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21 de noviembre de 2010

La Armada de Venezuela explora los restos del navío español "San Pedro de Alcántara" hundido en 1815


Según fuentes de la televisión venezolana, el presidente Hugo Chávez ha instado a la Armada Bolivariana a impulsar las investigaciones en el campo de la arqueología submarina. En este sentido ya se han iniciado las investigaciones de los restos del San Pedro Alcántara, nave insignia de la expedición de Pablo Morillo, el cual naufragó cerca de Nueva Esparta a causa de un incendio y posterior explosión en el mes de abril de 1815.
El San Pedro Alcántara fue el barco de guerra más poderoso que surcó las aguas venezolanas durante el período de la Independencia de aquel país y fue catalogado como navío de línea de dos puentes con sesenta y cuatro cañones a bordo.
El general español Pablo Morillo.
La Tv de Venezuela refiere que en las tareas de verificación del naufragio están participando un grupo multidisciplinario conformado por historiadores, biólogos marinos, camarógrafos y fotógrafos subacuáticos y buzos especializados en rescate e investigaciones submarinas además de la colaboración de pescadores y buzos de la Isla de Coche.
"Durante seis días se han ejecutado un total de veinte inmersiones a más de veinte metros de profundidad para realizar mediciones, levantar las cuadrículas de geoposicionamiento del naufragio y tomar imágenes de los restos del navío a fin de preservar el patrimonio subacuático de la nación", explica el director de Acervo y Estudios Históricos Navales de la Armada Bolivariana.
  • El vicealmirante Haroldo Rodríguez recuerda que cuando vio por primera vez el navío quedó muy impresionado al ver un barco construido en 1788 que pertenecía a los españoles y representaba para nuestro país un asunto histórico.


Las labores de investigación, planificación, coordinación y ejecución de la expedición, fueron responsabilidad de la Dirección de Acervo y Estudios Históricos Navales, adscrita al Estado Mayor General de la Armada Bolivariana, a través de la estructuración del Grupo de Tarea GT 17.1 conformado por el remolcador de altura AB Almirante Francisco de Miranda (RA-11) y el patrullero guardacostas AB Pelícano (PG-34).
Es importante destacar que durante los trabajos de la expedición el comandante general de la Armada Bolivariana almirante Carlos Máximo Aniasi Turchio realizó una visita formal a la expedición que se encontraba verificando los restos del naufragio del navío español, oportunidad que fue propicia también para intercambiar opiniones acerca de los avances de los trabajos de exploración y realizar una inmersión hasta la embarcación hundida.
El san Pedro su hundió en el Mar de las Antillas en 1815.
El capitán de navío Luis Farage Dangel señala que después de la exploración del navío San Pedro Alcántara posteriormente se realizaron nuevas expediciones pero "esta vez los estudios estuvieron orientados a la verificación de dos naufragios: un galeón holandés del siglo VVII y de una goleta española del siglo XIX, ambos en la bahía de Mochima (Sucre)".
  • La exploración anterior de 1959 dió como resultado el recaste de algunos objetos como cañones, balas, anclas y cuadernas del barco


Luego del naufragio del navío San Pedro Alcántara en 1815 son varias las exploraciones que se han hecho a este barco para verificar su estado, no obstante la Armada realizó la primera expedición formal en el año de 1959 a solicitud de la Universidad Central de Venezuela según cuenta el vicealmirante Haroldo Rodríguez, uno de los principales responsables de las labores de investigación quien para ese momento era teniente de fragata.
El vicealmirante Rodríguez refiere que la expedición se emprendió formalmente a bordo del transporte Los Roques T-14 en donde se embarcaron submarinistas, investigadores, exploradores y aficionados, quienes una vez en el lugar y tras días de estudios lograron rescatar algunos objetos como cañones, balas, anclas y cuadernas del barco, los cuales en su mayoría se encuentran actualmente en el Museo Naval que funciona en la Escuela Naval de Venezuela Almirante Sebastian Francisco de Miranda (Vargas) y otros en el Museo Marino de Boca de Río (Nueva Esparta).
El vicealmirante Haroldo Rodríguez recuerda que cuando vio por primera vez el navío quedó muy impresionado al ver un barco construido en 1788 que pertenecía a los españoles y representaba para nuestro país un asunto histórico.
El excomandante general de la Armada señala que este tipo de investigaciones son muy importantes para la historia de nuestro país y argumenta que todavía existen barcos hundidos de esa época que deben explorarse porque considera que "Venezuela es rica en todo y todavía tiene muchas cosas para explotar y darlas a conocer a la luz pública".
Con el caso del navío español San Pedro Alcántara considera que ahora es cuando la Armada ha tomado con mucha seriedad e interés el hecho de no sólo rescatar unos restos sino darle la mejor proyección posible desde muchos puntos de vista. "Felicito al componente de que se haya preocupado por hacer este tipo de investigaciones que cuentan con las más avanzadas técnicas de exploración y levantamiento de información".
"Esto nos pone a pensar un poco en lo que hacemos los venezolanos por el resguardo de nuestras costas y despierta en el ciudadano común el interés por los espacios acuáticos", explica el historiador naval.
  • Formaba parte de una expedición que traía al General español Pablo Morillo a la cabeza de 15 mil hombres para acabar la insurrección en Venezuela. Al fondo del mar se fueron, en efectivo, 600 mil pesos fuertes del ejército, 500 mil de la marina, un tren de artillería de campaña; miles de monturas, espadas, pistolas; vestuarios completos, útiles de ingenieros; miles de quintales de pólvora, bombas, granadas y balas. Sólo han podido ser rescatados en sus cercanías y en aguas turbias de 22 metros de profundidad, dos anclas con un peso de dos toneladas y un cañón de tres metros de largo, exhibidos actualmente en el Museo Nueva Cádiz de La Asunción, en Margarita. /Encontrarte


"En mis trabajos de historia naval me he dado cuenta que los venezolanos son muy terrestres y no están familiarizados con el mar", argumenta Vivas Pineda al señalar que "ahora es cuando tenemos un gran reto que no es solamente preocuparnos por el mar sino por su historia, la cual tiene demasiadas cosas para contar".
"Esto es un tema que va a ser de gran importancia para una evaluación un poco más definitiva de cómo hemos sido nosotros con el mar, si entendemos que en la Segunda Guerra Mundial también fuimos protagonistas de alguna manera y seguramente este aspecto será mucho mejor conocido por las generaciones del futuras", concluyó.

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