Desde su apertura al público en abril de 2009, la villa romana ya se ha convertido en un referente turístico del norte de Palencia.
Atravesado por el camino francés de peregrinación a Santiago de Compostela, el norte de Palencia es un destino poco conocido pero que ofrece diferentes atractivos y, sobre todo, mucha tranquilidad. La riqueza natural y paisajística de la montaña palentina, la gran concentración de edificaciones del Románico y la herencia romana son tres de los principales reclamos de una zona que sigue conservando intacta la esencia de sus pueblos.
Mosaicos en la villa romana de La Olmeda. |
En la localidad de Pedrosa de la Vega, cerca de Saldaña, se encuentra uno de los mayores atractivos turísticos de la provincia, una gran mansión del Bajo Imperio, que los expertos datan del siglo IV de nuestra era. La villa romana La Olmeda esun lugar que sin duda sorprenderá y dejará satisfechos incluso a aquellos visitantes a los que no les gusta “ir a ver piedras”: La villa romana La Olmeda
Aunque a día de hoy es considerado uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo romano hispánico, los primeros años de trabajos de recuperación fueron una apuesta personal de un particular. Javier Cortés Álvarez de Miranda descubrió en 1968 restos de la villa en un terreno de su propiedad al mover tierras. Durante 12 años, costeó la excavación y mantenimiento del hallazgo y construyó los primeros edificios protectores. En 1980 decidió donarlo todo a la Diputación de Palencia, que continuó con las investigaciones.
La villa romana ha recibido multitud de visitantes desde sus primeros años al descubierto. En el periodo 1984-2004 se calcula que 800.000 personas se acercaron a ver las ruinas. El levantamiento del actual edificio supuso un cierre de más de 3 años del yacimiento, que fue reabierto en 2009. Las nuevas instalaciones, que fueron inauguradas por la reina Doña Sofía ese mismo año, acogen también actividades educativas y culturales.
Interior de la Villa Romana. |
La mansión y los baños
Aunque el conjunto originario esta formado también por casas de siervos, áreas de trabajo e incluso zonas de enterramientos, las dependencias de la villa abiertas al público son la mansión y los baños.
El edificio residencial era de planta cuadrada, con dos torres octogonales flanqueando su entrada y un patio central. El mayor atractivo de estos restos es sin duda su pavimento, en el que se pueden observar magníficos mosaicos perfectamente conservados. En ellos se representan escenas de caza, héroes de leyenda y retratos de los dueños de la casa entre animales. Para hacernos una idea, de los 4.400 metros cuadrados de superficie del conjunto, se calcula que unos 1.400 son suelo decorado mediante esta técnica. Los baños eran un edificio anejo a la villa señorial y estaban divididos en distintos habitáculos dotados de diferentes instalaciones.
El exterior de las instalaciones de La Olmeda. |
Las instalaciones de Pedrosa de la Vega muestran in situ todos estos hallazgos al público y cuentan con paneles, guías y audioguías para explicar los usos de las estancias y el valor del conjunto. Sin embargo, la visita a La Olmeda se puede completar acercándose al Museo Monográfico de la Villa, situado en la iglesia de San Pedro de Saldaña. En él se exponen objetos de la vida cotidiana de los habitantes del poblado romano, así como ajuares funerarios. Se accede a él con la misma entrada del yacimiento. Para más información sobre venta de tickets y horarios, se puede visitar el sitio web oficial de la villa romana La Olmeda.
(Fuente: 20 minutos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario