google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

15 de junio de 2011

Hallan un conjunto funerario romano del siglo I junto a la Necrópolis de Carmona (Sevilla)

El Servicio Municipal de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona (Sevilla) ha encontrado junto a la Necrópolis un conjunto funerario romano del siglo I que podría ser "uno de los mayores hallazgos encontrados en la localidad durante los últimos años".
Cámara funeraria hallada en Carmona (Sevilla).

   Según ha informado el Consistorio carmonense en un comunicado, se trata de tres cámaras funerarias y varias tumbas individuales de época romana que se han ido descubriendo en un solar junto al conjunto arqueológico de la Necrópolis de Carmona y que formarían parte de la necrópolis romana originaria.

   Asimismo, han concretado que estas tumbas estarían alineadas y próximas a la Vía Augusta a su paso por Carmona, en una de las entradas a la ciudad romana.

   Actualmente se está excavando la cámara funeraria de la tercera cámara de pozo descubierta en la zona y en la que están apareciendo también otras piezas de interés arqueológico como parte del ajuar y de las ofrendas utilizadas para despedir a los fallecidos.

   El arqueólogo municipal, Juan Manuel Román, ha avanzado que hasta la fecha se han encontrado tres cámaras funerarias subterráneas del siglo I y los técnicos no descartan que sigan apareciendo más tumbas. Todas ellas tienen "una especial importancia", puesto que si la primera que se encontró destacó por no haber sufrido ninguna clase de expolio y contener aún todos los objetos funerarios que el paso del tiempo había conservado, la segunda de las cámaras mantiene todavía parte de sus pinturas murales policromadas.

   En cuanto a la última de las tumbas descubiertas, destaca por conservar intactas las losas que la cubrían. Las tumbas, que podrían tener carácter familiar, tienen una estructura similar, con un pozo de entrada por el que se accede a la cámara, en cuyas paredes se hallaban los nichos en los que se colocarían los restos de los fallecidos.

   Junto a ellas han aparecido también varias tumbas individuales de inhumación, por lo que la zona está ofreciendo información "muy valiosa" sobre la Carmona romana y, en especial, sobre sus ritos funerarios.

   Por último, el director del Museo de Carmona, Ricardo Lineros, ha informado de que todas las piezas que se han ido encontrando están siendo depositadas para su estudio en dicho museo, ya que la primera apreciación señala que existen objetos valiosos de cerámica, vidrio, metal, etc.
(Fuente: Europa Press)

Un viaje hacia los sepulcros de Barxacova (Orense)


En Parada de Sil se conservan restos de un eremitorio y sepulturas de la Alta Edad Media
El origen del nombre de la Ribeira Sacra se ha atribuido habitualmente a la existencia de numerosas fundaciones monásticas en las orillas del Sil y del Miño. El actual topónimo -según las investigaciones realizadas hace años por el filólogo Manuel Vidán Torreira- parece deberse en realidad a un error del cronista benedictino Antonio Yepes, que en el siglo XVII interpretó equivocadamente los documentos medievales que hablaban de la Rivoira Sacrata, nombre que aludía en realidad a un bosque de robles. Pero la presencia de los eremitorios y los monasterios ha marcado indudablemente la historia de estas tierras ribereñas desde la temprana Edad Media.
Una posible tumba en San Vitor.
Unos estos antiguos asentamientos de origen eremítico es la necrópolis altomedieval de San Vítor, situada en las cercanías de la pequeña localidad de San Lourenzo de Barxacova, en el municipio ourensano de Parada de Sil. Recientes excavaciones arqueológicas han puesto al descubierto un conjunto de antiguas sepulturas que añaden un especial interés a la espectacularidad paisajística que caracteriza este lugar. 


Recorrido hasta las tumbas
Para llegar a la necrópolis hay que dirigirse primeramente al pueblo de San Lourenzo. Si se toma Monforte como punto de partida, hay que seguir la carretera de Doade, Castro Caldelas, A Teixeira y Parada de Sil, en un recorrido de unos 36 kilómetros. Una vez en San Lourenzo, hay que situarse en la parte alta de la aldea, de donde arranca un camino que lleva a San Vítor y a Val de Forgas. A unos quinientos metros del punto de partida hay una bifurcación señalizada como ruta del cañón del río Mao. Hay que seguir de frente sin desviarse y andar otros cien metros para llegar al emplazamiento del antiguo santuario de San Vítor.
En el lugar destaca la presencia de un peñasco de gran tamaño donde al parecer estuvo situada una capilla hoy desaparecida. Sobre la roca se pueden distinguir dos sepulturas y distintos rebajes que parecen corresponder a otra tumba que quedó a medio construir. En los alrededores se puede ver varios sepulcros tallados en la roca viva, posiblemente relacionados con el eremitorio que debió de existir en este lugar.
Una necrópolis altomedieval
En una intervención arqueológica realizada en el año 2010 en el lugar de San Vítor fueron identificados más de una decena de sepulcros antropomorfos y algunos más en fase de inicio o a medio construir. Según los investigadores que realizaron este estudio, esta podría ser una de las necrópolis del periodo altomedieval más importantes de Galicia. En la excavación también se hallaron restos de cerámica medieval y una moneda acuñada durante el reinado de Alfonso V de Portugal, en el siglo XV. En las proximidades de la capilla se encontró una moneda de plata de los tiempos de Enrique II de Castilla, es decir, un siglo más antigua que la anterior.
De la capilla que se alzó sobre la roca ya se tenía constancia desde tiempos antiguos. Las ruinas de esta construcción fueron derribadas al parecer en el siglo XIX y sus restos quedaron diseminados por el lugar, donde se encontraron varias piedras labradas y restos de cerámica.
Dos antiguos monasterios
En un documento de 1155 se menciona la existencia de los monasterios de San Lourenzo de Caldelas y de San Adrián, ambos situados en esta zona de la Ribeira Sacra y a escasa distancia entre sí. Cabe la posibilidad de que el primero de ellos estuviese situado en el actual pueblo de San Lourenzo, que en los muros algunas de sus viviendas se conservan piedras labradas que parecen de diversas épocas. También es posible que existiera una relación entre la necrópolis, la antigua ermita y los dos monasterios
Esta ruta, al igual que otras de esta serie, se ha recogido también en un vídeo que puede verse en el canal carlosrueda1954 de YouTube y que en La Bitácora te dejamos aquí.


Comienza la nueva campaña de excavaciones en los yacimientos de Atapuerca (Burgos)

Unas ciento cincuenta personas participan en las excavaciones dirigidas por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell.
Alrededor de 150 personas participan en la campaña de excavaciones 2011.
Yacimientos donde se ejecutan las excavaciones:
Sima del Elefante: Ubicado en la Trinchera del Ferrocarril. Lugar donde se han descubierto hallazgos de más de 1.3 millones de años.
Galería: ubicado en la Trinchera del Ferrocarril. En la campaña anterior se finalizaron los trabajos llevados a cabo en la Covacha de los Zarpazos. Esta nueva campaña se centrará en abrir de nuevo el yacimiento de Galería.
Gran Dolina: ubicado en la Trinchera del Ferrocarril, es el yacimiento donde se ha hallado la especie Homo antecessor.
Cueva del Mirador: también forma parte de la Sierra de Atapuerca pero no se encuentra en la Trinchera del Ferrocarril, está orientado a la Sierra de la Demanda.
El próximo 1 de julio llegará el resto del equipo, llegando así a unas 150 personas, y se excavará en los yacimientos citados arriba así como en Portalón, Sima de los Huesos y en la Galería de las Estatuas. También seguirán realizando las labores de lavado de sedimento en las orillas del río Arlanzón.
La mayoría de las personas que excavan en la Sierra de Atapuerca pertenecen a distintos Centros de Investigación del Proyecto Atapuerca: Universidad de Burgos (UBU), Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (CENIEH), Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social, de Tarragona (IPHES), Centro Universidad Complutense de Madrid - Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humanos (UCM - ISCIII) y la Universidad de Zaragoza (UNIZAR). Estos son los principales centros de investigación que excavan en la Sierra de Atapuerca, pero no debemos olvidar que hay otra gran parte que procede de distintas universidades y centros de investigación nacionales e internacionales.
Subvención de la Junta de CyL
La Junta de Castilla y León subvenciona la campaña de excavación en la Sierra de Atapuerca. La Fundación Atapuerca, por lo que respecta a su labor de apoyo a la investigación y como complemento a la financiación pública por parte de la Junta de Castilla y León y otras administraciones, procede a la dotación de personal, materiales, equipos y servicios, tanto logísticos como técnicos, necesarios para el adecuado desarrollo de las labores de excavación, así como la financiación para la realización de programas de dataciones de restos e investigación de los mismos.
(Fuente: Más Salamanca)

14 de junio de 2011

Arranca la nueva campaña arqueológica en el castillo de Gauzón (Asturias)

El equipo de arqueólogos dedicará el verano a consolidar los muros de la fortaleza y a trabajos de exploración en el poblado descubierto en 2010

El trabajo de campo en el yacimiento arqueológico del castillo de Gauzón comenzó ayer, tras la limpieza y desbroce del Peñón de Raíces que se realizó durante los últimos días. El equipo que acomete esta quinta campaña de excavaciones y que dirigen los arqueólogos Iván Muñiz y Alejandro García está formado por un total de diez personas, ya que además de arqueólogos hay operarios especializados en el mantenimiento del yacimiento. 
Castillo de Gauzón, en Castrillón (Asturias).

Una de las novedades de este año es que no habrá visitas guiadas como en los veranos de 2009 y 2010. «En la plataforma superior vamos a consolidar las estructuras de la fortaleza, por lo que habrá mucha obra, lo que supondría un riesgo en el caso de que se mantuvieran las visitas», explicó Iván Muñiz. El arqueólogo indicó que la consolidación de las estructuras que se acometerá en la campaña de este año «no supone un recrecimiento de los muros, son trabajos para evitar que se degraden los elementos descubiertos, como los restos de la muralla y los muros internos».


Asimismo, hasta finales de septiembre o mediados de octubre, dependiendo de la meteorología, y paralelamente a la consolidación de las estructuras de la plataforma superior, el equipo de arqueólogos hará nuevas excavaciones en la plataforma inferior, donde en la pasada campaña se confirmó la existencia de un poblado. El año pasado se excavó en un área de unos 100 metros cuadrados, y este año se ampliará la zona de la antigua aldea con la intención de encontrar vestigios de las edificaciones primitivas. La campaña de este año tiene un presupuesto de 101.000 euros. Desde que comenzaron las excavaciones arqueológicas en el Peñón de Raíces en la primavera de 2007 promovidas por el Ayuntamiento de Castrillón se han invertido casi 500.000 euros. Las visitas guiadas comenzaron en agosto de 2009 y ese año se prolongaron durante algo más de dos meses. En 2010 también se organizaron visitas durante en verano.


En las dos últimas campañas, más de 1.000 personas recorrieron el yacimiento arqueológico castrillonense guiadas por expertos. En los últimos cuatro años, gracias a los hallazgos obtenidos y a las pruebas del carbono 14 ha podido datarse el origen del castillo de Gauzón entre los siglos VII y VIII, casi 200 años antes de lo que la historiografía tradicional mantenía. Asimismo, se encontraron restos del taller de orfebrería en el que en el año 908 se cubrió de oro y piedras preciosas la Cruz de la Victoria. 
El equipo de arqueólogos ayer por la tarde en el yacimiento de Gauzón.


El año pasado se recuperaron más de 8.000 piezas de cerámicas, vidrios, diverso instrumental en hierro y las primeras piezas en bronce halladas en el perímetro del castillo de Gauzón. Los trabajos también han permitido a los arqueólogos describir la morfología de la muralla, que se trata de un sistema de cimentación «a partir de una coraza de mortero que sostiene una serie de rellenos arcillosos, piedra y argamasas». Esta documentada la puerta principal de acceso al castillo y una segunda puerta secundaria o poterna que permitía el acceso al interior de la fortaleza. El sistema defensivo, según las pruebas del carbono 14, situaría su construcción entre los siglos VIII-IX, lo que se correspondería con la segunda fase de monumentalización acometida por la monarquía asturiana.
(Fuente: Lne.es)

13 de junio de 2011

Los arqueólogos indagarán este verano en el "santuario astronómico" de Segeda (Calatayud)

Las ruinas de la ciudad celtíbera de Segeda, situadas en el término municipal de Mara (comarca de Calatayud), han sido declaradas por el Gobierno autónomo Bien de Interés Turístico de Aragón. Este yacimiento arqueológico ya fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 2001, y ahora se refuerza con esta nueva catalogación, que reconoce el potencial que tiene como recurso turístico.
El santuario astronómico de Segeda será objeto
de investigación este verano.
Segeda fue capital de la etnia de los Belos. Su poder sociopolítico llevó a Roma a frenar su expansión. Rompió los pactos y declaró la guerra que condujo a su destrucción en el año 153 antes de Cristo.
Desde 1998 se realizan excavaciones en este yacimiento bajo la dirección del profesor Francisco Burillo. Este año se trabajará entre el 31 de julio y el 9 de septiembre. Las excavaciones se centrarán en los restos de lo que se ha identificado como «santuario astronómico» de Segeda, una singular construcción con la que los celtíberos que vivían en esta ciudad medían el tiempo y seguían las evoluciones del sol y también de la luna. Se trata de una gran plataforma que, según han podido comprobar los arqueólogos, estaba orientada para poder ser utilizada como referente de un calendario solar y lunar. Este año se seguirá trabajando en este enclave del yacimiento, con el objetivo de seguir descifrando más detalles de lo que fue este «santuario astronómico», con el que los investigadores ya dieron hace unos años y que sigue centrando los estudios sobre Segeda.
(Fuente. ABC)

El Badalac, el río perdido (I)

En el entorno de Jerez había en la antigüedad tres zonas con salida directa al mar. Dos de ellas aparecen perfectamente dibujadas en el mapa del trabajo del profesor Chic García, Gades y la desembocadura del Guadalquivir (1979). Son: el estero de Doña Blanca y el Canal de Guadabajaque. Hay una tercera zona que no aparece en ese mapa, la cual menciono en mi trabajo 'Los Canales de Jerez' (Revista Historia de Jerez; nº 14/15) y también en el artículo del Diario de Jerez, 'Guadalete y Guadalquivir en la geografía antigua' (25-11-08). Es una zona situada a escasos kilómetros al E. de la actual ciudad de Jerez, en los llanos de Caulina, que enlazaba la cuenca de Lacca (de la que luego hablaremos) con el paleoestuario del río Guadalete a través de un pequeño afluente (hoy casi desaparecido) que los antiguos historiadores (B. Gutiérrez, año 1755, Antonio de Guevara, año 1539) llamaron río Badalac o río Bedalac. 

La toponimia de este río deriva directamente de la palabra árabe Wadilacca, es el lugar de la mítica batalla en la que desapareció el reino Hispano-Visigodo, en el año 711 d. C. Y significa, el 'río de Lacca'. Precisamente, esta palabra que dio nombre a la celebre batalla, y los 'tituli picti' encontrados en catorce ánforas del Testaccio en Roma con la denominación Lacca, son las pruebas que tenemos de que existió una villa romana en esta zona que se dedicaba a la exportación de aceite. La otra noticia que nos ha llegado de esta misteriosa ciudad nos la da el cronista al-Himyari, que habla de una ciudad en ruinas, cerca de Sidona (Saduña), fundada por César Augusto (Octavio), cerca de una fuente termal, a orillas del río del mismo nombre donde se enfrentaron Tárik y Rodrigo, el Wadilacca. El historiador Chic García la ha situado en la población de la 'Junta de los Ríos' cerca de Arcos, pero su ubicación exacta continúa siendo un misterio. Esta zona era en la antigüedad un brazo de mar que se adentraba en el interior desde la desembocadura del Guadalete hasta las faldas del monte Gibalbín. La cuenca marítima mantuvo su actividad comercial hasta, al menos el siglo I-II d. C. Luego, se fue colmatando y rellenando de aportes aluviales. Esto, junto con la retirada de la antigua línea marítimo-costera, y la progresiva disminución de las precipitaciones condujeron a la desaparición de dicha cuenca. Convirtiéndola primero en un lago interior, y ya en época actual quedó reducida a un pequeño afluente del Guadalete, que atravesaba la llanura de Caulina. El Badalac dejó de existir cuando su nombre quedó asociado al del río Guadalete como lugar donde había tenido la batalla por tratarse del río principal, y el otro un mero afluente. Las antiguas crónicas cristianas siempre hablaron de la 'Batalla del Guadalete'. La primera vez que aparece en un mapa el río Badalac, como distinto del Guadalete, es en un mapa encontrado dentro del libro del historiador jerezano Bartolomé Gutiérrez 'Reflexión sobre la opinión admitida por el m.r.p. Mro. fr. Enrique Florez, que niega la identidad de Asta con Xerez de la Frontera. (Que dedica rendido al muy ilustre caballero d. Nicolas Carrillo de Mendoza, marqués de Alcocevar, y Corregidor de esta Ciudad)'. Año de 1754. Se encuentra en la Biblioteca Municipal de Jerez. La primera referencia escrita a dicho río como distinto del Guadalete la tenemos en 1539; Antonio de Guevara escribió en sus Epístolas Familiares lo siguiente: En la 'Letra para don Alonso de Fonseca, obispo de Burgos, presidente de las Indias, en la qual se declara por qué los reyes de Hespaña se llaman Reyes Cathólicos', aparece escrito "…junto al río Bedalac, acerca de Xerez de la Frontera…se dio la ultima y infelice batalla entre los godos que estaban en España y los árabes…en la cual el triste rey don Rodrigo fue muerto…".El escritor Joaquín Portillo recoge en sus 'Noches Jerezanas' (tomo I) pag. 52, lo siguiente:"el Testudo, después se llamó el Badalac, y hoy el Badalejo. En 1787, el Mariscal de Campo Francisco Zarzana elaboró para el conde de Floridablanca un 'Mapa de los Términos de Xerez dela Frontera', en el que lo denomina 'Badalejo'. En la actualidad lo que queda del cauce se llama 'Salado de Caulina".


Fuente: Diario de Jerez / Centro de Estudios Históricos Jerezanos:  Fco. Antonio García Romero / Eugenio J. Vega Geán

12 de junio de 2011

Se reinician las excavaciones en el yacimiento romano de Iruña Veleia (Álava)

Los arquéologos de la Universidad del País Vasco trabajarán desde mañana lunes en el exterior de la muralla y se utilizará por primera vez un geo-radar.
La campaña de excavaciones arqueológicas en el 'oppidum' de Iruña Veleia, el yacimiento romano más importante del País Vasco situado entre Trespuentes y Víllodas, se reinició el pasado lunes con casi dos meses de retraso sobre el calendario previsto. La apertura al público se producirá dentro de este mes de junio en una fecha que se anunciará en próximas fechas. Para ello, se va a instalar una carpa especial de recepción. Habrá visitas guiadas y libres en horario de museos. Se han preparado dos itinerarios diferentes: el clásico, que muestra las excavaciones en el interior de la muralla, y el exterior, que enseña el trabajo de los expertos sobre el terreno.
Una arqueóloga "tira" de pala en el yacimiento alavés.
Un grupo de 25 personas, entre arqueólogos experimentados y jóvenes voluntarios universitarios de todas partes de España, se volverá a centrar en un «enorme edificio en el que se han estudiado tres de sus más de veinte habitaciones que han aparecido en una parcela fuera del recinto amurallado y cercana a la calzada 'iter XXXIV' Astorga-Burdeos», señaló Julio Núñez, director del Plan Director del yacimiento y profesor de la UPV/EHU. El experto sustituyó a Eliseo Gil después de que éste fuera cesado por el escándalo de los grafitos falsificados, cuya denuncia sigue en los juzgados de Vitoria.
Entre los trabajos que se van a realizar en la excavación destacan el de la muralla, que comenzará el lunes, y la actividad de un geo-radar de una empresa catalana, que tiene capacidad para localizar con una gran precisión desde cuerpos, a armas o fósiles de dinosaurios. Esta actuación se hará de forma gratuita.
Los arqueólogos están muy esperanzados en encontrar piezas importantes en la nueva campaña. De los trabajos realizados en 2010 ya se ha hecho una pequeña exposición en el Bibat, que incluye un interesante vídeo sobre la reconstrucción de una de las habitaciones y la labor de los arquéologos. Se aprecia en ella decoración de mármoles procedentes de Vizcaya, Grecia e Italia. También se expone una ofrenda que es una placa de bronce en la que aparecen Mercurio y Marte. Se ha encontrado en una especie de capilla dentro del gran edificio. «No hemos hecho más que arañar en la superficie de la finca y lo que hemos encontrado es muy importante», subraya Julio Núñez.
Asalto a la excavación
Pero antes de que comience de nuevo el plan de visitas ya se han producido los primeros problemas de seguridad. El pasado domingo uno o varios individuos forzaron con una cizalla la valla de seguridad que protege las excavaciones exteriores. «Hicieron un agujero por el que se colaron, pero no hay nada que se puedan llevar salvo el destrozo de la valla. Vamos a denunciar el asunto ante la Ertzaintza para que no se repita», señala Núñez.
(Fuente: El Correo)

10 de junio de 2011

Los tesoros de la Marina española duermen tierra adentro

El Archivo Histórico de la Armada reside en el palacio del almirante Álvaro de Bazán, un bajel renacentista varado en el Viso del Marqués (Ciudad Real).


Los infinitos páramos de La Mancha albergan, aún hoy, tesoros por descubrir. En pleno corazón de España, en un paraje equidistante de los principales puertos y a medio camino entre el litoral y Madrid del que le separan 230 kilómetros, guarda la Marina española parte sustancial de su enjundiosa historia. Sobre una de las atalayas que forma el paisaje al pie de Sierra Morena, encima del caserío de Viso del Marqués, hoy con tres mil moradores, se yergue un soberbio edificio de vigorosos muros cuya noble hechura permite evocar el pasado grandioso de su dueño. Se trata del palacio de Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz, Almirante de la Mar Océana. Sus victorias navales en la Berbería frente a los corsarios, en las Azores ante portugueses y franceses, contra ingleses en Gibraltar y en Lepanto sobre el turco, llenaron de gloria las armas y los buques de España bajo el reinado de Felipe II.
Don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz.

Tal vez por todo ello, su palacio, testimonio vivo de aquellas proezas, fue considerado como lugar idóneo para guardar, tierra adentro, el Archivo Histórico de la Marina española. Decenas de miles de documentos, cartas naúticas, portulanos, libros de bitácoras, hojas de servicios, despachos de buques y jugosas correspondencias, dan fe de tantas otras gestas y relatan la historia del poderío naval de España y de su imperio. El archivo se ve ampliado al universo de las ciencias experimentales, Matemáticas, Física, Astronomía, Trigonometría, Zoología y Botánica, entre otras disciplinas, de las que marinos ilustrados españoles, gracias a la práctica obtenida en sus singladuras y expediciones, fueron en los siglos XVIII y XIX avanzados pioneros.
El palacio permanece desde 1949 cedido a la Armada durante 90 años por sus propietarios, los marqueses de Santa Cruz, al precio simbólico de una peseta de entonces, eso sí, en papel moneda y más precisamente, la que lleva en su faz la efigie barbada y con gola del primer marqués, Señor de El Viso, nacido en Granada en 1526 y muerto en Lisboa en 1588.
No obstante, la Marina se propone evacuar el Archivo en fechas venideras, para alojarlo en un gran edificio de la localidad madrileña de Villanueva de la Cañada. El proyecto fue aprobado mediante un convenio suscrito el pasado mes de diciembre entre la alcaldía local y la Marina. Contará con una capacidad de 45 kilómetros, así se miden los archivos, frente a los 15 kilómetros de legajos que atesora el archivo manchego; permitirá alojar el contenido de otros seis archivos de la Armada dispersos por distintos emplazamientos de la península. El proyecto ha sido presupuestado en 18 millones de euros, según fuentes navales. Por su parte, fuentes cercanas a los titulares del palacio, muestran sorpresa ante tal iniciativa, de la que dicen no haber recibido detalles. Su perplejidad, aseguran, se acentúa habida cuenta del alcance de la cesión de tan magno recinto, que tan significativo escenario histórico brinda desde hace más de 60 años al Archivo Histórico de la Armada.
Monumento a Don Álvaro de Bazán en la Plaza de la Villa (Madrid).

Armas y letras
Don Álvaro, hijo de Ana de Guzmán, primogénita del Conde de Teba y de Álvaro de Bazán El Viejo, quien había mandado las galeras españolas que vigilaban el Estrecho de Gibraltar por orden del Emperador Carlos V, creció en la mar junto a su padre. Desde su mocedad aprendió las artes náuticas, complementadas por sus conocimientos del quehacer de la infantería, que aplicó con magistral desenvoltura ante poderosos adversarios y por la cual es considerado por los principales tratadistas el padre de la Infantería de Marina, arma de la que España fue pionera en un encarnizado desembarco norteafricano. Educado por el humanista Pedro González de Simancas, el joven marino recibió una esmerada cultura renacentista que, unida a su talento como estratego, así como a la bravura de su audacia táctica en los mares y en tierra firme o sus estancias en la Italia esplendente del siglo XVI, le convirtieron en una de las principales personalidades de la Europa de su tiempo y en el militar de más nombradía continental.
Su fama, sancionada por Felipe II con el título de marqués de Santa Cruz, se vio culminada por la victoria de España, asistida por Génova, Venecia y el Papa Pío V, en Lepanto, sobre aguas griegas -"la más grande ocasión que vieran los siglos", según Miguel de Cervantes Saavedra, egregio subordinado de Álvaro de Bazán como lo fueran asimismo Lope de Vega y Juan de Ercilla, entre otros grandes de las letras que blandieron asimismo las armas bajo su mando y que glosaron sus hazañas.
A las órdenes de Juan de Austria, hermano bastardo de Felipe II, gobernó Bazán en Lepanto la Escuadra de Reserva que resolvió el combate contra el otomano Mehmet I, el fanal de cuya nave capitana se traería el marqués a España como trofeo -junto con otros farolones semejantes- para situarlo, precisamente, sobre el dintel de la capilla de su futuro palacio. Otros de estos enormes candiles lucen en la escalera de la mansión madrileña de los marqueses de Santa Cruz, en la calle de san Bernardino.
Al lado de Álvaro de Bazán peleó también el insigne marino genovés Andrea Doria, con quien mantendría una estrecha amistad, tanta, que al declinar su vida, el primer marqués de Santa Cruz decidió erigir en el corazón de La Mancha un palacio semejante al de los Doria en Génova, pero no un palacio cualquiera sino sólo aquel que llegara a ser inolvidable testimonio en piedra, concepto y colorido del Renacimiento, en clave genovesa y sobre una mansión de anterior factura. Santa Cruz consiguió satisfacer su anhelo: la traza del palacio fue ideada en 1562, como consta en las contratas para edificar fachada y escaleras cuyas actas guarda el Archivo de Protocolos de Madrid, en la calle de Alberto Bosch. En 1564 comenzó la construcción que duraría hasta después de la muerte de Santa Cruz en 1588.
Palacio renacentista del Marqués de Santa Cruz en El Viso (Ciudad Real).
Cárcel, hospital y escuela
De planta cuadrada con 55 metros de lado, el edificio presenta un aspecto semejante al de una fortificación, como el enrejado de ancho nudo de las grandes ventanas de su planta baja anuncia. Según explica el conservador del recinto, subteniente condestable de la Armada Francisco Moreno, el hoy nuevamente palacio, fue con posterioridad hospital, cuartel bajo la ocupación francesa -etapa en la que sufrió expolio- más adelante prisión, escuela, granero, cuadra y sede de un destacamento de Regulares que, en la posguerra civil, combatió desde allí al maquis comunista que luchaba con las armas en la mano contra Franco, en las estribaciones de la cercana Sierra Morena. Al poco de concluir aquel penúltimo destino, sus dueños lo recobraron y lo cedieron a la Armada, que mantuvo permanentemente en el palacio a una veintena de marineros de reemplazo y una unidad de mando a cargo del archivo.
Hoy son cuatro las personas que laboran en el Archivo, dos facultativas, una auxiliar y una persona de mantenimiento. A su cargo se encuentran los 15 kilómetros de legajos, distribuidos en alargados estantes o en cámaras metalizadas sobre nueve salas en dos plantas, baja y principal, y una más grande bajo el suelo en sótano, que albergan documentos de extraordinaria valía histórica: así, el informe encargado por la Armada española sobre la explosión registrada el 15 de febrero de 1898 en el acorazado estadounidense Maine frente al apostadero de La Habana, desencadenante de la guerra hispano-norteamericana que puso fin al imperio hispano en América. Las fichas y hojas de servicios de toda la oficialidad y marinería desde 1784 en adelante permanecen almacenadas en seis salas de la planta baja del palacio, así como un ala entera del amplio sótano que subyace al generoso patio columnado y central del palacio.
Llama la atención otro de los documentos atesorados, con fecha de 1884, que incluye un asunto aún hoy de especial actualidad: Apuntes sobre el ozono e importancia de su estudio... lleva por título, que indica la posición avanzada de la Ciencia española de entonces gracias a los estudios realizados desde el mar por marinos con vocación científica. Conmueven igualmente las relaciones e inventarios de inmigrantes acopiadas por el Archivo y que aún hoy, según explica la archivera Silvia López Wehrli, "son consultadas por familiares y descendientes suyos, señaladamente hispanoamericanos, para obtener pruebas de acreditación de acceso a la doble nacionalidad". Abundan los despachos de buques y singladuras de las Comandancias de Vigo y A Coruña, así como las hojas de servicios, que dejaron de archivarse entre fechas posteriores al 18 de julio de 1936 y abril de 1939. La del entonces capitán de fragata Luis Carrero Blanco, mano derecha del dictador Francisco Franco, que sería presidente del Gobierno hasta su asesinato por ETA en 1973, da cuenta de una petición suya realizada en 1929 para gozar del título de profesor, mientras estaba destinado en el submarino B-2 con base en Cartagena. Posee el archivo una sala de investigadores con 6 puestos de consulta que el pasado año 2010 acogieron hasta 248 sesiones de trabajo. La dirección informática del archivo es archivoalvarodebazan@fn.mde.es
Escudo de Armas en el palacio de El Viso.

Emporio renacentista
Los muros del palacio de los Bazán son robustos, de piedra, ladrillo y un mampuesto rojizo cuya cálida tonalidad recuerda a la piedra dorada salmantina de Montemayor. Al alzar la vista hacia sus cubiertas de tejas anaranjadas, un piso y dos entreplantas más arriba, la mirada permite intuir que fueron en su día rematadas por cuatro torreones. Existieron y hoy han desaparecido, tras los devastadores efectos que sobre el palacio y su excelsa ornamentación causó el terremoto de Lisboa, acaecido al sur de Portugal, con epicentro en el cabo de San Vicente y que en 1755 hizo venirse abajo una parte importante del palacio, consecutivamente reconstruido. Una pilastra de panza combada muestra en el patio los efectos del seísmo sobre su tronco.
Columnado con dos fustes de estilo toscano en basas de caliza apeadas junto a dos cañones, un portalón con casetones de madera y llamadores de hierro se abre a la entrada del visitante, bajo un arco de medio punto tallado en piedra. La altura de la bóveda del zaguán sorprende al recién llegado, cuya mirada se posa sobre los frescos que profusamente decoran su cóncava oquedad. Fue Giovanni Battista Castello, más conocido como El Bergamasco, su principal tracista, que se recreó en la escalera y en el patio claustrado con un exquisito dominio de las proporciones. El concepto mismo de la villa romana, su mejor canon, se percibe en todas ellas. No en vano, Castello fue discípulo en Roma de Miguel Angel Buonarroti. Con El Bergamasco trabajaron el arquitecto y escultor Giovanni Battista Olamosquin, asistido por los maestros de obras Domenico y Alberto, ambos genoveses. Pintores fueron los hermanos Gian Battista y Francesco Péroli, así como el sobrino de ambos, Esteban, además del espléndido fresquista César Arbasia junto con Fabrizio Castello y Nicola Granello, hijo e hijastro del tracista, también de nación genovesa. Entre todos cubrieron con sus vivaces pinturas hasta 8.000 metros cuadrados de bóvedas, el conjunto pictórico hecho con esta técnica y sobre motivos mitológicos más amplio de España y uno de los más importantes de Europa.
Ellos tachonaron también las cúpulas palaciegas con innúmeros grutescos, adornos de estilizados diseños y vivo colorido, que juegan trenzadas simetrías repletas de caprichos, así como escenas sacras, de linajes y combates, con mapas y vistas aéreas, también pintadas al fresco sobre los paramentos bajo las arcadas, de las principales ciudades y enclaves donde las armas de Bazán triunfaron sobre sus adversarios o fueron testigos de su predominio: Navarino, Argel, Ceuta, Nápoles y Génova, en la planta baja, se completan con Túnez, Mesina, Tetuán, Venecia y Milán, en la planta superior, como se muestra sobre los espléndidos dinteles de las puertas que dan al patio central, jalonado por columnas y pilastras dóricas de asientos áticos. Se yerguen en la planta inferior sobre un suelo de mosaico, con linternas de aljibes, que imita los de las grandes villas romanas. Su aroma clasicista impregna todas las estancias y genera en el visitante emoción y respeto.
Excelsa simetría
Las cuatro tríadas dobles de arcos apuntados del patio, en cuyos vanos se sitúan puertas de dinteles barrocos -el palacio fue incesantemente modernizado a partir de 1610- muestran la serena oquedad de una escalera de tempo maestoso donde dos estatuas se enseñorean del espacio ascendente bajo solemnes crujías mientras las esculturas representan al marqués y a su padre, efigiados a la romana al modo de Marte y Neptuno, respectivamente. La segunda planta alberga la Sala de Honor, ésta con dos espléndidas chimeneas en mármol negro y pizarra con mensulones de titanes, más una balandra y un bergantín; le siguen salas de David, Argos, Dédalo y Faetón; un salón de Linajes; las saletas del Olimpo, Diana, Apolo, Tobías y Danae, así como la cámara de don Álvaro, en la esquina del edificio, donde se dice que pernoctaba Franco en sus cacerías por el coto de la Sierra de Mudela; las habitaciones privadas de los marqueses se sitúan en el ala opuesta.
Todas las bóvedas de las estancias de la planta superior planta se ven decoradas profusamente con motivos mitológicos. Tras un tapiz del muro de la capilla, oratorio donde reposan los restos del primer marqués y su cercana parentela, se aprecia un grafito escrito por un soldado francés durante la devastadora ocupación de 1808 y en otra cercana estancia, una historiada letra capitular B, de retorcidos rabos, atribuye su autoría a lord Byron. Lope de Vega elogió al dueño y su palacio que, siglos después, provocaría la admiración, también por escrito, de Gregorio Marañón y otros ilustres visitantes.
El alineamiento de los salones a través de las puertas permite calibrar su excelente simetría y genera un devaneo óptico dimensional, tan caro a los arquitectos del Renacimiento. Un sinfín de alegorías a la Navegación, la Fama, el Poder, la Paz y la Victoria pueblan los nobles techados cuyo turbión y riqueza de relatos allí pintados, por su profusión, parece escapar a la posibilidad de interpretarlos cabalmente: Júpiter, Proserpina, Hércules, Sabinas, Orfeos y Apolos, en colosal cortejo, rinden testimonio en cada rincón del palacio a la celebridad de Álvaro de Bazán, de quien los historiadores aseguran que jamás conoció derrota militar alguna ni en los mares ni en tierra firme. Más de medio centenar de batallas ganadas, decenas de ataques, ofensivas, levantamientos de cercos y asedios sin cuento, además de dos mil cristianos rescatados al turco y 26.000 adversarios prisioneros, atestiguan su fama de almirante invicto. Empero, cuando en 1588 ultimaba el marqués en Lisboa los preparativos de la flota lista para combatir a Inglaterra, fue relevado del mando y al poco murió, quizá de pena, como ha sugerido alguno de sus biógrafos.
Un jardín con setos de aligustre, decorado hace treinta años con cerámica historicista, muestra emparedadas las estatuas orantes de don Alonso de Bazán, hermano de don Álvaro, y de su esposa María de Guzmán, en mármol gris veteado. A lo largo de toda la ubérrima mansión prolifera el escudo ajerezado de los Bazán, oriundos del valle navarro de semejante nombre. La leyenda cuenta que Sancho Abarca III de Navarra, preso de un rey francés, fue rescatado por el fundador del linaje tras vencer en el tablero jaquelado a su regio captor. La escena figura en la bóveda del salón de Linaje, cuyas esquinas superiores muestran la orgullosa heráldica blanquinegra. Cinco siglos después de su construcción, el palacio de Viso del Marqués, tan alhajado y soberbio bajel, contempla en silencio desde la entraña de La Mancha la dulce singladura del discurrir de los días.