Una ‘brigada’ de alumnos de la Universidad de León volvió ayer al Castro Judío con pico y pala. El objetivo es desentrañar los enigmas que aún encierra este asentamiento, completar el entramado urbano de la judería y, al mismo tiempo, ofrecer formación de campo a los estudiantes.
Imagen de la anterior campaña de excavaciones en el ‘Castrum Iudeorum’ realizadas por alumnos de la Universidad de León. DL
Es uno de los yacimientos medievales más relevantes del Norte de España. Un equipo de 35 alumnos de Historia, Historia del Arte y Arqueología, bajo la dirección de los profesores Carlos Fernández Rodríguez y Raquel Martínez Peñín, desembarca hoy en el Castrum Iudeorum . Buscarán restos de edificaciones en un asentamiento en el que habrían convivido judíos y cristianos entre el año 905 y el 26 de julio de 1196, cuando fue destruido por Alfonso VIII de Castilla.
Situado en la ladera sur del cerro de la Mota, en Puente Castro, es el único entramado urbano judío anterior al siglo XII de toda Europa. Pese a que la utilización de drones, georradar y otras modernas tecnologías por satélite ha limitado en los últimos tiempos el número de excavaciones, en algunos enclaves se hacen imprescindibles. Los alumnos trabajarán con ‘pico y pala’ para desenterrar los secretos que aún guarda el subsuelo.
Se trata de la tercera campaña que lleva a cabo la Universidad de León en colaboración con el Ayuntamiento, tras un acuerdo firmado en 2021. En esta ocasión, las excavaciones concluirán a finales de mes.
«A partir de la interesante información recabada en los tres anteriores años, los arqueólogos han planificado para la presente campaña ampliar los sondeos abiertos en 2023, a fin de potenciar la visión de conjunto del complejo entramado urbano de la judería», explica la Universidad en un comunicado. También «llegar al nivel geológico para fijar del modo más nítido posible el momento en el que los judíos se asentaron en el castro». Además, buscarán más evidencias del final de la presencia hebrea, relacionada con el asedio de las tropas castellanas. El objetivo final es «conocer de forma clara cómo se articula urbanísticamente la aljama y aportar conocimiento al patrimonio histórico de la ciudad. La excavación persigue dar formación de campo a alumnos que pueden encontrar en la arqueología una salida profesional y, de paso, mejorar la oferta formativa del grado de Historia de la ULE. Tras la intervención, los materiales encontrados serán analizados y calificados en los laboratorios de la Universidad.
Hallazgos históricos
Las excavaciones en la aljama de Puente Castro estuvieron paradas durante dieciséis años, hasta que fueron retomadas en 2021. Los trabajos llevados a cabo en este enclave por el profesor José Luis Avello —principal artífice de que León ingresara en la Red de Juderías por sus investigaciones en la aljama de Puente Castro— destaparon que en el Castrum Iudeorum vivían los ciudadanos hebreos más importantes del Reino. Basaba esta afirmación no solo en la población que llegó a alcanzar (alrededor de mil personas), sino en el hecho de que la mayoría de los habitantes de este lugar recibían el tratamiento de ‘Mar’ —como se sabe por las lápidas encontradas—. Este título era utilizado tan sólo por aquellos judíos que habían alcanzado un grado de reconocimiento sobresaliente, tanto en la comunidad hebrea como en la cristiana.
Según Avello, los restos arqueológicos y las fuentes documentales existentes revelan de manera clara que el Reino de León tuvo desde el punto de vista de las poblaciones étnicas una doble capitalidad, la de los judíos (en Puente Castro) y la de los cristianos (al otro lado del río). El nombre que recibe el asentamiento, Castrum Iudeorum (un término cristiano) demostraría que los judíos nunca lo utilizaron, sino que se referían a «su ciudad» como León.
El Museo de León, depósito de todos los hallazgos arqueológicos, ha ido reuniendo desde las primeras excavaciones en el cerro de Puente Castro gran cantidad de munición, lo que hace sospechar que hubo ejecuciones aquí durante la Guerra Civil. Es posible también que exista una fosa común.
Del Castro Judío se han extraído millones de piezas. La gran variedad de recipientes encontrados demuestra la riqueza gastronómica, síntoma del bienestar de los habitantes de este lugar. Además, han salido a la luz decenas de monedas francesas, españolas y musulmanas, prueba de la gran actividad comercial que los judíos mantenían fuera del Reino. Este hecho se refuerza con hallazgos únicos, como el de una cantimplora andalusí, una muestra rarísima fuera del territorio musulmán y que da testimonio de la bonanza económica de la que gozaban los hebreos leones. También confirma que la comunidad judía era la encargada de cumplir con el mandato real de recogida de impuestos.
Las excavaciones en la aljama de Puente Castro estuvieron paradas durante dieciséis años, hasta que fueron retomadas en 2021. Los trabajos llevados a cabo en este enclave por el profesor José Luis Avello —principal artífice de que León ingresara en la Red de Juderías por sus investigaciones en la aljama de Puente Castro— destaparon que en el Castrum Iudeorum vivían los ciudadanos hebreos más importantes del Reino. Basaba esta afirmación no solo en la población que llegó a alcanzar (alrededor de mil personas), sino en el hecho de que la mayoría de los habitantes de este lugar recibían el tratamiento de ‘Mar’ —como se sabe por las lápidas encontradas—. Este título era utilizado tan sólo por aquellos judíos que habían alcanzado un grado de reconocimiento sobresaliente, tanto en la comunidad hebrea como en la cristiana.
Según Avello, los restos arqueológicos y las fuentes documentales existentes revelan de manera clara que el Reino de León tuvo desde el punto de vista de las poblaciones étnicas una doble capitalidad, la de los judíos (en Puente Castro) y la de los cristianos (al otro lado del río). El nombre que recibe el asentamiento, Castrum Iudeorum (un término cristiano) demostraría que los judíos nunca lo utilizaron, sino que se referían a «su ciudad» como León.
El Museo de León, depósito de todos los hallazgos arqueológicos, ha ido reuniendo desde las primeras excavaciones en el cerro de Puente Castro gran cantidad de munición, lo que hace sospechar que hubo ejecuciones aquí durante la Guerra Civil. Es posible también que exista una fosa común.
Del Castro Judío se han extraído millones de piezas. La gran variedad de recipientes encontrados demuestra la riqueza gastronómica, síntoma del bienestar de los habitantes de este lugar. Además, han salido a la luz decenas de monedas francesas, españolas y musulmanas, prueba de la gran actividad comercial que los judíos mantenían fuera del Reino. Este hecho se refuerza con hallazgos únicos, como el de una cantimplora andalusí, una muestra rarísima fuera del territorio musulmán y que da testimonio de la bonanza económica de la que gozaban los hebreos leones. También confirma que la comunidad judía era la encargada de cumplir con el mandato real de recogida de impuestos.
(Fuente: Diario de León // Verónica Viñas)
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