En pleno centro de Valencia, a espaldas de la Basílica y entre la Catedral, el Palacio Arzobispal y el Almudín se sitúa el punto en el que los romanos fundaron Valentia en el año 138 a.C y a partir del cual trazaron la futura ciudad. La Almoina, hoy museo y antes solar, es el centro neurálgico de la historia de Valencia, testimonio de los vestigios más remotos de la ciudad que han ido viendo la luz en diferentes excavaciones entre los años 1985 y 2005.
La plaza de la Almoina es hoy un centro arqueológico en el que se puede visitar los restos del antiguo foro de la Valentia romana. |
Los restos arqueológicos de este museo permiten conocer cómo era el centro de la ciudad y la evolución de los edificios cercanos desde la época romana. La memoria arqueológica permite, por ejemplo, descubrir cómo fue la Catedral en los primeros siglos del cristianismo o durante la época visigoda, además de su transformación en mezquita y posterior conversión a catedral en la nueva cristianización de la ciudad.
El reciente anuncio del Cabildo de la Catedral de iniciar excavaciones para localizar la antigua mezquita y la seo visigoda dentro del proyecto de ampliación del Museo Catedralicio ha sido acogido con expectación por los arqueólogos valencianos, que califican la Seo valenciana y su entorno como una zona «muy interesante» desde el punto de vista arqueológico. Y es que los expertos son conscientes de que bajo el subsuelo de la plaza de la Virgen, la Basílica y la propia Catedral hay páginas arqueológicas de la fundación de la ciudad «todavía desconocidas», según apunta el jefe del Servicio de Investigación Arqueológica Municipal (SIAM), Albert Ribera.
De momento, el proyecto de ampliación del Museo Catedralicio y, por tanto, la intención de poder recuperar los restos antiguos está pendiente de ser aprobado por la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria.
Discrepancias
El arquitecto de la Seo, Salvador Vila, menciona en una entrevista publicada en el último número de la revista Catedral de Valencia, «que lo mejor por descubrir está debajo del actual Museo Catedralicio y de la cripta situada bajo la actual capilla del Santo Cáliz». En este sentido, Vila precisa que bajo el museo, «en los subterráneos bajo el forjado, hay restos de la catedral más primitiva, restos visigodos y romanos, y también de la antigua mezquita, que seguramente estaba bastante próxima al crucero y presbiterio».
Sin embargo, Albert Ribera, quien ha dirigido varias excavaciones en el entorno de la Seo (entre ellas la del yacimiento de la Almoina), cree que en la zona apuntada por el arquitecto Vila podrían aparecer restos marginales del conjunto episcopal del siglo VII, así como ruinas de la época islámica y romana.
De hecho, durante la reforma del Palacio Arzobispal los arqueólogos se toparon con un pórtico que podría atribuirse a la antigua mezquita musulmana,que sigue siendo «la gran incógnita», puntualiza Ribera. De ella se conoce que correspondería con el actual transepto de la Catedral y que el lugar en el que se encuentra la actual puerta románica o de la Almoina sería el mihrab, que es el punto hacia el que han de mirar los que oran y también alberga el Corán. Una mezquita que, con las sentencias coranicas en las paredes, persistiría hasta el año 1262 cuando se demolió y construyó una catedral de nueva planta, que tardó varios siglos en finalizarse.
Otro de los puntos que apunta el jefe del SIAM como zona en la que podrían aparecer restos visigodos es el subsuelo de la plaza ubicada entre el museo de la Almoina y la Catedral. En este punto, según Albert Ribera, y en caso de realizarse excavaciones, saldrían a la luz restos del altar de la catedral visigoda y la tumba de San Vicente.
A la puerta de los Hierros de la actual Seo y a la Basílica, en la parte recayente a la plaza de la Virgen, corresponderían restos de la época romana, en concreto, la muralla y el foro, respectivamente.
(Fuente: Las Provincias / Isabel Domingo)
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