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22 de agosto de 2012

Descubren en Cova Eirós las primeras pinturas rupestres de Galicia

Los investigadores han logrado documentar "líneas que dibujan motivos figurativos", como segmentos o cabezas de animales. También han apreciado la presencia de elementos "no figurativos", como "signos de puntos o grabados reticulados", que también aparecen en el arte paleolítico de otras cuevas del Cantábrico.
Parte de las pinturas halladas en Cova Eirós,
 y su representación gráfica (abajo).
Los trabajos arqueológicos desarrollados en Cova Eirós, en Triacastela (Lugo), han propiciado el descubrimiento de los "primeros restos de arte parietal paleolítico" del noroeste, en forma "de pinturas y grabados rupestres". El resultado de la investigación ha sido presentado esta mañana en Triacastela por el conselleiro de Cultura de la Xunta, Xesús Vázquez Abad, acompañado por el rector de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Juan Casares e integrantes del equipo responsable de los trabajos arqueológicos.


"Todavía estamos a la espera de confirmar las sólidas hipótesis presentadas con los resultados de pruebas como las de fecha radiocarbónica', explicó el conselleiro, pero también recordó que 'el excelente nivel científico del equipo multidisciplinar que se ocupa de las intervenciones arqueológicas, permitirá contar con información precisa y fiable". Uno de los coordinadores de estas excavaciones, Arturo de Lombera, recordó que la principal implicación de este hallazgo arqueológico es el hecho de que se trata "de la primera cueva en todo el noroeste peninsular" donde se han encontrado este tipo de manifestaciones de arte rupestre paleolítico, dado que las más próximas están en el centro de Asturias y en la zona del Duero. 

"Durante la campaña de excavaciones del año pasado encontramos indicios de lo que parecían pinturas y grabados en el interior de la Cova Eirós, por lo que, a lo largo de este año, estuvimos haciendo una serie de trabajos analíticos y estudios descriptivos para confirmar la presencia de arte rupestre prehistórico", explicó Arturo de Lombera.

El investigador confirmó que la campaña de excavaciones continuará este año hasta el día 9 de septiembre, por lo que todavía quedan por delante tres semanas de trabajo, para seguir profundizando en el conocimiento del sector de la entrada y en el interior de la cavidad, donde aparecen los grabados, para buscar nuevos "vestigios arqueológicos relacionados con esas pinturas rupestres".

Con respecto a los motivos de las pinturas encontradas en la Cova Eirós, el coordinador de las excavaciones reconoció que están muy difuminados, a causa del agua, el paso del tiempo o la formación de depósitos naturales de sedimentos que pueden tapar parte de las imágenes.

"Los motivos no son muy evidentes, ni tan característicos como los que estamos acostumbrados a ver en arte rupestre del Cantábrico", aclaró, aunque los arqueólogos de la expedición, en la que participan catorce personas, han logrado documentar "líneas que dibujan motivos figurativos", como segmentos o cabezas de animales. Los expertos también han apreciado la presencia de elementos "no figurativos", como "signos de puntos o grabados reticulados", que también "aparecen en el arte paleolítico de otras cuevas del Cantábrico".

Las investigaciones que están desarrollando en el entorno de la Cova Eirós arqueólogos de las universidades de Santiago de Compostela y Rovira i Virgili (Tarragona) forman parte del proyecto 'Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno en la cuenca media del Miño'.

Desde 2008 se han desarrollado, con la actual, cinco campañas de excavaciones en la cueva, y en la entrada ya se han localizado varios niveles de ocupación del Paleolítico Medio y Superior, con una antigüedad que oscila entre 35.000 y 85.000 años, así como restos de la Edad de Bronce y el medievo.

El director del proyecto es el historiador Ramón Fábregas, mientras que Arturo de Lombera y Xosé Pedro Rodríguez actúan como coordinadores de las investigaciones.

(Fuente: Agencias)

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