La Universidad de Córdoba (UCO) y el Ayuntamiento de Fuente Obejuna han realizado tres excavaciones arqueológicas y han prospectado 23 hectáreas con métodos geofísicos entre 2022 y 2024 obteniendo un profundo conocimiento del potencial del subsuelo de la ciudad.
Con la culminación de la campaña de 2024, son ya tres las campañas de excavación arqueológica realizadas por un equipo a cargo de la Universidad de Córdoba (UCO) en España y del Ayuntamiento de Fuente Obejuna entre 2022 y 2024. Con métodos geofísicos, se han prospectado 23 hectáreas, obteniéndose un profundo conocimiento del potencial arqueológico del subsuelo del lugar.
El equipo está integrado, entre otros, por Antonio Monterroso Checa y Santiago Rodero Pérez.
El pasado jueves 1 de agosto tuvo lugar la presentación de los últimos hallazgos en Mellaria, resultado de las excavaciones realizadas entre 2022 y 2024 a cargo de la Universidad de Córdoba y el Ayuntamiento de Fuente Obejuna.
Desde 2022, se han realizado tres excavaciones y prospectado 25 hectáreas con métodos geofísicos. La primera de ellas en 2022 supuso el hallazgo de la fuente monumental. Con posterioridad, se han realizado dos campañas de excavación más centradas en dos sectores principales de la ciudad.
La de 2023, tras el descubrimiento de ese lacus, se situó a los pies del Cerro de Masatrigo con la intención de localizar la casa de las aguas a donde vertía el acueducto de Mellaria y desde la que partiría la organización del ciclo urbano de la ciudad. Efectivamente, las excavaciones dieron el resultado previsto y se localizó el conocido como castellum divisorium. Se trata de un edificio de una fase anterior que fue remodelado para acoger dos piletas de decantación del agua y al menos una fuente más. Era el sitio terminal del acueducto, el lugar de potabilización y, por fin, la sede de la distribución mediante tuberías de plomo de esa agua que al final acababa llegando a las fuentes situadas en las calles como es el caso de la descubierta en 2022.
Mellaria, con estos resultados, puede decir que tiene el ciclo del agua más completo, es decir documentado con hallazgos, de toda la provincia de Córdoba y uno de los más completos igualmente de la Bética e Hispania. Se conocen los lugares de captación, la mayor parte – georreferenciada - del recorrido del canal principal y de los secundarios, los pozos de resalto y limpieza, el lugar de recepción del agua en la ciudad y por fin su uso en las fuentes públicas, de las que, al menos, hay una en su sitio y tres más documentadas fuera de su contexto. Incluso se conoce la inscripción del munícipe que lo financió.
Campaña de 2024
La campaña de 2024 se ha interesado por un edificio situado justo en el extremo oriental del extrarradio de la ciudad, muy cerca ya del trazado de la carretera N-432 a más de 700 metros del anterior. Las prospecciones aéreas y geofísicas han dado como resultado el conocimiento de 1160m aprox. del trazado de la Via Corduba-Emerita a su paso por Mellaria. Ese trazado entra por occidente viniendo de Córdoba y sale por oriente dirección Medellín. En sus salidas fuera de las murallas organiza la disposición de los monumentos funerarios como acaece por norma en las ciudades romanas. En el sector de la necrópolis oriental de Mellaria se cuenta con al menos 450m., de vía enmarcada por monumentos de este tipo y edificios con otras funciones. Uno de ellos es un recinto de 1000m2 aprox. que es donde se han desarrollado las últimas excavaciones de 2024.
La excavación de casi la mitad este edificio finalizó el 31 de julio y están previstas varias campañas más para recuperarlo por completo. Lo interesante, llamativo y distintivo de este recinto situado en una necrópolis es que se trata de un cenotafio honorífico a un personaje célebre no fallecido en la ciudad y que no recibió sepelio en ella. Se ha encontrado el lugar de la edícula (camarín) y fragmentos de su estatua “funeraria” marmórea (de tamaño mayor que el natural) sin rastro de cualquier urna, cámara o cualquier tipo de estructura relacionada con un enterramiento in situ en este lugar. Junto al basamento de la edícula, parte de la decoración y los fragmentos de estatua se han recuperado dos klinai, dos reclinatorios de un total de cuatro documentados por la geofísica, donde recostarse a celebrar banquetes en honor del célebre compatriota. Estos lugares de manjar contaron con estructuras de agua en su derredor que partían de la posición del homenajeado que daba vida y riqueza, de este modo, a todos cuantos iban a concelebrar su memoria.
Se trata de un recinto, de casi 30x30 m. de lado, de neta filiación respecto de las más clásicas costumbres funerarias mediterráneas merced a la documentación de estos lugares de banquete rectangulares en fachada, dos a dos al lado del monumento honorífico. Un recinto que tuvo un espacioso jardín trasero donde se han documentado fosas con ajuar relacionadas con los ritos en honor a los muertos además de algunas vacías que, quizás, debieron acoger vegetación.
No se puede demostrar el nombre del receptor de este extravagante monumento celebrativo a su gloria puesto que no se ha documentado epigrafía como prueba (aunque sólo hay un candidato posible). En cualquier caso, un monumento de memoria y honor así, en una necrópolis, es algo absolutamente excepcional por desconocido en Córdoba y por escaso en Hispania.
La excavación de casi la mitad este edificio finalizó el 31 de julio y están previstas varias campañas más para recuperarlo por completo. Lo interesante, llamativo y distintivo de este recinto situado en una necrópolis es que se trata de un cenotafio honorífico a un personaje célebre no fallecido en la ciudad y que no recibió sepelio en ella. Se ha encontrado el lugar de la edícula (camarín) y fragmentos de su estatua “funeraria” marmórea (de tamaño mayor que el natural) sin rastro de cualquier urna, cámara o cualquier tipo de estructura relacionada con un enterramiento in situ en este lugar. Junto al basamento de la edícula, parte de la decoración y los fragmentos de estatua se han recuperado dos klinai, dos reclinatorios de un total de cuatro documentados por la geofísica, donde recostarse a celebrar banquetes en honor del célebre compatriota. Estos lugares de manjar contaron con estructuras de agua en su derredor que partían de la posición del homenajeado que daba vida y riqueza, de este modo, a todos cuantos iban a concelebrar su memoria.
Se trata de un recinto, de casi 30x30 m. de lado, de neta filiación respecto de las más clásicas costumbres funerarias mediterráneas merced a la documentación de estos lugares de banquete rectangulares en fachada, dos a dos al lado del monumento honorífico. Un recinto que tuvo un espacioso jardín trasero donde se han documentado fosas con ajuar relacionadas con los ritos en honor a los muertos además de algunas vacías que, quizás, debieron acoger vegetación.
No se puede demostrar el nombre del receptor de este extravagante monumento celebrativo a su gloria puesto que no se ha documentado epigrafía como prueba (aunque sólo hay un candidato posible). En cualquier caso, un monumento de memoria y honor así, en una necrópolis, es algo absolutamente excepcional por desconocido en Córdoba y por escaso en Hispania.
(Fuente: Universidad de Córdoba)
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