google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

11 de julio de 2017

Descubren grabados rupestres "excepcionales" en una cueva de Rentería (Guipúzcoa)

Las siluetas de animales se grabaron sobre arcilla hace 14.000 años en la cueva de Aitzbitarte IV y su estado de conservación es «excepcional». Hay una galería en la cavidad que todavía no ha sido explorada.
Imagen de uno de los bisontes grabados con los dedos sobre la arcilla en la cueva de Aitzbitarte IV.
Un equipo de espeleólogos ha descubierto en la cueva de Aitzbitarte IV de Rentería (Guipúzcoa) unas imágenes que los arqueólogos consideran «excepcionales». El hallazgo se produjo en abril. Las quince representaciones que corresponden a bisontes, caballos y cérvidos, a las que hay que sumar dos vulvas, han sido datadas en el Magdaleniense Medio, es decir, hace unos 14.000 años. Algunas de las figuras fueron modeladas sobre las paredes de arcilla, lo que las hace «únicas» en la Península Ibérica.

El espacio donde se han hallado estos dibujos se encuentra entre las cuevas IV y V de Aitzbitarte, en la zona de Landarbaso. Los espeleólogos Javier Busselo, Sergio Laburu y Ainara Rodríguez, del grupo de Félix Ugarte, se adentraron en la cueva para explorar una serie de chimeneas. Trabajan allí desde 2014 en colaboración con el equipo del arqueólogo Diego Garate, prehistoriador del Museo de Arqueología de Vizcaya. «Ellos nos enseñan qué y cómo hay que buscar», reconoce Busselo.

Hace dos años hallaron grabados de hace unos 25.000 años en las cuevas III, IV y V de Aitzbitarte, y los últimos meses han continuado con su labor de búsqueda. El pasado 6 de abril se metieron en la Aitzbitarte IV, donde encontraron las nuevas figuras. Según Garate, algunas han sido modeladas sobre la arcilla con una técnica desconocida hasta ahora en otras cuevas de la Península Ibérica, pero que enlaza con hallazgos realizados en el Pirineo central, en el Ariège francés.


CON LOS DEDOS
Se trata de un bisonte y otro animal por determinar que fueron modelados sobre barro con un buril de sílex. «Con los dedos crearon volumen y planos de relieve diferenciados, resaltando así la perspectiva de las extremidades. La ejecución del bisonte es de una maestría muy poco común», explica.

Los expertos anunciaron que hay una galería que no ha sido explorada aún. En los primeros metros se reconocen la imagen de un bisonte grabado al fondo, otra figura en el techo y, entre ambas, un bisonte con las patas replegadas, también modelado en la arcilla. Garate indicó que están buscando cómo entrar en esa parte de cavidad sin tocar el suelo ni las paredes. En este sentido, no descartan utilizar perchas con cámaras e incluso un dron.

Las representaciones se encuentran en un estado de conservación «excepcional», debido a las «condiciones estables de humedad y temperatura» de la cueva, que las ha mantenido en una especie de «frigorífico» en el que nada ha cambiado en los últimos 14.000 años, explicó Garate.

La Diputación de Guipúzcoa ha procedido al cierre de la cueva y ha notificado el descubrimiento al Gobierno vasco. Aitzbitarte IV pasará a tener la máxima protección por contener arte rupestre.

10 de julio de 2017

Descubren un poblamiento de la Edad del Hierro bajo el castillo medieval de Los Fayos (Zaragoza)

Las excavaciones arqueológicas en el enclave han permitido documentar un asentamiento de hace 2.600 años y estudiar las fortificaciones medievales de época cristiana.
Bajo las estructuras medievales han aparecido evidencias de población en la I Edad del Hierro. 
Las excavaciones realizadas durante los meses de junio y julio han permitido localizar estructuras vinculadas a las fortificaciones medievales y elementos militares como puntas de flecha de arco y ballesta que se ponen en relación con los continuos conflictos bélicos de los reinos de Aragón, Navarra y Castilla en la Edad Media, ya que el Castillo de Los Fayos por su importancia estratégica cambió de manos en numerosas ocasiones en este período.

ESTRUCTURAS MEDIEVALES Y DE LA EDAD DEL HIERRO
Bajo las estructuras medievales se han localizado niveles correspondientes a la I Edad del Hierro con objetos cerámicos elaborados a mano de superficies pulidas destinados al servicio de mesa y grandes vasijas de almacenamiento de alimentos. Estos elementos guardan una gran similitud con los localizados en la mina de hierro de “Plana del Cerro”, la más antigua documentada en la Península Ibérica, excavada en la primera fase de este proyecto.


El enclave se localiza en una estratégica posición de control y dominio visual del camino natural que une el Valle del Ebro con la Meseta Castellana a las faldas del Moncayo. El conjunto histórico patrimonial del Castillo de Los Fayos lo conforman un sistema de fortificaciones de época medieval de los siglos XII-XIV compuestas por una torre cuadrangular, una torre circular de 9 metros de diámetro, una cueva fortificada de tres pisos con entramado de madera protegida por una muralla de piedra y tapial y varios fosos concéntricos de cientos de metros de longitud convirtiéndola en una de las fortificaciones más impresionantes de la región.

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
Las excavaciones se han centrado en la zona más alta de la fortificación en un farallón rocoso de más de 80 metros de altura sobre el río Queiles en su confluencia con el río Val. Los trabajos arqueológicos de campo han consistido en primer lugar en una prospección intensiva para la que se ha utilizado un GPS de precisión y una aeronave no tripulada tipo dron. También se han realizado excavaciones en dos sectores en las inmediaciones de la torre circular que han permitido localizar aproximadamente 2000 elementos arqueológicos, entre los que destacan un notable conjunto de piezas cerámicas de la I Edad del Hierro de unos 2600 años de antigüedad. El registro se ha llevado a cabo combinando las técnicas tradicionales de la disciplina arqueológica con el uso de fotogrametría y modelado 3D.

EQUIPO DE TRABAJO
El proyecto dirigido por Óscar Bonilla Santander de la Universidad de Zaragoza y Begoña Serrano Arnáez de la Universidad de Granada ha sido financiado por el Ayuntamiento de Los Fayos. El equipo técnico lo componen los arqueólogos Carlos Valladares Lafuente, Alicia María Izquierdo y Ángel Santos Horneros, la restauradora Miriam Pérez Aranda y estudiantes universitarios de los Grados de Historia y Arqueología.

7 de julio de 2017

El tesoro romano descubierto en Riotinto "es de un valor incalculable"

El hallazgo realizado esta semana ha supuesto un hito en la arqueología de esta zona minera, explotada desde tiempos inmemoriales y que tuvo un gran esplendor en época romana. El tesoro lo componen entre 50 o 60 monedas del alto imperio romano, todas de oro y plata.
Todas las monedas descubiertas son de oro y plata y estaban en el interior de una bolsa que su dueño nunca llegó a recoger.
Un gran negocio que no llegó a fraguarse. Esta es la historia que está detrás de las monedas encontradas, esta semana, en la mina de Riotinto (Huelva). “La ocultación de estas monedas indica que la persona que las había escondido las dejó allí para luego volver a por ellas, sin embargo, nunca volvió”, relata Luis Iglesias, miembro del equipo de arqueólogos de Riotinto.

MONEDAS DE ORO Y PLATA
El hallazgo está compuesto por unas 50 o 60 monedas que estaban dentro de una bolsita. “Todas las monedas son de oro y de plata lo que suponía una gran cantidad económica para esa época. Hay que recordar que en esa época la moneda de uso común era de bronce, por eso creemos que la cantidad de monedas eran para un gran negocio”, señala Iglesias.

Todos los datos apuntan a que se trata de un tesoro escondido, cuyo dueño nunca pudo volver a recuperar. Al tratarse de una suma muy considerable se entiende que su propietario fue una persona de relevancia dentro de la jerarquía de la ciudad de Urium, la Riotinto romana, que gracias a este hallazgo podemos comprobar que se extendía más al oeste de lo que se pensaba hasta hoy.


MONEDAS DE VALOR INCALCULABLE
Según explica el arqueólogo, estas monedas tienen un gran valor histórico porque informan de la circulación monetaria a finales del alto imperio romano. “La fecha de la ocultación se establecerá teniendo en cuenta la moneda más moderna. Nosotros sacamos todas las monedas en bloque para que no sufrieran daños y las depositamos en el Museo Minero de Riotinto. Cuando las limpien podremos saber con exactitud cuántas hay y la edad de la más moderna. A primera vista, vimos una moneda de la época de Trajano de mediados del Siglo II d.c.", señala.

Esta es la primera vez que se encuentra algo de este valor. “Sí que habíamos encontrado mármol y abundante material arqueológico, pero hasta ahora no habíamos encontrado nada oculto. España junto con Italia y Grecia es uno de los países con más patrimonio arqueológico”, explica Iglesias.

Se trata de un hallazgo de incalculable valor y un hito en la arqueología de esta zona minera, explotada desde tiempos inmemoriales y que tuvo un gran esplendor en época romana. “Encontrar algo de esta relevancia es algo que le ocurre a un arqueólogo una o dos veces en su carrera. Es un hallazgo de gran belleza, que viene a aportar datos a nuestro conocimiento Riotinto, que fue la gran mina del Imperio Romano”, concluye Luis Iglesias.

6 de julio de 2017

Hallado en Riotinto un tesoro de monedas romanas

El hallazgo se produjo el día que se declaró un gran incendio en la zona y está compuesto por un número indeterminado todavía de monedas de plata y un sólido de oro de Constantino I, del siglo IV.
Un grupo de trabajadores de las Minas de Riotinto (Huelva) ha hallado este lunes 3 de julio un tesoro de monedas romanas en el entorno de la actual explotación minera onubense, precisamente el mismo día que se declaró un gran incendio en el mismo término municipal y que, un día después, seguía activo.

El tesoro está compuesto por un número aún indeterminado de monedas de plata y también un sólido de oro de la época de Constantino I en el siglo IV, según ha podido conocer Diario16 de fuentes del yacimiento arqueológico.

Estos restos han sido hallados cerca de la denominada necrópolis de la Dehesa, en el interior del actual yacimiento minero en explotación, enclavado en un lugar cuyas minas han sido explotadas a lo largo de la historia por sucesivas civilizaciones, constituyéndose en la explotación a cielo abierto más antigua de la historia. Entre las civilizaciones que han pasado por este lugar destacan, según los expertos, tartesios y fenicios, aunque el principal desarrollo de extracción del mineral llegó con los romanos, que se asentaron en la zona durante varios siglos. Posteriormente los almohades también la utilizaron con diversos fines, aunque no en su vertiente extractiva.

El tesoro de monedas hallado de forma casual, y cuyos responsables aún no lo han hecho público, está siendo valorado por el equipo arqueológico del actual yacimiento y por los directivos del Museo Minero de Riotinto.

5 de julio de 2017

Espeleólogos de Motril hallan un importante tesoro nazarí en la Costa de Granada

Además de restos humanos, en la colección encontrada hay dos monedas de bronce de los Reyes Católicos, cuarenta perlas naturales de pequeño tamaño, una pieza prismática de base hexagonal de oro decorada de filigrana fina y hasta 22 elementos colgantes decorados en oro.
Monedas de bronce de los Reyes Católicos, perlas y diferentes elementos de oro encontrados en la cavidad. FOTO: GAEM.
Unas 70 piezas arqueológicas, además de restos humanos, que podrían pertenecer a la época nazarí, en concreto a la conquista castellana de la zona, han sido descubiertas por el Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril en una cueva ubicada en la costa de Granada.

Según el presidente del Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril (GAEM), Francisco Gallegos, la zona del yacimiento está en un lugar de difícil acceso dentro de la cavidad.

Debido a las características geomorfológicas y de espeleogénesis de las cavidades, se piensa que debió existir otra entrada de fácil acceso y que hoy en día se encuentra obstruida y desaparecida.

Caso similar, según recuerdan desde el grupo, al yacimiento neolítico de la Sima de Los Intentos, también descubierto por GAEM en los años 80, a la que se acedía a través de pasos verticales hasta una sala donde que terminaba en un gran derrumbe que obstruía lo que debió ser la entrada original.

LOCALIZACIÓN SECRETA

La localización y el lugar exacto de acceso al yacimiento ahora descubierto se mantiene en secreto por razones de protección.

Además de las piezas señaladas, en el yacimiento se han encontrado cerámica y restos óseos humanos que en una primera estimación se pueden datar en la época nazarí, y por las circunstancias que rodean al lugar se podrían situar en una época posterior a la conquista castellana, según Gallegos.

Este hallazgo se ha producido durante una de las muchas exploraciones por las cuevas y grutas que realiza este grupo espeleológico en el sur de Granada, donde hacen en la actualidad mapas topográficos del terreno.

Uno de los descubridores, David Reyes, ha indicado que el descubrimiento fue fortuito porque una vez dentro de la cueva, el grupo compuesto por seis espeleólogos se dio cuenta que "quedaba una incógnita en una de las zonas" y decidieron seguir avanzando en esa dirección.

NOTIFICACIÓN A LAS AUTORIDADES
Lo primero con lo que se toparon fue un grupo de huesos al que no dieron mucha importancia porque pensaban que eran de animales, pero al seguir avanzando y descubriendo más restos óseos pensaron que podrían tratarse del Neolítico.

Reyes ha explicado que una vez fueron conscientes de lo que habían descubierto, decidieron recogerlo para entregárselo a las autoridades competentes, tal y como indica la ley de Patrimonio Histórico de Andalucía. Los restos han sido puestos a disposición del Museo Arqueológico de Granada.

Así, mediante un acto protocolario y en presencia de un arqueólogo de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y del director del museo arqueológico de Granada las piezas halladas quedaron en custodia. Con posteridad se acompañó al mencionado arqueólogo de la Administración y a miembros del GREIM y el SEPRONA de la Guardia Civil, que descendieron a la cavidad y al lugar donde se produjo el hallazgo, con el fin de conocer de primera manos la situación del yacimiento y levantar los pertinentes informes en aras de una posible actuación de urgencia, así como de dar una protección al yacimiento frente a posibles expolios.

3 de julio de 2017

Veinticinco jóvenes arqueólogos se suman a la recuperación de la ciudad romana de Regina (Badajoz)

Los alumnos procedentes de diferentes comunidades autónomas como Madrid, Galicia, Castilla La Mancha, Castilla y León, Andalucía y Asturias, aparte de Extremadura participarán hasta el día 21 en la nueva campaña de excavaciones que permitirá avanzar en la excavación del foro de la ciudad romana.
Veinticinco alumnos de toda España se suman a una nueva temporada de excavaciones en el X Curso de Arqueología de Regina, el yacimiento romano localizado en el término municipal de Casas de Reina.

Se trata de una iniciativa promovida por la Junta de Extremadura que se desarrollará entre el 3 y el 21 de julio. Hasta el momento ha formado a más de 200 estudiantes de historia, que han aprendido la metodología arqueológica, así como el estudio y el análisis del material arqueológico.

El curso está dirigido por tres arqueólogos de la Dirección General de Patrimonio de la Secretaría General de Cultura, organizadora junto al Ayuntamiento de Casas de Reina de un curso que ha permitido avanzar en la zona foral de Regina así como en el edificio del Mercado.

Este curso es, además, 'punta de lanza' para trabajos posteriores y han sacado a la luz piezas tan valiosas como el busto sedente de la Diosa Juno o diversos bustos hallados en la zona del pozo.


LOS TRABAJOS
Comienzan hoy lunes y para este año se han preparado diversas actividades. Así, el sábado 8 de julio de 8:00 a 13:00 horas se llevará a cabo en el propio yacimiento la Jornada de Participación Ciudadana, donde quien así lo desee podrá convertirse por un día en integrante del equipo de arqueólogos, realizando tareas de excavación y documentación en el yacimiento. Para poder participar, hay que inscribirse previamente en http://patrimoniocultural.gobex.es/ciudadregina/.

El viernes 14 de julio, a partir de las 22:00 horas, se celebrarán las III Jornadas romanas, en las que los alumnos del curso invitarán a los visitantes a sumergirse en un viaje de dos mil años en el tiempo. Se desarrollarán talleres abiertos a la participación sobre prácticas artesanales y modos de vida en la antigua Roma: creación de mosaicos, moldeo de lucernas y antefijas, juegos romanos de tablero, elaboración y degustación de platos de la gastronomía romana o creación de peinados, entre otros.

El sábado 15 de julio, desde las 10:30 horas, se celebrará el Día de Puertas Abiertas, jornada en la que se podrá conocer de mano de los propios arqueólogos que investigan el yacimiento las últimas informaciones sobre los hallazgos realizados durante la campaña de excavación. La clausura del Curso será el viernes 21 de julio a las 23:30 horas en el patio de la Escuela de Casas de Reina.

CONCIERTO EN EL TEATRO ROMANO
Paralelamente, y para conmemorar los diez años de estos cursos arqueológicos, el Teatro Romano de Regina acogerá un concierto sinfónico a cargo de la Orquesta de Extremadura (OEX).

El concierto será mañana martes, a partir de las 22:30 horas, con entrada libre y gratuita hasta completar aforo y el programa estará conformado por cuatro obras populares de carácter nacionalista y folklórico. 

30 de junio de 2017

Nueva campaña arqueológica en la necrópolis de La Beleña, en Cabra (Córdoba)

Trabajarán sobre dos enterramientos neolíticos de la treintena que pueden existir. Las sepulturas permanecen selladas y un estudio isotópico y de ADN de los restos humanos ayufarán a conocer el perfil de la población originaria de Cabra y aspectos diversos de su desarrollo social, económico y cultural, entre otros.
Los arqueólogos trabajan en una necrópolis única a nivel europeo, que podría albergar restos de 200 individuos. 
Los trabajos de la tercera campaña de excavación que en el yacimiento arqueológico de la necrópolis de La Beleña de Cabra comenzaron el pasado martes y servirán no solo para ratificar todo el trabajo de investigación que se viene acometiendo desde el año 2015 sino también para situarlo a nivel mundial como una necrópolis única y excepcional a nivel europeo para el periodo del Neolítico comprendido entre los años 1400-3000 antes de Cristo.

Así lo ha señalado la arqueóloga Dolores Camalich, directora del equipo científico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, integrado por una decena de arqueólogos, antropólogos y personal técnico, que comienzan ya a trabajar sobre el terreno para desentrañar las claves de dos enterramientos de una treintena que se apunta que pueden existir en el subsuelo y que permitirán conocer más datos de este tipo de necrópolis colectiva en cueva artificial, única en su género en la Península Ibérica y donde podrían estar los restos humanos de unos 200 individuos junto a piezas de cerámica y otros utensilios propios del hábitat del periodo.

Según ha señalado la arqueóloga, entre los elementos que conforman la excepcionalidad de este yacimiento está el hecho que los enterramientos están tal y como quedaron sellados en su día, preservando íntegramente los restos humanos y cuyo estudio isotópico y de ADN podrán determinar notas claves para conocer no solo el perfil de aquella población originaria de Cabra sino también aspectos diversos de su desarrollo social, económico y cultural, entre otros.

INVESTIGACIÓN
Para desarrollar este trabajo, la Comisión de Arqueología de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, según ha señalado Camalich junto al delegado municipal de Patrimonio y Cultura, José Luis Arrabal (PP), y el director del Museo Arqueológico Municipal de Cabra, Antonio Moreno, ha concedido el carácter de proyecto general de investigación. Esto, sumado a los proyectos en los que ya se encuentra inmerso como el I+D del Ministerio de Economía y Competitividad y el Iberia, en el que participan para su estudio especialistas de varias universidades de Suecia y de Australia, subrayan aún más la importancia del mismo por lo que puede aportar al conocimiento científico y patrimonial, con el fin último de la puesta en uso público para el disfrute de los ciudadanos.

29 de junio de 2017

Hallan restos de animales sacrificados en el templo tartésico del Turuñuelo (Badajoz)

El yacimiento tartésico del Turuñuelo de Guareña (Badajoz) sigue revelando espectaculares evidencias arqueológicas. El CSIC acaba de dar a conocer el hallazgo de los restos de un gran sacrificio de animales a los pies de la escalera monumental que lleva a la segunda planta del edificio. Además de los restos de 16 caballos, dos toros y un cerdo, se ha encontrado también un conjunto de objetos de bronce con todo lo necesario para celebrar un banquete ceremonial.
Todavía queda por descubrir más del 90% de la estructura del edificio monumental.
Un equipo de investigadores del Instituto de Arqueología de Mérida del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha hallado restos de 19 animales y un ajuar de bronce para la celebración de un banquete, que se utilizaron en un ritual de sacrificio a los dioses en el santuario tartésico de El Turuñuelo (Badajoz).

Los restos serían de un costoso ritual celebrado justo antes de la destrucción y abandono del templo en el siglo V a. C. En el sacrificio se han encontrado restos de 16 caballos, dos toros y un cerdo, un ajuar de bronce que incluía un caldero, jarros, una parrilla, pinchos para la carne, un quemaperfumes y coladores. Según el equipo del CSIC, se trata de una joya arqueológica que por sus «novedosas» técnicas arquitectónicas y por su estado de conservación, «sigue revelando secretos que muestran su pasado esplendor».

Los restos de los animales estaban junto a la escalinata del templo donde fueron sacrificados en un costoso ritual de clausura antes de la destrucción final del santuario. El CSIC señala que El Turuñuelo se ha convertido en un modelo para estudiar la cultura tartésica del interior, y aporta información muy valiosa sobre su organización social, sus mecanismos comerciales y sus rituales.

El director de la excavación y director del Instituto de Arqueología de Mérida, Sebastián Celestino, y la investigadora Esther Rodríguez, han precisado que el sacrificio consistió en una gran ofrenda a los diosesantes de abandonar definitivamente el lugar. Además, han añadido que el sacrificio animal da idea de la enorme riqueza del sitio, puesto que el caballo era un elemento de prestigio. Asimismo, además de los animales hallados hasta ahora, han aparecido ánforas y cestos con cereales y otros elementos de gran valor, lo que da idea de la importancia de ese sacrificio final, previo a la destrucción del monumento y su posterior amortización.

Celestino ha destacado que «quizá lo más llamativo» sea la existencia de un ajuar completo para la celebración de un banquete de comensalidad en la habitación sur. Así, ha dicho que se trata de un conjunto de muy buena calidad entre los que destaca un enorme caldero, dos jarros, una parrilla, varios pinchos para la carne, un quemaperfumes, coladores... Todos realizados en bronce. Igualmente, se han hallado gran cantidad de platos y vasos pintados con bandas rojas y las copas de imitación griega y en el entrono de la habitación hay muchos huesos y conchas «resultado del festín final».


CONSERVACIÓN DEL TEMPLO
Los investigadores estiman que el propio ritual final contribuyó a la buena conservación del templo. No obstante, el santuario fue incendiado una vez realizados los rituales de clausura, tras el sacrificio de animales y el banquete final y fue, precisamente, el propio incendio el que solidificó las paredes de adobe, mientras que el rápido echado de tierra para sepultar el edificio propició la conservación de los materiales metálicos. Asimismo, señalan que la potente anchura de los muros de adobe, de hasta tres metros en algunos sitios, ha contribuido a su excelente estado de conservación.

Hasta ahora los investigadores solo han excavado un 10% de la superficie total del túmulo, aunque teniendo en cuenta que se conservan las dos plantas del edificio se debe rebajar «sensiblemente» esta cifra. Los investigadores subrayan que la aportación de la Diputación Provincial de Badajoz permite trabajar un par de meses al año, pero eso significa seis o siete meses de análisis y estudio antes de abordar una nueva campaña. Con ese ritmo, estiman que se podrá ver todo el edificio exento en aproximadamente una década.

Otra de las características del santuario de El Turuñuelo es que destaca por sus «novedosas técnicas constructivas» y lo más sorprendente es la utilización de un mortero de cal, arena y arcilla, para confeccionar los sillares cuadrangulares con los que construyeron buena parte de la escalinata que da acceso al monumento; con ese mismo mortero realizaron también la «bañera».

El uso de esta técnica de construcción ha sorprendido a los investigadores porque era desconocida en la Península hasta la llegad de los romanos. «Estos grandes edificios se organizaban junto al Guadiana y tenían una intensa relación comercial entre ellos; conocemos ya un poblado en altura rodeado de una potente muralla que haría de lugar central desde donde se organizaría el comercio hacia el exterior a través del río», añade Celestino.


RIQUEZA ARQUITECTÓNICA
El responsable de la excavación valora que El Turuñuelo ofrece una riqueza arquitectónica y material desconocida hasta el momento en esta fase final de Tarteso; y le llama «poderosamente» la atención los rituales que se llevaron a cabo, hasta ahora también inéditos y de gran complejidad; sobresale el sacrificio o hecatombe producida en el patio principal del monumento previo a su destrucción.

Este yacimiento se ha convertido en el «mejor» exponente para entender los últimos años de la cultura tartésica y Celestino señala aunque es pronto para saber qué papel jugaba el santuario dentro de la cultura tartésica, es probable que hubiese sido un lugar de peregrinación, puesto que «los santuarios en la antigüedad tenían como función principal el intercambio comercial, pero también era el lugar donde se celebraban rituales de cohesión social a través de la veneración a los dioses».

La cultura tartésica se origina hacia el siglo VIII a.C. en el Bajo Guadalquivir. Es la consecuencia del impacto que supuso la llegada de los colonizadores mediterráneos (principalmente fenicios) en los pueblos indígenas, que transformaron la base económica y social del sur peninsular. El resultado de ese encuentro es la conformación de una nueva cultura que denominamos Tarteso, explica Celestino. «A mediados del siglo VI a. C. el núcleo de Tarteso, ubicado en Huelva y la desembocadura del Guadalquivir, sufrió una fuerte crisis que logró minar su emergente cultura. Buena parte de la población se trasladó al valle del Guadiana, en el interior, donde volvió a resurgir con fuerza y con una renovada personalidad», añade.