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19 de octubre de 2012

Una grabación de 1978 reaviva el interés por la necrópolis tartésica de Cerrillo Blanco

El documento gráfico que ahora ha salido a la luz, consiste en una grabación en formato Super 8, donado al Museo de Porcuna (Jaén) y que presenta las tumbas del túmulo recién excavadas y la posición original de las inhumaciones del S. VII a. de C.
El Conjunto escultórico ibérico de Cerrillo Blanco de Porcuna conforma uno de los yacimientos arqueológicos ibéricos más notables de la provincia de Jaén. Pero además de asentamiento íbero, Cerrillo Blanco es un túmulo funerario de época tartésica (S. VII a.C.) con 24 sepulturas individuales en fosa y 1 megalítica con dos individuos, donde hacia el S. V a.C., se enterró en zanjas cubiertas con grandes losas.
Guerrero íbero hallado en Cerrillo Blanco (Porcuna, Jaén)
de la primera mitad del S, V a.C.
Había sido destruido en la antigüedad con seguridad por alguna revuelta en contra del poder aristocrático. Sus restos conformados por más de 1.500 fragmentos fueron guardados en una fosa alargada hasta que se produjo su hallazgo. Las cabezas de los representados, fueron destruidas con saña, y de ellas sólo se conservan algunos ejemplos de todos conocidos. Estas esculturas formaron parte de un monumento o monumentos de tipo aristocrático y está datado en el S. V. antes de nuestra era.

El documento gráfico que ahora ha salido a la luz, consiste en una grabación en formato Super 8, donado al Museo de Porcuna y presenta las tumbas del túmulo recién excavadas, manifestando la posición original de las inhumaciones. La orientación y posición de la mayoría de los restos indican una determinación este-oeste, con lo que se deduce, según las primeras apreciaciones de los técnicos del museo, algunos aspectos de la simbología solar de Cerrillo Blanco desde el originario túmulo del s. VII a.C. que debió ser determinante, como luego lo fuera la posición en su caso de los distintos grupos escultóricos que finalmente fueron enterrados en el sector oeste del mismo.

La grabación fue realizada en 1978 por Aurelio García Peláez de la campaña de excavación arqueológica de la necrópolis tartésica de inhumación, quien ha donado ahora el vídeo al Museo de Porcuna.


 Ya han sido varios los investigadores y los medios de comunicación que se han interesado por esta grabación por el valor testimonial que tiene, tan útil para la investigación científica, como la Universidad Complutense de Madrid o el programa Cuarto Milenio

Ahora, iniciarán desde el Museo de Porcuna un proyecto para restaurar la cinta, captada en formato Super 8 y conseguir una mayor nitidez de la imagen, con una calidad superior a las instantáneas con las que a día de hoy cuentan los investigadores, pudiendo obtener así mayores avances en la investigación sobre la cultura íbera y el yacimiento de Cerrillo Blanco. Un conjunto escultórico ibérico destruido que por la cantidad de piezas (1.500 fragmentos aproximadamente), como por su calidad artística es el más importante de la escultura ibérica. Además existe una necrópolis ibérica superpuesta a la anterior de incineración (s. IV-II a.C.).


por: Pilar Jiménez

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