El marino vasco Blas de Lezo y Olavarrieta (Pasajes, Gupúzcoa 3 de febrero de 1689 - Cartagena de Indias, Nueva Granada 7 de septiembre de 1741) recibirá por fín su reconocimiento histórico al disponer a su nombre de una Avenida en la capital de España.
Marqués de Ovieco (a título póstumo) almirante español conocido como Patapalo, y más tarde como Mediohombre por las muchas heridas sufridas a lo largo de su vida militar (era manco, tuerto y tenía una pata de palo), fue uno de los mejores estrategas de la Armada Española y al mismo tiempo, uno de los mayores desconocidos.
El pasado 2 de junio de 2010 el Ayuntamiento de Madrid publicó a través de su boletín los “Acuerdos de la sesión ordinaria del Pleno celebrada el día 28 de abril de 2010″:
Punto 29. Adoptar un acuerdo del siguiente tenor literal:
“Atribuir los nombres que a continuación se indican a los trazados viarios que correlativamente se describen en el Distrito de Vicálvaro: (…)
3.- Asignar la denominación de avenida de BLAS DE LEZO, al vial de nueva creación que tiene su inicio en la plaza descrita en el apartado uno (Vicus Alvar) y termina en la autopista M-45.
Con esta decisión del Ayuntamiento de Madrid se da cumplida cuenta de las miles de firmas recogidas, tanto en papel como digitales durante años por iniciativa de algunos internautas, especialmente del Grupo Pascual Vivas y El Guarida del Goyix que promovieron la iniciativa a la que se sumó LA BITÁCORA DE JENRI, y otros muchos blogeros, además de iniciativas como la del Colegio de Ingenieros de Valencia que se desplazaron hasta Cartagena de Indias hace tres años para homenajear al marino vasco y colocar una placa en su memoria frente a la estatua dedicada al almirante que preside la entrada al puerto de dicha ciudad.
La defensa de Cartagena de Indias
El ataque inglés contra Cartagena de Indias (14 de marzo de 1741) tenía como fin partir las colonias españolas y, de haberlo conseguido, seguramente hoy buena parte de Suramérica hablaría inglés y no español. “El almirante Edward Verton reunió la flota más grande de la historia (186 navíos, 60 navíos más que la Armada Invencible de Felipe II), sólo superada por el desembarco en Normandía en la Segunda Guerra Mundial. “Los ingleses acuñaron monedas celebrando la victoria antes de la batalla”, explicó a BBC Mundo el historiador y periodista Fernando Díaz Villanueva. Allí les esperaba Blas de Lezo, un marino cosido de cicatrices, una leyenda de los mares que atemorizaba a los ingleses.
Oriundo de un pequeño pueblo vasco, Pasajes, Medio hombre había dejado su propia carne en sendas batallas contra Inglaterra desde que tenía 12 años, en la Guerra de Sucesión, cuando él mismo se amputó la pierna después de que un cañonazo se la destrozara. Luego vendrían varias cuchilladas, el muñón de su mano derecha y una esquirla que le reventó un ojo. “Era Medio hombre pero era muy buen estratega. A las balas de cañón les ataba una cadena para luego abordar los barcos”, comenta a BBC Mundo, Federico Vidal, otro de los ingenieros que ha cruzado el charco para conocer el escenario de la batalla.
La Cartagena del siglo XVIII era un puerto cosmopolita, abigarrado de palacetes e iglesias y con una serie de defensas estratégicas que la convertían en la plaza mejor fortificada de América. Entre ellas el pétreo e inexpugnable Castillo de San Felipe delante del cual hoy se alza la solitaria estatua de Lezo. “Blas de Lezo ordenó que cavaran una zanja alrededor del castillo. Así las escaleras de los ingleses se quedarían cortas y la artillería podría aprovechar para atacarles”, agrega Vidal.
A esas alturas de la batalla, Cartagena era una gran humareda por los cañonazos de Vernon. Sitiada y sin alimentos se esperaba lo peor. Sin embargo, el plan de Lezo empezaba a dar resultados. Un ejército de harapientos y famélicos estaba doblegando a la armada inglesa. La peste, que crecía entre las montañas de cadáveres y el pegajoso sol del Caribe, se encargaría del resto.
“Prohibido hablar de la derrota"
A pesar del desproporcionado combate, la batalla y Blas de Lezo han sido diluidos por la historia. “Fue tan humillante la derrota inglesa que el rey Jorge II prohibió hablar de ella o que se escribieran crónicas alusivas al hecho, como si nunca hubiese ocurrido. A ello hay que sumarle que en los siglos posteriores tampoco se le dio trascendencia en España porque suponía reivindicar el nacionalismo español”, comenta Díaz. Quizás eso explique que casi tres siglos después un grupo de españoles quiera cumplir la voluntad de Lezo.
“Es increíble que esta historia no se conozca más. Lo primero que ves en Trafalgar Square en Londres son los leones que se hicieron con el hierro fundido de la Armada Invencible española. En el caso de Lezo no hay nada de tal envergadura que conmemore la victoria”, señala a BBC Mundo el también ingeniero y presidente de la Fundación Invate, Javier Turégano Gómez.
Al poco tiempo de la batalla, Blas de Lezo murió asfixiado por la peste. Pocas personas asistieron a su entierro porque el Virrey de la ciudad lo prohibió. Nunca estuvo de acuerdo con sus estrategias y sus métodos.
Su victoria y su existencia parecían conjuradas por un maleficio pero su leyenda se ha ido abriendo paso como una hiedra entre los siglos. Algunos guías turísticos cartageneros suelen subrayar que cuando el almirante Vernon se alejaba de la bahía con su armada destrozada le gritaba al viento una frase: “God damn you, Lezo! (¡Que Dios te maldiga Lezo!)”.
Tres siglos después de la derrota más grande y menos conocida del imperio británico, un grupo de ingenieros españoles llegaron a Cartagena de Indias, Colombia, para cumplir con la última voluntad del hombre que logró tal hazaña: el comandante Blas de Lezo, conocido como "Medio hombre" porque era manco, tuerto y tenía una pierna de palo.
Sin embargo, la historia se olvidó de él. En su testamento pedía que un grupo de españoles pusiera una placa para no olvidar aquella victoria. A eso hemos venido”, comenta a BBC Mundo Javier Rodríguez Zunzarren, decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Valencia y artífice de esta “misión histórica” que junto a un grupo de compañeros se desplazaron a la ciudad colombiana hace un par de años para homenajear al marino colocando una placa
En una de las murallas de la ciudad, han colocado una placa que reza: “Aquí España derrotó a Inglaterra y sus colonias”. “Con sólo 3.000 hombres y su ingenio, Lezo derrotó una armada de unos 25.000 hombres, más 4.000 hombres traídos de Virginia por Vernon, medio hermano de George Washington.
El grupo de ingenieros industriales valencianos que homenajearon a Blas de Lezo y colocaron una placa en su memoria en el puerto de Cartagena de Indias (Colombia) en 2007.
Felicidades a ti también
ResponderEliminarLos leones de bronce se añadieron en 1867. Nada que ver con la "Spanish Armada" (que es como se le llama en inglés).
ResponderEliminar“Es increíble que esta historia no se conozca más. Lo primero que ves en Trafalgar Square en Londres son los leones que se hicieron con el hierro fundido de la Armada Invencible española. En el caso de Lezo no hay nada de tal envergadura que conmemore la victoria”, señala a BBC Mundo el también ingeniero y presidente de la Fundación Invate, Javier Turégano Gómez.
Esta es una escena de una novela. No hay ninguna constancia de que Vernon dijera nada parecido.
ResponderEliminar'el almirante Vernon se alejaba de la bahía con su armada destrozada le gritaba al viento una frase: “God damn you, Lezo! (¡Que Dios te maldiga Lezo!)”.'