Una mesa de piedra del siglo II de 1.250 kilos, perteneciente al mercado de carne de Allon, sale por primera vez de Villajoyosa para ir al MARQ
Única en la península. En el siglo II, un rico personaje de la ciudad de Allon (ahora La Vila Joiosa), financió una mesa de piedra de 2 metros de largo y 1.250 kilos de peso, para hacer de mostrador en el mercado de carne de la época. Marco Sempronio era su nombre y ha llegado hasta nuestros días gracias a una inscripción que hace a la pieza única en la península. Por primera vez desde su creación, la mesa sale de La Vila para una exposición en el MARQ.
El mostrador romano de 1.250 kilos de peso. |
Por primera vez desde que fue construida en el siglo II sale de La Vila Joiosa una pieza arqueológica única en la península, una mesa romana perteneciente al antiguo mercado de carne de la ciudad de Allon, que se traslada temporalmente al Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) para formar parte de una exposición sobre el patrimonio arqueológico vilero.
Este tesoro histórico, el único de sus características que se conserva en España, tiene además un valor cultural añadido, ya que contiene una inscripción de hace más de 1.900 años, en la que se narra cómo Marco Sempronio, un rico personaje local de entonces, y su hijo fueron quienes mandaron construir el mostrador de piedra para la reconstrucción del "macellum" (el mercado de carne) de la ciudad, que entonces se hacía necesaria por la vejez del edificio, tal cual explica la inscripción en latín.
El laborioso traslado de la pieza. |
Ecos del pasado que han llegado hasta nuestros tallados en la piedra de esta mesa, de dos metros de longitud y 1.250 kilos de peso, unas dimensiones que han hecho necesaria la intervención de una empresa especializada y de una grúa para poder embalarla y transportarla hasta las instalaciones del MARQ.
La Fundación del museo provincial ha costeado el traslado de la pieza que podrá verse en la muestra "La Vila Joiosa, Arqueolgia i Museu" desde principios de diciembre y durante tres meses, durante los cuales el público podrá conocer el pasado histórico del municipio vilero a través de 130 piezas arqueológicas de gran valor.
Entre ellas figura esta mesa que será también una de las piezas centrales del futuro Museo de La Vila y que hasta ahora estaba conservada pero fuera del alcance del público, ya que las dimensiones de esta antigua mesa de carne no permitían emplazarla en el museo local existente.
Hasta ahora la pieza nunca había salido de Villajoyosa. |
La pieza sirvió en su día de mostrador en el que se vendía y se manipulaba la carne, dentro del edificio del mercado, que debía estar en torno a la plaza pública o foro, según explicaron desde el servicio municipal de arqueología. Este caro mostrador de piedra debió ser pagado por este personaje, Marco Sempronio Hymno, antiguo esclavo de una de las familias más importantes de Allon, los Sempronios, tal vez para promocionar a su hijo, nacido libre, dentro de la sociedad local, ya que él, como liberto, no podía desempeñar cargos públicos, según indicaron los arqueólogos.
Pero la historia de esta mesa no acaba ahí ya que, una vez acabado el Imperio, fue descubierta en el siglo XVI, cuando los restos de la Antigüedad acostumbraban a ser reutilizados para nuevas obras, principalmente en templo. Entonces se convirtió en el altar de la Iglesia de la Asunción y esa ha sido su función hasta el siglo XX, cuando los servicios arqueológicos municipales se hicieron cargo de la conservación de la pieza.
Desde su construcción en el siglo II, el mostrador de piedra no había salido de La Vila Joiosa.Debido a sus dimensiones, fue necesaria una grúa para trasladarla.Una empresa especializada se encargó del embalaje y el transporte.La pieza es única también por su inscripción.
Pero la historia de esta mesa no acaba ahí ya que, una vez acabado el Imperio, fue descubierta en el siglo XVI, cuando los restos de la Antigüedad acostumbraban a ser reutilizados para nuevas obras, principalmente en templo. Entonces se convirtió en el altar de la Iglesia de la Asunción y esa ha sido su función hasta el siglo XX, cuando los servicios arqueológicos municipales se hicieron cargo de la conservación de la pieza.
Desde su construcción en el siglo II, el mostrador de piedra no había salido de La Vila Joiosa.Debido a sus dimensiones, fue necesaria una grúa para trasladarla.Una empresa especializada se encargó del embalaje y el transporte.La pieza es única también por su inscripción.
(Fuente: Información / B.García)
El peso de la historia...
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