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18 de abril de 2016

Descubren en Ceuta el primer horno metalúrgico andalusí

En el edificio que hace el número 2 de la calle Eduardo Pérez, se escondía un tesoro arqueológico: el primer horno metalúrgico andalusí de la Alta Edad Media. Es el primero documentado en España y además permite avanzar hacia donde creció la ciudad en la Alta Edad Media.
El horno está datado entre los siglos XI y XII. FOTO: CEUTA AL DÏA.
José Manuel Pérez Rivera que viene trabajando discretamente en un yacimiento que ilumina zonas hasta ahora oscuras. “De la época islámica andalusí nunca se ha encontrado nada así; había referencias arqueológicas de hornos metalúrgicos pero no se habían encontrado hasta la fecha, se había especulado mucho pero este es el primero que aparece y da una información muy interesante para conocer la metalurgia en el Al Andalus”, explica Pérez Rivera, “Tiene una enorme trascendencia científica, este hallazgo va a ser un referente de cara al futuro”. Y es que había referencias textuales, se habían encontrado escoras de fundición en otros yacimientos, pero nunca un horno “y menos en el estado de conservación en que hemos encontrado este”, subraya. ”Ver cómo se hacían, como funcionaban, abre una línea de investigación muy interesante”.

El horno se enmarcaría en una horquilla temporal entre finales del siglo XI o principios del XII, bien a la época de Taifas o Almorávide y es demasiado grande para ser simplemente un horno de reducción. 


La clave está en las escorias, los residuos que generaba la fundición y que ya están en la Universidad de Huelva a la espera de ser analizados concienzudamente para determinar la temperatura a la que estuvieron expuestas y su composición. “A simple vista parece una mayoría de hierro pero otras presentan oxidaciones de cobre y algunas incluso de vidrio, pero hasta que no tengamos los análisis es prematuro aventurar nada”, explica el responsable de la excavación.

El yacimiento está no obstante diezmado. Más de la mitad se destruyó al construir un muro de cimentación para edificar las viviendas de protección oficial. Afortunadamente quedó intacta una franja de siete metros por dos de ancho en la que yacía el horno metalúrgico. Se trata, explica José Manuel Pérez Rivera, de una estructura muy primitiva, de barro y arcilla, construida aprovechando la terraza natural de la zona, recostándolo sobre el nivel geológico y con unos muros perimetrales casi desaparecidos. El horno en sí es una preparación de piedra, el suelo de barro y las paredes de arcilla cocida. “Sólo queda la planta y no hay nada que conservar, da información pero no ha quedado ningún tipo de estructura que conservar”, lamenta el arqueólogo.


El yacimiento, además, tiene un valor especial para la reconstrucción de la historia de Ceuta, permitiendo avanzar en el conocimiento de la Alta Edad Media En la ciudad. “Hasta hace relativamente pocos años no se sabía mucho de la época, todas las excavaciones se habían concentrado en la zona del istmo, entre los dos fosos”, relata Pérez Rivera, “la zona que se preferentemente se ocupó fue la Bahía Norte, con mucha menos pendiente, menos abrupta y con más fácil acceso al mar, y según se fue ocupando esta parte norte se fue subiendo hacia la zona sur, más escarpada”. 

INSTALACIÓN DE CARÁCTER INDUSTRIAL
El yacimiento da además otras pistas, las de la configuración de un barrio industrial, situado en la parte más alta de la Almina, para evitar las molestias de los humos de fundición en la zona habitada, ya que en aquella época se sabía que eran insalubres. “Se sabía poco de la trama urbana y de las posibles zonas industriales, se conocía algo de los alfares de la zona de Llano de las Damas y hay referencias a orfebrería y joyería pero nunca se ha encontrado nada”, subraya el experto señalando los restos que indican un entramado de calles paralelo a la zona del horno. 

“Hay estructuras que se ocultan bajo la calle, hacia el norte, que podrían ser el taller del herrero, con lo que parece una estructura sujeta por poyetes y que sería el lugar donde se manipulaba el hierro, pero no tenemos la seguridad”, admite reconociendo que aún queda mucho trabajo para determinar qué tipo de horno, si era de hierro acerado, si se trabajaba el bronce, si servía para hacer campanas, analizar las piezas cerámicas encontradas… Un trabajo que salta ahora del barro al laboratorio. Lavar el material, inventariarlo, fotografiarlo, clasificarlo, tomar las muestras de las paredes del horno, los restos de carbones y de fauna, restos óseos, las escorias… Una labor científica que va a dar mucha información. Pero esa ya es otra historia.

15 de abril de 2016

Recuperan el anfiteatro de la ciudad romana de Cáparra (Cáceres)

La Junta de Extremadura ha invertido 560.275,37 euros en el yacimiento romano de Cáparra en el marco de una actuación que ha servido para cubrir parte de las termas, consolidar restos arqueológicos y recuperar y poner en valor el anfiteatro de la antigua ciudad.
Cáparra podría albergar una futura extensión del Festival de Teatro de Mérida.
El patrimonio cultural es un punto importante para que Cáparra sea una referencia cultural y turística, en el marco de otra referencia que estructura la comunidad de norte a sur: la Vía de la Plata. Así lo ha destacado la secretaria general de Cultura, Miriam García Cabezas,durante una visita a este enclave del norte de Cáceres. Ha explicado que las actuaciones desarrolladas en Cáparra facilitan que el yacimiento pueda ser utilizado para otros eventos, como ya ocurre con iniciativas promovidas desde el grupo de acción local y desde la Junta, a las que se incorporará en el futuro la posible ampliación del Festival de Teatro Clásico de Mérida.

La secretaria general ha especificado que este año se intentará que haya una primera intervención, aunque sea de carácter menor que las que puedan desarrollarse en futuras ediciones.

Por su parte, el director general de Desarrollo Rural ha recordado que esta política "es de carácter transversal y persigue poner en valor los recursos existentes en el ámbito rural, como ocurre con el patrimonio cultural", ha dicho.

DOS MILLONES DE EUROS
Al respecto, ha señalado que dentro del Programa de Desarrollo Rural existe una partida de dos millones de euros específica para recuperación de este patrimonio, a la que pueden sumarse otras inversiones procedentes de los 111 millones destinados a financiar actividades desarrolladas por los grupos de acción local. Igualmente, con esos fondos pueden apoyarse también iniciativas desarrolladas por emprendedores en el ámbito de la cultura.

Las actuaciones en Cáparra se han ejecutado durante 2014 y 2015 a través de dos proyectos, uno encuadrado dentro de la iniciativa "Ciudades Romanas de Extremadura" y realizado por la empresa Tragsa y otro encomendado por la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio y llevado a cabo por la empresa Arquepec S.L. En el primero se han invertido 330.254,37 euros y en el segundo, 230.021 euros.

En toda la región, el proyecto "Ciudades Romanas de Extremadura" se ha centrado en los yacimientos arqueológicos de Cáparra (Oliva de Plasencia/Guijo de Granadilla), Mérida, Campamento romano de Cáceres el Viejo (Cáceres), Medellín/Villa romana de la Majona (Don Benito) y otros yacimientos del entorno, Regina (Casas de Reina), Nertóbriga (Fregenal de la Sierra) y Contributa Iulia (Medina de las Torres).

(Fuente: El Diario / EFE)

14 de abril de 2016

Expertos debaten en la Universidad de Córdoba sobre la transmisión del conocimiento en Arqueología

“El congreso es una reflexión sobre el papel de la arqueología en esta etapa de postcrisis, no sólo económica”, ha explicado el catedrático Desiderio Vaquerizo
Momento de una de las sesiones impartidas en el Congreso. FOTO: SÁNCHEZ / DIARIO CÓRDOBA. 
La Facultad de Filosofía y Letras clausura hoy el Congreso Internacional Rescate, que, promovido por la Universidad de Córdoba y el grupo de investigación Sísifo, congrega en Córdoba y Puente Genil a un centenar de expertos mundiales en patrimonio, que tratarán de evaluar las vías más efectivas para transmitir a la sociedad el conocimiento a través de la recuperación de objetos del pasado, así como hacer de la arqueología un motor de desarrollo económico.

"El congreso es una reflexión sobre el papel de la arqueología en esta etapa de postcrisis, no sólo económica", explicó ayer el catedrático Desiderio Vaquerizo, responsable de Sísifo y del proyecto de cultura científica Arqueología Somos Todos. "Hasta ahora no hemos sabido hacer partícipe a la sociedad de que la arqueología es el contenedor del patrimonio común", señaló el experto. Por su parte, el rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, valoró "la labor realizada por la Facultad de Filosofía y Letras y sus grupos de investigación", mientras que Eulalio Fernández, decano de Filosofía y Letras, hizo hincapié en que "la transmisión del conocimiento requiere nivel de compromiso, y en ese compromiso ha estado siempre la Universidad de Córdoba".

La conferencia inaugural fue pronunciada el pasado lunes por Stephen Clews, conservador de los Baños de Romanos de Bath (Reino Unido), que habló de la arqueología pública en ese país, "donde nos llevan años de ventaja en la gestión del patrimonio", según señaló Ana Ruiz Osuna, miembro del grupo Sísifo.

La primera sesión versó sobre Arqueología y profesión y estuvo centrada, a través de tres ponencias, en la profesión del arqueólogo en la actualidad debido a la crisis económica, estudiándose qué actuaciones están llevando a cabo los profesionales de la arqueología, que se enfoca a la diversificación (restauración, divulgación, formación, turismo arqueológico, etcétera). 

La segunda sesión de la jornada tuvo como eje un bloque de comunicaciones de jóvenes arqueólogos, que han expuesto los trabajos que se están haciendo fuera de Córdoba. Por la tarde, los participantes visitaron la villa romana de Fuente Álamo, en Puente Genil, un "ejemplo de gestión del patrimonio arqueológico en la provincia", continuó Ruiz. Hoy, las ponencias se dividen entre las dos sedes del congreso y se abordarán temas como la divulgación científica y las estrategias turísticas en torno a la arqueología, entre otros temas.
(Fuente: Diario Cördoba)

13 de abril de 2016

Eclipses de Sol y de Luna decoraban la cerámica de los antiguos canarios

Los antiguos canarios reflejaron en la decoración de cerámicas y pintaderas eclipses concretos de Sol y de Luna, según un estudio pionero del arqueólogo José Juan Jiménez González, que ha registrado 448 fenómenos astronómicos de este tipo visibles en Canarias en los siglos XIV y XV.
Cerámica aborígen de Aguimes que muestra un eclipse de sol. FOTO: MUSEO ARQUEOLÓGICO DE TENERIFE.
Con esta investigación la decoración de cerámicas y pintaderas "cobra otro sentido", afirma en una entrevista a José Juan Jiménez, conservador del Museo Arqueológico de Tenerife, que impartirá el miércoles 13 de abril la Conferencia Arqueología en penumbra. Eclipses en el Museo de la Naturaleza y el Hombre (MNH).

El evento supone la quinta Cita etnoastronómica abierta al público que organiza la Asociación de Amigos del MNH con el apoyo de Museos del Cabildo de Tenerife y José Juan Jiménez detallará cómo incidieron los eclipses en la arqueología canaria y su representación en objetos arqueológicos.

PREDECIR LOS ECLIPSES
También ahondará en qué supuso para los antiguos canarios que la luminosidad se difuminase en la penumbra con una periodicidad cíclica "que ellos fueron capaces de registrar -para predecir los eclipses- mediante el cómputo de lunaciones citado en las fuentes etnohistóricas, para lo cual debieron conocer el Saros o Ciclo de Saros que acontece cada 223 lunas nuevas, o sea cada 18 años y 10 u 11 días".

Todo comenzó con varias cuestiones que se planteó el especialista: "¿por qué en algunos vasos cerámicos reprodujeron escenas que alternaban y solapaban las figuras del sol y de la luna? ¿Para qué las superponían en algunas pintaderas circulares?".

Entonces decidió contrastar esas semejanzas iconográficas con imágenes de eclipses y realizó un pormenorizado registro de 448 de ellos: 87 de Sol (19%) y 361 de Luna (81%) visibles desde Canarias en los siglos XIV y XV, "una catalogación sistemática con sus coordenadas de observación, fechas y horarios de avistamiento, magnitudes, conjunciones geocéntricas, declinaciones, ortos y ocasos, entre otros indicadores".

Estos datos los trasladó a programas informáticos "para lograr su conectividad revirtiéndola luego a imágenes y gráficos".

De esta forma "se pueden recrear esos eclipses mediante secuencias concatenadas sucesivas e ilustrar aspectos sorprendentes" indica Jiménez, que también es doctor en Prehistoria por la Universidad de La Laguna.

EXPERIMENTACIÓN PRÁCTICA
El conservador del Museo Arqueológico ha desarrollado una pionera experimentación práctica que vincula eclipses concretos con la decoración de sendos objetos arqueológicos y esta aplicación científica le permite concretar y proponer cronologías astronómicas para fechar descubrimientos arqueológicos carentes hasta ahora de datación convencional.

Además brinda la posibilidad de que los resultados no dependan del estado de muestras primigenias que pudieron estar expuestas a una contaminación o inadecuada manipulación, sino de la precisión de los cálculos y registros obtenidos de esos fenómenos astronómicos y hallazgos arqueológicos, añade el experto.

José Juan Jiménez menciona como ejemplo la pieza cerámica de tendencia ovoide e hiperbólica, bien conservada, procedente de Agüimes (Gran Canaria) y depositada en el Museo Canario, pintada al almagre en la panza con una circunferencia con radios externos y reserva interior, dos círculos con líneas radiales y dos anillos circulares con reserva, que para el especialista suponen las distintas fases de un eclipse de sol.

Ahora sugiere para esta cerámica una fecha astronómica "situada en el siglo XIV, entre los años 1350 y 1387, cuando se produjeron eclipses de sol de gran magnitud claramente visibles desde aquella localidad aborigen y, más concretamente, alude al eclipse acontecido el jueves 17 de julio de 1376 por su semejanza formal con el reproducido en la vasija".

Por tanto, "resulta evidente que los motivos decorativos de algunas cerámicas y pintaderas reproducen acontecimientos celestes extraordinarios para aquella sociedad", concluye el arqueólogo.

Al respecto recuerda el investigador que las sociedades canarias nativas también contaban con el cielo para observar fenómenos astrales y organizar sus tareas, como la orientación y alineación de construcciones hacia el sol, la luna, los planetas, las estrellas y las constelaciones, que influían en sus creencias, tradiciones orales y mitos celestes.

(Fuente: El Diario / EFE - Ana Santana)

12 de abril de 2016

Hallado un pozo del S. XIX en el centro de Algeciras (Cádiz)

En la intervención también se han documentado pavimentos de la última etapa de la vida castellana de la ciudad (1344-1369) y elementos de época bajomedieval islámica como una canalización de agua realizada en piedra y una pileta ejecutada con lajas pétreas y ladrillo que tiene en su fondo un lebrillo.
El pozo localizado durante la intervención.
La intervención arqueológica de la calle General Castaños de Algeciras ha culminado con interesantes hallazgos. El alcalde, José Ignacio Landaluce, dio cuenta ayer de la intervención preventiva realizada en el número 29 de la citada calle, esquina con Juan Morrison, que acaba de finalizar, por lo que la obra de edificación dará comienzo en las próximas semanas.

Esta pequeña excavación ha documentado un pozo del siglo XIX, pavimentos de la última etapa de la vida castellana de la ciudad (1344-1369) y dos elementos de época bajomedieval islámica: una canalización de agua realizada en piedra y una pileta ejecutada con lajas pétreas y ladrillo que tiene en su fondo un lebrillo. Éste último, forma parte de la estructura y se halla en un excelente estado de conservación.

Tal y como se adelantó durante el transcurso de la excavación, la balsa está relacionada con alguna actividad artesanal sobre la que se está actualmente investigando.

CONSERVACIÓN
Dado el buen estado de la pileta y su localización a una cota que permite su compatibilización con la edificación, técnicos de la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía han decidido su conservación.

El propietario del inmueble, Juan José Jiménez Fernández, mostró interés en que pueda ser visitado por la ciudadanía, para lo cual se está planteando la instalación de un suelo de cristal que permita su integración en el local comercial proyectado y su visualización, una vez concluyan las obras que consistirán en la ampliación de la conocida librería Jifersa.

El alcalde de Algeciras valoró muy positivamente la iniciativa y adelantó que el Museo Municipal participará en las tareas de conservación y restauración del hallazgo, destacando que es la primera vez que se lleva a cabo, en Algeciras, una propuesta de estas características.

(Fuente: Europa Sur)

11 de abril de 2016

Descubren un betilo tartésico en el yacimiento de Escacena del Campo (Huelva)

El Museo de Huelva ha incorporado a sus fondos un betilo del yacimiento arqueológico de Tejada la Vieja en Escacena del Campo, un hallazgo que se produjo en diciembre con motivo de la intervención que el grupo de investigación 'Vrbanitas. Arqueología y Patrimonio (HUM 132)', está llevando a cabo en el enclave arqueológico con la colaboración del Ayuntamiento de Escacena del Campo. 
El betilo pertenece al periodo tartésico turdetano (S. VIII-IV a.C).
Según ha informado la Junta en una nota, tras un estudio preliminar y una intervención de limpieza, el betilo ha sido entregado al Museo Provincial de Huelva por el catedrático de Arqueología, Juan M. Campos, y la directora del proyecto, Clara Toscano, en presencia de la delegada territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Carmen Solana, y el director del espacio museístico, Pablo Guisande. 

El descubrimiento tuvo lugar como consecuencia de una limpieza superficial encaminada a la consolidación de las estructuras del yacimiento, lo que, según la Junta, confirma el enorme potencial del mismo, parcialmente excavado en diversas campañas desde 1975 y cuyos materiales se encuentran en los fondos de este museo. Estos forman parte, junto con el nuevo betilo, de una exposición temporal dedicada a los yacimientos arqueológicos de Tejada la Vieja (Escacena del Campo) y Tejada la Nueva (Paterna del Campo y Escacena del Campo).

EXPOSICIÓN EN MAYO
La presentación de la pieza y la exposición se llevará a cabo en el museo en mayo. La muestra tendrá como objetivos exponer por primera vez las piezas procedentes de las diferentes campañas y la puesta en valor de dos importantes enclaves de la provincia, que pese a pertenecer a diferentes épocas, tienen como nexo de unión la ocupación del segundo como consecuencia del abandono del primero. En concreto, Tejada La Vieja pertenece al periodo tartésico-turdetano (S. VIII- IV a C.) y Tejada la Nueva desde al período púnico (S. IV a.C.) hasta época medieval según las diferentes fases constructivas de su muralla, que llega hasta época almohade. 

El yacimiento arqueológico de Tejada la Vieja está inscrito con la categoría de Zona Arqueológica en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural desde 2007. La primera intervención tuvo lugar en 1975 por el profesor Antonio Blanco. La gestión del yacimiento y las excavaciones realizadas desde 1983 han correspondido a la Diputación Provincial. Actualmente, gracias a la firma de un convenio, ha sido cedida a la Universidad de Huelva la gestión, conservación y mantenimiento del mismo. En esta línea, el yacimiento de Tejada la Vieja es un asentamiento amurallado ubicado en un cerro. Esta localización respondería a la producción y distribución del mineral, ya que se controlaba el camino entre las minas de Riotinto y Aznalcóllar. 

OCUPACIÓN
La ocupación del sitio tiene lugar entre finales del siglo IX y principios del VIII a.C., relacionada directamente con los contactos que tiene la población autóctona con los fenicios. Por otra parte, la ciudad de Tejada la Nueva se identifica con la ciudad romana de Ituci. Tras el abandono de su homónima por la decadencia del comercio mineral, la población se traslada hacia un lugar con mejores condiciones para las prácticas agropecuarias y con mejor ubicación. Posteriormente, Tejada la Nueva también fue abandonada, quedando en la actualidad las ruinas de un recinto amurallado almohade como muestra de su ocupación en la Edad Media.

En los alrededores de este enclave se han descubierto numerosos vestigios arqueológicos, entre los que destaca un sarcófago de plomo y restos de una vivienda romana con mosaicos, conservados en el Museo de Huelva. Asimismo, destaca el repertorio numismático con leyenda púnica y romana, muestra que también se expondrá en mayo.
(Fuente: 20 Minutos / Europa Press)

8 de abril de 2016

Nuevos descubrimientos en el Parque Arqueológico de Torreparedones, en Baena (Córdoba)

En los últimos días han salido a la luz un plato de cocina romano con incisiones decorativas y una cerámica marmorata, procedente del sur de Francia y cuyo colorido recuerda al mármol.
Fragmento de la copa de cerámica marmorata recuperada en Torreparedones. FOTO: EL DÍA DE CÓRDOBA.
El arqueólogo municipal, José Antonio Morena, explicó que "el plato se ha hallado en el basurero localizado al oeste de las termas, una zona en la que continúa apareciendo mucho material, ya que junto a las cerámicas de lujo encontramos otras piezas más comunes que se empleaban para cocinar".

PLATO DECORADO PARA COCINAR
Asimismo, Moreno detalló que "una de las de mayor relevancia es esta fuente o plato de gran diámetro (50 cm.), de pared baja y ligeramente curva, cuyo fondo está decorado con series de círculos concéntricos incisos". "La base está quemada por estar expuesta directamente al fuego, mientras que la parte interna está cubierta de una gruesa capa de barniz rojo oscuro, grasiento y de brillo mate que impedía que la comida se pegase", subrayó.

Se trata de un plato cuyo color del barniz es similar al rojo de las pinturas pompeyanas, de ahí que estas piezas se denominen "cerámicas de barniz rojo pompeyano". Tiene una cronología amplia pero los ejemplares de mayor tamaño son propios de la época augustea y se usaban para cocinar pasta o pan.

CERÁMICA MARMORATA
De otro lado, dentro de la vajilla de mesa selecta romana se ha encontrado una cerámica marmorata, una sigillata de procedencia sudgálica que debe su nombre al aspecto que presenta su superficie, de color amarillo con veteados o aguas de color rojo, que recuerdan al mármol. Dicha técnica fue utilizada única y exclusivamente en los talleres de La Graufesenque (En Aveyron, Francia) durante un corto y concreto espacio de tiempo entre los años 14 y 80 después de Cristo.

En este sentido, el arqueólogo explicó que "la marmorata se importó a casi todos los rincones del Imperio pero no son muy abundantes quizás por su alto coste, por dificultades para su importación o porque simplemente no gustasen". "Este fragmento se ha recuperado en un basurero situado al oeste de las nuevas termas romanas y corresponde a una copa forma Drag. 35 con decoración a la barbotina de hojas de agua en el borde", sentenció.

7 de abril de 2016

Descubren nuevos restos arqueológicos en la ladera del castillo de Montilla (Córdoba)

Se trata de unas estructuras que podrían pertenecer a un torreón de la antigua fortaleza. Los arqueólogos también trabajan en la hipótesis del hallazgo de un aljibe o un molino.
Del castillo que vio nacer al Gran Capitán sólo se conservan las murallas y alguna de las torres.
María Luisa Rodas, concejal de Patrimonio Histórico, destacó que algunos de los sillares de piedra se encuentran "trabajados", mientras que otros son "más irregulares". El descubrimiento se localiza en un espacio declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía, por lo que los trabajos en el espacio acotado "han sido coordinados en todo momento" por la Administración autonómica. "La ladera del Castillo sigue deparando nuevas sorpresas. Se trata de una zona caliente desde el punto de vista arqueológico y estos nuevos trabajos nos ayudarán a conocer mejor el pasado de la localidad", subrayó la concejala.

PRIMEROS POBLADORES
El recinto del Castillo ha sido objetivo de varias excavaciones en la parte superior, "que está bastante documentada". "Pero quedaba por conocer esta zona en la que ahora se está actuando", dijo la concejala. Las nuevas excavaciones permitirán ver restos de los primeros pobladores que se asentaron en el cerro sobre los que posteriormente se construyó el recinto amurallado. "Seguimos apostando por la preservación, la investigación y el estudio de estos restos", concluyó la concejala de Patrimonio Histórico.

Rodas y la teniente de alcalde de Urbanismo, Alicia Carmona (IU), visitaron ayer la zona para presentar los trabajos de adecentamiento del espacio comprendido entre el Castillo y la senda peatonal que circunda la ladera. Carmona explicó que estos trabajos tratan de poner en valor el entorno monumental del antiguo alhorí y potenciar las visitas turísticas que se pueden realizar a este enclave. "La idea es que este recorrido que se puede realizar alrededor del Castillo sea atractivo lo más atractivo posible para el visitante", dijo Carmona.

La obra, realizada por construcciones San Francisco Solano, se ha financiado con cargo a los remanentes de la remodelación de la segunda fase de la calle Corredera. La actuación concreta ha consistido en el ajardinamiento de la zona que hay entre el Castillo y la senda peatonal con zonas arbustivas autóctonas. También se va a construir un muro perimetral que sirva para sustentar el terreno y que la senda se mantenga limpia, "siempre poniendo en valor los restos del Castillo y siendo muy respetuosos con el conjunto histórico", aseguró Carmona.

SENDA PEATONAL
La senda peatonal, financiada con cargo al llamado plan Solera, con fondos europeos, tiene una longitud de algo más de 300 metros y supuso una actuación sobre casi 8.000 metros cuadrados en la ladera Norte de Montilla. Esto permitió la reurbanización del borde occidental de la ciudad, con la conexión de la calle San Juan Bosco con el mirador del Balcón de la Escuchuela. Esta intervención supuso una inversión final que rondó los 250.000 euros, toda vez que las obras iniciales se tuvieron que ampliar por los problemas surgidos en la estabilidad del terreno durante la ejecución de las mismas. Los últimos trabajos de adecentamiento han supuesto una inversión de otros 50.000 euros, por lo que el global alcanza los 300.000 euros.

(Fuente: El Día de Córdoba / Ángel Robles)