google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Zaragoza
Mostrando entradas con la etiqueta Zaragoza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Zaragoza. Mostrar todas las entradas

8 de septiembre de 2011

Descubren varios enterramientos celtíberos en Segeda (Zaragoza)

Los investigadores del yacimiento de Segeda en la localidad de Mara han descubierto varios enterramientos datados en la época celtibérica. El próximo 18 de septiembre será jornada de puertas abiertas y se podrá visitar el resultado de las últimas excavaciones.
Uno de los enterramientos descubiertos en Segeda.
Las excavaciones arqueológicas que desde el 18 de julio se están realizando en la ciudad celtibérica de Segeda I, en el termino municipal de la localidad de Mara han dejado al descubierto la existencia de enterramientos tardoimperiales realizados en la época época celtibérica.

Los trabajos, realizados por investigadores de la Universidad de Zaragoza, han propiciado la aparición de un broche de cinturón del siglo V d. C., asociado a restos óseos descubiertos, lo que ha permitido datar estos hallazgos, entre la etapa romana y la visigoda. Francisco Burillo Mozota, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragozay director de la Fundación Segeda, ha destacado la trascendencia del hallazgo de estas tumbas, poco frecuentes.

La investigación de los restos descubiertos está siendo realizada por Julián Ortega, quien considera que no se espera que aparezcan muchos enterramientos por la disgregación social y económica de las ocupaciones rurales del momento. Los asentamientos son muy poco conocidos y los enterramientos nunca alcanzan el modelo de las necrópolis visigodas. 


Un enterramiento completo
Uno de los enterramientos ha aparecido completo y la tumba se hallaba cubierta de lajas y piedras. Los restos de madera están siendo identificados y clavos indican que en su interior se había colocado un ataúd.

La importancia de este hallazgo ha hecho que, siguiendo las indicaciones del laboratorio GENYCA, especializado en análisis de identificación genética, se hayan seleccionado aquellos huesos que más éxito tienen para el aislamiento de ácidos nucléicos, lo que permitirá establecer el ADN nuclear y el mitocrondial. La importancia de esta información aislada es que permitirá en el futuro analizar otros individuos y plantear si existen o no vínculos familiares con el analizado.

Ya en las excavaciones realizadas en el año 2004 se detectó que el lugar donde se encuentra el Santuario de Segeda había sido utilizado para realizar enterramientos en una etapa posterior a la época celtibérica. La superficialidad de los restos había dado lugar a su destrucción por parte del arado. No obstante, existía la información oral de los agricultores de Mara que identifican el lugar con el topónimo de “cadalso”, y señalaban que era un punto donde se ajusticiaba, razón con la que explicaban la aparición de huesos humanos en las labores agrícolas. También indicaban que era un lugar visitado asiduamente en la década de los años ochenta por detectoristas, sin que se haya indicado qué tipo de objetos metálicos extraían.

El próximo 18 de septiembre es el día de puertas abiertas, en el que se podrá visitar el resultado de las excavaciones arqueológicas y las construcciones con adobes realizadas en “Segeda Nova” junto a la bodega y al lagar de Segeda.

(Fuente: Heraldo de Soria)

30 de julio de 2011

Los restos arqueológicos del barrio musulmán de Zaragoza en riesgo por las obras del tranvía

Expertos y arqueólogos aragoneses han alertado del riesgo de afecciones a los restos enterrados bajo el Casco Viejo de Zaragoza por las obras del tranvía. Los posibles efectos adversos en el trazado de la segunda fase de estos trabajos podrían afectar al antiguo barrio musulmán de Sinhaya, que yace debajo de Independencia. 

Aunque la empresa adjudicataria anunció que la profundidad máxima a la que se trabajaría por encima de este yacimiento sería de 50 centímetros, una de las primeras zanjas que se han hecho en el pavimento, en el eje central de Independencia, a la altura del número 23, está excavada más de un metro hacia abajo, y coincide con uno de los puntos arqueológicos que salieron a la luz hace nueve años.

Los mismos planos en bronce que el Ayuntamiento instaló en el paseo, uno a cada lado, y que muestran los restos medievales del subsuelo a una escala 1:100, confirman que el emplazamiento de esta zanja coincide con uno de los lugares encontrados en 2002. «Si los planos están bien, a primera vista, la zanja ya excavada está sobre los restos de Saracusta, si es que no los ha tocado», dijo ayer Guillermo Fatás, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza. De visita en la zona, también señaló que, a determinada profundidad, es difícil determinar si lo que se encuentra son piedras sueltas o una parte del antiguo asentamiento. «Ver un par de metros cuadrados no permite muchas certezas: en 2002 no aparecieron grandes sillares, sino materiales modestos y poco consistentes que, eso sí, formaban conjuntos estructurados. Estos sí son reveladores y es posible que un tajo profundo los afecte. Con lo que hay a la vista, yo no sé ir más lejos, pero me gustaría quedarme tranquilo», opinó Fatás.



El director de los trabajos arqueológicos realizados entre febrero y mayo de 2002 en el paseo de la Independencia, Francisco Javier Gutiérrez, descartó que se haya llegado a tocar el arrabal de Sinhaya aún, ya que, según contó, los materiales más cercanos a la superficie se encuentran a unos dos metros de profundidad. «Además -explicó-, cuando tapamos los restos, los cubrimos de una capa de geotextil para que, si algún día se destapaban, se supiera dónde quedaron».


A menor profundidad
Gutiérrez, que confía en que los seguimientos arqueológicos preceptivos en cada obra que pueda afectar al patrimonio no permitan ningún daño a la Saracusta musulmana, cree que agujeros más profundos podrían tener incidencia en los restos. Si no en los de Sinhaya, sí en otras zonas cercanas. «Los trabajos también se llevan a cabo por Coso y César Augusto, y allí los restos están mucho más altos que los de Independencia. En esas zonas, hay gran posibilidad de que salgan cosas».


Por su parte, en Tranvías de Zaragoza dejaron claro ayer que los trabajos no están llegando al límite del comienzo del barrio de Sinhaya, aunque sí afirmaron que hay zonas en las que se está descendiendo por debajo del medio metro. Según el portavoz de la empresa, Ignacio Iraburu, las zanjas excavadas a mayor profundidad son «puntuales», y siempre para salvar algún cable telefónico o tubería que pueda aparecer. «Se están siguiendo todos los protocolos, obrando con pies de plomo. La empresa aragonesa Arqueología y Patrimonio Cultural (APC) está realizando un exhaustivo seguimiento arqueológico y está presente en cada movimiento de tierra. Se han realizado catas y prospecciones previas y, si encontráramos restos, la obra se paralizaría y se informaría de inmediato al Gobierno de Aragón», declaró.


Sorpresas en el subsuelo
El arqueólogo aragonés Manuel Martín-Bueno, miembro del comité que dictaminó e investigó las ruinas de Independencia, no descarta que esto ocurra. En su opinión, sería muy difícil que no apareciera nada. «Aquí, en cuanto se levanta un ladrillo, puedes llevarte una sorpresa», afirmó.Respecto al yacimiento bajo Independencia, el experto considera que ya quedó muy maltratado por el tiempo que permaneció a la intemperie cuando se quiso construir un aparcamiento subterráneo en la zona, y espera que se tomen todas las medidas para que el asentamiento no sufra más degradación.


 «En el pasado, los restos sufrirían por la pavimentación y, si se vuelven a hacer obras cerca, en mucho o en poco tiene que afectar. La afección cero no es posible», opina Martín-Bueno.El catedrático de Arqueología y director de las excavaciones en el yacimiento de Bílbilis recordó la perfecta coordinación de todos los sectores implicados en la construcción del tranvía de Burdeos, donde intervino como asesor del alcalde, Alain Juppé. «En las reuniones estaban presentes los consejeros regionales, pero también el restaurador jefe del Louvre, el director del Museo de Aquitania, las empresas a cargo de los trabajos o los responsables de la Confederación Hidrográfica. Otra cosa que hicieron, impensable aquí, fue dotar un fondo para contingencias imprevistas, que al final no hubo que tocar», evocó. 
(Fuente: Heraldo)

4 de diciembre de 2010

Unas obras de saneamiento en Ejea de los Caballeros (Zaragoza) sacan a la luz un importante yacimiento de cerámica romana de los S. I y II dC

Las obras de saneamiento y abastecimiento de la calle Ramón y Cajal y sus adyacentes así como las adyacentes a la calle Mediavilla de Ejea han sacado a la luz unos restos arqueológicos (cerámica) de tres épocas: romana (s.I y II d C), Edad Media y Moderna. En las excavaciones también han aparecido, aunque en menor medida, pequeños fragmentos metálicos, como bronce, y huesos de fauna y algún otro suelto humano.

La mayor parte de las piezas, que se llevarán al Museo provincial de Zaragoza, es engobada y sigillata (de color rojo brillante). Era empleada para uso doméstico, aunque también se ha encontrado cerámica de cocina y bastantes piezas de dolias y ánforas para almacenar productos.


El hallazgo ha sido posible porque las obras de renovación de las redes de saneamiento y abastecimiento deben estar supervisadas por un técnico en Arqueología, tal y como establece Patrimonio cuando se trata de obras en cascos históricos. Lo encontrado “es bastante importante; no se han localizado restos en tan grandes cantidades como estas”, explica la ejeana Carmen Marín, técnico en Arqueología.



La primera pista hasta dar con esta escombrera se localizó en el punto en que se ubicará el nuevo museo de Arte Contemporáneo en Ramón y Cajal. Ahí apareció un arco de piedra, posiblemente medieval: “Sabíamos que cerca podía haber algún silo en el que podrían hallarse grandes cantidades de cerámica”, señala Marín.



En efecto, en esos niveles de estratigrafía esta ejeana ha encontrado cerámica romana “bastante importante”. Además de la ya mencionada ha hallado cerámica de cocina y bastantes piezas de dolias, que se utilizaban para guardar y conservar harina, frutas, agua, mosto e incluso vino, así como ánforas para almacenar.



Silos alfareros. Marín ha encontrado restos de posibles silos alfareros. “Tenemos conocimiento de que había una calzada romana, que iba de Caesaraugusta a Pompaelo, que pasaría cerca del núcleo principal de Ejea”, dice esta ejeana. Según los estudios disponibles, todo apunta a que “puede ser un tipo de escombreras de cerámica de alfareros de la propia zona”, comenta Carmen Marín. Éstos se ubicarían fuera del núcleo del yacimiento romano principal de Ejea que estaría situado en el entorno de la iglesia de Santa María, en el barrio de La Corona.



Calles Horno Grande y Gallizo. En la calle Horno Grande se ha encontrado un posible depósito de horno, donde la tierra arcillosa es de color rojiza, junto con cenizas y pruebas de cocción de cerámica.



En Gallizo Cantores ha aparecido un arco de ladrillo y cerámica moderna y en la calle Falcón cerámica romana, medieval y moderna, según explica Carmen Marín. Una vez que las piezas sean catalogadas y datadas, se prevé presentarlas públicamente en Ejea.



Casi cinco meses de obras. Las obras, que comenzaron a mediados del pasado mes de julio y posiblemente concluyan en buena parte este mes, consisten en el saneamiento y cambio de tuberías de vertidos, agua limpia, luz y gas de las calles adyacentes a Mediavilla (Claustro, Ravel, Falcón, Monjas, San Andrés y Doctor Ibáñez) que fueron adjudicadas por un importe de 375.819 euros. Las obras de la calle Ramón y Cajal, donde se ha encontrado la mayoría de las piezas, ascienden a 470.000 euros.
(Fuente: Ejea Digital)

11 de septiembre de 2010

ARQUEOLOGÍA-HALLAZGO: Un aficionado descubre la escultura ibérica de un felino en Fabara (Zaragoza)

Un arqueólogo aficionado ha encontrado de manera casual, en el municipio de Fabara (Zaragoza), restos de una escultura ibérica de un felino, del siglo V antes de Cristo, una pieza 'excepcional' porque retrae a unos siglos antes la implantación de la cultura íbera en el valle del Ebro.


Aunque la datación está pendiente de un estudio definitivo, la pieza, al parecer de una leona, de 83 centímetros de longitud y unos 90 kilos de peso, es un hallazgo 'muy importante', porque no es frecuente encontrar restos de esculturas ibéricas tan antiguos en el valle del Ebro, ha informado hoy el director general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Jaime Vicente.
Los restos de esta escultura de arenisca, localizada hace apenas unos días cerca del río Matarraña, no eran identificables porque habían sufrido un proceso erosivo muy fuerte al haber permanecido largo tiempo a la intemperie, pero al realizar unas obras para un camino hacia una granja le dieron la vuelta, ha explicado Vicente durante su presentación.

Un arqueólogo aficionado pensó que podía constituir un ejemplo de escultura ibérica y avisó al Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón, que envió sus técnicos para analizar y evaluar los restos que, según Vicente, consideraron como un 'objeto original, auténtico, de esa cultura', aunque las condiciones de su hallazgo, en superficie, impiden por el momento conocer el contexto.
Foto: Torre-ermita de Fabara (Zaragoza).

La pieza, a la que le falta la cabeza, las patas delanteras y la parte inferior de los cuartos traseros, posiblemente formaba parte de un monumento, quizás de carácter funerario u honorífico, ha agregado.

Vicente ha destacado que es la primera vez que se encuentra en el valle del Ebro un elemento monumental que refleja la existencia de una sociedad avanzada, jerarquizada, con muchos recursos, que utiliza símbolos similares a los de la zona de Andalucía, donde está la gran escultura ibérica, en un periodo de tiempo muy similar a la de este descubrimiento.
(Fuente: EFE)