google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: A-40
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8 de abril de 2012

Olvido y abandono del yacimiento romano de Carrascosa del Campo (Cuenca)

Se cumplen cinco años desde que la Dirección General de Patrimonio resolvió exponer el material encontrado en el Museo Arqueológico de Cuenca, realizar unas jornadas en la localidad conquense y colocar un panel informativo en la zona, sin haber resuelto todavía dichas promesas.
Estado del yacimiento junto a la autovía A-40.
Foto: Paloma Torrijos.

Las construcciones de la A-40, del AVE o de la tubería manchega han sacado a la luz en estos últimos años numerosos yacimientos paleolíticos y arqueológicos. Las obras del AVE a su paso por Fuentes dejaron al descubierto el patrimonio paleontológico de la provincia, referente mundial del Cretácico.

En el caso de la A-40, el trazado desde la capital hasta Tarancón para enlazar con la A-3, desveló que la zona era rica en yacimientos. A la altura de Carrascosa del Campo, Campos del Paraíso, las excavadoras descubrían un yacimiento ibérico con perduración hasta época del Imperio romano, que en la actualidad permanece escondido, ocultado bajo el asfalto de la autovía.

Probablemente muchos conquenses y turistas que utilizan la A-40 desconocen que dicha autovía tuvo que detenerse en su ejecución durante un mes allá por marzo de 2006, cuando se descubrió, junto al trazado y en el margen izquierdo en dirección a Tarancón a unos dos kilómetros de la población, un importante yacimiento datado entre los años 600 y 300 a.C, conocido como ‘Fuente de la gota’.

El hallazgo no era único, pero tenía interés
Un grupo de 20 personas se encargaba de retirar rápidamente los objetos de gran valor encontrados y almacenarlos, por temor de que fueran expoliados. Vasijas, tinajas, piedras de molino, indicaban que se trataba de un poblado de artesanos que trabajaban el barro y fundían los metales.

El yacimiento contaba con un barrio residencial, con viviendas y necrópolis, que albergaban aún restos óseos humanos. La buena conservación de lo hallado sorprendió en su momento al equipo arqueológico y técnicos de la Dirección General de Patrimonio que decidió en un principio el estudio de su planimetría, y la realización de fotos aéreas para determinar la importancia del yacimiento.

Las primeras apreciaciones determinaron que dicho hallazgo no era único, pero sí tenía interés. Sin embargo, Patrimonio decidió en primera instancia que los restos hallados serían sepultados para no interrumpir el desarrolló normal del trazado de la autovía, tal y como había ocurrido en otros yacimientos encontrados, caso del de Atalaya del Cañavate. Unos paneles informativos en el lugar y unas jornadas de arqueología a celebrar en Carrascosa del Campo recordarían la presencia del asentamiento romano.

Finalmente se acordó convertir el yacimiento en no visitable y pasar el trazado de la A-40 por encima, tal y como estaba previsto. La noticia aparecida en los medios de comunicación, aquel 12 de enero de 2007, fue la última conocida en torno al descubrimiento. Nada se sabe del panel informativo o de las jornadas arqueológicas a realizar en la localidad conquense. El material datado vendría a ser expuesto en el Museo Arqueológico de Cuenca, que para aquellas fechas contaba con un proyecto de remodelación y ampliación para albergar, entre otras piezas de la provincia, las halladas en dicho yacimiento.

La zona es rica en yacimientos, (Se encontraron otros de similares características durante la realización de las obras de canalización para trasvasar agua a Ciudad Real y Toledo desde el Trasvase Tajo-Segura, conocida como Tubería manchega), ya que era atravesada por una vía romana que iba desde Segóbriga a Ercávica, a un paso del complejo minero de lapis specularis de Olmedilla, y también por el paso de la vía trashumante desde Beteta a tierras del sur de la península.

Otro de los yacimientos, el Cerro de la Muela, excavado por la Universidad Guelph de Ontario (Cánada), fue un centro de varios gremios que usaron probablemente las conducciones de agua existentes y las calzadas romanas.

El carácter de urgencia de las obras de la A-40 sepultó definitivamente el yacimiento encontrado por azar y le sumió en el más absoluto de los olvidos. Tampoco lo prometido por la administración para compensar se cumplió y el hallazgo, patrimonio histórico de Cuenca, quedó definitivamente en el abandono.
(Fuente: Voces de Cuenca / J. López)