Ribera del Duero y la Universidad de Valladolid renuevan su apoyo a la investigación arqueológica en Pintia Vaccea. El convenio firmado ayer lunes garantiza que los trabajos arqueológicos e históricos puedan seguir desarrollándose durante los próximos meses.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero y la Universidad de Valladolid han firmado este lunes, 23 de junio, la renovación del convenio que mantiene su colaboración con el Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg. Este centro se encuentra en Padilla de Duero, en el municipio de Peñafiel, Valladolid. El acuerdo cumple ocho años y tiene como objetivo apoyar la protección, el estudio y la difusión de los restos arqueológicos de la zona conocida como Pintia Vaccea.
El profesor Carlos Sanz Mínguez dirige el Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg. Bajo su coordinación, el centro ha realizado campañas de excavación e investigación que han permitido conocer mejor la cultura vaccea. Esta civilización prerromana tuvo una gran influencia en la cuenca del Duero antes de la llegada de Roma. El trabajo desarrollado en Pintia Vaccea ha permitido descubrir cómo vivían sus habitantes y cuál era su relación con el vino.
La zona arqueológica de Pintia fue declarada Bien de Interés Cultural en 1993. Se extiende por Padilla de Duero, Peñafiel y Pesquera de Duero. En este lugar se estudia, entre otros temas, la Arqueología del Vino. Los investigadores analizan cómo surgió la vid, cómo se domesticó y cómo se distribuía y consumía el vino en la Antigüedad. El vino era un producto reservado a personas con poder y se utilizaba en ceremonias religiosas o sociales especiales.
Los hallazgos realizados en Pintia permiten entender mejor las raíces históricas de la Ribera del Duero. La información obtenida conecta el pasado con el presente vitivinícola de esta comarca, que hoy es una referencia en Europa por la calidad de sus vinos. El trabajo del centro ha servido para acercar estos conocimientos al público general y reforzar la identidad cultural de la zona.
La renovación del convenio supone una nueva muestra del compromiso social y cultural del Consejo Regulador de la D.O. Ribera del Duero. La entidad, junto a bodegas y viticultores, impulsa acciones que van más allá de la producción vinícola. Su objetivo es conservar el patrimonio histórico y promover una visión integral del territorio basada en la sostenibilidad y el respeto a las raíces.
Enrique Pascual, presidente del Consejo Regulador, ha explicado que esta alianza con la Universidad de Valladolid y el centro arqueológico responde a la voluntad de preservar la historia e identidad local. Según Pascual, conocer el pasado es necesario para comprender el valor cultural del vino que se produce actualmente en Ribera del Duero. El Consejo Regulador continuará apoyando iniciativas que unan patrimonio, sostenibilidad y comunidad.
El convenio firmado este lunes garantiza que los trabajos arqueológicos e históricos puedan seguir desarrollándose durante los próximos meses. La colaboración entre instituciones públicas y privadas permite mantener proyectos científicos que contribuyen al conocimiento y conservación del legado vacceo en Castilla y León.
(Fuente: Vinetur)
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