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24 de junio de 2010

Hallan en Dénia la carga de una nave romana que transportaba salsas de pescado de fábricas de salazones béticas


El buzo profesional Jean Castera, residente en la localidad alicantina de Dénia, ha descubierto fortuitamente los vestigios arqueológicos de una nave romana que transportaba ánforas que contenían salsas de pescado procedentes de cetariae o fábricas de salazones béticas, según revela un informe del Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia.  

El estudio, elaborado por el arqueólogo municipal Josep A. Gisbert Santonja, señala que la fábrica de salazón de San Nicolás de Algeciras, entre otras muchas, es una de las factorías en que se ha constatado el uso de ánforas similares a las halladas en Dénia, como envases o contenedores de salsas de pescado; en este caso, a inicios del siglo VI d.C.
Jean Castera, ante la evidencia de una aglomeración de fragmentos de ánfora, remitió al Museu Arqueològic un video que ilustraba las características de este interesante hallazgo arqueológico. Tras la visualización del audiovisual, se pudo constatar que se trataba de un conjunto homogéneo de fragmentos anfóricos, pertenecientes a un mismo tipo de ánfora, la denominada como Almagro 51c.
El Museu Arqueològic solicitó seguidamente al Centro de Arqueología Subacuatica de la Generalitat valenciana la asistencia técnica, que consistió en una inmersión de comprobación del hallazgo realizada el pasado día 1 de junio. Contó con la dirección de Asunción Fernández, directora del Centro de Arqueología Subacuática de la Comunitat (CASCV) y con la colaboración de Carlos Monfort y Jean Castera, descubridor del yacimiento.
Tras la documentación, se procedió a la extracción de quince piezas, todas ellas pertenecientes al tipo Almagro 51c. En su mayoría eran tercios superiores de las ánforas, con cuello, borde y asas, así como algunos pivotes y fragmentos del cuerpo fusiforme o piriforme de las mismas. Su estudio permitirá la restitución del perfil completo de la variable del tipo de ánfora que transportaba esta nave. Junto a estas piezas, se detectó la existencia de cantos rodados y bloques de piedra, pertenecientes al lastre que transportaba la nave.

La producción de ésta ánfora se constata en alfares, generalmente emplazados en el entorno de las factorías de salazón. Estos alfares se han localizado en la costa de Granada y Málaga, así como en el entorno de la bahía de Cádiz. El origen de éstas ánforas no es solo bético sino también lusitano, ya que se han hallado, en contextos de alfares, en los cursos bajos de los ríos Tejo (Tajo) y Sado, en las inmediaciones de Lisboa.
El ánfora denominada Almagro 51c se produce durante un largo período, entre finales del siglo II e inicios del siglo VI d. C. Se trata de ánforas que, por las reducidas dimensiones del diámetro de la boca y por la ictiofauna hallada en algunos ejemplares, en su interior contendría salsas de pescado, de textura semilíquida, más que pescados en salazón. En Valencia se halló un ejemplar con el tituli picti: “flos muriae”, que hace, sin duda, referencia a su contenido.
RIQUEZA “EXCEPCIONAL”
La localización de este nuevo yacimiento arqueológico submarino, en un punto con una densidad de hallazgos y una riqueza arqueológica “excepcional”, así como en un área sensible de afectación de proyectos que gravitan en torno a la ampliación del puerto de Dénia, alerta de las necesarias y costosísimas intervenciones arqueológicas, previas a cualquier desarrollo de los mismos.
“Y auguran unos resultados ciertamente transcendentes desde la perspectiva de la investigación que generarán, sin duda, una información vital para el conocimiento de la historia de Dénia”, concluye el experto. (Europa Press)

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