Se trata de una pila de agua bendita que podría estar datada entre los años 1750 y 1850. Se encontraba a escasa profundidad junto a las actuales escalinatas situadas en la calle La Iglesia y ha sido depositada en el Museo Etnológico para su estudio. La pieza estaba desaparecida desde la Guerra Civil.
Los trabajos de reurbanización que se están llevando a cabo en el entorno de la Iglesia de Santa Ana, en la localidad alicantina de Elda, han sacado a la luz una pieza arqueológica del antiguo templo. En concreto, se trata de una pila benditera o pila de agua bendita que fue descubierta hace unas semanas durante el seguimiento arqueológico que se realiza a estas obras. El alcalde de Elda, Rubén Alfaro, ha explicado que «la pila se encontraba en la calle La Iglesia, a los pies de la escalinata de acceso a la puerta principal de la iglesia».
El regidor eldense ha presentado la pieza en un acto que ha tenido lugar en el Museo Etnológico y en el que también han estado presentes los concejales de Espacio Público e Inversiones, José Antonio Amat, y de Patrimonio Histórico, Iñaki Pérez, además del arqueólogo y cronista oficial de la ciudad, Gabriel Segura.
Rubén Alfaro ha afirmado que «a falta del estudio en profundidad de la pieza, dado que la intervención arqueológica continúa durante todo el desarrollo de las obras, los expertos nos indican que es lógico pensar que, por sus dimensiones, su decoración y su lugar de hallazgo estemos ante una de las pilas o la pila de agua bendita existentes en la entrada principal de la antigua iglesia de Santa Ana, destruida durante la Guerra Civil».
Por su parte, Gabriel Segura ha explicado que «la pieza, que podríamos datar entre mediados del siglo XVIII y mediados del siglo XIX, está conservada excepcionalmente bajo el asfalto, a escasos centímetros de la superficie, sin que nadie durante décadas tuviera o diera noticia de ella. Esta pila esta labrada en una sola pieza de piedra caliza, con unas dimensiones de 93,6 cm de diámetro y 49 cm de altura, ricamente ornamentada en el exterior con una decoración en la que, de forma alterna, cada uno de los gallones aparece decorado con muescas a modo de espigas de trigo».
En su interior, la pila presenta la lógica superficie cóncava para contener el agua, lisa y con un florón decorativo a modo de pétalos, también labrado en piedra, de cuyo centro sale un vástago metálico sobre que con toda probabilidad iría una cruz de madera o de piedra, no conservada. Por su forma cabe clasificarla como una pila fija, formada por tres partes: copa, fuste y base; de la cuales solo ha aparecido la copa, desconociendo el paradero del fuste y la base.
El arqueólogo ha destacado que «en su base conserva un gran orificio donde iría engastado el fuste circular, también de piedra y a modo de pequeña columna, que la mantendría en pie. Por tanto, la pieza cabe identificarla con una pila que contenía agua, previamente bendecida por un sacerdote, para que los fieles se persignaran a la entrada al templo. Este tipo de pilas benditeras por lo general son de tamaño medio, aunque algunas, como en el caso de esta de Elda, por su tamaño y decoración se asemejan más a auténticas pilas bautismales».
Dado que se trata de una pieza arqueológica cuyo hallazgo se ha producido en el contexto de una obra municipal en un espacio público, y en una intervención de seguimiento arqueológico autorizada por el Servicio Territorial de Cultura y Deporte, el destino de la pieza es incorporarse a los fondos museísticos municipales.
(Fuente: Ayuntamiento de Elda)

No hay comentarios:
Publicar un comentario