La intervención del arqueólogo Miguel San Claudio en la rampa de varado saca a la luz restos de ánforas
Las obras de prolongación de la rampa de varado del puerto de Panxón se han reanudado esta semana con un control arqueológico que dirige el especialista en hallazgos submarinos Miguel San Claudio y que ha sido contratado por Portos de Galicia. Los resultados están siendo muy productivos hasta el momento. A pesar de que la zona en la que se trabaja es bastante reducida, no más de 30 metros cuadrados, están saliendo a la luz una gran cantidad de restos. La mayor parte de ellos proceden de la época romana y son sobre todo restos de ánforas y objetos de cerámica. Probarían la existencia de relaciones comerciales entre Panxón y otros puertos hacia el siglo IV de nuestra era.
Zona de decantación del alfar romano encontrado en la playa de A Madorra, en Panxón en 3007. |
El material servirá para continuar reconstruyendo la prehistoria de O Val Miñor en una zona de gran interés para los especialistas. La arqueóloga Rosa Villar ya descubrió en el año 2007 el único alfar romano del que se tiene noticia en Galicia, a poca distancia de donde trabaja en la actualidad Miguel San Claudio. Se trata de un centro de producción de objetos de arcilla que se comercializaba con otras civilizaciones por vía marítima. «Estoy seguro que algunas de las piezas que estamos encontrando en esta intervención vienen de ese alfar» manifestó ayer por la mañana Miguel San Claudio.
Tras el trabajo de campo deberá realizarse un análisis de todos los objetos que vayan apareciendo. Lo más probable es que los restos arqueológicos acaben siendo custodiados en el Museo do Mar de Galicia en Vigo. El control arqueológico permite que se puedan reanudar los trabajos de remodelación del puerto pesquero, que Patrimonio paralizó al comprobarse indicios de un posible yacimiento.
La terminación de la rampa es la última actuación que estaba prevista en el proyecto presupuestado en un millón de euros. Las obras han permitido reordenar el tráfico rodado en la zona portuaria, así como la colocación de una pasarela de madera para potenciar el carácter peatonal del entrono.
Todavía queda pendiente la creación del dique de abrigo que demandan los pescadores, desestimada por el momento.
(Fuente: La Voz de Vigo / Alejandro Martínez)