Emocionado y agradecido, Antonio De Juan, uno de los referentes en las investigaciones del yacimiento ciudarrealeño, ha repasado a través de imágenes el descubrimiento de la fosa y “el revulsivo que supuso” en el ámbito científico de la época medieval en España, sobre todo por “la gran cantidad de armamento” desenterrado
Momento del ingreso de Antonio de Juan en el Instituto Estudios Manchegos , acompañado de sus padrinos, Alfonso Caballero y Raquel Torres / Clara Manzano
Los trabajos arqueológicos realizados en el yacimiento de Alarcos desde hace casi 40 años (1984) han descubierto restos muy reveladores de una batalla que dejó enterrada gran parte de la memoria de los pobladores de hace nueve siglos.
Uno de esos tesoros es la fosa de los despojos, ubicada en un acceso de la zona sur de la gran muralla, abierto para arrojar los restos de la contienda del 19 de julio de 1195 entre cristianos y almohades -que salieron victoriosos-, donde aparecieron mezclados esqueletos humanos, huesos de animales, como buitres carroñeros y dromedarios -probablemente del ejercito musulmán- piezas de vajillas como jarrillas y cuencos para comer, numerosos armamento como puntas de lanza -posiblemente las que mataron a los castellanos-, prendas, o dados para el entretenimiento de los soldados.
Esta oquedad y la interpretación histórica de su contenido ha centrado el discurso de ingreso de Antonio de Juan en el Instituto de Estudios Manchegos (IEM), como nuevo consejero, esta tarde en una gala celebrada en el salón de actos de la sede de la Diputación provincial.
Emocionado y agradecido, De Juan, uno de los referentes en las investigaciones del yacimiento ciudarrealeño, desde 1984 hasta que se jubiló en 2020, ha repasado a través de imágenes el descubrimiento de la fosa y “el revulsivo que supuso” en el ámbito científico de la época medieval en España, sobre todo por “la gran cantidad de armamento” desenterrado.
“La batalla se produjo el 19 de julio de 1995, y por la fecha era urgente tener que tapar los restos (orgánicos)”, entre ellos el armamento de menor dimensión porque las piezas más valiosas, como las armas caballerescas, eran evacuadas por los combatientes ganadores.
La fosa, cubierta con piedras y cal, supuso una gran revelación, ha dicho el también profesor asociado de Historia Medieval en la Universidad de Castilla La Mancha, porque sabían de su existencia por datos iconográficos de las cantigas, pero “no se había documentado nunca una cronología clara de los restos de armamento de la batalla, como las puntas de flecha, que con total seguridad se utilizaron aquel 19 de julio”.
De Juan, que ha estado en primera línea de las excavaciones 36 años – ha sido impulsor y director del Parque Arqueológico de Alarcos-Calatrava desde su fundación hasta 2012-, ha celebrado la culminación de esta parte de investigación, que ahora está completando con un exhaustivo estudio de los restos humanos -con golpes y cortes- la antropóloga Lucía Muñoz.
En la historiografía que De Juan ha presentado esta tarde, con el título de ‘Alarcos 1195, lo despojos de una batalla’, ha hablado de puntas de lanza de varias formas y terminaciones, espadas cortas de un único filo, y bolas de hierro, “posiblemente utilizadas como munición por los honderos de la infantería”.
Laudatio
De Juan ha sido presentado por el doctor en Arqueología y presidente del IEM, Alfonso Caballero Klink, quien ha pronunciado la laudatio del nuevo consejero en la ceremonia, y ha destacado su aportación a la historia medieval de Ciudad Real y Castilla-La Mancha.
Esta parte de la historia “se está incorporando de manera brillante con insvestigaciones como la Jesús Manuel Molero García y sus excavaciones en el Castillo de la Estrella y ahora con Antonio de Juan”.
Los trabajos de este arqueólogo “no son sólo Alarcos”, son que enriquecen la historia “de la Orden de Calatrava, Calatrava la Vieja o Calatrava la Nueva”. Y “de tener unos cerros pelados, ha agregado Caballero, llenos de hierbajos, lagartos y de pasto para el ganado hace 40 años, ahora son parques visitables, de turismo, con gran dotación cultural para el enriquecimiento de la historia”
De Juan, fue miembro de la Comisión de Patrimonio en Ciudad Real entre 1998 y 2012, y es vocal de Castilla La Mancha en la Asociación Española de Arqueología Medieval.
Desde 1994 es Académico Correspondiente en Ciudad Real de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, y desde 2022 es miembro de la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha.
Al acto de ingreso han asistido la delegada de la Junta en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, el diputado provincial Dionisio Vicente y el concejal de Cultura, Nacho Sánchez.
(Fuente: Lanza Digital / Julia Yébenes)
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