google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Resultados de la búsqueda de José Ramos
Mostrando las entradas para la consulta José Ramos ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta José Ramos ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

30 de octubre de 2015

Documentan los restos de dos campamentos romanos de las Guerras Cántabras

Se trata de dos asentamientos de entre 9 y 11 hectáreas ubicados en Cantabria y en el área divisoria con la comarca de Pernía en Palencia (Castilla y León). Ambos cuentan con plantas más o menos rectangulares, esquinas redondeadas y contienen defensas en forma de terraplén, combinado en uno de los casos con un foso al exterior, por lo que podrían haber estado ocupados por sendas legiones.
Arqueólogos trabajando en el yacimiento de Monte Bernorio el pasado verano.
FOTO: EL NORTE DECASTILLA / NURIA ESTALAYO
Los arqueólogos cántabros José Ángel Hierro, Eduardo Peralta, Enrique Gutiérrez y Rafael Bolado han localizado los restos de dos campamentos romanos de campaña en los montes del sur de Liébana que podrían estar relacionados con el episodio histórico del monte Vindio de las Guerras Cántabras.

Se trata de dos asentamientos de entre 9 y 11 hectáreas ubicados en Cantabria y en el área divisoria con la comarca de Pernía en Palencia (Castilla y León), concretamente en los altos de Castro Negro y Vistrió.

Por su situación a 1.900 y 1.500 metros de altitud, respectivamente, y a una distancia entre ellos de unos 13 kilómetros en línea recta, los investigadores creen que desde ahí sus moradores controlaban los importantes pasos naturales de los puertos de Riofrío y de Sierras Albas.

Ambos cuentan con plantas más o menos rectangulares, esquinas redondeadas y contienen defensas en forma de terraplén, combinado en uno de los casos con un foso al exterior, por lo que podrían haber estado ocupados por sendas legiones.

PUERTAS EN CLAVÍCULA
"Es muy significativa la presencia de 'puertas en clavícula', un tipo de estructuras presente en otros enclaves de las Guerras Cántabras, como Cildá o Campo de las Cercas, y que han permitido catalogarlos, sin lugar a dudas, como campamentos romanos de campaña", aseguran los arqueólogos.


La presencia de estos dos asentamientos en alta montaña y la existencia cercana del topónimo 'Binduey' -'Vindoey', en la Edad Media- han permitido a los investigadores plantear la tesis de que el descubrimiento sea escenario del episodio del monte Vindio, que tuvo lugar durante los enfrentamientos entre el Imperio romano y los distintos pueblos astures y cántabros, conocidos como Guerras Cántabras.

A la espera de concluir los estudios, el hallazgo de estos dos campamentos romanos parece ratificar la opción del macizo de Peña Prieta a la hora de ubicar de forma exacta uno de los lugares más singulares de la historia antigua de Cantabria.

IMÁGENES LIDAR
La revisión de las colecciones de ortofotografías aéreas disponibles en Internet permitió una primera identificación de los recintos que ha sido corroborada por los investigadores en fechas recientes mediante el procesamiento de las imágenes LIDAR.

Gracias a esta nueva técnica de teledetección, basada en el uso del láser para la obtención de una muestra densa de la superficie de la tierra, pueden ser identificadas estructuras que, hasta ahora, pasaban desapercibidas a los ojos de los investigadores.

Además de estos dos nuevos yacimientos, este equipo de investigadores ha localizado otras estructuras similares en distintas zonas de Cantabria, contribuyendo así a la ampliación del conocimiento sobre la conquista romana de la región y la resistencia que ofrecieron sus habitantes.

19 de abril de 2013

Excavaciones para acreditar el origen romano del yacimiento de Tossal de la Cala (Benidorm)

Con estas excavaciones se pretende ahora descubrir los restos de la muralla que cerraría el recinto durante su cara norte y que terminarían de constatar que se trató de un "castellum romano" y no de un asentamiento íbero como se pensaba hasta ahora.
Encontrar los restos de la muralla que constaten que lo que hoy es el yacimiento arqueológico del Tossal de La Cala fue en su día una fortificación militar romana. Éste es el objetivo de la campaña de excavaciones que llevarán a cabo entre el 1 y el 12 julio el Ayuntamiento de Benidorm y la Universidad de Alicante en el monte Tossal por un equipo de diez voluntarios. 
Aunque desde los años 40 se han hecho diversas intervenciones
en el yacimiento, estas serán las primeras excavaciones.
Foto: David Revenga.

"Vamos a constatar con el descubrimiento de la muralla lo que ya sabemos por los datos que hemos venido recogiendo", aseguró ayer la arqueóloga de la Universidad que dirigirá el equipo técnico Feliciana Sala. La concejal de Patrimonio, Eva Mayor, aseguró ayer que ésta serán las primeras excavaciones que se realicen en la zona gestionadas por el Ayuntamiento, aunque desde los años 40 se han hecho distintas actuaciones en la zona a la búsqueda de restos arqueológicos.

Fortificación romana

Los últimos estudios realizados por la Universidad de Alicante apuntan a que el yacimiento data del siglo I antes de Cristo, 300 años más tarde de lo que se pensaba y no fue un poblado íbero, sino que se trató de una fortificación militar romana. Para llegar a estas conclusiones, los arqueólogos han tenido que ir uniendo todas las informaciones dispersas que había sobre los hallazgos arqueológicos realizados en la zona o en otros yacimientos similares y ponerlos en común, como uniendo las piezas de un rompecabezas.

 Sala explicó que el yacimiento se encuentra desde la cota 85 hasta la cima del monte, lo que contribuye a la conclusión del origen militar de la fortaleza durante las llamadas guerras sertorianas romanas. En esta línea, se han encontrado otras construcciones similares en Altea, Calp, Teulada y Dénia. 

Las estancias visibles se corresponderían a viviendas de los soldados
romanos. Foto: David Revenga. 
En el Tossal se han desenterrado restos de armamentos y utensilios de la vida cotidiana, como instrumental médico y quirúrgico, que apuntan a que sus habitantes fueron romanos. 

Las hipótesis de los investigadores no descartan la presencia de íberos en el Tossal y se inclinan a pensar que los que se estaban allí fueron integrados como tropas auxiliares. Las estancias visibles que hay en los restos arqueológicos corresponderían a viviendas de los soldados romanos.

En los años 40 el yacimiento fue excavado por el Padre Belda; Miquel Tarradell y Alejandro Ramos en los 50; y en 1984, Francisco García Hernández. El equipo de la Universidad de Alicante ya lleva tres años investigando tanto éste como otros yacimientos próximos y recientemente ha renovado la subvención que recibían del Gobierno central para proseguir su tarea de descifrar la historia.

Con estas excavaciones se pretende ahora descubrir los restos de la muralla que cerraría el recinto durante su cara norte y que terminarían de constatar que se trató de un "castellum romano".

La experta de la Universidad de Alicante descartó que la edificación que se levantó en la zona durante los años 80 hayan destrozado el yacimiento aunque señaló que sí podrían haber sido afectados por las obras de la carretera.


La concejal de Patrimonio señaló que el siguiente paso una vez que se localicen los restos de la muralla será tratar de consolidar este yacimiento, para lo que habría que buscar fórmulas de financiación. "Somos una de las concejalías con un presupuesto más limitado, por lo que habrá que ver qué medios se buscan para garantizar la conservación", dijo.

Patrocinadores privados para lograr financiación

La edil de Patrimonio, Eva Mayor, repitió en hasta dos ocasiones en la rueda de prensa que su concejalía es una de las más pobres del Ayuntamiento. Por este motivo, se ha tenido que acudir a la busca de patrocinadores privados que puedan aportar su granito de arena para estos trabajos. El hotel Poseidón de Benidorm colaborará en la iniciativa encargándose de dar de comer al equipo de diez voluntarios que trabajará en la zona. Asimismo, la concejal no descartó que en un futuro, una vez que hayan salido a la luz los restos de la muralla, se pueda recurrir a empresas o a otros medios para obtener fondos para garantizar la conservación de los restos. Recientemente, el Ayuntamiento ya acometió una campaña de limpieza en el yacimiento en la que se extrajeron más de 700 kilos de escombros que permitieron descubrir zonas donde trabajar.

21 de septiembre de 2022

Primer paso para rehabilitar el Castellar de Elche (Alicante)

Con este proyecto, que ha recibido una ayuda de 24.000 euros, se pretende adecentar la zona, realizar una pequeña cata, y consolidar los restos del Edificio I (hay también un Edificio II y III) para su puesta en valor.
Restos del Edificio I del Castellar, una gran fortaleza cuadrangular

La conselleria de Cultura hizo público el pasado viernes la concesión de una ayuda de algo más de 24.000 euros al Ayuntamiento para el proyecto de estudio, consolidación y puesta en valor del Yacimiento del Castellar de la Morera, un relativo desconocido del patrimonio local. Tanto a nivel general, como explícitamente a nivel arqueológico, ya que se reconoce la funcionalidad defensiva del yacimiento, procedente de época califal, del siglo X y algo de principios del XI. Con este proyecto impulsado por el arqueólogo municipal, Víctor Cañavate, se pretende adecentar la zona, realizar una pequeña cata, y consolidar los restos del Edificio I (hay también un Edificio II y III) para su puesta en valor. 

La puerta a posibles futuras actuaciones.
En este sentido, desde la concejalía de Urbanismo, donde está adscrito el arqueólogo, se solicitó una subvención de 48.287 euros, financiados al 50% por ambas administraciones. Se ha calculado un plazo para la actuación de cuatro meses, teniendo que cumplir con el calendario para obtener la financiación autonómica. La iniciativa consiste en la limpieza del patio de la zona fortificada para poder seguir estudiándola, continuar con una pequeña prospección arqueológica en el conocido como 'Edificio I', con sus dos estancias y rematar un muro. También se ha planteado indicar los dos accesos y sendas por el pantano con una pequeña cartelería para poder facilitar. Así como vallar el recinto por vandalismo. A priori, la idea es que este sea el punto de arranque para futuras actuaciones que apuesten por una puesta en valor de todo el recinto. Pero, ¿qué es el Castellar de la Morera?

¿Qué era el Castellar de la Morera?
Se trata de un asentamiento islámico del siglo X-XI. Aunque se pensaba que podía ser de primera época de conquista, era una construcción califal. En ella se encontraron "niveles de tardorromano, debe haber del siglo V y VI y de la época del Bronce, pero la gran estructura es califal", explica Sonia Gutiérrez, catedrática de Arqueología de la Universidad de Alicante, quien estuvo excavando hace una década el yacimiento con José Luis Menéndez (conservador del MARQ) y Pierre Guichard, destacado hispanista francés que ha fallecido recientemente y que ha realizado investigaciones claves sobre el mundo de Al-Ándalus. De aquella excavación en tres puntos siempre en la parte alta, tanto en la parte de la muralla como en una zona de casas, se sacó la datación histórica, así como una posterior exposición del MARQ, con su respectivo catálogo.

Así pues, se trata de un complejo del que lo que se sabe a ciencia cierta su funcionalidad defensiva "clara". "Puede ser una instalación de algún grupo, o grupos de tropas; quizá una estructura de control, una Alcazaba", señala Gutiérrez, quien destaca que con esa función y el hecho de estar en altura permitía vigilar la zona de Elche y Aspe. "Es un asentamiento muy grande, con una muralla importante y varias hectáreas (13,4). Algunos autores dicen que fue un campamento (al-‘Askar), otros que un asentamiento o punto de control de época califal de final del siglo IX". O un poblado fortificado, un hisn. Su situación le confería en su época las características idóneas como defensa natural, aislada y protegida por tres de sus costados y orientación al mediodía, única zona accesible cuyo plano inclinado desciende hasta la cota de 140 metros. Se encuentraba estratégicamente defendido por una sucesión de terrazas amuralladas hasta alcanzar en el ángulo más elevado, al Nordeste, un cuartel o edificación principal fortificada. 

En cualquier caso, para la catedrática este asentamiento fortificado y en altura, refuta las teorías de que la población fue abandonando unos asentamientos por otros en el municipio de forma 'rotatoria', "no es que vayan de La Alcúdia a otro sitio. Ils es una medina cuyos restos más antiguos son del siglo X, y este asentamiento tiene unas características muy particulares. Todavía es una incógnita". Y señala que toda esa zona está llena de asentamientos como el Caramoro, "pero los niveles islámicos son muy homogéneos, del momento en que se está empezando a crear la ciudad, pero no está probado que fueran rotando".

Más actuaciones para conocer más
En este sentido, desde el departamento se ha estado asesorando al servicio de arqueología municipal para el proyecto de actuación que se ha diseñado. Se trata de un yacimiento muy importante en un paraje también singular, al norte del pantano. Tras la excavación de hace algo más de una década, quedó a la espera de que se incardinara en un proyecto integral, que ahora el Ayuntamiento y el arqueólogo municipal se han tomado en serio, y que debería permitir concretar más sobre esta gran fortaleza cuadrangular. Las excavaciones de entonces también presentaron problemas porque la ubicación es complicada al estar en altura. De hecho, un particular, tiempo después, tras repoblaciones naturales, habían quedado fragmentos cerámicos en la superficie, por lo que se donaron al Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE). "Es decir que tuvo una parte importante de participación de la gente, relevante también en el patrimonio", apunta Gutiérrez.

Trabajos previos durante el siglo XX
Por otra parte, cabe resaltar, cómo no, que aunque en tiempos recientes se han realizado estas catas arqueológicas, con una prospección sistemática, ya había documentación previa gracias a la labor de Pere Ibarra y de Alejandro Ramos Folqués, así como del extinto Geia (Grupo Ilicitano de Estudios de Arqueología), que hizo un plano del conjunto. En definitiva, un yacimiento que puede ayudar a seguir entendiendo el desarrollo del municipio en su época islámica ya que según se concluyó tras las catas, el Castellar puede ser la clave para comprender mejor el hiato existente entre el registro del abandono de Ilici (La Alcudia) y la fundación de madinat Ilš en su actual emplazamiento; "el tiempo en el que Ilici dejó de ser Ilici e Ilš comenzó a convertirse en Elx, a la sombra del Castellar".

De hecho, gran parte de los materiales documentados en el yacimiento se corresponden con productos que se realizaron realizados en los alfares de la cercana ciudad de Ilš. Asimismo, en los años de las excavaciones, trascendió el descubrimiento de un yacimiento muy similar en el Ribat Hargha, en Igiliz (Marruecos), en una estructura que podía corresponderse con la jefatura rural de una tribu almohade. Así pues, muchas piezas aún por colocar en un gran puzle que con esta ayuda autonómica y el proyecto arqueológico se puede volver a seguir completando. El recinto amurallado es de 105.505,26 m2, la zona arqueológica de 409.946,85 m2 y el área de protección afecta de 549.238,36 m2. Un Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2006, con su Plan Especial de Conservación, que estaba a la espera de actuaciones.