Se han recuperado los restos de más de 60 personas en el subsuelo de la junta administrativa
La arqueología alavesa nos ha ofrecido recientemente el descubrimiento de una necrópolis de época posmedieval en el centro de la localidad de Ocio. En el subsuelo de su junta administrativa se han podido recuperar los restos de más de 60 personas de diferente edad y de ambos géneros. Los difuntos fueron inhumados entre los muros de una ermita, que ya padecía problemas y requería arreglos a mediados del siglo XVIII y que quedó definitivamente arruinada y sin culto muy poco después.
Dos esqueletos de la necrópolis de Ocio. |
La localización de esta nueva necrópolis, hecho ya de por sí importante para el conocimiento histórico del lugar, no ha sido la única sorpresa que ha deparado la intervención arqueológica realizada. Destaca, por inusual, la aparición de 13 esqueletos humanos dispuestos de forma aparentemente ordenada en el fondo de una fosa común o inhumación colectiva. Es probable que el deceso de los allí enterrados se hubiese producido por un episodio violento, dada la aparición de un proyectil en plomo de arma de fuego entre las costillas de dos de los esqueletos.
Se contempla como hipótesis la ubicación del acontecimiento bélico en el primer tercio del siglo XIX, quizá en el preludio de la primera Guerra Carlista. Por si fuera poco, tampoco se descarta que algunos de los enterrados en este singular cementerio fallecieran a consecuencia de la incidencia de la enfermedad del 'cólera morbo asiático' en Ocio, durante alguna de las tres crisis epidémicas que azotaron Álava durante el siglo XIX.
El abandono del uso funerario en el subsuelo de la Ermita de Nuestra Señora de la Asunción supuso la creación de un nuevo espacio cementerial, que fue ubicado a las afueras del pueblo. Este camposanto pervivió hasta el cambio de siglo, cuando en 1901 se habilitó el cementerio actual de Ocio. Desde finales del siglo XIX, los restos arquitectónicos de aquella ermita de la Asunción fueron reconvertidos para albergar el ayuntamiento y una escuela rural. Éstos continuaron en uso, al menos hasta el primer tercio del siglo XX. Posteriormente llegaría la construcción de una nueva planta en el edificio, pasando el mismo a convertirse en la actual sede de la Junta Administrativa de Ocio.
Tanto la necrópolis como aquella Ermita de Nuestra Señora de la Asunción fueron presa del olvido histórico, hasta que ahora la arqueología las ha vuelto a rescatar.
Lo que también ha supuesto una agradable sorpresa ha sido la cálida acogida que la excavación arqueológica ha tenido por parte de los vecinos de Ocio. Han sido ellos los que han dado un paso más allá y han propuesto actuaciones para que la excavación arqueológica no se quede exclusivamente en eso. Gracias a la posibilidad de observar in situ y sin impedimento alguno la evolución de los trabajos arqueológicos, los propios habitantes y visitantes de Ocio han adivinado la proyección futura que las informaciones y estudios arqueológicos realizados pueden tener para su comarca.
En definitiva, son conscientes de que este hallazgo puede ser un punto de partida para relanzar de nuevo el perfil del Patrimonio Histórico-Artístico y Arqueológico de la zona. Éste ha sido abandonado por las instituciones como se puede comprobar tras la paralización de los trabajos de acondicionamiento y puesta en valor del Castillo de Lanos. Estos trabajos arqueológicos deberían ser ejemplarizantes para que las autoridades competentes ayuden a la promoción cultural y turística de nuestros pueblos y ciudades.
(Fuente: El Correo)
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