google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

15 de noviembre de 2022

Hallada una mano de bronce con la inscripción más antigua en lengua vasca que se conoce

La singular pieza, descubierta en un yacimiento de Navarra y datada en el primer tercio del siglo I a.C., constituye "un hito en la historia del origen del euskera".
La llamada La mano de Irulegi, hallada en el yacimiento ubicado en el valle de Aranguren (Navarra).
Foto: Sociedad de Ciencias Aranzadi

Una representación en bronce de una mano, probablemente diseñada para colgar con los dedos hacia abajo en la puerta de entrada de una casa, como si se tratase de un objeto ritual protector, esconde "el documento más antiguo y también el más extenso escrito en lengua vascónica". La pieza fue hallada durante unas excavaciones en un yacimiento arqueológico ubicado en el monte de Irulegi, en el valle de Aranguren (Navarra), entre los vestigios de un poblado de la Edad del Hierro que fue destruido a comienzos del siglo I a.C., tras ser atacado por tropas romanas en el marco de las guerras sertorianas (años 83-73 a.C).

La llamada "mano de Irulegi", fechada en el primer tercio del sigo I a.C., constituye un hallazgo excepcional al iluminar los difusos orígenes del euskera, al menos en lo que al apartado escrito se refiere. Sorioneku, que significa "de buena fortuna", es la primera de las cinco palabras (40 signos) distribuidas en cuatro líneas que ha podido ser descifrada por un equipo de investigadores dirigido por los arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que prospectan el sitio desde 2017, y del que también han formado parte Javier Velaza, catedrático de Filología latina en la Universidad de Barcelona, Joaquín Gorrochategui, catedrático en Lingüística Indoeuropea en la Universidad del País Vasco, y Berta Balduz, restauradora del Gobierno de Navarra.

La pequeña lámina de bronce, cuya pátina contiene un 53,19% de estaño, un 40,87% de cobre y un 2,16% plomo, fue descubierta junto a la entrada de una de las viviendas excavadas en el yacimiento —estuvo habitado entre mediados de la Edad del Bronce (siglos XV-XI a.C) y finales de la Edad del Hierro—. Con unas dimensiones de 14,3 cm de altura, 1,09 mm de grosor, 12,7 cm de ancho y 35,9 g de peso, es lisa en el lado de la palma y en el dorso presenta la forma de las uñas correspondientes a los dedos anular, corazón e índice, aunque no se han conservado.

En el centro del extremo cercano a la muñeca presenta una perforación. Por el lugar en el que se encontró, su morfología y su decoración, los investigadores sugieren que se trata de un objeto ritual que se colgaba en la puerta de entrada de la vivienda.

En un comunicado distribuido por la Sociedad de Ciencias Aranzadi se detalla que el sistema gráfico empleado para escribir el texto, cuyas trazas solo lograron identificarse en el laboratorio, pertenece al sistema ibérico. Sin embargo, presenta algunas características que llevan a catalogarlo como "un sistema específico del territorio vascón". Durante la presentación del singular objeto, los investigadores han destacado el parecido entre la primera palabra —sorioneku— y el vocablo vasco zonioneko (de buena fortuna, de buen agüero). El resto de la inscripción, realizada con la técnica de punteado después de un esgrafiado, no ha podido ser descifrada hasta el momento.

"La 'mano de Irulegi' introduce novedades significativas en el mundo arqueológico y lingüístico", han subrayado los especialistas. "Por un lado, confirma la existencia de un sistema gráfico específico, derivado del signario ibérico, llamado 'signario vascónico'. Además, certifica el empleo de la lengua vascónica en el área geográfica en el que ha sido descubierta a inicios del siglo I a.C.; es decir, hace más de 2.000 años".

También han apuntado que es una prueba más del uso de la escritura por parte el antiguo pueblo prerromano de los vascones y que habría que sumarse a otras evidencias como las acuñaciones de monedas, el mosaico de Andelo, el bronce de Aranguren o una inscripción sobre piedra de Olite. La "mano de Irulegi" ha sido calificada como "un hito en la historia del origen del euskera".

El yacimiento, que va a ser declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica, donde se ha hallado el peculiar bronce se sitúa en la zona más exterior del antiguo poblado, uno de los mejores ejemplos de oppidum de la región y con un tamaño de 14 hectáreas. Se trata de una zona abierta con una superficie de 370 metros cuadrados, en la que han aparecido dos viviendas de unos 70 m2 y parte de la vía principal, de cuatro metros de anchura.

Su excavación, según los arqueólogos, es de singular importancia dado que ofrece una imagen "congelada" de la época. El poblado fue incendiado durante la guerra que enfrentó a los ejércitos romanos de Quinto Sertorio y Lucio Cornelio Sila —los indígenas locales tomaron partido por uno de ellos y fueron castigados— y los muros cayeron sobre las viviendas, sepultando y protegiendo lo que se encontraba en su interior. Se ha podido documentar cerámica y objetos cotidianos en buen estado de conservación. En la Edad Media, sobre sus vestigios, se erigió un castillo de realengo que fue destruido a finales del siglo XIII por orden de los reyes de Navarra para evitar que fuese utilizado por los afines al reino de Castilla.

14 de noviembre de 2022

Almedinilla prepara su Carta Arqueológica

El municipio cordobés prepara su carta arqueológica, que incluirá sitios históricos importantes como la villa romana de El Ruedo junto a otros más modestos que constituyen la "arqueología de lo invisible". En el término municipal hay documentados 70 yacimientos arqueológicos.
Los puntos de interés, señalados con chinchetas. / EL DÍA

En Almedinilla ya se han acostumbrado a que, cada vez que se rasga la piel de la tierra, aparecen restos de su pasado lejano. Aunque no por ello deja de sorprender cada nuevo descubrimiento que se produce: enterramientos romanos donde nadie los esperaba, restos de cerámica íbera en mitad de un olivar, huellas de la Prehistoria en un mirador... El municipio, de apenas 2.500 habitantes, tiene ya documentados cerca de 70 yacimientos, lo que probablemente supone la densidad más elevada por población y territorio de toda la provincia. Y, para que ninguno de ellos se extravíe, el Ayuntamiento está inmerso en la elaboración de su primera carta arqueológica, un documento habitual en municipios de mayor tamaño pero que no es tan usual en los de su tamaño.

"Cuando se elaboró el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en 2007, el Museo Histórico recibió la solicitud de los técnicos que elaboraban el documento para que se contrastaran los datos que recibieron de la Consejería de Cultura en relación a los yacimientos documentados y poder considerarlos en sus trabajos, y se constataron errores importantes", describe el arqueólogo municipal, Ignacio Muñiz. Había nombres mal recogidos, no se incluían todos los restos conocidos y, lo que puede resultar más chocante, incluía yacimientos "inexistente".

A raíz de esto, el Museo Histórico remitió a los técnicos del PGOU las coordenadas reales y en el listado, que también envió a la Junta, se añadió igualmente el patrimonio arquitectónico y etnológico. ¿Qué ha ocurrido desde entonces? "Hemos recogiendo datos de nuevos sitios a partir de hallazgos casuales e información de vecinos, nunca fruto de prospecciones sistemáticas o excavaciones necesitadas de autorización", de ahí la necesidad de contar con una carta arqueológica totalmente precisa, razona Muñiz. Ya son 70 los sitios inventariados y el arqueólogo calcula que al final del proceso serán un centenar.

En un trabajo preliminar, sobre el plano de Google Earth, aparecen una multitud de chinchetas virtuales con los nombres de los sitios históricos, algunos totalmente desconocidos hasta para los propios almedinillenses. Están La Rubia, El Montecillo, Los Corralones, Cerro Alcalá, Las Lomas, La Hoya, Las Escarihuelas...

El último hallazgo, del pasado octubre, denominado Museo o Kmt. 0, son unas tumbas romanas de cremación, posiblemente pertenecientes a esclavos y población muy pobre. Como ocurría en otras ocasiones anteriores, se trataba de un descubrimiento "casual", cuando una máquina realizaba una pequeña intervención municipal en el kilómetro 0 de la carretera que lleva a la aldea de Brácana. En la misma linde de la vía, cuando los operarios ejecutaban un muro de hormigón para contener el terreno, quedaron al descubierto los nuevos restos. La zona no estaba catalogada.

De acuerdo a estas primeras observaciones, se trataría de una decena de tumbas romanas de cremación, "aunque es posible que algunas no lo sean" por encontrarse en un estado de conservación "muy alterado". A esto se suma, como explica Muñiz, que presentan características "muy humildes y sin apenas elaboración".

De la posible decena documentada, una de ellas, la más accesible y mejor observada, presentaba fragmentos de tegulae, ladrillos y piedras para cubrir las cenizas y los huesos mal creamos, sin urna cineraria y muy probablemente sin vajilla. Son, según el arqueólogo, similares a las recientemente halladas junto a la villa romana de El Ruedo y de las mismas características a las ya documentadas en Las Esperillas y Fuenteribera, que llevan al experto a hablar de "una población muy humilde que apenas tiene urnas cinerarias ni ofrendas, con cremaciones defectuosas y cubriciones con restos de material constructivo".

A falta de una investigación más profunda, las tumbas podrían fecharse entre los siglos I y III después de Cristo, pertenecientes a población esclava y trabajadora, que en aquella época "utilizaba los caminos para enterrarse en sus márgenes", según profundiza Muñiz, que propone hablar de la "arqueología de lo pequeño". Es decir, "son restos que normalmente no encuentran los arqueólogos aunque los vayas buscando, cosas casi invisibles que sirven para documentar cómo era la vida de la gente normal en el pasado", dice el experto.

Y en Almedinilla, cosa extraña, este tipo de yacimientos abundan, gracias en parte a la suerte o la casualidad pero, sobre todo, a la insistencia del servicio municipal de arqueología. "Hemos encontrado tumbas de gente muy pobre y huellas de chozas prehistóricas que realmente eran cuatro palos clavados en el suelo. Este tipo de vestigios no suelen estar documentados porque es muy difícil hallarlos, aunque también son de gran valor para reconstruir la historia. Es la arqueología de lo invisible", define Muñiz.

Estos últimos enterramientos se encuentran a los pies del camino ganadero que, partiendo de la localidad, llega hasta Las Esperillas atravesando la fuente del Piojo. En realidad, como atestigua el trabajo de décadas, todo el desfiladero del río Caicena es una zona muy rica arqueológicamente, algo que los historiadores vinculan a la concurrencia del río, el manantial de Fuente Ribera y una serie de caminos ganaderos que fosilizan vías antiguas ya desde época prehistórica.

Así, en escasos kilómetros cuadrados se encuentran la villa romana de El Ruedo con su necrópolis de cremación; la cantera romana de Las Llanás; el yacimiento iberorromano de La Hoya; Los Castillejos, de la época tardorromana-emiral e ibérico; el poblado íbero del Cerro de la Cruz o el yacimiento prehistórico de El Pingorote, cuyo descubrimiento en un soberbio mirador sobre el municipio, también fue fruto de la casualidad.


La villa romana de El Ruedo y el poblado íbero del Cerro de la Cruz, joyas de la corona

La villa romana de El Ruedo y el poblado íbero del Cerro de la Cruz son las joyas de la corona de la arqueología del municipio y, por el momento, los únicos dos enclaves visitables. El poblado data del siglo III antes de Cristo y, con una extensión de unos 50.000 metros cuadrados, es uno de los pocos pertenecientes a la Baja Época Ibérica excavados en Andalucía. Muestra el urbanismo de la época, donde se distinguen las estancias según el uso que tuvieran, como almacenes o talleres de artesanos, molinos de harina, aljibes, almacenes de ánforas o un telar. En cuanto a la villa romana de El Ruedo, data de los siglos I al VII después de Cristo y cuenta con una gran monumentalidad, pues conserva fragmentos de mosaicos, pinturas y pavimentos. En ella se distinguen claramente dos zonas: la pars urbana, que corresponde con la residencia de los propietarios, y la zona productiva pars rustica, destinada a las dependencias agrícolas. Las reservas pueden hacerse a través de la Oficina de Turismo de Almedinilla.

Sale a la luz una necrópolis romana en el Puerto Seco de Antequera

Destaca el hallazgo de un sarcófago de plomo que guardaba los restos de un individuo joven y un niño, un féretro de época del que sólo se conservan una decena de la vieja Hispania. Por otra parte, descubren un asentamiento neolítico de la época de los constructores de los Dólmenes, de hace más de 5.000 años
El equipo de arqueología descubre el sarcófago de plomo romano. / MUSEO DE ANTEQUERA

Bajo las tierras de Antequera hay miles de historias y épocas por descubrir, como se demuestra cada vez que hay un movimiento de tierras. El último ejemplo, la primera fase del Puerto Seco ha sacado a la luz un yacimiento con una necrópolis romana entre el siglo I y el II donde destaca el hallazgo de un sarcófago de plomo que guardaba los restos de un individuo joven y un niño, un féretro de época del que sólo se conservan una decena de la vieja Hispania.

El catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Desiderio Vaquerizo Gil, califica de «excepcional» el enterramiento romano por el sarcófago y el ajuar encontrado. En el interior había 15 ungüentarios de vidrio, dos jarros del mismo material (uno con restos de vino y otro con aceite de oliva virgen extra), 25 fichas del juego 'Ludus latrunculorum' (Juego de los ladrones), una moneda y varias cuentas de pasta vítrea. Y en el exterior, 17 fichas del mismo juego, cuentas de pasta vítrea, seis canicas de cristal y una lucerna del siglo II. Las fichas de este famoso juego, con el que se le deseaba tener buena suerte en la nueva vida, son de las más numerosas encontradas, sólo superadas por una sepultura que se encontró en Essex, Inglaterra, en 1996.

La historia del sarcófago
Las arqueólogas Cristina Chacón y Ana Arcas, así como la antropóloga Inés Pérez-Guzmán, ofrecieron este jueves 10 de noviembre una conferencia sobre el hallazgo en el Museo de la Ciudad, donde compartían lo encontrado y esperaban las pruebas de ADN para certificar científicamente la edad y sexo de los cuatro cuerpos encontrados, dos dentro y dos encima del sarcófago. El arqueólogo Manuel Romero apuesta que se trata de dos mujeres con dos bebés.

Como anécdota, primero encontraron la pareja encima del sarcófago, que había sido expoliada con anterioridad, pero cuando limpiaban el lugar se percataron que había algo más debajo, apareciendo el sarcófago que no había sido explorado desde que se depositó en el lugar, lo que supone un doble descubrimiento y un éxito en el día a día de los arqueólogos al encontrar algo extraordinario.

Las piezas de ajuar, tras limpiarse por parte del Centro de Patrimonio Municipal, se exponen en el Museo y el sarcófago formará parte de la Sala Romana del museo. El resto de la necrópolis se ha sellado y protegido para el futuro. Son 54 tumbas en total, donde destaca especialmente la que se ha denominado, Tumba 307, por el carácter excepcional de la misma perteneciente al siglo II después de Cristo. El nombre de 307 se debe a «pura metodología, cuando señalamos los diferentes estratos o complejos funerarios les damos un número», que es la del sarcófago aludido. Ahora, a esperar los hallazgos que están por venir bajo las tierras de Antequera en esta urbanización del proyecto logístico del Puerto Seco sobre el cruce de caminos de Hispania.

11 de noviembre de 2022

Nalda retoma la recuperación del interior de su castillo

El municipio riojano de Nalda inicia una nueva campaña de excavaciones para seguir indagando en el entorno del acceso al castillo. Los trabajos también incluyen la consolidación de los suelos de cantillo y las coronaciones de las estructuras documentadas en las anteriores campañas efectuadas en el frente sur para garantizar su conservación.
La nueva campaña arqueológica se prolongará durante los meses de noviembre y diciembre. 


El Castillo de Nalda Señorío de Cameros vuelve a estar “abierto por obras”, ya que esta misma semana se ha iniciado una nueva campaña de excavaciones arqueológicas en el frente sur de la fortaleza. La intervención arqueológica, que se está ejecutando bajo la dirección de los arqueólogos Gabriel Ezquerro e Inko Zubillaga, se prolongará durante los meses de noviembre y diciembre y servirá para seguir indagando en el entorno del acceso al castillo, que se situaba en el frente sur del mismo.

La excavación arqueológica se centrará en ampliar el conocimiento sobre la configuración de la ladera sur del castillo mediante la ejecución de dos áreas de actuación. La visión que se tiene en estos momentos de este sector corresponde a la fase monumental del edifico, que arranca a comienzos del siglo XVI y llega, reformado, hasta su desmantelamiento y desaparición en el siglo XIX.

Los trabajos también incluyen la consolidación de los suelos de cantillo y las coronaciones de las estructuras documentadas en las anteriores campañas efectuadas en el frente sur para garantizar su conservación.

Esta campaña, en palabras del alcalde de Nalda e Islallana, Daniel Osés, “supone un nuevo paso muy importante, ya que permitirá concluir los trabajos arqueológicos en el frente sur, recopilando toda la información necesaria para reconstruir la evolución del acceso a la Fortaleza”.

Osés destacó también “la importancia de los trabajos de consolidación de suelos y coronaciones que se van a llevar a cabo al término de las excavaciones para garantizar la conservación de las estructuras”.

El primer edil, para finalizar, destacó “las expectativas puestas en esta campaña, ya que tras su conclusión y análisis de los datos obtenidos se podrá planificar un futuro nuevo acceso para el visitante, si es posible por el mismo recorrido y los mismos suelos que antaño usaron los señores de Cameros, dueños de esta fortaleza”.

Descubren en Antequera una necrópolis romana con 54 enterramientos

Destaca del descubrimiento de una inhumación doble con un sarcófago de plomo y un gran ajuar que es poco frecuente en la época
Manolo Barón, Ana Cebrián y Manuel Romero ante algunos de los últimos hallazgos.

El alcalde de Antequera, Manolo Barón, la teniente de alcalde delegada de Patrimonio Histórico, Ana Cebrián, así como el arqueólogo municipal y a su vez director del Museo de la Ciudad de Antequera (MVCA), Manuel Romero, han presentado hoy en rueda de prensa el más reciente e importante hallazgo arqueológico derivado del desarrollo de las obras de construcción del futuro Puerto Seco de Antequera: una nueva necrópolis de época romana formada por 54 enterramientos con una cronología en torno a los siglos I y II d.C.

De entre las 30 inhumaciones y 24 incineraciones halladas, destaca la denominada como "tumba 307" que contenía un sarcófago de plomo (algo muy poco común de hallar) con los restos de dos individuos: una adolescente que murió entre los 14 y los 16 años, enterrada con un bebé de unos 3 meses. Unos meses después de realizarse esta inhumación, se depositó sobre la cubierta del sarcófago el cuerpo de otra adolescente, de edad similar, junto al cuerpo de otro bebe de unos 4 meses.

Para su excavación, en condiciones óptimas de conservación y de seguridad, el sarcófago de plomo se trasladó a las dependencias del Museo de la Ciudad de Antequera el pasado mes de junio. A parte de los restos óseos conservados en el interior del sarcófago, se ha documentado un ajuar espectacular, con muy pocos paralelos en el mundo romano: 15 ungüentarios de vidrio, dos jarros de mismo material, 25 fichas del juego “ludus latrunculorum “ (juego de los ladrones: el juego más popular de la Antigua Roma), una moneda de mediados del siglo II d.C. y varias cuentas de pasta vítrea. El enterramiento superpuesto contenía 17 fichas del mismo juego, cuentas de pasta vítrea, 6 canicas de cristal y una lucerna del siglo II d.C.

Los dobles enterramiento son, relativamente, frecuentes, aunque el abundante ajuar conque se acompañó la inhumación del sarcófago de plomo es realmente sorprendente. De hecho, los expertos que se han encargado de estudiar y valorar el hallazgo no dudan en asegurar que se trata de uno de los enterramientos con esta tipología más antiguos de la Hispania Romana.


Un hallazgo "espectacular"
El alcalde Manolo Barón ha afirmado respecto al anuncio del hallazgo que se trata de algo "realmente espectacular en el amplio sentido de la palabra, porque es un auténtico espectáculo lo que se acaba de descubrir de nuevo en torno a la Antequera milenaria y romana, teniendo como protagonista concreto un territorio cercano a Bobadilla relacionado con la riqueza de los asentamientos en época romana sobre todo en torno a Singilia Barba y el río Guadalhorce".

Por su parte, la teniente de alcalde Ana Cebrián ha especificado detalles entorno al hallazgo, precisando que se produjo en el primer semestre del presente año y que la tumba se trasladó al MVCA, para su mejor preservación y estudio detallado, en primavera. Además, ha informado que durante el fin de semana se expondrán al público las piezas del ajuar hallado, mientras que ya se trabaja para la integración expositiva de la tumba en la sala II del Museo dedicada íntegramente a la Antequera de época romana.

"Lo curioso, además del sarcófago en sí de plomo, es el ajuar hallado, muy poco común", especificaba Cebrián, quien agradecía a Manuel Romero y todo el equipo de profesionales a sus órdenes los trabajos realizados, especialmente "la sensibilidad con la que se trata todo lo que aparece". Por su parte, el también Director del MVCA explicaba de forma más científica los trabajos realizados y los descubrimientos ya desvelados.

10 de noviembre de 2022

El yacimiento de Las Paleras recreará una casa del siglo VIII

El yacimiento arqueológico del cerro de Las Paleras, en el cerro del castillo de Alhama de Murcia, será objeto de una inversión que suma 180.000 euros y que incluye la construcción de un escenario de 200 metros cuadrados, con una superficie de unos 500 metros en el terreno que se eleva hasta la alcazaba de la fortaleza y la recreación de una vivienda como las que se encontraban en este poblado, del siglo VIII
Equipo de excavación que participó en la campaña del pasado verano.

El yacimiento arqueológico del cerro de Las Paleras, en el cerro del castillo de Alhama de Murcia, tras la inversión realizada con fondos del Plan de Sostenibilidad de la Mancomunidad Turística de Sierra Espuña, ha experimentado una serie de mejoras en los accesos e infraestructuras para su destino final, el del uso turístico y cultural. 

La inversión, que suma 180.000 euros, implica la construcción de un escenario de 200 metros cuadrados, con una superficie de unos 500 metros en el terreno que se eleva hasta la alcazaba de la fortaleza, donde se ubicará a los futuros espectadores. Desde allí, estos podrán disfrutar de vistas panorámicas de la sierra, La Muela, el Valle del Guadalentín y Carrascoy. En ese lugar, desde Cultura habilitarán asientos realizados con esparto, «como serían las sillas de aquel tiempo», apuntaba el arqueólogo José Baños. 

Otro de los elementos destacables es la recreación de una vivienda como las que se encontraban en este poblado, del siglo VIII. 

En lo que se refiere a los trabajos arqueológicos e históricos, Baños destacó que las secuencias documentadas han llevado a la recreación de una casa de época emiral, con su techumbre de madera de pino, el taray y brezo, pedrizas para evitar la humedad, poyos de piedra, patios y habitaciones.

Este año, además de hallar piezas semi-completas de candiles y molinos, las actuaciones son de ámbito urbanístico en Las Paleras, donde se están limpiando las calles para hacerlas más transitables y visitables, y poder comunicar los barrios existentes a través de las vías originales que había en ese período. 

El Murtal
En el yacimiento de El Murtal, que se encuentra ubicado en la rambla de Algeciras, se ha han continuado las tareas tanto en el sector de la fortificación como en el noreste, donde se está trabajado en ambos lados y vienen a cerrar la línea de investigación que se inició en 2018. Como novedad, este año el equipo de voluntarios han empezado las excavaciones en otro yacimiento arqueológico, el Cabecico Redondo de La Muela, donde se han hallado nueve pesas de telar "que se relaciona con la existencia de una comunidad de la zona escarpada y que nos anima a continuar trabajando en este sector", ha explicado Benjamín Cutillas, investigador de la Universidad de Murcia.

9 de noviembre de 2022

ADIF se compromete a conservar la Villa Romana de Salar en las obras del AVE

Se realizarán catas nuevas catas arqueológicas donde van construidos los pilares del viaducto para asegurar la conservación de este importante monumento. Esta vía formará parte del Corredor Mediterráneo, una infraestructura clave en el transporte de mercancías europeo
Infografía de Adif para observar cómo quedaría el viaducto a su paso por Salar. En la esquina inferior derecha se aprecia donde se encuentra la Villa Romana. Fuente Adif

El Ayuntamiento de Salar ha conseguido, tras la reunión mantenida la pasada semana con los técnicos de Adif, el compromiso de la empresa ferroviaria con la conservación de la Villa Romana durante la construcción del gran viaducto del AVE que cruzará Salar. Adif realizará catas arqueológicas para comprobar las posibles afecciones que puedan ocurrir durante la construcción de los pilares del gran viaducto por el que pasará el AVE y, según los resultados, se darán diferentes soluciones para garantizar la conservación del yacimiento.

Postura del Ayuntamiento de Salar
Hemos hablado con Armando Moya, alcalde de Salar, al respecto de esta última reunión mantenida con la directora de proyectos de ADIF, y ha explicado a La Plaza Digital que “ADIF hará las catas arqueológicas correspondientes y la empresa ferroviaria también nos ha manifestado su interés de puesta en valor del yacimiento”, Moya también ha apuntado que “el AVE es una oportunidad de desarrollo para el Poniente granadino, cuando esté completada será una infraestructura de primer nivel. Por la nueva estación en la Venta del Rayo pasará gente de todos los puntos de España que están a un pie de la autovía para visitar, no solo Salar, sino el resto de pueblos de la comarca”.

Futuro desarrollo industrial
El alcalde de Salar también ha apuntado hacia la utilidad de esta nueva infraestructura no solo para el transporte de viajeros “en el futuro puede haber más desarrollo económico relacionado con el Corredor Mediterráneo, no solo desde el punto de vista turístico, también industrial, ya que las mercancías podrían pasar por esa vía al estar incluida en el Corredor Mediterráneo”.

Moya ha señalado en la importancia de tener visión a largo plazo con estas obras “hay que intentar verlo como una oportunidad, en el corto plazo esta obra, por su magnitud, acarreará muchos problemas, pero en el futuro puede traer soluciones. Además, es una gran oportunidad para que Adif invierta en nuestro territorio y todos nos podamos beneficiar”.

Los últimos hallazgos en Turaniana confirman la importancia del yacimiento

Las investigaciones del Grupo Abdera de la UAL en la zona de Torrequebrada confirman la existencia de una zona pesquera, estancias y una necrópolis

El yacimiento arqueológico de Turaniana protagonizó una jornada científica organizada por el Ayuntamiento de la ciudad bajo el título 'Descubriendo Turaniana'. Un encuentro que sirvió para dar a conocer los últimos hallazgos en este histórico lugar tras las excavaciones realizadas recientemente en la zona de Torrequebrada por parte de especialistas del Grupo Abdera de la Universidad de Almería.

La directora de este grupo de investigación, María Juana López, así como Belén Alemán, una de las arqueólogas que, junto a Sonia García, dirigieron las excavaciones arqueológicas, fueron las encargadas de dar a conocer los detalles. En primer lugar, la responsable del grupo de investigación, agradeció al Ayuntamiento la colaboración del Ayuntamiento dijo esperar que los trabajos realizados «sean una continuación del trabajo científico que hemos emprendido».

López Medina recordó que durante seis semanas se realizaron un total de cuatro catas en los puntos en los que el georradar localizó las principales anomalías que apuntaban a restos de una posible población vinculada a la actividad pesquera.

Las excavaciones en esta zona, según relató la directora del Grupo Abdera, confirman dos etapas bien diferenciadas, por un lado, una correspondiente a época altoimperial y otra bajoimperial o tardorromano. Además, los trabajos revelan que se produjo un incendio que dio lugar a la reconstrucción del terreno tras el suceso con nuevos pavimentos, así como una intensa actividad en la factoría de salazón.

Igualmente, las investigaciones apuntan a que la producción de salazón seguía desarrollándose en épocas más tardías como era el Bajo Imperio Romano. «Hemos hallado una zona de desechos, de limpieza y despiece del pescado, que irían desde o para el área de trabajo donde se ubicaban las piletas de salazones, lo que nos lleva a pensar que, no muy lejos, se ubicaría una factoría de salazones, donde se procesaría este pescado».

Plataforma de asociaciones
Olvidado durante décadas, hasta el punto de dar lugar al nacimiento de una plataforma de asociaciones y colectivos patrimonialistas para reclamar su investigación y puesta en valor, el yacimiento de Turaniana ha cobrado fuerza tras las investigaciones realizadas por la UAL.

Por su parte, la arqueóloga, Belén Alemán, explicó que en la anterior excavación de 2018 se realizaron un total de 67 sondeos en la zona declarada como BIC, en la que se hallaron restos de cerámica antigua romana «lo que significaba que se localizarían restos de relevancia de forma rectangular que se identifican como posibles tumbas de época tardorromana por su morfología y tipología».

A partir de aquí, se decidió ampliar la excavación que tuvo como resultado la documentación de restos más antiguos como por ejemplo un posible horno metalúrgico junto con escorias de mineral de hierro, punzón para trabajar la madera y clavos de hierro. En el sondeo número 28 se localizan restos de pavimento de época romana y al, mismo tiempo, se detecta que en esta zona aparece un muro de gran envergadura con estucos policromados adosados con formas geométricas.

Entre las conclusiones, Belén Alemán, destacó tres zonas de actividad, una de ellas, la zona de industria metalúrgica (I-III AC) ocupada posteriormente por la necrópolis de época tardorromana para continuar, fuera del espacio BIC, con una zona residencial.

Desde el Grupo de Investigación Abdera insistieron en la importancia de Turaniana ya que recordaron que las «fuentes escritas» están presentes en este yacimiento «lo que nos lleva a pensar que este poblado o aldea siguió siendo importante en varias etapas del Alto y Bajo Imperio Romano».