Varias personas visitan los túmulos funerarios íberos que recientemente han sido limpiados de vegetación. Foto: J.A. BENAVENTE |
Su trabajo ha consistido en realizar una catalogación de estos túmulos, la mayor parte de ellos mencionados en documentos escritos por otros arqueólogos a principios del siglo XX y muchos de ellos expoliados con anterioridad.
Algunas de las tumbas localizadas son de tipo “monumental”, pues se han encontrado varias que llegan a tener hasta siete u ocho metros de diámetro y que presentan cistas (cámara sepulcral) que llegan al metro y medio de altura.
Además de realizar un inventariado de estas pequeñas necrópolis ibéricas, los dos arqueólogos han realizado una propuesta para fijar una única denominación para cada uno de ellos. No en vano, según el arqueólogo José Antonio Benavente, “existen túmulos que en unos documentos se denominan de una manera y en otros aparecen de otra”, algo que lleva a confusión.
Algunas de las tumbas localizadas son de tipo “monumental”, pues se han encontrado varias que llegan a tener hasta siete u ocho metros de diámetro y que presentan cistas (cámara sepulcral) que llegan al metro y medio de altura.
Además de realizar un inventariado de estas pequeñas necrópolis ibéricas, los dos arqueólogos han realizado una propuesta para fijar una única denominación para cada uno de ellos. No en vano, según el arqueólogo José Antonio Benavente, “existen túmulos que en unos documentos se denominan de una manera y en otros aparecen de otra”, algo que lleva a confusión.
La localidad de Cretas, uno de los municipios beneficiados por el descubrimiento de los túmulos acogió el pasado año la IV Edición de las Jornadas Ïberas de la Comarca del Matarraña.
(Fuente: Diario de Teruel / Maribel S. Timoneda)
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