Victornio Alonso saliendo de los juzgados el pasado mes de octubre. Foto: Diario de León. |
Alonso declaró en el Juzgado número 3 de Huesca el pasado mes de octubre en el juicio que se sigue por arrasar con maquinaria pesada la cueva, ubicada en el coto de caza de Bastarás, en Huesca, para convertirla en un abrevadero de animales. Las irregularidades que se investigan pasan también por el vallado y la realización de balsas para animales en espacios protegidos; y se le ha impuesto una multa por introducir una cabra del norte de África (auris) en el Parque Natural de la Sierra de Guara.
Según informaba ayer el Heraldo de Aragón, Arsuaga defiende que la Cueva de Chaves era un yacimiento de referencia en los estudios arqueopaleontológicos en la Península Ibérica y Europa», un enclave arqueológico cuya destrucción es «un escándalo y una gran pérdida para la ciencia».
Arrancar una página de la historia de la Humanidad
Los expertos consideran que la pérdida del yacimiento «deja un vacío que arranca una página de la historia de la Humanidad», ya que el asentamiento del neolítico que acogió tenía características únicas en toda Europa.
Arsuaga, catedrático también de Paleontología en la Universidad Complutense de Madrid, recuerda que su equipo realizó durante años excavaciones en la zona. «El yacimiento no sólo contiene un excepcional registro de la cultura material realizada por el ser humano a lo largo de las últimas etapas del Pleistoceno Superior y de la primera mitad del Holoceno, sino que de las excavaciones realizadas en él se ha recuperado una extensa colección de restos óseos de animales salvajes y domésticos que han sido motivo, y lo siguen siendo, de los trabajos de distintos equipos de investigación».
Los expertos destacan en el informe que se ha enviado al juez, según publica el periódico aragonés, que el interés zooarqueológico del enclave radica en «su amplia extensión, la conservación de una potente serie imperturbada de sedimientos y el extenso intervalo cronológico representado en la misma».
Foto tomada hacia 1920 de la entrada a la Cueva de Chaves con los visitantes bien pertrechados. Foto: Singlecoated |
También roturó 60 hectáreas en zonas de habituales campañas arqueológicas. El empresario negó ante el juez haber tomado estas decisiones.
(Fuente: Diario de León / M.J. Muñiz)
Está bien que se saquen a la luz este tipo de bajezas, y sobre todo que se les vea la cara indecente. Enhorabuena.
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