A través del análisis de los restos cerámicos y los sedimentos recuperados, se podrán identificar semillas, polen y otros restos vegetales que revelen los cultivos y alimentos que formaban parte de la dieta en la época de la romanización.
El castro de Pereiras, en la localidad pontevedresa de Mos, sigue proporcionando revelaciones históricas de gran valor. Durante la sexta campaña de excavaciones, el equipo de Castelos no Aire, en colaboración con Tempos Arqueólogos, ha hecho un descubrimiento clave: dos silos romanos de principios de nuestra era, con unos 2.000 años de antigüedad. Este hallazgo permitirá profundizar en el estudio de la dieta y las costumbres alimentarias de los habitantes del castro en sus primeros contactos con la cultura romana.
«Trátase de dous buracos no xabre, que son dous posibles silos contemporáneos do castro, polo tanto de hai algo máis de 2.000 anos, porque cando chegan os romanos deixan de empregarse», explica Mario Pereiro, director de la excavación. Estas estructuras, que datan de los inicios de la romanización en Galicia, son los precursores de los horreum romanos y de los actuales hórreos gallegos, utilizados para almacenar grano y otros productos agrícolas. Su hallazgo es especialmente relevante porque no son estructuras fáciles de encontrar y, en este caso, la excavación solo ha sido posible gracias al apoyo financiero de la comunidad de montes de Pereiras.
Los silos encontrados ofrecen una oportunidad única para conocer las prácticas agrícolas y la dieta de los habitantes del castro en los primeros siglos de nuestra era. A través del análisis de los restos cerámicos y los sedimentos recuperados, se podrán identificar semillas, polen y otros restos vegetales que revelen los cultivos y alimentos que formaban parte de la dieta en la época de la romanización. Desde la variedad de trigo o cebada y centeno que plantaban hasta lo que consumían y cultivaban dentro del castro en la época, facilitando también estos análisis su cronología más concreta.
«Ademais de profundizar no coñecemento da dieta das comunidades humanas de hai 2.000 anos, poderán facerse outros estudos en campos máis alá da antropoloxía, como no campo biolóxico para investigar a evolución da agricultura ao longo da historia, por exemplo», comenta Mario Pereiro, subrayando que los silos también abren nuevas líneas de investigación en otros campos, como la biología y la evolución de la agricultura en Galicia. «Para todos os estudos de dieta e de alimentación fan falta moitísimos datos. É algo singular e moi importante ter localizados estes silos dos que non lembro paralelos na zona», concluye.
Con una superficie total estimada de dos hectáreas, el castro de Pereiras sigue siendo un lugar de sorprendente potencial para comprender la transición entre las culturas galaica y romana en el noroeste de la península.
«O seguinte paso é facer o proxecto de consolidación», avanza Mario Pereiro, quien también apunta que, a pesar de las limitaciones de espacio en el área excavada, el potencial de los descubrimientos continúa siendo enorme.
Durante esta excavación también se han localizado dos construcciones más en el recinto, por lo que ya son ocho los edificios auxiliares descubiertos en este perímetro de trabajo, lo que subraya la riqueza y complejidad del asentamiento.
El objetivo de esta sexta intervención era profundizar en el conocimiento de la gran Domus Romana descubierta en el mes de noviembre, y los expertos han conseguido desenterrar más de la mitad del edificio que tiene una superficie de más de 200 metros cuadrados..
Como parte de los hallazgos más recientes en el castro de Pereiras, se han identificado elementos clave que confirman la importancia de este asentamiento como centro metalúrgico de la región durante la época de la romanización. La localización de esta mansión romana, con su arquitectura claramente diferenciada de las típicas edificaciones galaicas, ha llevado a los arqueólogos a formular varias teorías sobre su origen. Mario Pereiro, director de la excavación, plantea que la construcción podría haber sido obra de un habitante del castro que, tras haber estado en contacto con la cultura romana, regresó a Pereiras y replicó los estilos arquitectónicos que conoció. Alternativamente, podría tratarse de un romano destinado a la zona con el propósito de supervisar la producción de metales o incluso de oro, dada la relevancia del castro en ese sector. «O edificio está bastante afectado pola construción, pero ben delimitado para continuar a traballar», indica el experto.
«Ademais de profundizar no coñecemento da dieta das comunidades humanas de hai 2.000 anos, poderán facerse outros estudos en campos máis alá da antropoloxía, como no campo biolóxico para investigar a evolución da agricultura ao longo da historia, por exemplo», comenta Mario Pereiro, subrayando que los silos también abren nuevas líneas de investigación en otros campos, como la biología y la evolución de la agricultura en Galicia. «Para todos os estudos de dieta e de alimentación fan falta moitísimos datos. É algo singular e moi importante ter localizados estes silos dos que non lembro paralelos na zona», concluye.
Con una superficie total estimada de dos hectáreas, el castro de Pereiras sigue siendo un lugar de sorprendente potencial para comprender la transición entre las culturas galaica y romana en el noroeste de la península.
«O seguinte paso é facer o proxecto de consolidación», avanza Mario Pereiro, quien también apunta que, a pesar de las limitaciones de espacio en el área excavada, el potencial de los descubrimientos continúa siendo enorme.
Durante esta excavación también se han localizado dos construcciones más en el recinto, por lo que ya son ocho los edificios auxiliares descubiertos en este perímetro de trabajo, lo que subraya la riqueza y complejidad del asentamiento.
El objetivo de esta sexta intervención era profundizar en el conocimiento de la gran Domus Romana descubierta en el mes de noviembre, y los expertos han conseguido desenterrar más de la mitad del edificio que tiene una superficie de más de 200 metros cuadrados..
Como parte de los hallazgos más recientes en el castro de Pereiras, se han identificado elementos clave que confirman la importancia de este asentamiento como centro metalúrgico de la región durante la época de la romanización. La localización de esta mansión romana, con su arquitectura claramente diferenciada de las típicas edificaciones galaicas, ha llevado a los arqueólogos a formular varias teorías sobre su origen. Mario Pereiro, director de la excavación, plantea que la construcción podría haber sido obra de un habitante del castro que, tras haber estado en contacto con la cultura romana, regresó a Pereiras y replicó los estilos arquitectónicos que conoció. Alternativamente, podría tratarse de un romano destinado a la zona con el propósito de supervisar la producción de metales o incluso de oro, dada la relevancia del castro en ese sector. «O edificio está bastante afectado pola construción, pero ben delimitado para continuar a traballar», indica el experto.
(Fuente: La Voz de Galicia // Mónica Torres)
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