En las paredes de la Vall se han localizado y protegido seis abrigos rupestres. Al fonso la localidad de Capçanes. FOTO VICENT LLURBA |
“Son unos yacimientos espectaculares, el estilo enlaza con el arte rupestre levantino pero lo que sorprende en el caso de Capçanes es la concentración en un espacio tan pequeño”, mantiene Josep Castells, jefe de la sección de información y estudios del Servei d’Arqueologia i Paleontologia del Departament de Cultura de la Generalitat. Los diez primeros conjuntos de pinturas rupestres de Capçanes se localizaron en abrigos rocosos (protegidos por una cornisa natural) en el 2006 y se documentaron en 2008. Sin embargo, la magnitud del hallazgo animó a gente del municipio: “Se pusieron en marcha amantes del senderismo y del campo e identificaron una decena de abrigos más”, explica Castells. Los últimos se localizaron hace apenas un año.
CORPUS DE PINTURAS RUPESTRES
La geografía del Priorat –con las sierras del Montsant, Llaberia y las montañas de Prades; los ríos Siurana y Montsant y sus barrancos con numerosas cavidades y abrigos– reúne las condiciones idóneas para la existencia de conjuntos rupestres, pero hasta hace una década se desconocía su existencia. Ahora la situación ha dado un vuelco. “Lo primero que hicimos es poner en marcha el programa Corpus de Pinturas Rupestres”, explica Castells.
El Servei d’Arqueologia de la Generalitat encargó a los prehistoriadores Ramon Viñas ( Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, Iphes) y a Elisa Sarrià (especialista en arte rupestre) el estudio y la documentación de las pinturas. Luego, se encargó el proyecto para proteger y conservar los yacimientos. “La protección pasa por controlar el libre acceso a los abrigos y luego instalar paneles para que la gente entienda por qué está la zona cerrada, y sepa lo que puede ver”, explica Castells.
El cierre perimetral de los diez primeros abrigos, en la zona denominada La Vall y Parellada, acabó hace unos días. El Ayuntamiento ha avanzado los 30.000 euros comprometidos por la Generalitat, para limpiar la vegetación que había frente a los abrigos, mejorar los caminos de acceso e instalar una valla alrededor de los yacimientos. El objetivo es garantizar su conservación. No en vano, según apuntan en su informe Viñas y Sarrià (publicado en Tribuna d’Arqueologia), el 50% de estas pinturas se ha perdido por la fragilidad de la roca, que se va laminando. Tanto es así que el año pasado, comenzó una campaña de consolidación de los abrigos más dañados que continuará este año.
UN TORO DE 54 CENTÍMETROS
Hasta ahora los especialistas han asegurado, por ejemplo, una de las pinturas más espectaculares, la del toro de 54 centímetros, uno de los mayores localizados hasta ahora en Catalunya. También se ha realizado una actuación de urgencia en otro mural (del grupo localizado en 2014) de ochenta centímetros de ancho y un metro de altura que representa una escena de caza, con un conjunto de figuras humanas –con piernas muy musculadas– y un ciervo.
La campaña de consolidación continuará con el mural de la matanza o el posible sacrificio, para que pueda contemplarse en todo su esplendor. A diferencia de las escenas de caza, mucho más comunes en el arte rupestre levantino (que se extiende por la costa Mediterránea, desde Lleida hasta Almería y es patrimonio de la humanidad desde 1998), la temática de este mural, “es sorprendente, aparecen individuos medio muertos y colgados... está claro que no es una escena de caza y todavía es complicado hacer una interpretación precisa, pero se está trabajando y estudiando; es un hallazgo increíble”, opina Castells.
GRABADOS CON CIERVOS
Otra de las singularidades que se han descubierto y que otorgan un peso específico a la zona de Capçanes, son tres grabados que representan tres ciervos. Están situados en el techo de uno de los abrigos de Parellada, a aproximadamente 1,80 metros del suelo. “Por su concepción estilística y técnica encajan entre las formas paleolíticas y levantinas y podrían constituir un vínculo con el origen del arte levantino”, afirman en su informe, Viñas y Sarrià. “Este hallazgo ha sido una sorpresa porque nos hace replantear la investigación, son los tres primeros grabados de esta tipología que se encuentran al aire libre, pueden ser muy antiguos... el principio del arte rupestre”, añade Castells. En otros de los abrigos se han identificado, por sus curvas, varias figuras femeninas. En una de las escenas, por ejemplo, aparece una mujer con vestimenta en los brazos y el cuerpo recogiendo miel.
PLAFONES INFORMATIVOS
“Todos estos conjuntos nos sitúan en el mapa y aportan un gran valor al municipio, que se suma a la actividad vitivinícola o las rutas senderistas”, mantiene el alcalde de Capçanes, Joan Carles Castellví, que tiene previsto organizar una jornada de puertas abiertas cuando se hayan instalado los plafones informativos y se haya decidido el mecanismo para mostrar y explicar los yacimientos. Los diez primeros conjuntos de Capçanes que se han protegido se suman a las pinturas localizadas en otros barrancos de la comarca. El Priorat entra por la puerta grande en el mapa de las pinturas rupestres desde que, en 2006, dos escaladores, Juan Antonio Serrano y Laura Martínez, en una salida por el valle del río Siurana descubrieron los abrigos con pinturas del Grau des Masets, en Cornudella del Montsant. Ese fue el inicio, y actualmente el Priorat concentra casi medio centenar de los 120 conjuntos documentados en toda Catalunya.
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