Excavaciones en Ateca, donde tuvo lugar la batalla de Alcocer. FOTO: DIPUTACIÓN DE ZARAGOZA |
Los trabajos, incluidos dentro de las actividades del Consorcio Camino del Cid, buscan conocer mejor el asentamiento junto al que se produjo el combate como primer paso para promocionarlo dentro de la ruta cidiana. "El hecho de que la batalla de Alcocer tuviera lugar en Ateca, en el paraje de La Mora Encantada, convierte este municipio en el escenario principal del Cantar del Destierro y en un lugar de visita indispensable para todo aquel que desee seguir las huellas de Rodrigo Díaz de Vivar", ha destacado la diputada delegada de Cultura, Cristina Palacín.
Por ello, la Diputación de Zaragoza, como integrante del Consorcio Camino del Cid, ha decidido financiar esta excavación para seguir estudiando los restos arqueológicos de ese enclave histórico en el que ya se hizo una primera excavación en el año 2004.
La conquista de Alcocer se cuenta en el Cantar del Destierro, los versos en los que el Cantar del Mío Cid narra el exilio del legendario caballero castellano --que en realidad fueron dos: uno en el 1081 y otro en el 1088--. El autor del poema tenía grandes conocimientos de geografía, lo que permite seguir con precisión todo el destierro literario del Cid por tierras de Soria, Guadalajara, Zaragoza y Teruel, ha indicado la institución provincial en una nota de prensa.
RUTA ARAGONESA
En concreto, la ruta aragonesa de Rodrigo Díaz de Vivar comenzó en un lugar situado entre Ariza y Cetina. Después, el guerrero atravesó Alhama y pasó de largo por el núcleo urbano de Ateca para instalarse en un promontorio cercano al río Jalón -actualmente conocido como cerro Torrecid- desde el que se dispuso a conquistar Alcocer.
Lo logró 15 semanas después. Sin embargo, una vez que este asentamiento estuvo en su poder, un ejército valenciano acudió al lugar para recuperarlo. El Cid presentó batalla y venció a los musulmanes de forma "aplastante".
El problema es que, al tratarse de un cantar de gesta, hay que averiguar qué parte del poema se basa en hechos reales y cuál es imaginaria. Por eso, los investigadores tuvieron que recurrir a distintas fuentes documentales y toponímicas para poder determinar la ubicación más probable de Alcocer.
EL ENCLAVE Y LAS EXCAVACIONES
Las indagaciones realizadas por el historiador Francisco Martínez desde la década de los 80 le llevaron a concluir que ese emplazamiento de origen musulmán estuvo en el paraje actualmente conocido como La Mora Encantada, un cerro del término municipal de Ateca coronado por un farallón arcilloso en el que se aprecia que fue moldeado por la mano del hombre.
Sin embargo, las pruebas documentales tenían que contrastarse mediante la arqueología. Por eso en el año 2004 se realizó una primera excavación impulsada por el Ayuntamiento de Ateca que confirmó que en ese lugar existió un asentamiento de época islámica situado al abrigo del farallón arcilloso, sobre el cual se emplazaría una torre para vigilar el territorio.
Los restos hallados llevaron a concluir que su abandono fue precipitado y que son de época anterior a la conquista de Calatayud por el rey Alfonso I en el año 1120. Más de una década después, la Diputación de Zaragoza ha impulsado una segunda excavación para seguir descubriendo los restos de Alcocer. Los trabajos, dirigidos por los arqueólogos José Luis Cebolla y Francisco Javier Ruiz, se han llevado a cabo durante el mes de diciembre y se han centrado en el área en la que aparecieron los restos localizados en 2004.
"Primero hemos hecho un levantamiento topográfico y en tres dimensiones del yacimiento y luego hemos procedido a la excavación en sí, que ha sacado a la luz nuevas estructuras y nuevos materiales arqueológicos", ha detallado José Luis Cebolla, para agregar que "una vez realizado el trabajo de campo, ahora procederemos a estudiar y analizar estos hallazgos para ver qué información nos aportan".
EL CAMINO DEL CID
La excavación ha costado 10.000 euros y ha sido financiada por la Diputación de Zaragoza dentro de las actividades del consorcio Camino del Cid. Esta entidad pública, de la que forman parte la DPZ y otras siete diputaciones provinciales, se dedica a impulsar y difundir la ruta cidiana, un itinerario turístico y cultural que atraviesa España de noroeste a sudeste y que sigue las huellas literarias e históricas de Rodrigo Díaz de Vivar utilizando el famoso cantar como guía de viaje.
Debido a su longitud --unos 1.400 kilómetros de senderos y 2.000 kilómetros de carreteras--, el Camino del Cid está dividido en rutas temáticas unidas entre sí para que el viajero pueda acomodar el recurrido a los días de los que dispone. El camino está pensado para realizarlo a pie, en bicicleta de montaña o de carretera o en coche o moto.
(Fuente: El Mundo / Europa Press)
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