El yacimiento de La Estaca, en Las Regueras, conserva dos lienzos de muro con restos pictóricos. En uno de ellos, el oriental, los arqueólogos han hallado pinturas decorativas de más de un metro, aunque no han podido excavar y sacarlas a la luz «por la dificultad técnica que suponía la conservación de estos muros parcialmente inclinados hacia el interior de la habitación». Así lo señala el director de la excavación, el arqueólogo Juan Muñiz, que ha hecho públicos los resultados de la campaña, que se presentarán mañana jueves en Oviedo.
La investigación arqueológica confirma la importancia de la villa romana de Las Regueras, que conserva «el mejor y más rico repertorio decorativo» de las localizadas en Asturias.
CONCLUSIONES DE LA EXCAVACIÓN
«Durante el pasado mes de noviembre se excavó la práctica totalidad del segundo mosaico de la Villa Romana de San Martin de La Estaca, en el municipio asturiano de Las Regueras. El hallazgo del mismo se había producido en abril de 2018 cuando el equipo de Juan R. Muñiz sondeó los restos aparecidos en la finca de El Pedregalón. Para esta campaña de 2019 se seleccionó un equipo de expertos destinado específicamente a excavar por completo el mosaico en un mes de trabajo. El equipo estuvo integrado por los arqueólogos Adrián Piñán, Valentín Álvarez y Alejandro Sánchez y las restauradoras Marta Corrada y Mónica Ruíz bajo la dirección de Elías Carrocera y Juan R. Muñiz. En los trabajos se contó además con la colaboración de los arqueólogos Gerardo Sierra, Leonardo Martínez y la estudiante María Rodríguez.
CONCLUSIONES DE LA EXCAVACIÓN
«Durante el pasado mes de noviembre se excavó la práctica totalidad del segundo mosaico de la Villa Romana de San Martin de La Estaca, en el municipio asturiano de Las Regueras. El hallazgo del mismo se había producido en abril de 2018 cuando el equipo de Juan R. Muñiz sondeó los restos aparecidos en la finca de El Pedregalón. Para esta campaña de 2019 se seleccionó un equipo de expertos destinado específicamente a excavar por completo el mosaico en un mes de trabajo. El equipo estuvo integrado por los arqueólogos Adrián Piñán, Valentín Álvarez y Alejandro Sánchez y las restauradoras Marta Corrada y Mónica Ruíz bajo la dirección de Elías Carrocera y Juan R. Muñiz. En los trabajos se contó además con la colaboración de los arqueólogos Gerardo Sierra, Leonardo Martínez y la estudiante María Rodríguez.
El yacimiento de la Villa de San Martín ya era conocido por las noticias recogidas en el Diccionario de Pascual Madoz (1845-1850) 1 y por los significativos restos hallados en las excavaciones realizadas en los años 1958 y 1961 cuando se había excavado un primer mosaico que hoy se encuentra en el Museo Arqueológico de Asturias.
Esta excavación de 2019 estuvo financiada por la Asociación de amigos de la Villa romana de San Martín de La Estaca, que organizó una campaña de micromecenazgo a través de las redes sociales. Además se contó con la colaboración de empresas como UCOFA, Está Por Ver o NORBIM GEO y actividades de apoyo como la recaudación a través de conciertos musicales del coro MOSAICORUM o las rifas y sorteos en locales del municipio. Se trata de los primeros trabajos arqueológicos financiados con esta fórmula en Asturias.
Los resultados preliminares de estos trabajos y de la campaña de geofísica realizada durante el verano por la empresa TERRA DAT se ofrecerán públicamente en una charla que se realizará en Oviedo esta semana. Los resultados engloban avances y estudios en la planta del yacimiento, aportación de materiales arqueológicos, estudios de materiales constructivos y los hallazgos más importantes además del propio mosaico.
El equipo de excavación comprobó que este mosaico se encuentra en una sala interior, probablemente un Triclinium, situada en el ala sur de la Domus. La casa es de planta rectangular de 600m 2 aproximadamente, con un patio central que articula sus estancias de forma nuclear, estando los dos mosaicos (el actual y el excavado en 1958) en salas simétricamente dispuestas en torno al patio en las alas norte y sur. Esta construcción parece que fue edificada entre los siglos II y III, otorgando esta misma cronología al mosaico por su relación estratigráfica.
El estado de conservación de dicho pavimento cabe calificarlo de muy bueno con una extensión de 11 x 3,60 metros de la que se conserva un 90% de su superficie in situ. Por su dimensión y conservación constituye uno de los ejemplos de mayor calidad –sino el que más-, del escaso corpus musivario registrado hasta el momento en Asturias. Este repertorio está formado por los restos aislados localizados en Llanera y los mosaicos de las villas de Memorana y Veranes, además de los dos mosaicos de este yacimiento de la villa de San Martín.
Su composición formal es dominantemente geométrica y se organiza con una cenefa exterior formada por una serie de cuadrados de líneas horizontales rojas, amarillas y blancas en su interior, y flores hexapétalas inscritas en círculos. Este enmarque exterior rodea un sogueado que vertebra una decoración interior de once pares de cuadros en cuyos interiores se alternan cuadrados, nudos de dos eslabones y flores de cuatro pétalos. En el borde occidental se aprecia también una banda decorativa con un rombo rematado en peltas en el que se inscribe una llamativa esvástica blanca sobre fondo rojo. En la parte oriental del pavimento se localizó una forma de copa, la única que se aprecia actualmente en este pavimento. Todo el mosaico está confeccionado con tesselas pétreas y cerámicas de varios colores y de un tamaño medio en torno a 1 cm 2 .
Este pavimento estaba combinado con pinturas parietales realizadas mediante la técnica al secco. Estas pinturas representan imitaciones de mármoles y enmarques en toda la pared norte. El lienzo oriental sin embargo, del que se conservan pinturas de más de un metro de altura, está decorado con escenas compositivas que no han podido ser aún excavadas por la dificultad técnica que suponía la conservación de estos muros parcialmente inclinados hacia el interior de la habitación.
Este mosaico es el de mayor extensión conservada de los localizados en Asturias y el segundo que proviene de este yacimiento. A ello debemos sumar la singular composición pictórica de sus paredes y esta combinación parece confirmar la impresión inicial respecto a su clasificación como el mayor y más rico repertorio decorativo de todas las villas romanas que hasta el momento han podido ser documentadas arqueológicamente en Asturias».
(Fuente: La Voz del Trubia)
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