Una integrante del equipo de excavación, durante los trabajos del año pasado. Foto: A. Espina. |
La idea es continuar trabajando en la misma línea que en años anteriores. La diferencia, ahora, es que el estudio de los neandertales es una pieza fundamental en la investigación de la historia de la evolución humana y, en esta senda, como dice uno de sus investigadores, Carles Lalueza-Fox, «Sidrón seguirá dando que hablar».
Recientemente, el numeroso equipo multidisciplinar que estudia los restos fósiles del yacimiento asturiano ha logrado reconstruir el esqueleto de uno de los niños del grupo familiar de Piloña. El grupo, que residió en la falda del Sueve hace unos 49.000 años -las nuevas dataciones se obtuvieron hace poco tiempo, en los laboratorios de Oxford-, está compuesto por trece individuos, siete de ellos adultos.
El esqueleto del niño de Sidrón que se ha reconstruido permitirá a los investigadores avanzar y profundizar en el conocimiento de la especie. Una de las líneas de investigación, la genética, ha sido fundamental para llevar a buen puerto el genoma neandertal en 2010. Con su ayuda se pudieron identificar los distintos linajes presentes en los humanos localizados en la cueva.
(Fuente: La Nueva España )
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