Es la primera vez que aparecen sepulturas romanas en el centro de la ciudad. FOTO: XOAN CARLOS GIL |
El hallazgo se enmarca en las medidas cautelares ordenadas por la Dirección Xeral de Patrimonio para esta zona. Tras los sondeos iniciales, que permitieron detectar restos arqueológicos, la Xunta de Galicia ordenó realizar una excavación en área, que es la medida máxima en este tipo de actuaciones. Estos trabajos se ampliarán por espacio de dos semanas más ya que se pretende excavar prácticamente todo el solar, que se quiere preparar para la futura construcción de apartamentos.
No son los únicos restos aparecidos. Se completa el panorama con una serie de estructuras de piedra datadas entre finales del siglo XVIII y el siglo XX. El panorama podía ampliarse ya que todavía restan dos semanas de trabajos.
Expertos consultados por este periódico señalan que lo más probable es que estas tumbas sean levantadas y trasladadas a algún museo arqueológico.
Es la primera vez que se encuentran sepulturas en el Casco Vello en el contexto de una excavación. Sin embargo, sí hay noticias recogidas por el cronista de la ciudad Avelino Rodríguez Elías a comienzos del siglo XX, en las que citaba la aparición de una sepultura en la esquina de las calles Carral y Gamboa. Este solar fue calificado hace un par de meses por varios arqueólogos de la ciudad como único en el Casco Vello desde el punto de vista arqueológico. Una empresa ha comprado este inmueble en ruinas, que formó parte del pazo de los marqueses de Valladares, para su vaciado interno con el objeto de iniciar más adelante algún proyecto inmobiliario. La Dirección Xeral de Patrimonio exigió la realización de una excavación en área, que es el nivel máximo de exigencia en el ámbito arqueológico.
En el año 2008 se realizaron en el solar unos sondeos, cuyos resultados fueron los que marcaron que se actuase en la zona. El lugar donde se encuentra el edificio está rodeado de calles que ya han sido exploradas por arqueólogos con resultados muy buenos. En la calle Xuanelo y en A Laxe salieron restos romanos y medievales en muy buen estado de conservación durante sendos controles dirigidos por el arqueólogo Ángel Acuña.
AMPLIA PRESENCIA EN LA ZONA
Varios expertos consultados apuntan que en el Casco Vello apenas quedan restos arqueológicos debido a las sucesivas construcciones realizadas a lo largo de los siglos, y a la presencia de roca muy cerca de la superficie. Esta roca se ha puesto ahora de evidencia en los trabajos actuales.
Los restos localizados en el pasado en Xuanelo, la calle con la que limita el inmueble por el norte, se correspondían con los últimos momentos de presencia romana en la zona, así como también hay un pavimento medieval. Las dos sepulturas de tégulas y ladrillos localizadas ahora se encuentran pegadas al citado muro. Asimismo, en la calle Laxe se localizaron en el pasado los restos de la muralla viguesa, aunque por debajo salían también materiales romanos muy desmantelados.
El inmueble también está protegido por el Plan Especial de Reforma Interior del Casco Vello. Los promotores de la obra, en un futuro, deberán proteger las fachadas de piedra, las carpinterías de madera, el portal, las galerías, los jardines y el patio, los balcones y barandillas y el muro de cierre de la parcela. El edificio es descrito como un palacio urbano del siglo XIX.
LOS RESTOS ENCONTRADOS PLANTEAN UN PROBLEMA
¿Cómo conviven los que viven con los que mueren? Es la cuestión que arrojan estos descubrimientos entre los expertos consultados. Todos coinciden que todavía no hay datos objetivos para responder a la pregunta. «Habería que saber como era o borde da rúa Xuanelo, se xa comezaba o acantilado; nin tampouco sabemos no Casco Vello onde está a zona habitada e onde se ocupa, nin en que momento», apunta un arqueólogo.
La cuestión surgió en su momento en O Areal, ya que en el mismo lugar aparecían enterramiento y una zona habitacional, aunque en fases distintas. «Probablemente, non conviven os cemiterios cos lugares de habitación e hai un momento no medio», añade.
Cristina Toscano, Javier Luaces y Xulio Carballo, en el catálogo de Patrimonio, hacen una serie de consideraciones sobre este periódico histórico. Recuerdan que hay evidencias de edificaciones de época tardorromano en un extremo del Casco Vello, concretamente en el área de la calle Fermín Penzol y la plaza de la Constitución.
Debajo de la biblioteca pública aparecieron restos de edificaciones romanas del siglo III-IV y materiales, sobre todo, cerámicos de esa época. En la calle Fermín Penzol, durante el levantamiento de la calle con el objeto de cambiar tuberías, volvieron ha aparecer restos abundantes de época romana.
MÁS DE UN YACIMIENTO
En la obras previas a la rehabilitación del edificio que acoge hoy en día el Instituto Camões, el arqueólogo Juan Carlos Castro localizó material romano.
Los tres arqueólogos desestimaron en aquella publicación la posibilidad, con los datos que tenían entonces, de que hubiese un solo yacimiento habitacional de época romana. Preferían distinguir entre dos espacios, el de O Areal y el del Casco Vello, con sus respectivos enterramientos.
La aparición ahora de estas tumbas en el borde costero de la zona antigua viguesa podría consolidar esta teoría, aunque todavía el Casco Vello es una zona muy machada para la arqueología.
(Fuente: La Voz de Galicia / Jorge Lamas)
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