Cripta de San José en Cartagena. FOTO: MC |
La concejal de Turismo y Empresa del Ayuntamiento de Cartagena, Cristina Pérez ha salido al paso de esta denuncia apuntando que la pintura que ha desaparecido no era la original, que era una recreación que se hizo en el año 2007 por Puerto de Culturas para dar una mayor vistosidad a la cripta.
La humedad provocada por las escorrentías que bajan del monte donde está ubicada la Muralla Púnica ha hecho que estas pinturas desapareciesen, por lo que ya se está trabajando con la UPCT para hacer un estudio de como evitar esta situación y si sería viable volver a hacer una recreación de las pinturas originales de la cripta.
Recuerda que fue en el año 2001 cuando Puerto de Culturas comenzó a trabajar en la recuperación de la Muralla Púnica y que desde entonces se ha estado trabajando en su mantenimiento y conservación.
Además afirma que "esta situación no debe de sorprender a MC porque es la misma que estaba cuando José López era alcalde de Cartagena". Es por lo que habla "de un ejemplo de bulo y de manipulación de fotos que no saben si responden a la mala fe de quien lo ha lanzado o al desconocimiento, pero no se puede ser tan imprudente de acusar de destrozar el patrimonio arqueológico de Cartagena".
La cripta funeraria parece corresponder a una construcción de finales del siglo XVII o comienzos del XVIII. Los restos de la muralla púnica aparecieron al buscar los restos de la ermita. Posiblemente pertenecía a la Cofradía de San José o a la de San Juan Nepomuceno, las dos más importantes que existieron en la ermita.
La decoración pictórica, realizada una vez llevados a cabo los enterramientos que acoge la cripta ya que el enlucido sobre el que se encontraban tapaba los nichos funerarios, se puede equiparar a las danzas de la muerte medievales.
Este tipo de criptas, habituales en la época, obedece a la función que tenían en la Edad Moderna las cofradías y hermandades de facilitar a sus componentes el tránsito hacia el ''Más Allá''. Así, los cofrades, que podían dejar en su testamento estipulado todo lo referente a su entierro, pagaban unas cuotas mediante las que, tras su fallecimiento, la cofradía se encargaba de su sepultura y de realizar las correspondientes misas en sufragio por su alma. La práctica de enterrar en las iglesias y en las criptas de las diferentes cofradías desaparecería en los primeros años del siglo XIX.
Jesús Giménez, portavoz adjunto de MC, calificaba de desolador la situación en la que se encuentra esta cripta y recuerda que "entre las reclamaciones planteadas al presupuesto para la conservación del patrimonio de la zona, destacan las de la DAPHNE, Asociación para la Defensa del Patrimonio de la Comarca de Cartagena que "ha señalado las omisiones presupuestarias más flagrantes en este documento para 2020 como el Fuerte de Despeñaperros, la capilla del Concejo de la Catedral, Cueva Victoria, la Muralla Púnica, la batería de San Leandro y los castillos de los Moros o La Atalaya".
(Fuente: SER / Encarna Lorente / Miguel Meroño)
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