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24 de agosto de 2011

Los arqueólogos duplican la zona a excavar en Cova Eirós (Lugo)

El grupo de arqueólogos de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) iniciaron una nueva campaña de excavaciones en Cova Eirós, en el núcleo de Cancelo (Triacastela), que se prolongará hasta el próximo mes de septiembre. Los estudiosos duplicaron en la primera semana de trabajos la zona a excavar, llegando hasta los 21 metros cuadrados.
Algunos de los investigadores en Cova Eirós. (Foto:Porto)


Ésta es la cuarta campaña llevada a cabo en el yacimiento por este grupo de arqueólogos. Los trabajos arrancaron hace una semana, periodo en el que los diez estudiosos que trabajan en la cueva hallaron un centenar de pequeños restos de fauna y herramientas de cuarzo, similares a los encontrados en anteriores campañas, explicó el arqueólogo Xosé Pedro Rodríguez. Algunos de los huesos hallados se encontraban quemados.


Estas piezas fueron localizadas en los niveles superiores, del Paleolítico Superior, es decir, los que tienen una antigüedad de entre 17.000 y 30.000 años.


Los investigadores esperan también encontrar materiales en los niveles inferiores, del Paleolítico Medio y que están datados entre los 84.000 y 118.000 años.


Vacío


Según explicó Rodríguez, también buscan una explicación a que exista un vacío de 50.000 años, pues no se encuentran restos que tengan entre 30.000 y 84.000 años. «En todo el Cantábrico se da este fenómeno, de este vacío de restos. Esto se debe a que sería erosionado, a lo mejor por causas climatológicas, y los restos más recientes se posaron sobre los más antiguas, del Paleolítico Medio. Aquí tenemos que contar con el apoyo de geólogos para poder interpretar este vacío», señaló el arqueólogo.


Al ampliar la zona a excavar el equipo halló restos de animales y cerámica de época moderna, por lo que tuvo que sacarlos para llegar al nivel del Paleolítico. Estas piezas modernas estaban mezcladas con elementos de los niveles superiores, aunque parece que los más antiguos no se vieron afectados.


«Al aumentar el espacio excavado, de 11 a 21 metros cuadrados debemos igualar toda la superficie, regularizar la situación de excavación. Esperamos encontrar buen material. Es un yacimiento suficientemente interesante para excavar más superficie», indicó Rodríguez.


Otro grupo de investigadores se encuentra en el colegio de Triacastela, donde lava las piezas para investigarlas y estudia la tierra retirada de la cueva porque pueden existir restos de microfauna, apuntó Rodríguez, quien agradeció el interés y la colaboración económica del Ayuntamiento.
(Fuente: El Progreso)

22 de mayo de 2011

Lugo recupera la piscina romana 50 años después de su hallazgo

La piscina romana de la Plaza de Santa María se descubrió en 1960 al realizar los trabajos de pavimentación del entorno de la catedral. Ante la falta de recursos para extraerla, decidieron dejarla bajo el pavimento de la plaza. En 2004 los técnicos relocalizaron la piscina y documentaron su situación exacta. En mayo de 2011 las obras de recuperación evolucionan a buen  ritmo.

Por su cronología, temática y situación, diferentes autores la consideran como un posible baptisterio paleocristiano, aunque parece más probable que se trate de una pequeña piscina de agua fría, perteneciente a un frigidarium de un complejo termal o de un balneum doméstico. Ante la falta de recursos para extraerla, decidieron dejarla bajo el pavimento de la plaza.
La piscina romana de Lugo en su hallazgo en 1960, antes de que se sellara
con una capa de arena. 
En el año 2004 los técnicos del Servicio Municipal de Arqueología localizaron la piscina y documentaron su situación exacta. También se comprobó que la piscina no es una estructura aislada, sino que formaría parte de un complejo arquitectónico mayor.


El estado de conservación de la piscina sólo lo conocemos a través de las fotografías y dibujos de 1960. 
En aquel momento se selló con una capa de arena y se trasladaron al Museo Provincial los fragmentos de mosaico desprendidos.
Al localizarla en 2004 se desestimó su excavación para evitar que se produjesen nuevas alteraciones.
Planos de 1960 de la piscina lucense.
Por lo que podemos apreciar en la documentación de 1960, parece que perdió una parte del muro perimetral y también una parte importante del mosaico que revestía este muro y el fondo.
En las zonas conservadas de mosaico se observan importantes lagunas, fisuras y desprendimientos.
No obstante, el carácter repetitivo de los motivos decorativos permitirá su reconstrucción.
El ámbito de actuación será limitado para no interrumpir el tránsito y los usos públicos de la plaza. El acabado se ejecutará con un vidrio transparente a nivel de rasante protegido con bolardos.
Localización actual de la piscina.
El objetivo fundamental es garantizar la conservación de los restos arqueológicos en las mejores condiciones posibles y hacerlo accesible al público.
Para ello es imprescindible dotar el espacio de una cubrición transparente y un sistema de ventilación permanente.
En la restauración de la piscina se utilizarán materiales y técnicas tradicionales y compatibles con los materiales originales, basadas sobre todo en el uso de la cal.
Estado actual de la piscina y los trabajos que se realizan en ella.
En la reconstrucción de las partes perdidas se integrarán los fragmentos de mosaico conservados en el Museo Provincial; para diferenciar las partes originales de las añadidas, las lagunas se reintegrarán con mortero de cal y se reproducirá el dibujo con color.
Para la restauración de la piscina se va a seguir un tratamiento de conservación compatible con los materiales que componen su estructura. 
Para ello, antes de comenzar la intervención se analizarán las teselas de ambos colores y el mortero de asiento y se estudiará su sistema poroso, así como un análisis por termoluminiscencia del opus signinum para aproximarnos a la fecha de construcción de la piscina.
(Fuente: lugo.es y por gentileza de El Rincón del Losal)

15 de mayo de 2011

Eremitorio perdido en la Ribeira Sacra de Lugo

Excavado en la roca, tiene grabada una cruz latina sobre una especie de altar. Puede ser uno de los primeros templos de culto cristiano en suelo gallego


Muy bien podría ser uno de los primeros lugares destinados al culto cristiano en Galicia. Un eremitorio milenario, perdido y olvidado en pleno corazón de la Ribeira Sacra. Se encuentra en la parte alta de la ribera del río Cabe en Cotillón, pequeña aldea lucense de la parroquia pantonesa de San Román de Acerdre.
El altar del eremitorio de San Román de Acerde (Lugo).
Se trata de una pequeña cueva de planta cruciforme, en cuyo interior, en una reducida capilla pétrea, que semeja excavada en la roca por el hombre, puede verse grabada una cruz cristiana sobre una especie de altar o arca de la alianza, enmarcados por un arco semicircular. Todo ello resaltado en color blanco.
Formas y símbolos parecen vincular esta singular gruta a los primeros cultos cristianos en esta apartada zona, que florecieron aquí en la Alta Edad Media, de la mano de eremitas y monjes que comenzaron a poblarla en busca de sus tranquilas soledades, propicias para orar y celebrar los ritos del nuevo culto.
El monaquismo es uno de los fenómenos más claros del cristianismo de los primeros siglos. Galicia no fue ajena a este movimiento y entre los siglos IV y IX d. C. comienzan a extenderse por el suelo gallego eremitorios, cenobios y movimientos monacales estructurados y jerarquizados.
En el caso de la Ribeira Sacra, su topónimo podría proceder de época medieval y, en un principio, se atribuye su origen a la denominación Rivoira Sacrata, que podría responder a la gran cantidad de monasterios y templos ubicados en los impresionantes cañones y escarpadas laderas que jalonan los cursos de los ríos Miño, Sil y Cabe a su paso por estas agrestes tierras. De hecho, en la actualidad se pueden visitar una veintena de monasterios en estos parajes, entre los que cabe destacar el de San Estevo de Ribas de Sil, en el Ayuntamiento de Nogueira de Ramuín (Orense) y el de San Vicente del Pino, en Monforte de Lemos (Lugo).
El eremitorio de Cotillón se encuentra en una casa particular, ahora cerrada, que lo utilizaba como bodega. La vivienda corona la ribera del Cabe en Acedre, poco antes de su desembocadura en el Sil. Es un lugar resguardado y aunque hoy el acceso es fácil, en sus orígenes, llegar a ese núcleo tenía que ser una tarea complicada. Una circunstancia que lo alejaba de posible visitantes no deseados. Se trata de un punto estratégico ideal para un eremitorio o una pequeña comunidad de cenobitas. Con estas señas de identidad este primitivo templo muy bien pudo haber sido uno de esos lugares de culto cristiano en la geografía gallega.
 PATRIMONIO OLVIDADO. Hoy este singular templo primitivo se encuentra olvidado y cerrado a los ojos de posibles visitantes. Es un recurso desaprovechado que podría incorporarse a la nómina patrimonial de la Ribeira Sacra como un referente destacado en ese fenómeno monacal que vivió la Ribeira Sacra entre los siglos IV y IX d.C. y que es uno de sus signos de identidad, junto con el vino, cuyo cultivo, precisamente, impulsaron las órdenes religiosas hace ahora un milenio.
Aunque esa cueva se encuentra en una propiedad privada, desde determinados sectores vinculados con el turismo en la zona apuntan a que alguna Administración debería intentar negociar la adquisición de la propiedad, cerrada desde hace algunos años, y poner en valor ese vestigio patrimonial de alto interés para la particular historia de la Ribeira Sacra. No cabe duda que esta gruta sería un atractivo interesante para la zona de cara a ese turismo rural emergente en la Ribeira Sacra, que en su gran mayoría tiene un especial interés por el patrimonio artístico, etnográfico y natural de estos parajes, que todavía son, como en tiempos de los eremitas, un remanso verde de paz y sosiego.
(Fuente: El Correo Gallego)

3 de marzo de 2011

Obras en una plaza de Lugo ponen al descubierto restos del acueducto romano

La construcción de una gran plaza frente al edificio de la Diputación de Lugo ha dejado al descubierto parte de los restos del antiguo acueducto romanos así como parte de la cimentación del hospital de Isabel II, informó hoy la responsable municipal de arqueología, Covadonga Carreño.
Restos del acueducto en un parque público de Lugo.
La representante del Ayuntamiento ha destacado en la zona la relevancia de esos hallazgos y ha mostrado el compromiso de conservarlos y de acondicionar el espacio.
El director de la excavación, Celso Rodríguez, ha precisado que la cimentación descubierta pone de manifiesto que el proyecto arquitectónico del hospital "era bastante más amplio" que el edificio actual, que ahora alberga la sede de la Diputación de Lugo.
La cimentación rompió el trazado del acueducto, del que se han podido recuperar algunos tramos y que permitirá determinar si fue utilizado a mediados del siglo XVIII para suministrar agua a la ciudad de Lugo.
"En este tramo que quedó al descubierto se podrán concretar todos esos momentos cronológicos exactos y saber si era muro corrido o pilastras y la relación con la pizarra", ha dicho el arqueólogo.
Ha añadido que en las excavaciones también han sido hallados varios restos de cerámica romana tales como sigillata y cerámica común.
Vista aérea de Lugo y su muralla romana.
Las excavaciones en esa zona han contribuido además a determinar con mayor precisión el trazado del acueducto que, en algunos puntos permanecía escondido.
Cerca del lugar donde se produjo el hallazgo se ha localizado además otro tramo del acueducto y ahora ha quedado al descubierto una parte "bastante larga", según Carreño.
"La importancia es grande y nos permite conservarlo y, quizá, en un tramo, integrarlo dentro de este espacio que se está acondicionando", ha agregado.
El alcalde de Lugo, José López Orozco, ha visitado la zona para interesarse por los hallazgos y ha considerado que hoy es "un día de alegría para los lucenses" porque permite "conocer más la historia de la ciudad".
López Orozco ha dicho que espera informes técnicos para determinar el valor de los descubrimientos pero que la intención del Ayuntamiento es que en la plaza de San Marcos "puedan quedar los restos visible a través de una ventana arqueológica, en las debidas condiciones".
Eso permitirá "la oportunidad de ver la historia del acueducto romano y, posiblemente, la historia del acueducto de Obispo Izquierdo", ha dicho el alcalde.
(Fuente: ABC)

30 de enero de 2011

Hallan un hueso de oso con grabados y cerámica en una gruta de O Courel (Lugo)

El hallazgo lo efectuaron los miembros de un club de espeleología.
Las entrañas de las tierras montañosas de O Courel (Lugo) no cesan de dar sorpresas. En esta ocasión se trata del hallazgo de unos singulares restos arqueológicos que podrían arrojar algo de más luz a la oscura prehistoria de Galicia.
Integrantes del Espeleo Club de Descenso de Cañones de A Coruña hallaron en una cueva del municipio lucense de O Courel, en una reciente expedición de exploración de la sima, un pequeño hueso de oso con grabados geométricos y restos de dos piezas cerámicas. El material hallado, según indicó un portavoz del Espeleo Club coruñés fue entregado en la delegación de la Consellería de Cultura para su estudio y análisis.
La singular pieza de hueso con decoraciones geométricas, hueca por dentro y con restos de metal, fue localizada en superficie, en la entrada de la gruta. Los restos de cerámica, hallados también en superficie, se encontraban a una veintena de metros de la boca de la cueva, según indicaron los espeleólogos.
Aunque todavía es pronto para efectuar una datación de estas piezas, en especial del hueso de oso tallado, la más peculiar por su decoración geométrica, expertos en arqueología prehistórica aventuran, en principio, que las piezas podrían situarse temporalmente en la Edad de los Metales y estar vinculadas a la cultura Castreña, con importantes restos en la zona de O Courel.