google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

9 de febrero de 2017

Confirman el hallazgo de dos campamentos romanos en Cantabria

Arqueólogos confirman que los yacimientos de Castro Negro y del Alto del Robadoiro localizados en los últimos años en el entorno del macizo de Peña Prieta, en Vega de Liébana, (Cantabria) son dos campamentos romanos y, según una de las hipótesis que se maneja, podrían estar vinculados con la campaña de asedio de las legiones de Augusto al Monte Vindio --cuya localización se desconoce-- en los inicios de las Guerras Cántabras.
Modelo de campamento romano con "clavícula". IMAGEN: SIETE MERINDADES.
Esta, al menos, es una de las posibilidades que se desprenden de las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo en esos yacimientos entre agosto y octubre de 2016 por un grupo de catorce personas, entre arqueólogos, investigadores y colaboradores, que, además han financiado los trabajos.

Las conclusiones se han dado a conocer en una rueda de prensa en el Museo de Prehistoria y Arqueología (MUPAC) en la que han participado el arqueólogo Eduardo Peralta, responsable de los trabajos, su colega de profesión José Ángel Hierro, que ha sido otro de los participantes; el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz, y el alcalde de Vega de Liébana, Gregorio Alonso. Peralta ha calificado de "espectaculares" los resultados de estas prospecciones.

MONTE VINDIO
Y es que, según ha explicado el también arqueólogo José Ángel Hierro, la "hipótesis" de que lo que se ha logrado documentar con ellos podría corresponderse con el mítico episodio del Monte Vindio es, "hasta la fecha", "la más sólida que se ha manejado" sobre dónde pueda estar su localización.

"Para poder asegurar esta hipótesis hace falta mucho trabajo y mucha suerte. Probablemente nunca encontremos un cartel que diga: Esto es el Vindio pero creo que contamos con argumentos y con, no pruebas, sino evidencias que apoyan esta hipótesis y que hasta la fecha la convierten en la más sólida que se ha manejado para tratar de localizar este episodio", ha dicho.

Según Hierro, en esta hipótesis cuenta "con el terreno, con el contexto y con argumentos arqueológicos que otros sitios hasta la fecha no tienen" y hasta con un topónimo cercano, 'Vinduey', que está relativamente cerca del campamento de Castro Negro y que podría ser el 'vindos' céltico que dio nombre al Monte Vindio.

Si finalmente se prueba la hipótesis, sería, según Hierro, la "prueba" de que los cántabros se equivocaron al pensar que al Monte Vindio, donde se refugiaron tras ser vencidos en batalla campal a los pies de las murallas del oppidum de Bergida, llegarían antes las aguas del mar que las tropas romanas y confirmaría que éstas "conquistaron hasta el último lugar de Cantabria".


Otra hipótesis, que podría no estar reñida con la anterior, es que estos yacimientos formasen parte de un dispositivo de control de todos los pasos de montaña de entrada a Liébana.

En estos trabajos --a los que se quiere dar continuidad "el año que viene" con fondos del Gobierno regional y para los que se precisaría el permiso de instituciones de fuera de las comunidades autónomas vecinas-- han participado también los arqueólogos Enrique Gutiérrez y Rafael Bolado, y los investigadores y colaboradores Federico Fernández, Joaquín Arguiñarena, Antonio Pila, Diego Pedrajo, Elena Paredes, Ángel Ocejo, Borja Gómez-Bedia, Miguel Berasaluce, Román González y Adriano Felice.

Según lo encontrado, se cree que las legiones romanas estuvieron "poco tiempo" en aquellos parajes y en las estaciones menos frías dado que se alojaban en tiendas de campaña donde no podrían haber resistido un invierno en esas altitudes.

Y es que uno de los yacimientos romanos se encuentran en la cima y las laderas del monte Castro Negro o Cohora, a 1.962 metros, y otro, el del Alto de Robadorio, a 2.219, los que les convierten en los campamentos "de mayor altitud de la Península y entre los más altos de Europa".

TRABAJOS EN LOS DOS YACIMIENTOS
La intervención arqueológica se ha centrado en el campamento romano de Castro Negro, que fue descubierto por el arqueólogo José Hierro a través del estudio de foto aérea y satélite, y que se encuentra en Vega de Liébana.

Ocupa una zona del monte de Castro Negro desde donde se controla el paso de montaña situados a sus pies en los puertos de Riofrío y que comunica Liébana con el norte de Palencia a través del estrecho valle del nacimiento del Carrión por los puertos de Pineada, así como el paso natural que por el collado del Robadorio enlaza hacia el oeste al pie de Peña Prieta con la zona leonesa de la Vega de Naranco.

El del monte de Castro Negro es un campamento romano de campaña de tipo 'castra aestiva', con 10,5 hectáreas, unas dimensiones que tendrían que corresponder a una legión romana con tropas auxiliares, con unos 4.000 o 5.000 hombres.

Una prueba del carácter campamental romano de este recinto fortificado es que hay presencia de dos puertas con clavicula interna, elemento característico de la castramentación militar romana de campaña entre mediados del siglo I a.C y comienzos del siglo III d.C.

Los trabajos en Castro Negro han permitido delimitar con cierto detalle todo el perímetro campamental pese a que está "bastante arrasado por la erosión" y por la vegetación que lo cubre.

Dentro del recinto, se han usado detectores de metales que han permitido recuperar "numerosas piezas" de equipamiento militar romano relacionado con la acampada; de armamento (una punta de un proyectil de catapulta), y, las que se consideran más relevantes, unas piezas de enganche del pilum romano, similares a las encontradas en zonas de Alemania pero que no habían sido documentadas en la Península Ibérica.

Una punta de lanza, elementos del calzado militar romano, como numerosas tachuelas, herramientas y una moneda acuñada hacie el 28 a.C en Calahorra, antes de la gran campaña de Augusto y sus generales contra cántabros y astures, son otros de los restos encontrados.

El otro yacimiento se encuentra en el Alto de Robadoiro, en la divisoria entre Cantabria y León, en los ayuntamientos de Vega de Liébana y Boca de Huérgano, y a los pies de la ladera norte de Peña Prieta y el Cubil de Can.

Fue descubierto hace bastantes años por un montañero pero es con estos trabajos con los que se ha confirmado que es un campamento romano y también se ha descubierto que las dimensiones son mayores de las que se pensaba.

RESTOS DE UNA FORTIFICACIÓN
Alrededor de la cima existe una acumulación de bloques de arenisca restos de una fortificación, que delimita un recinto de 2.197 metros cuadrados que protege la cumbre.

Con la ortofotografía aérea se ha comprobado la existencia de una segunda línea fortificada exterior que era desconocida ya que era "casi invisible" sobre el terreno.

La planta de este nuevo recinto ocupa una hectárea, lo que ha "reforzado la entidad" del yacimiento, que se cree que es un 'castellum romano' o una 'castra minora'.

Todas las piezas encontradas en ambos yacimientos se entregarán al MUPAC "en breve", según Peralta.

Por su parte, el consejero de Cultura ha resaltado el "impulso" que desde el Gobierno de Cantabria se quiere dar a que los museos de la comunidad combinen la labor divulgativa con la investigadora y también el "esfuerzo importante" presupuestario que se está dedicando a patrimonio.

Ha considerado que Castro Negro y Robadoiro son "claros testimonios de las guerras de alta montaña y del esfuerzo bélico" que el ejército romano desarrolló en los lugares más alejados y accidentados del territorio de los cántabros.

Por su parte, el alcalde ha considerado un "poco prematuro" el pensar en cómo explotar turísticamente estos yacimientos, permitiendo la visita, cuando "lo primero" es estudiarlos.

(Fuente: Madrid Press)

8 de febrero de 2017

Sale a la luz un mosaico romano en Badalona (Barcelona)

Tiene motivos geométricos y ocupaba una estancia con pinturas murales de una domus romana, de la que también han salido a la luz piezas cerámicas y talleres artesanales. Una vez concluída la excavación, el mosaico será llevado al Museo de Badalona y se cubrirá de nuevo el yacimiento.
El mosaico recién descubierto y todavía pendiente de limpieza. 
Un mosaico en perfecto estado de conservación, pendiente aún, eso sí, de un proceso de delicada limpieza, ha vuelto a ver la luz del sol en Baetulo, la antigua ciudad romana de Badalona. Bien, en realidad, han resurgido, tras casi 2.000 años de silencio, varios tesoros: el mosaico de una ‘domus’ de varias estancias, diversos talleres artesanales y un viñedo. Pues, como es bien sabido, esta zona pasó a ser, terminadas la batallas con los cartagineses y convertida en plácida retaguardia, un región especializada en la producción de vino, según los autores clásicos nada del otro mundo, un caldo más bien tabernario destinado a las tropas que combatían en Germania y la Galia, pero que hizo rico a más de uno. De ahí el mosaico, un lujo de decoración geométrica y que estaba en una habitación con pinturas murales.

El hallazgo, como siempre en estos casos, es fruto de una intervención arqueológica de emergencia como consecuencia de unas obras de infraestructura. Esa vez han sido los trabajos de ampliación del lateral de la C-31, entre la avenida de Martí Pujol y la avenida President Lluís Companys. Los responsables del Museu de Badalona ya tenían constancia desde los años 80 de la existencia de restos romanos en aquella zona. Sin embargo, la sorpresa por lo hallado ahora es notable. La razón es su ubicación exacta, por encima de la actual autovía C-31, lo cual sugiere que Baetulo era una villa romana mucho mayor de lo que hasta ahora se daba por hecho. Aquello no tiene el aspecto de ser una finca periférica, sino parte de la trama urbana más integrada a la ciudad. La muralla de Baetulo, por lo tanto debería estar situada, tal vez, en algún punto de la actual colina de Rosés.


EXPLORAR Y VOLVER A TAPAR
El yacimiento en el que estos días han trabajado los arqueólogos está, afortunadamente para los historiadores de futuras generaciones, por debajo del actual nivel del terreno. Es decir, una vez concluida la excavación y retirados los elementos más singulares, como el mosaico y algunas piezas cerámicas, se volverá a cubrir y quedará documentada su existencia para, quizá algún día, un trabajo más a fondo de exploración, pues es un testimonio palpable de que aquella colina estuvo habitada entre los siglos I aC. y IV dC..

El mosaico será, lo dicho, retirado con cautela para pasar a ser una muestra más de la interesante ciudad romana que fue en su tiempo Badalona, antes sobre todo de que Barcelona adquiriera prestigio como plaza fortificada. No en vano, el Museu de Badalona exhibe una de las piezas más interesantes de las colecciones romanas de Catalunya, una Venus de una factura deliciosa. Apenas mide un palmo de altura y fue encontrada nada menos que en una alcantarilla de la desaparacida Baetulo, pero da fe de que esa fue una ciudad rica en su tiempo.

7 de febrero de 2017

Unas obras destapan nuevos restos de la muralla zirí de Granada

Las obras en un solar detrás de Gran Vía destapan parte de la construcción que data del siglo XI. En la cata arqueológica se pueden apreciar importantes restos de la muralla de la Medina Medieval y de un torreón de la estructura defensiva.
Parte de los restos medievales descubiertos.
FOTO: ECOLOGISTAS EN ACCIÓN
La demolición de un bloque en la calle Laurel Alta del Boquerón, detrás de la Gran Vía de Granada, y en la confluencia de las calles Navarrete, Corazones y Lavadero de Zafra, y las posteriores obras de actuación en el solar resultante, han revelado la existencia de restos arqueológicos.

El bloque que se tiene previsto construir sumará tres viviendas y otros tantos garajes en superficie, con una fecha prevista de terminación de este proyecto de obra nueva para abril de 2018. Ayer por la tarde, a través del mallazo verde que protege la actuación por motivos de seguridad, se apreciaba la presencia de varios operarios. La promotora se encuentra en estos momentos con la lógica preocupación ante la aparición de estos restos, ya que puede repercutir en la operación económica.

Fue Ecologistas en Acción quien informó del hallazgo de estos nuevos restos arqueológicos en el Centro de Granada, de lo que entienden que es una muralla medieval, de la Madinat Al-Garnata Zirí del siglo XI. Según Narciso Ruiz, miembro de este colectivo, en la actual fase de excavación o cata arqueológica en parte del solar se pueden apreciar importantes restos de la muralla de la Medina Medieval y de un torreón de la estructura defensiva del siglo XI.

A pie de obra, Narciso Ruiz expresaba que «este hallazgo parece confirmar que el edificio demolido se construyó sobre la derruida estructura defensiva, tal y como se comprueba en la Plataforma de Ambrosio de Vico, un plano de Granada trazado y dibujado en la última década del siglo XVI».

Aunque muchos expertos critican que el mapa mencionado «carece de rigor científico», sí destacan que podría tratarse de la muralla Zirí, «porque coincide con el mapa dibujado por el matemático Dalmau en 1796», informaron a este periódico

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN
Ecologistas en Acción ha pedido a la Junta que las estructuras defensivas se incorporen al proyecto de obra nueva. Se ha solicitado el visto bueno de la Junta y el informe favorable de la comisión provincial de Patrimonio Histórico, una vez que se proceda a llevar a término la preceptiva excavación en la totalidad del solar, argumentan. En su escritos el colectivo aclara, a la espera del informe que presente la arqueóloga de la promotora, que estas murallas son un bien protegido por la ley. Ecologistas en Acción vuelve a reiterar la necesidad de un plan para las murallas y que se diseñe un protocolo de actuación para cada vez que aparezcan restos arqueológicos amurallados en algún solar.

(Fuente: Ideal / EFE)

6 de febrero de 2017

Las obras en una panadería descubren los restos de una mezquita en Toledo

Está adosada a la iglesia de Santo Tomé, tendría su origen en el siglo X ó XI y su planta ocuparía unos 13 metros cuadrados. 
Arco lobulado descubierto en las obras de la panadería. FOTO: AYUNTAMIENTO DE TOLEDO
La empresa Global Arqueología, que presta servicio arqueológico al Ayuntamiento de Toledo, ha descubierto restos de lo que podría ser una mezquita que podría datar del siglo X o siglo XI, cuando se realizaban obras en una panadería, situada en el número 15 de la calle Santo Tomé.

DOS ARCOS DE HERRADURA Y UNO LOBULADO
Así lo ha dado a conocer el concejal de Urbanismo, Teo García, junto al arqueólogo Antonio Gómez Laguna. García ha manifestado que “Toledo es sorprendente” porque durante unas obras menores en un local se verificó la existencia de dos arcos de herradura y uno lobulado, que “inducen a pensar” que se trata de una mezquita de unos 13 metros cuadrados. Algo, ha dicho, que “no pasa todos los días”. Además, ha garantizado que el proceder para clarificar estos restos se hará aproximadamente en dos meses y será “con un método no invasivo” que garantizará que los restos “no se vean afectados en ningún caso por la obra”.


Por su parte, Gómez Laguna ha mantenido que el hecho de que se trate de una mezquita es “una hipótesis plausible”, pues los restos descubiertos son “muy pocos” y el descubrimiento ha tenido lugar esta semana. “Se pensaba que la mezquita en esta zona, que es una mezquita muy pequeña, más de barrio, estaría anexa a la iglesia de Santo Tomé y ahora se sabe que no es así”.

A PIE DE CALLE
Ha añadido también que gracias a estas excavaciones se ha podido saber que el edificio está prácticamente a pie de calle. Sin embargo, ha precisado que estos restos no podrán ser visitables, ya que para continuar excavando habría que retrasar la obra y el negocio, que es familiar, se tendría que cerrar. “La orientación y el tamaño es parecido a la mezquita de Tornerías”, ha añadido el arqueólogo. La estructura está adosada a la iglesia, que ésta cuando se construyó “aparentemente respetó la mezquita”, ha concluido.

El Ayuntamiento de Toledo tramitó durante 2016 un total de 410 expedientes arqueológicos en obras menores, de los que 265 -el 64 por ciento- no tuvieron necesidad de control posterior; y 50 -el 12 por ciento- conllevaron un control arqueológico de oficio. Asimismo, 58 precisaron de una zanja única; el tres por ciento precisó derivarse a un arqueólogo profesional -11 expedientes-; nueve pasaron a una comisión especial y seis fueron anulados.

(Fuente: El Diario)

3 de febrero de 2017

El Museo de Huelva recepciona el mayor conjunto de industria lítica

Son 2.515 piezas procedentes de una finca particular de Rociana y tienen 7.000 años de antiguedad. Los herederos del arqueólogo que las custodiaba notificaron la existencia de la colección.
Antonio Ramírez Almanza, Carmen Solana, José María García Rincón y Diego Pichardo. FOTO: ALBERTO DOMÍNGUEZ.
Fueron recuperadas en los años 60 y ahora el Museo de Huelva las recepciona para registrarlas, clasificarlas y almacenarlas, aunque algunas se expondrán en las vitrinas. Un total de 2.515 piezas procedentes de la Finca Carruchete, en Rociana del Condado, están ya a disposición de cualquier investigador que las solicite para su estudio en mayor profundidad.

Se trata, según explicó ayer la delegada territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Carmen Solana, del mayor conjunto de industria lítica de los recuperados hasta el momento en yacimientos arqueológicos de la Prehistoria reciente de Huelva. Según los primeros estudios provisionales, las piezas pertenecen al Neolítico Antiguo y tienen unos 7.000 años de antigüedad, coincidiendo con los restos del yacimiento de La Dehesa en Lucena del Puerto.

CAZADORES-RECOLECTORES
El de esta finca pertenece al arco que va desde Lucena del Puerto, pasando por Rociana del Condado, La Palma del Condado y Almonte, donde se sitúan poblaciones en transición con un fuerte componente de economía cazadora-recolectora, según precisó el arqueólogo del museo, José María García Rincón.

El escritor Antonio Ramírez Almanza, responsable de localizar las piezas años después de su hallazgo, comentó que "gracias a varias informaciones se pudo encontrar a la persona que las poseía y se han ido recuperando poco a poco". Este conjunto de industria lítica estuvo en manos del arqueólogo Juan Pedro Garrido Roiz, fallecido en 2012. Se las trasladó el propietario de la finca. Finalmente sus herederos son los que notificaron la existencia de estas piezas.

Lla delegada felicitó al Ayuntamiento de Rociana del Condado por su trabajo en la recuperación y protección de estas piezas y a Antonio Ramírez Almanza por intermediar para impulsar este traslado al Museo de Huelva. "La protección de nuestros yacimientos de nuestra historia es un trabajo de todos y, por tanto, una mayor colaboración es lo que garantiza el éxito", apostilló la titular de Cultura de la Junta en Huelva.

Por su parte, el alcalde de Rociana del Condado, Diego Pichardo, agradeció la colaboración de la Delegación de Cultura en la conservación de estos restos arqueológicos que ahora recepciona el Museo. Según el regidor, "para el municipio es muy importante poder conocer su historia", por lo que garantizó que van a continuar con este trabajo en su territorio para seguir estudiando su pasado.

2 de febrero de 2017

Nueva entrega de piezas al museo arqueológico de Águilas (Murcia)

Entre las piezas recuperadas destaca una pequeña ánfora para salazón del siglo V procedente de los fondos marinos de la isla del Fraile.
El Museo Arqueológico de Águilas ha recibido esta semana varias piezas de época romana halladas en los fondos marinos del municipio.

Se trata de ánforas, morteros y cerámicas de lujo encontradas en las inmediaciones de las playas de El Hornillo y Poniente y que están enteras, lo que incrementa notablemente su valor. El director del museo, Juan de Dios Hernández, destaca entre todas las piezas recuperadas una pequeña ánfora para salazón del siglo V después de nuestra era procedente de los fondos marinos de la isla del Fraile. Es una vasija de barro muy estilizada de apenas ocho decilitros de capacidad que por lo reducido de su tamaño sirvió para envasar una pasta o salsa de pescado "de primerísima calidad" muy habitual en la dieta durante el imperio romano, ha asegurado el arqueólogo.

(Fuente: La Verdad / EFE)

1 de febrero de 2017

300.000 euros por plantar olivos sobre unas ruinas romanas en una finca de Córdoba

El fiscal considera que los tres acusados actuaron "a sabiendas" y que "los restos eran muy evidentes por su número y dispersión por el territorio". Pide una multa de 7.200 euros a cada uno y una indemnización conjunta por daños a la Consejería de Cultura de 300.888 euros.
Los acusados arrancaron 400 olivos para su reposición en los terrenos que albergan una villa romana.
El Ministerio Fiscal ha pedido al dueño y a dos trabajadores de una finca de Córdoba una indemnización que asciende a 300.888 euros por plantar olivos sobre lo que podrían ser restos una villa romana del siglo I.

Ladrillos y hormigón romanos, cerámica del Taller de Andújar e incluso una lápida funeraria de mármol son algunos de los elementos que han podido ser identificados de los que han sido afectados por la maquinaria agrícola al realizar, a sabiendas de su existencia, labores de cultivo en una finca situada en el paraje «Pascualito» en la carretera N-432 de Córdoba, según ha indicado el fiscal en sus conclusiones provisionales a las que ha tenido acceso Efe.

APILARON RESTOS ARQUEOLÓGICOS
El Ministerio Público sitúa los hechos sobre marzo del año pasado cuando la Guardia Civil detectó por la zona a personas buscando con detectores de metales, que fueron puestos a disposición judicial, indicio que permitió determinar que en el lugar se habían arrancado unos 400 olivos para su reposición teniendo conocimiento de la existencia de restos arqueológicos, ya que, de hecho, apilaron algunos y continuaron con el trabajo provocando desperfectos en el yacimiento.

El fiscal señala que los restos «eran muy evidentes por su número y dispersión en el territorio», por lo que acusa al propietario y a los dos trabajadores que realizaron el allanamiento del terreno de la comisión de un delito de daños contra el Patrimonio Histórico por el que pide una multa de 7.200 euros a cada uno y la indemnización conjunta de 300.888 euros a la Consejería de Cultura por el valor de los daños.

(Fuente: ABC)

31 de enero de 2017

Hallan en Pedreguer una segunda plaqueta de hace 22.000 años con un caballo grabado

Las pruebas de carbono 14 confirman que los arqueólogos han llegado a niveles paleolíticos de hace 12.000 años y están llegando a niveles no alterados por el uso desde época neolítica.
Pascual Costa, Juan de Dios Boronat, Dora Martí, Sergi Ferrús y Enric Martínez. 
Los arqueólogos le tienen mucha fe a la Cova del Comte de Pedreguer (Alicante). Y no es para menos. En cuatro campañas de excavaciones, este yacimiento se ha revelado como un excepcional santuario de pinturas y grabados rupestres de hace 22.000 años (cultura solutrense del paleolítico superior). Además, en las dos últimas campañas, han salido a la luz dos plaquetas con grabados de caballos. Los trazos son idénticos a los de las pinturas parietales. Y eso que, en lo que se refiere a la excavación y los estratos, los arqueólogos empiezan ahora a acariciar el paleolítico. Están llegando a niveles no alterados por el uso desde época neolítica (es cuando comienza la ganadería) de esta cueva como corral.

El equipo de investigación de la Cova del Comte (lo forman Josep Casabó, Pasqual Costa, Joaquim Bolufer, Joan de Déu Boronat y Marco Aurelio Esquembre) presentó ayer los resultados de la última campaña, que se llevó a cabo en octubre. También desveló que una de las tres pruebas de carbono 14 realizadas en un laboratorio de Miami ha dado una antigüedad de 12.410 años. El arqueólogo Pasqual Costa calificó de «excepcional» el hallazgo de la segunda plaqueta de piedra con el grabado de un caballo. El artista paleolítico dibujó la crinera, las orejas y el hocico del equino. Es el mismo estilo que los caballos grabados en las paredes de la cueva.

  • Las dos plaquetas de la Cova del Comte pueden parecer poco ante las 5.000 que se han hallado en el yacimiento del Parpalló de Gandia. Pero las de esta última cueva son magdalenienses y las del Pedreguer son más antiguas. El Parpalló fue una suerte de Ikea del arte mueble en el paleolítico.
La cueva de Pedreguer y otros yacimientos valencianos están removiendo etiquetas arqueológicas que hasta hace nada eran incuestionables. Lo del arte levantino está superado. En el Mediterráneo, hay pinturas del paleolítico y tan antiguas como las de Altamira.

Esta excavación es posible gracias a la Fundació Cirne y el Ayuntamiento de Pedreguer. La Diputación de Alicante y la Dirección General de Patrimonio también arriman el hombro. La diputación ha aportado 3.985 euros para pagar las pruebas de carbono 14.

El jefe del servicio de arqueología de la Dirección de Patrimonio, José Antonio López, subrayó ayer que la Cova del Comte se ha convertido en «un referente» en la metodología de la excavación. Se mostró convencido de que los descubrimientos realizados hasta ahora son «la punta del iceberg». 

Mientras, el alcalde, Sergi Ferrús, se comprometió a seguir apoyando una investigación que ha puesto a Pedreguer en el mapa internacional de la arqueología.

(Fuente: Levante / Alfons Padilla)