Detalle de la excavación del fondo de la cabaña de época tartésica en el yacimiento de La Orden-Monasterio. Foto: Huelva Información. |
El Ciclo Jóvenes Historiadores, una iniciativa organizada por la Concejalía de Turismo dentro de la programación del Centro de Visitantes Puerta del Atlántico, continúo ayer desvelando secretos de la Huelva de la Edad de Bronce, gracias a los testimonios que ha dejado esta excavación. La historiadora Cristina López Cabot descubrió ayer la existencia en la época tartésica de los siglos VII y VI antes de Cristo de una Huelva rural, no muy lejos del ámbito de la urbana ubicada en torno a los cabezos, que se sustentaba en el cultivo de las vides.
Cristina López Cabot destaca que la novedad está en el hecho que nos encontramos una cabaña, ya que hasta ahora lo que se ha investigado correspondía a habitantes de capas altas. La vivienda, es de tipo viabsidiada que se puede poner en relación con otras de Italia y el Mar Negro, del centro y occidente mediterráneo, ofrece nuevos datos sobre Huelva.
Se ha encontrado enterrados cuatro individuos adultos. En uno de ellos se detecta hiperplatimería, producto de una gran carga de trabajo. Esto lo interconexiona con otras zonas de la excavación en la que se estudia el cultivo de la vid, de la que destaca la importante documentación que aporta a diferencia de la zona urbana de Huelva donde se ha sufrido el desmonte de los cabezos y con ello pérdida arqueológica. Hasta ahora "sabemos cómo se comportaba la ciudad en cuanto al puerto, pero aquí se abre la relación del abastecimiento de la zona rural con la ciudad y, probablemente, con la mina y el resto del mediterráneo", señala López Cabot.
Así las investigaciones realizadas en los últimos años en el subsuelo de la capital nos habían permitido conocer una Huelva tartesía que destacaba por sus instalaciones metalúrgicas y portuarias. Sin embargo, ahora López Cabot ofrece los primeros datos de otros asentamientos no muy lejos del núcleo urbano vinculados a los cultivos de vides, donde se asentaban los encargados de estos cultivos y los temporeros en cabañas, con una estructura de trabajo muy similar a la que se aplican hoy en las viñas.
El yacimiento del Seminario abre una línea nueva de trabajo e investigación que permite ver cómo se desarrolló esta civilización tierra adentro, donde los arqueólogos comprueban que la agricultura de la vid juega un papel fundamental y donde vislumbran una forma de hábitat, los fondos de cabaña, que nada tiene que ver con las conocidas edificaciones urbanas.
¿Mestizaje con fenicios?
La vivienda cuenta con el enterramiento de cuatro individuos adultos, se trata de un inhumación secundaria, ya que la putrefacción se ha realizó en otro lugar. Son fosas debajo del suelo de la vivienda de cabaña, que hace pensar en un culto a los antepasados, o el mantener generaciones antiguas en el lugar donde vive", señala. La documentación aportada en la excavación hace pensar a la arqueóloga que pueda haber aquí un mestizaje entre fenicios y la población autóctona.
De esta manera, Cristina López Cabot profundiza en aspectos poco conocidos del Bronce Final onubense a través del estudio realizado de los fondos de cabañas encontrados. Y es que, a pesar del carácter deleznable de estas construcciones con más de 2.500 años de antigüedad, la ocupación continuada de estas primitivas chozas deja una serie de residuos arqueológicos en el terreno de gran utilidad a la hora de aportar nuevos datos sobre las actividades que tenían lugar en el entorno inmediato del enclave portuario de la antigua Onoba.
Con este coloquio concluye la primera parte del Ciclo 'Jóvenes Historiadores Onubenses' que ha estado dedicada al yacimiento arqueológico La Orden-Seminario. Estas charlas se retomarán después del verano para tratar los hallazgos de los últimos años en las diferentes actuaciones operadas en otros puntos de la ciudad, especialmente en el casco histórico.
(Fuente: Huelva Información / Eduardo J. Sugrañes)
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