Inventariar y proteger física y jurídicamente el rico patrimonio sumergido en aguas de jurisdicción española son parte de las propuestas de 'Libro verde' del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático que la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, presentó el martes en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática ARQUA en Cartagena. La ministra confirmó que tanto los buques de la Armada como de La Guardia Civil velarán por la protección de estos yacimientos, esquilmados en los últimos años por la desidia y unas poderosas empresas de cazatesoros que han operado con relativa impunidad. Será en virtud del convenio que suscriban Cultura y la Guardia Civil y la reactivación del acuerdo que el departamento de González-Sinde mantiene con Defensa hace un año
Coordinado por Rafael Azuar, el 'Libro verde' que fija la política estatal en este ámbito, es el fruto de dos años de trabajo de una comisión de especialistas formada por expertos de Cultura vinculados al Museo Nacional de Arqueología Subacuática, Comunidades Autónomas y Universidades, "para analizar la situación de la arqueología subacuática en España y establecer programas que mejoren la gestión de ese patrimonio sumergido".
La Armada valora en más de 100.000 millones de euros el valor del oro y la plata sumergidos en aguas españolas
El valor de los cargamentos en los barcos hundidos, según un documento militar, elaborado hace un año en el marco del Plan Nacional para la Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático Español, es similar al actual déficit público reconocido por el Estado. La Armada valoró en más de 100.000 millones de euros el valor del oro y la plata bajo las aguas españolas. Mientras estos tesoros siguen bajo el mar, el precio del oro alcanza cotas inéditas por encima de los 1.254 dólares la onza.
El informe de la Armada advirtió que la decisión de preservar del expolio los tesoros hundidos en nuestras aguas y la estimación de que habría sumergidas al menos 2.000 toneladas de este metal precioso -valoración considerada como "conservadora" por algunos historiadores- podría poner relanzar las actividades de cazatesoros, dado el alto precio alcanzado por el oro.
Gran riqueza submarina
El texto, publicado entonces por la revista 'Atenea', afirmaba que se tiene constancia de este gran tesoro por los "manifiestos de carga" que se conservan en distintos archivos históricos, principalmente el Archivo General de Indias (Sevilla) de los buques hundidos en aguas españolas. Sin embargo, los historiadores saben que esos datos se manipulaban para pagar menos impuestos.
El Plan Nacional de Arqueología Subacuática establecía que la Armada se encargara de lostrabajos de búsqueda y localización de los pecios, según algunas fuentes por decisión personal del propio presidente José Luis Rodríguez Zapatero. La Armada, además de disponer de buques y medios técnicos adecuados para ello, habría de garantizar la seguridad de los pecios.
La Armada quedó, por tanto, encargada de crear el primer mapa de los fondos marinos con las localizaciones de cientos de pecios. Sin embargo, esa información permanecerá como secreto de Estado para mantenerla a salvo de organizaciones de cazaterosos como Odyssey Marine Exploration (OME). De momento, se desconoce si se ha avanzado en esas investigaciones.
La devolución se hace esperar
Odyssey extrajo 500.000 monedas de oro de los restos de un navío hundido en aguas del Golfo de Cádiz, Nuestra Señora de las Mercedes, un botín valorado en 350 millones de dólares. Hace un año, un juez de Tampa (EE UU) condenó a la empresa a devolver el tesoro al Estado español, que le había demandado al considerar que el oro estaba en aguas españolas y además pertenecía al cargamento de un barco militar con "inmunidad soberana".
La devolución aún no se ha hecho efectiva, pese a la sentencia judicial condenatoria, dado que la empresa estadounidense ha presentado ante el Undécimo Tribunal de Apelaciones de EEUU, con sede en Atlanta, una nueva apelación basada en un informe contrario a la orden judicial de un juez de Tampa (Florida) para que entregue a España un tesoro valorado en 500 millones de dólares. Odissey, en cualquier caso, ha sido acusada de expoliar una treintena de pecios en el Mar de Alborán, todos bajo bandera española.
Hace ya cinco años, la empresa norteamericana See Hunt, también dedicada al rescate de tesoros, calculó que en el fondo de nuestras costas reposan unos 3.000 barcos, incluidos fenicios y romanos. Tan sólo de la época colonial, de 1492 a 1898, See Hunt estimó en 2006 que existen en los pecios en aguas españolas unos 800 toneladas de oro y 12.000 de plata, valoración que prácticamente coincide con la realizada por la Armada.
Derecho del Hallador
Esa estimación también coincide con la de Claudio Bonifacio, investigador en el Archivo de Indias y autor del libro 'Galeones con tesoros', obra en la que se ofrece una exhaustiva información sobre cientos de pecios, su carga y su supuesta posición.
Según las leyes españolas, todo resto arqueológico submarino encontrado de manera fortuita está protegido por el Derecho de Hallador: quien encuentra un pecio tiene derecho al valor económico del 50% de su cargamento. El otro 50% es propiedad del país armador. Pero en aguas españolas, el rescate sólo puede hacerse con permiso del Gobierno.
En las aguas del Golfo de Cádiz y del Mar de Alborán, donde trabajó la empresa Odyssey desde 1998, se acumulan más de 500 pecios, según el historiador Martín Almagro-Gorbea, integrante de la Real Academia de Historia, organismo que ha exigido al Gobierno una defensa clara de este patrimonio histórico. En la costa americana, la estimación apunta a unas 700 galeones españoles.
El cazaterosos español Luis Ángel Valero Bernabé (Madrid, 1954), sin embargo, defiende que el Gobierno debería facilitar su búsqueda y rescate. ?Mientras que en Reino Unido premian a quien encuentra un pecio, en España, hacerlo, te puede mandar a la cárcel?, afirma. (eleconomista.com)
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