El Museo, la Fundación Cirne y la Universidad de Alicante comienzan las catas en una isla ocupada desde la Prehistoria y que tuvo su momento de gloria en los últimos estertores del Imperio Romano. Los expertos efectuarán cuatro sondeos arqueológicos localizados en los lugares donde parece haber estructuras antiguas, situados en la zona más alta y llana de la isla.
La isla de Portitxol en una imagen del Ayuntamiento de Xábia.
Adentrarse en el vértigo milenario de la historia siempre tiene algo de emocionante. Y eso es lo que está a punto de suceder en uno de los litorales de mayor simbolismo de la Marina Alta. El Museo de Xàbia y el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante iniciarán durante este mes de octubre la primera campaña de excavaciones arqueológicas en la isla del Portitxol. Esta intervención se enmarca dentro de un Plan General de Investigación, aprobado por la Conselleria de Cultura, que tendrá una duración de cuatro años.
El proyecto es posible gracias al espaldarazo económico del Ayuntamiento de Xàbia, así como a la colaboración de la Fundación CIRNE y a la familia Pons, propietaria de la isla.
La isla del Portitxol es un rico yacimiento arqueológico, con ocupaciones documentadas desde finales de la prehistoria hasta los siglos XIX e incluso XX. Aun así, fue en época tardo-antigua, entre los siglos IV y V cuando la isla estuvo habitada de manera más intensa, coincidiendo con los momentos de una gran actividad comercial testimoniada por las numerosas anclas encontradas al fondo marino del Portitxol, así como por el excepcional hallazgo del tesoro de monedas de oro hecho el verano pasado.
Problemas del BIC
Toda esta riqueza hizo que ya en 1980 se iniciara el proceso de protección de la isla, que fue declarada BIC (Bien de Interés Cultural) en 2018, cuatro décadas después. Y todo este tiempo no ha sido suficiente: problemas administrativos forzaron a que se tuviera que incoar de nuevo el expediente de preservación de esta costa en 2022.
Toda esta riqueza hizo que ya en 1980 se iniciara el proceso de protección de la isla, que fue declarada BIC (Bien de Interés Cultural) en 2018, cuatro décadas después. Y todo este tiempo no ha sido suficiente: problemas administrativos forzaron a que se tuviera que incoar de nuevo el expediente de preservación de esta costa en 2022.
Qué se va a excavar
Los trabajos de esta primera campaña se harán entre los meses de octubre y noviembre y consistirán en la cata arqueológica intensiva de toda la superficie de la isla y la realización de cuatro sondeos arqueológicos localizados en los lugares donde parece haber estructuras antiguas, situados en la zona más alta y llana de la isla.
Del mismo modo, se realizará alguna inmersión submarina para aclarar y recuperar algunos materiales arqueológicos localizados en las anteriores campañas subacuáticas hechas ya en el Portitxol.
Los trabajos de esta primera campaña se harán entre los meses de octubre y noviembre y consistirán en la cata arqueológica intensiva de toda la superficie de la isla y la realización de cuatro sondeos arqueológicos localizados en los lugares donde parece haber estructuras antiguas, situados en la zona más alta y llana de la isla.
Del mismo modo, se realizará alguna inmersión submarina para aclarar y recuperar algunos materiales arqueológicos localizados en las anteriores campañas subacuáticas hechas ya en el Portitxol.
(Fuente: La Marina Plaza)
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