Los trabajos para plantar árboles han arrasado uno de los tres fortines de asedio que rodeaban la ciudadela cántabra de La Loma, en la localidad palentina de Santibáñez de la Peña.
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El campamento romano ha dejado de existir después de haber permanecido intacto desde el 26 o el 25 a.C |
Un bulldozer ha destrozado uno de los tres campamentos militares romanos que rodeaban a la ciudadela fortificada cántabra de La Loma, perteneciente a la localidad palentina de Santibáñez de la Peña. El consejero de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León ha asegurado que intervendrán tras el “quebranto irreparable” en el yacimiento.
El consejero ha explicado que este espacio —que no es BIC, pero sí tiene una protección como enclave arqueológico— está compuesto por tres campamentos romanos que rodean a un castro cántabro, y uno de los 'castellum' romanus ha sido “destrozado” con la pala de un 'bulldozer' a instancias de la Junta Vecinal de las Heras de la Peña, propietaria del terreno, quien según Santonja, en declaraciones recogidas por EFE, iban a plantar árboles en la zona, algo que ha aseverado que “no se entiende” y constituye un “quebranto verdaderamente irreparable”.
“En cualquier caso una intervención de esta naturaleza para hacer una plantación de árboles requiere de la tramitación unos permisos”, ha indicado el consejero. El titular de Cultura ha asegurado que en el lugar ya ha intervenido el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y la cuestión está en manos de la Justicia.
“Las multas son cuantiosas, el máximo son 600.000 euros y nuestra intención no es ir por la parte baja del espectro sancionador”, ha apuntado.
“Nuestra intervención tiene que ser contundente, porque esto no se puede admitir ni se puede justificar de ninguna manera”, ha remarcado el consejero, al tiempo que ha explicado que la Junta tuvo noticia de estos hechos la noche del jueves y el viernes el director general de Patrimonio visitó el lugar para conocer los daños y reunirse con el alcalde de la localidad, Manuel Maza, quien se mostró “desolado al no entender lo que había pasado, porque a él no se le había pedido ningún permiso”.
(Fuente: El Diario)