Destaca el hallazgo de un sarcófago de plomo que guardaba los restos de un individuo joven y un niño, un féretro de época del que sólo se conservan una decena de la vieja Hispania. Por otra parte, descubren un asentamiento neolítico de la época de los constructores de los Dólmenes, de hace más de 5.000 años
El equipo de arqueología descubre el sarcófago de plomo romano. / MUSEO DE ANTEQUERA
Bajo las tierras de Antequera hay miles de historias y épocas por descubrir, como se demuestra cada vez que hay un movimiento de tierras. El último ejemplo, la primera fase del Puerto Seco ha sacado a la luz un yacimiento con una necrópolis romana entre el siglo I y el II donde destaca el hallazgo de un sarcófago de plomo que guardaba los restos de un individuo joven y un niño, un féretro de época del que sólo se conservan una decena de la vieja Hispania.
El catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Desiderio Vaquerizo Gil, califica de «excepcional» el enterramiento romano por el sarcófago y el ajuar encontrado. En el interior había 15 ungüentarios de vidrio, dos jarros del mismo material (uno con restos de vino y otro con aceite de oliva virgen extra), 25 fichas del juego 'Ludus latrunculorum' (Juego de los ladrones), una moneda y varias cuentas de pasta vítrea. Y en el exterior, 17 fichas del mismo juego, cuentas de pasta vítrea, seis canicas de cristal y una lucerna del siglo II. Las fichas de este famoso juego, con el que se le deseaba tener buena suerte en la nueva vida, son de las más numerosas encontradas, sólo superadas por una sepultura que se encontró en Essex, Inglaterra, en 1996.
La historia del sarcófago
Las arqueólogas Cristina Chacón y Ana Arcas, así como la antropóloga Inés Pérez-Guzmán, ofrecieron este jueves 10 de noviembre una conferencia sobre el hallazgo en el Museo de la Ciudad, donde compartían lo encontrado y esperaban las pruebas de ADN para certificar científicamente la edad y sexo de los cuatro cuerpos encontrados, dos dentro y dos encima del sarcófago. El arqueólogo Manuel Romero apuesta que se trata de dos mujeres con dos bebés.
Como anécdota, primero encontraron la pareja encima del sarcófago, que había sido expoliada con anterioridad, pero cuando limpiaban el lugar se percataron que había algo más debajo, apareciendo el sarcófago que no había sido explorado desde que se depositó en el lugar, lo que supone un doble descubrimiento y un éxito en el día a día de los arqueólogos al encontrar algo extraordinario.
Las piezas de ajuar, tras limpiarse por parte del Centro de Patrimonio Municipal, se exponen en el Museo y el sarcófago formará parte de la Sala Romana del museo. El resto de la necrópolis se ha sellado y protegido para el futuro. Son 54 tumbas en total, donde destaca especialmente la que se ha denominado, Tumba 307, por el carácter excepcional de la misma perteneciente al siglo II después de Cristo. El nombre de 307 se debe a «pura metodología, cuando señalamos los diferentes estratos o complejos funerarios les damos un número», que es la del sarcófago aludido. Ahora, a esperar los hallazgos que están por venir bajo las tierras de Antequera en esta urbanización del proyecto logístico del Puerto Seco sobre el cruce de caminos de Hispania.
(Fuente: Diario Sur / Antonio J. Guerrero)
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