Una lápida funeraria del siglo I-II d.C. descubierta por un agricultor escondía el primer testimonio documentado en todo el mundo romano del término "Subulcus".
Detalle de la estela funeraria hallada en Domingo Pérez. Foto: Universidad de Granada
En lo que parecía una jornada más, un agricultor que estaba trabajando en un cortijo del municipio granadino de Domingo Pérez se topó por casualidad con una gran piedra con inscripciones en latín. Rápidamente informó al dueño de la propiedad y este comunicó el hallazgo de la pieza a la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía. A priori parecía una estela funeraria romana más, pero su estudio en el laboratorio ha desvelado una gran sorpresa: el texto escondía un nombre propio inédito hasta la fecha, no solo en lo que fue Hispania, sino en todos los territorios que abarcó el Imperio romano: "Subculus", un liberto fallecido a los 55 años.
La lápida, según explican Ángel Padilla Arroba y Eva Morales Rodríguez, profesores del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Granada, se ha datado entre finales del siglo I y el siglo II d.C. en base al tipo de letra y a las fórmulas funerarias empleadas. Hecha en un bloque de piedra caliza rectangular de buena factura, con la superficie pulimentada y la parte superior suavemente redondeada, tiene unas dimensiones de 64'8 x 40 x 17 centímetros y el texto se distribuye a lo largo de 12 líneas, 11 de las cuales se conservan en buen estado —la última solo muestra el ápice de lo que pudieron ser las dos primeras letras de la misma—.
Según ha explicado la Universidad de Granada en una nota de prensa, en la inscripción, que no presenta ningún tipo de motivo ornamental, se relaciona el nombre de 6 personas, libertos de condición, con vínculos familiares entre algunos de ellos. En realidad, únicamente se menciona el nombre y la edad a la que fallecieron. Del conjunto de individuos, tres son hombres y otros tantos mujeres. Los varones y una de las féminas pertenecen a la gens Pomponia, familia de origen plebeyo cuya presencia en el sur peninsular no está atestiguada hasta momentos relativamente tardíos.
En el mundo romano, los libertos eran antiguos esclavos que había sido liberados de su servidumbre y se habían convertido en ciudadanos libre. Sin embargo, no tenían el mismo estatus ni los mismos derechos que un ingenuo, es decir, alguien que nunca había caído en la esclavitud, y serían considerados para siempre como antiguos esclavos, recuerdan los investigadores. Su hipótesis es que esta lápida hallada en Domingo Pérez debía estar colocada en un monumento funerario de unas ciertas dimensiones, que es probable que se especificaran en la última línea perdida.
"De entre los nombres que se recogen en la estela destaca especialmente uno, Quintus Pomponius Subulcus", señalan Padilla y Morales, que publicarán su estudio sobre la pieza, que se está restaurando en el Museo Arqueológico de Granada, en el próximo número de la revista Epigraphica, editada por la Universidad de Sassari (Italia). "Su particularidad e importancia radican en que se trata del primer testimonio documentado en todo el mundo romano del término Subulcus formando parte de la onomástica de un individuo, que, en este caso, falleció a los 55 años de edad".
Dicho nombre no está recogido en ninguno de los grandes repertorios, ni en las principales bases de datos epigráficas, "por lo que se trata de un hallazgo excepcional que viene a enriquecer el ya extenso repertorio de nombres romanos documentados no sólo en Hispania, sino en todo el Imperio", destacan los investigadores de la UGR. Este término aparece recogido en las famosas Etimologías de Isidoro de Sevilla, donde indica que hace referencia a un "pastor de cerdos", un porquero, pero hasta la fecha no había evidencias de que se también se usara como nombre propio.
(Fuente: El Español / David Barreira)
No hay comentarios:
Publicar un comentario