google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Ángel Fuentes Domínguez
Mostrando entradas con la etiqueta Ángel Fuentes Domínguez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ángel Fuentes Domínguez. Mostrar todas las entradas

13 de octubre de 2015

El yacimiento de la 'Pirámide de Cañete' podría ser del siglo III a. C., y fue descubierto en los años 70

El arqueólogo José Vicente Pérez de la Sierra, recuerda que el cerro cañetero fue estudiado dentro de un programa de RTVE llamado 'Misión rescate' en los años 70. Respecto a que una persona que no es profesional de la arqueología haya realizado trabajos en el lugar, señala  que el lugar "no estaba vallado", y critica "que la administración no haya hecho nada en más 40 años para protegerlo de posibles intrusos".
El cerro donde se encuentra la 'Pirámide de Cañete', conocido como 'El Cabezuelo', ya estaba protegido desde el año 2004.
El yacimiento de la ‘Pirámide de Cañete' fue descubierto en los años 70 y alberga unos restos que estarían datados en el siglo III antes de Cristo. Estos dos datos han sido aportados por el arqueólogo José Vicente Pérez de la Sierra en una comunicación por carta que ha transcendido al diario conquense Vocesdecuenca.es.

Pérez de la Sierra cita el capítulo ‘Un nuevo espacio histórico: El proceso de romanización en Castilla-La Mancha', firmado por Rubí Sanz Gamo, extraído del libro colectivo ‘Castilla-La Mancha en época romana y antigüedad tardía' de la Editorial Almud. El libro fue coordinado por el conquense Ángel Fuentes Domínguez, profesor de Arqueología en la Universidad Autónoma de Madrid, y en este, Sanz Gamo afirma que "los poblados celtíberos del siglo III antes de Cristo mantenían caracteres originados en tiempos anteriores, entre los que cabe citar las murallas adaptadas a la topografía, levantadas mediante dos paramentos verticales… Con relleno interior de piedras… Este tipo de estructuras defensivas se extendieron por la provincia de Cuenca, los muros ciclópeos en Cañete…".

Según el arqueólogo, "esta referencia algo imprecisa porque no cita el nombre del yacimiento al que se refiere, sin duda al oppidum (cerro fortificado, en latín) corresponde al que hay detrás de una casita blanca, junto al río, a la derecha de la carretera Cuenca-Utiel, dirección Cañete cuando se accede a ella desde la que pasa por Fuentelespino y deja a un lado Boniches".

Rubí Sanz Gamo, autora de la cita, fue directora del Museo Arqueológico Nacional entre los años 2004 y 2010, consejera de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha entre 1999 y 2000, y directora del Museo de Albacete entre 1983 y 2004. Tras su marcha del Museo Arqueológico Nacional, volvió al Museo de Albacete, cerrado desde 2007 y que reabrió en el año 2011.

‘MISIÓN RESCATE'
Sobre la fecha del descubrimiento del yacimiento, De la Sierra, que fue colaborador del Museo de Cuenca y ha realizado estudios junto con María Isabel Martínez Navarrete sobre la sima del cerro de la ‘Cabeza de la Fuente' de la cercana Boniches; o en solitario sobre el yacimiento de la Pata de la Yegua en Landete, entre otros; recuerda que fue hallado dentro del programa ‘Misión rescate'.

‘Misión rescate' fue un programa creado en 1967 que tenía por objetivo "fomentar entre los escolares de primera enseñanza bajo la dirección de sus respectivos maestros la localización de objetos de valor artístico o histórico que actualmente se hallen desconocidos u olvidados". Organizado por Radio Nacional de España en colaboración con la Dirección General de Bellas Artes y al que la Subsecretaría de Turismo añadía un premio especial para recompensar "el trabajo de rescate de aquel objetivo que, junto a sus valores artísticos e históricos, ofrezca más claras posibilidades de promoción turística", según se señalaba en la resolución de creación del galardón, publicada el 10 de abril de 1967.

Dentro del programa, grupos de rescate formados por cuatro o cinco alumnos de entre nueve y trece años realizaban batidas de búsquedas arqueológicas o investigaban acerca de objetos de valor arqueológico, dirigidos por su maestro. Según De la Sierra, el maestro de Cañete llegó a recibir una medalla junto con su grupo por el estudio del singular cerro. Expertos en arqueología actuales critican aquel programa, dado que según sostienen, la metodología utilizada por los grupos de rescate no fue la adecuada, causando daños al patrimonio o a su investigación.

José Benedicto recuerda que las pinturas rupestres de Villar del Humo fueron descubiertas en circunstancias similares, con el maestro del pueblo Amado Ruiz dirigiendo el grupo de rescate 278, según también recoge ABC en su edición del 2 de febrero de 1968. La actuación estuvo avalada en su momento por el delegado provincial de Excavaciones Arqueológicas, Francisco Suay, quien por cierto fuera promotor del Museo Arqueológico de Cuenca tras realizar trabajos en el yacimiento de Valeria.

"EL LUGAR NO ESTABA VALLADO"
Por otra parte y respecto a que una persona que no es profesional de la arqueología haya realizado trabajos en el lugar, con los posibles daños que haya podido ocasionar, Pérez de la Sierra señala en su carta que "el yacimiento ya ha sido violado en repetidas ocasiones". Por su parte, Benedicto añade que el lugar "no estaba vallado", criticando "que la administración no haya hecho nada en más 40 años para protegerlo de posibles intrusos".

El cerro donde se encuentra la 'Pirámide de Cañete', conocido como 'El Cabezuelo', ya estaba protegido desde el año 2004, al figurar en el Inventario de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha y en el Plan de Delimitación del Suelo Urbano de Cañete, además de estar recogido en la Carta Arqueológica Patrimonial del municipio. Y es que según expertos en Arqueología, una de las mejores formas de mantener el patrimonio es que permanezca enterrado sin que nadie lo toque.

El servicio de Cultura y Patrimonio va a proceder ahora a revisar el daño que se le haya podido causar al patrimonio y solicitar a la persona que realizó la excavación, Manuel Abril, que deposite los bienes hallados. Entre ellos hay, según afirmó Abril una moneda ibérica, una lasca de sílex, un trozo de sigillata romana y lo que parece ser una cuenta de un abalorio.

2 de octubre de 2014

Descubren en Cástulo una patena en vidrio del S. IV

La patena del S. IV está realizada en vidrio de tonalidad verdosa tiene 22 cm. de diámetro y la decoración se realizó mediante la técnica del esgrafiado. Es una de las representaciones de Cristo más antiguas en la Península Ibérica.
La patena descubierta en Cástulo mantiene intacto más del 80% de su cuerpo. Foto: EL PAÍS
Las excavaciones en la ciudad ibero-romana de Cástulo, en Linares (Jaén), no paran de deparar gratas sorpresas. El último hallazgo ha sido el de una patena de vidrio con la imagen de Cristo y fechada en el siglo IV. La pieza, de 22 centímetros de diámetro y apenas cuatro centímetros de altura, está considerada ya como una de las manifestaciones de iconografía cristiana sobre este soporte más antiguas y mejor conservadas de la Península Ibérica, pues mantiene intacto más del 80% de su cuerpo.

La excepcionalidad de este hallazgo la han avalado algunos de los principales expertos en vidrio antiguo como Ángel Fuentes Domínguez, profesor de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid; Lucía Saguí, investigadora del Dipartimento di Scienze dell'Antichitá de Sapienza Universitá di Roma; y Anastassios Antonara, investigador del Museum of Byzantine Culture de Tesalónica de Grecia. Todos ellos han colaborado con los arqueólogos que participan en el proyecto Forvm MMX, que inició las excavaciones en 2011 en este conjunto arqueológico.

ICONOGRAFÍA CRISTIANA
La patena, que ha sido presentada la tarde de ayer en el Museo Arqueológico de Linares, está realizada en vidrio de tonalidad verdosa, y la decoración se realizó mediante la técnica del esgrafiado. El esquema compositivo muestra a tres personajes con aureola. La figura central es un Cristo en majestad flanqueado por dos apóstoles, probablemente Pedro y Pablo. La escena se desarrolla en el orbe celeste, enmarcado entre dos palmeras que, en la iconografía cristiana, representan, entre otras cosas, la inmortalidad, el más allá y el cielo.

Para el arqueólogo y documentalista David Expósito, la importancia de esta pieza radica en que ha aparecido dentro de un contexto histórico. Fue localizada en el interior de una de las estancias de un edificio destinado al culto religioso, erigido en la segunda mitad del siglo IV de nuestra era y abandonado aproximadamente un siglo después. “Nos va a permitir un estudio casi completo del simbolismo religioso de esa época, la relación con el uso litúrgico y al rito de la eucaristía”, agrega Expósito.

ESTILO ALEJANDRINO
La figura de Cristo, imberbe y con el cabello rizado al estilo alejandrino, se completa con algunos de los atributos propios: la cruz gemada en una mano, símbolo de la resurrección, y las sagradas escrituras en la otra. Además, a su lado se dispone el anagrama de Cristo, el crismón, elemento que enfatiza la realeza y divinidad. Las figuras laterales portan sendos rollos o rotulus legis.


Los arqueólogos de Cástulo señalan que la patena, junto al cáliz, eran los utensilios esenciales para la celebración del banquete ceremonial cristiano, la eucaristía. “Esta fue, desde un principio, su función litúrgica: recibir el pan consagrado para distribuirlo entre los fieles. Su presencia e importancia nos viene atestiguada en algunas fuentes antiguas, como el Liber pontificalis, en el que se describe su uso en el ceremonial”, asegura David Expósito.

ORIGEN EN ROMA O ALREDEDORES
Además, las investigaciones de los arqueólogos, aún en curso, han confirmado, mediante el análisis de los rasgos estilísticos y características técnicas de la patena, que su origen estaría en uno de los talleres de artesanía de vidrio más importantes de Roma o de sus alrededores. Esta área del imperio, a lo largo del siglo IV después de Cristo, se convirtió en un centro artístico de referencia, compitiendo con producciones similares elaboradas en talleres de la zona alemana del Rhin.


(Fuente: El País / Ginés Donaire) Foto inferior: El Mundo / Carlos García Pozo

.