqueológico durante los últimos treinta años, ha sido en febrero cuando "más daño se le ha ocasionado, cuando el propietario decidió meter tractores de gran porte armados con palas para arar de nuevo y mover tierras exclusivamente en la zona arqueológica con un calado de unos 90 centímetros, que han arrancado decenas de sillares de grandes dimensiones de las edificaciones existentes bajo tierra". Las asociaciones denuncian que se "han destrozado las embocaduras de las cámaras de combustión de los hornos y pulverizado la riqueza semisoterrada de un alfar romano con 1.800 años de antigüedad".

Según expertos arqueólogos, el daño producido es "brutal e irreversible", dado que se han arrasado estratos de gran potencia y muchos de los sillares fueron empujados y arrojados al Guadalquivir para eliminar pistas.

Profesionales de diferentes sectores como la arquitectura se han interesado por la noticia y no entienden cómo siendo Andalucía una de las regiones con más riqueza patrimonial milenaria en suelo rural, no se crean cuerpos de arqueología pública que den una respuesta rápida a situaciones como ésta y eviten que se destruyan las más de cien alfarerías que hasta hace poco existían junto a los ríos Corbones, Genil y Guadalquivir y que estuvieron íntimamente ligadas a la producción y exportación ancestral del aceite.

Desde la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Hornachuelos se asegura que, al conocerlo, se denunció a la Delegación de Cultura, cuyos responsables visitaron el yacimiento interponiendo la correspondiente denuncia al Seprona, y se está a la espera de una actuación oficial, pues consideran "una obligación del Ayuntamiento proteger el patrimonio local".

(Fuente: Diario Córdoba / José Luis Piñol)

27 de octubre de 2022

Avanzan las obras del castillo y la muralla de Honachuelos (Córdoba)

En el final del tramo sur del paso de ronda han aparecido interesantes vestigios de una pequeña habitación y una posible letrina. Los trabajos cuentan con una inversión del Ministerio por valor de 638.947 euros.
Las obras están sacando a la luz datos desconocidos del recinto que siguen sorprendiendo.

Desde que el pasado mes de junio se iniciarán las obras de puesta en valor del castillo y el recinto amurallado de Hornachuelos, están han ido avanzando de forma importante y han ido dejando nuevos datos sobre el recinto.

Se trata de uno de los proyectos más importantes del municipio y que se encuentra dentro de Plan de Reactivación del Casco Antiguo (Plan PERCA) y tienen un plazo de ejecución de quince meses por lo que si todo marcha según lo previsto, para verano de 2023, la reforma deberá estar finalizada.

Durante estas semanas se ha terminado con la limpieza de un tramo oeste y dos tramos del alzado este del castillo. La limpieza se ha ejecutado primero con chorro de arena y posterior remate manual con cepillo de cerdas donde quedaban costras y restos más impregnados. Una vez limpio se ha procedido a llagear con mortero de cal y arena las zonas donde que se habían perdido. Los huecos grandes de perdida de piedras se han completado con mampostería de cantera de la zona. Los huecos de mechinales y huellas de las cubiertas que en su día apoyaron en estos alzados se han dejado como cicatrices del paso del tiempo. Se ha completado casi todo el paradós interior (cara oeste) con una altura de 0,95cm. El muro se remata con torta de mortero con pequeña pendiente. Una vez acabado el alzado este se le ha echado el hidrofugante para su protección definitiva.

Además, estas obras están sacando a la luz datos desconocidos del recinto que siguen sorprendiendo. En estos trabajos se ha terminado la excavación arqueológica en el final del tramo sur del paso de ronda donde han aparecido vestigios interesantes de una pequeña habitación y una posible letrina.

También a estas alturas ya se ha terminado con la rampa de acceso a la plaza y para cubrir el acceso al aljibe se le ha dado un diseño que consiste en 4 perfiles en las esquinas con cristal en los lados apoyado en pequeños tramos de muro enlucidos y cubierta también de cristal. Se ha replanteado la losa de cimentación donde irá situada la escalera y ascensor necesarios para subir al paso de ronda y mirador.

El proyecto
Lo más característico de esta obra ahora iniciada es el acceso del Paseo de Ronda que nunca ha podido ser accesible. La implementación de una torre de acceso en el castillo va a permitir entrar al paseo y disfrutar de las vistas y de la configuración de todo el casco histórico. Dicha torre contará con escalera y montacargas para que las personas con movilidad reducida tengan acceso como no podía ser de otra forma. También se instaurarán unas barandillas para garantizar la debida seguridad. En la cámara que ostenta el monumento en su parte más alta, los diferentes visitantes tendrán la posibilidad de conocer la historia y todas las intervenciones realizadas hasta el momento. En cuanto al recinto amurallado se arreglarán diferentes partes que se encuentran deterioradas y que son poco conocidas para sacarlas a luz y puedan ser tomadas en consideración.

Este paseo se complementará con el acceso al aljibe una vez restaurado y la restauración de toda la plaza de Armas que se devolverá a su cota original. Se está estudiando también la inclusión de un pequeño parque arqueológico en el recinto amurallado en su parte sur.

Una vez esté totalmente puesta en valor la plaza se pretende que sirva de teatro vertical o cine sirviendo así los paramentos del castillo como telón de fondo en esta plaza.

Esta gran actuación cuenta con la ayuda del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que aporta el 60% del presupuesto total de la actuación que asciende a 638.947,80 euros. Y es que la Comisión Mixta del 1,5% Cultural, incluyó esta obra dentro de las 28 actuaciones que se financiarán en la convocatoria de 2020, habrá una ayuda de 383.000 euros. La inversión sobrepasa los 250.000 euros de financiación municipal.

Las intervenciones en el castillo y zonas del recinto amurallado han sido varias y todas relacionadas desde hace ya años, cuando el actual equipo de gobierno decidió poner en marcha esta actuación. Desde entonces, se ha trabajado en la limpieza del paseo de Ronda de los paramentos, la consolidación de piezas sueltas, actuaciones de emergencia por desprendimientos, también se ha recuperado la torre del homenaje y se recuperó la entrada en recodo. Se han hecho trabajos de investigación y de arqueología para documentar bien todos los datos y ahora esta intervención vendrá a poner “el broche final”.

18 de junio de 2012

Córdoba coordina la promoción de siete recursos arqueológicos

La actuación prevista dará lugar a un producto cultural único que incluye siete yacimientos arqueológicos.
Imagen de las esculturas togadas aparecidas en el foro de Torreparedones.
La Asociación para el Desarrollo del Guadajoz y Campiña Este de Córdoba  (ADEGUA) llevará a cabo el proyecto provincial temático Interpretación del Patrimonio Arqueológico Cordobés. El mes de mayo el Consejo Provincial de Cooperación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) en Córdoba emitió un informe positivo sobre siete proyectos de cooperación provincial en materia de turismo y patrimonio que serán financiados por el Feder, al 70%, y por la Junta de Andalucía, en un 30%. Por lo que el proyecto de Adegua cuenta con una inversión de 120.000 euros.

El proyecto pretende que en cada uno de los territorios de influencia de los grupos de desarrollo se promueva la dinamización de un recurso. Yacimiento arqueológico de Torreparedones, en Baena (Guadajoz); Majadaiglesia en El Guijo (Los Pedroches); Dolmen Casas de Don Pedro, Belmez (Alto Guadiato); yacimiento paleontológico de Los Nublos, en Hornachuelos (Sierra Morena cordobesa); molino harinero de La Breña, Almodóvar del Río (Medio Guadalquivir); cisterna romana, Monturque (Campiña Sur), y Cueva de los Murciélagos, Zuheros (Subbética cordobesa).

El objetivo de esta actuación es conservar, difundir y poner en valor el patrimonio cultural en las zonas rurales, contribuyendo al incremento de las oportunidades de empleo.

Entre las actividades previstas destaca la organización de un taller dirigido a la formación de un grupo de personas que de manera práctica diseñen el programa interpretativo de los sitios arqueológicos diseñados. La producción y edición de un vídeo documental del proceso y conteniendo el programa interpretativo final diseñado, con la realización de dos soportes diferenciados: vídeo reportaje general y siete vídeos individualizados. También está previsto la creación de una guía de realidad aumentada para interpretación básica de los espacios patrimoniales. Además, el programa interpretativo que se va a crear a partir de un método común en los sitios de interés arqueológico se pondrá a disposición de los responsables de la gestión de los sitios implicados. Desde Adegua señalan que la cooperación entre territorios es la base que sustenta esta propuesta de actuación. Actuar sobre siete recursos patrimoniales dará lugar a un producto cultural único.