El profesor Ignacio Grau, destaca que la importancia de este poblado venía dada por su situación estratégica. Foto: DIARIO INFORMACIÓN |
Los trabajos llevados a cabo han sacado a la luz vestigios de destrozos e incendios que avalan esta conclusión. También han salido a la luz restos de una muralla de 70 metros de longitud, así como de casas adosadas a la misma.
Por segundo verano consecutivo se están llevando a cabo excavaciones en el Cabeçó de Mariola. Bajo el amparo del Museo Arqueológico de Alcoi, y con la dirección de su responsable, José María Segura, y del profesor de la Universidad de Alicante, Ignacio Grau, se trabaja en intentar conocer los máximos aspectos posibles de este importante poblado íbero de 4,5 hectáreas de extensión que, según se ha podido averiguar, estuvo habitado durante cinco siglos y llegó a tener más de 700 vecinos.
Vestigios de destrozos e incendios en el poblado ibérico. |
Grau destaca que la relevancia de este asentamiento radicaba en su situación estratégica: controlaba el acceso a las actuales comarcas de l'Alcoià y El Comtat y se supone que tendría una importancia notable a nivel comercial y económico. Esa trascendencia llamó la atención de los romanos.
Las excavaciones que se están llevando a cabo han permitido constatar signos evidentes de incendios y destrucción, lo que apunta a que el poblado íbero, según Grau, fue arrasado como consecuencia de un ataque registrado entre los siglos II y I antes de Cristo.
(Fuente: Levante / M. Vilaplana)
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