google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

15 de junio de 2020

Descubren una Virgen de piedra del siglo XIV en pleno río Sar

Apoyada en una zona con poco caudal la pieza fue encontrada por un pescador. Es de estilo gótico y su origen podrá remontarse al siglo XIV.
La pieza, realizada en granito y rodeada de piedras, se encuentra en un tramo próximo al campo de fútbol de Conxo
El río Sar, a su paso por la parroquia de Conxo (Santiago de Compostela), acaba de ser testigo de un hallazgo arqueológico casual. Apoyada en el lecho del río, en una zona con poco caudal, ha sido descubierta una pieza que, según las primeras observaciones, se corresponde con una Virgen de piedra.

Las primeras hipótesis apuntan que podría ser de estilo gótico, situando su autoría en el siglo XIV, aunque habrá que esperar a trabajos técnicos y estudios en profundidad para poder determinar su origen y procedencia con exactitud.

El hallazgo fue realizado por un particular, que realizaba pesca deportiva en la orilla del río, y lo puso en conocimiento de expertos en patrimonio para calibrar su importancia y dar aviso a las autoridades.

Con el asesoramiento de la Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal), el descubrimiento ya ha sido puesto en conocimiento de las autoridades competentes en patrimonio cultural en la comunidad gallega, para analizar la mejora forma de retirarla, que se espera tenga lugar a lo largo de la jornada de hoy.

Según ha podido saber EL CORREO GALLEGO, la Dirección Xeral de Patrimonio ha gestionado ya su inmediato levantamiento y traslado en condiciones adecuadas, dado el importante tamaño y volumen de la misma, y al hallarse en contacto con el agua, garantizando de esta manera la integridad de la pieza.

La figura, realizada en granito y rodeada de piedras, se encuentra en un tramo próximo al campo de fútbol. Se trataría de una talla pétrea que responde al modelo de Virgen entronizada, a la que se le ha retirado el rostro. Porta igualmente un Niño Jesús sin cabeza.

La pieza se corresponde con una talla de bulto redondo que representa una Virgen con ángeles. En una primer pronunciamiento de los expertos consultados, y aunque es pronto para tesis definitivas, se describe como una obra de estilo gótico gallego (2º o 3º cuarto del siglo XIV) realizada en granito.

Asimismo, la escultura está tallada en cuatro de sus cinco caras. De hecho, en la parte de la base, cuenta con decoración, con una flor de cuatro pétalos central y hojas de acanto entrelazadas. Esto lleva a pensar que fuera una Virgen realizada para estar suspendida en un muro. A ambos lados de la Virgen, sobre sus hombros, surgen dos ángeles y, si bien están bastante desgastados, se aprecia el rostro y la mano de cada uno de ellos sujetando algún objeto o el propio manto de la Virgen.

14 de junio de 2020

Hallan dos hornos utilizados por los antiguos mineros romanos en Riotinto

Los hornos, de grandes dimensiones, está datados entre los siglos I aC y I dC. Siguiendo las directrices de la Delegación de Cultura en Huelva, se ha procedido a la extracción de estos elementos para su conservación y futura puesta en valor.
Las piezas ayudarán a profundizar en el conocimiento de los procesos metalúrgicos de la época, cuya datación se estima entre los siglos I a.C y I d.C.
La compañía minera Atalaya prosigue el avance de los trabajos arqueológicos en la corta minera de Cerro Colorado, un importante compromiso con la investigación, conservación y puesta en valor del patrimonio histórico presente en las instalaciones mineras. Así, se ha producido recientemente el hallazgo de dos hornos utilizados por los antiguos mineros romanos para fundir mineral y obtener la plata que financió las campañas militares que consolidaron el Imperio.

El descubrimiento de los hornos se produce en la excavación del yacimiento llamado “Look-Out”. Estos trabajos, que se han desarrollado en los últimos dos años, están incluidos en el programa de excavaciones arqueológicas que realiza la empresa operadora de la mina de Riotinto en varios enclaves situados en áreas mineras operativas. Son dos piezas de gran valor por su singularidad e interés científico, que ayudarán a profundizar en el conocimiento de los procesos metalúrgicos de la época, cuya datación se estima entre los siglos I a.C y I d.C.

Una vez identificadas ambas estructuras de transformación del mineral, bajo la coordinación científica del profesor Juan Aurelio Pérez Macías, de la Universidad de Huelva, y siguiendo las directrices de la Delegación Territorial competente en materia de Patrimonio, se procedió a la consolidación y extracción de estos elementos para su conservación y futura puesta en valor.

El trabajo de recuperación de los hornos, identificados como UE-554 y UE-701, ha requerido de una precisión casi quirúrgica. Un importante esfuerzo técnico y económico, liderado por los arqueólogos del Departamento de Medio Ambiente de Atalaya y cuya complejidad ha requerido la participación de varias empresas especializadas. El diseño del proyecto de extracción ha estado marcado por la futura musealización de los elementos, priorizando la imagen final que el público disfrutará cuando se expongan.

LIMPIEZA

El proceso comenzó con una limpieza meticulosa de los hornos, eliminando restos de tierra o suciedad Seguidamente, tras su engasado y consolidación, se construyó un encofrado de madera y se reforzaron los restos arqueológicos con espuma de poliuretano. Finalmente se excavó el entorno de las piezas, perforando su base para alojar el emparrillado de sustentación y proceder a su extracción.

De especial dificultad resultó la extracción del horno UE-554; este conserva parte del suelo y la cámara de combustión por lo que se decidió extraerlo en una única pieza y mantenerlo íntegro. Su gran volumen y peso, de 16 toneladas frente a las 3,5 del UE-701, precisó de una estructura a modo de jaula, montada y soldada in situ, que permitiera un reparto de cargas uniforme en el izado. El encofrado de madera fue fijado a la estructura metálica con eslingas y estibado en madera. Esta inmovilización evitó comprometer el proceso de extracción, carga y transporte, realizados con grúa autopropulsada y un camión góndola.

Enrique Delgado, director general de la mina, declaró: “Es un honor custodiar y profundizar en el legado que dejaron los mineros que nos precedieron. Felicito a nuestro equipo de arqueólogos y más de cuarenta auxiliares por los excelentes resultados. Los hallazgos que estamos haciendo están contribuyendo al conocimiento científico que se tiene del mundo romano, su capacidad de procesar metales que sirvieron para convertir a Roma en un gran Imperio. Y Riotinto fue clave para ello”. Luis Iglesias, arqueólogo en Atalaya Riotinto Minera, ha destacado el enorme esfuerzo realizado por el equipo y las entidades que han participado.
(Fuente: Diario Huelva)

13 de junio de 2020

Documentan una ciudad ibérica en Albalat de la Ribera (Valencia)

Datan el yacimiento en el siglo V aC y barajan que pudiera ser el eslabón que unía la costa con el interior y origen de la Sucro romana
Los especialistas hacen uso del georadar en el yacimiento de Albalat de la Ribera. FOTO: LEVANTE
Las primeras conclusiones de los arqueólogos que el pasado otoño descubrieron en Albalat de la Ribera un yacimiento que alimentó la hipótesis sobre la localización de la Sucro romana han fechado las estructuras y materiales recuperados en aquella campaña de excavaciones entre los siglos V y IV antes de Cristo, anteriores por tanto a la época imperial, por lo que consideran que podría tratarse de un asentamiento de origen íbero y el eslabón que uniese la costa con el interior.

La excavación ha proporcionado un conjunto de fragmentos cerámicos en la que destacan los contenedores: ánforas y tinajas. Si se une a su localización en las inmediaciones del río lleva a los expertos a pensar que se trata de una zona de almacenes, un poco marginal respecto a lo que sería el núcleo urbano, pero no muy alejado de él, en un lugar un poco más elevado.

Estos resultados son los que han motivado que ayer se realizara una prospección con georadar para verificar si las estructuras excavadas se pueden relacionar con una zona portuaria donde se localizarían los almacenes necesarios para el desarrollo del comercio fluvial.


Los resultados del georadar determinarán las próximas actuaciones de grupo de trabajo. «De momento estamos en la buena línea, pero habrá que esperar un poco a ver qué conclusiones se pueden obtener del resultado de la prospección para decidir dónde se pueden realizar las catas de próximas campañas», indicaron fuentes del grupo de trabajo Arqueología del Xúquer-Cabriel, que a finales de septiembre y principios de octubre de 2019 iniciaron una primera campaña de excavaciones financiada por el Ayuntamiento de Albalat en la que encontraron vestigios que podrían cambiar la historia escrita hasta el momento.

La dirección de los trabajos la integraron los miembros de este grupo de trabajo: Salvador Pardo Gordó, investigador de la Universidad de València y natural de Albalat; Enrique Gandía Álvarez, el responsable del Museo de Historia y Arqueología de Cullera; Asunción Martínez Valle, arqueóloga del Museo de Requena; Ángel Velasco Berzosa, arqueólogo y director de los museos de Xátiva, y Juan José Castellano Castillo, arqueólogo del Museo Arqueológico Municipal de Enguera.

A pesar de que consideran que es prematuro adelantar conclusiones sobre los trabajos realizados en el yacimiento de la «Vint-i-huitena», ya que el equipo se encuentra en la fase de investigación de los restos exhumados en la campaña de 2019 y de las relaciones entre las estructuras arquitectónicas y los distintos estratos identificados, sí que se vislumbran resultados muy interesantes.

«ESTRUCTURAS BASTANTE POTENTES»
La arqueóloga Asunción Martínez, al referirse a los restos arquitectónicos excavados que se han identificado, destacó ayer que «se puede tratar de estructuras bastante potentes que se pueden interpretar como muros externos de algún tipo de habitación o almacén por las dimensiones. En el interior de este espacio se localizó un hogar y, por debajo, un nivel de arrastre y de acumulación de materiales que es muy interesante evaluar». Este nivel de arrastre por los materiales lleva a los expertos a establecer una cronología del siglo V a.C. Se ha constatado la presencia de restos de fauna, destacando la documentación de bóvidos con señales de descarnado, lo que está indicando que esta especie ya se consumía en esta época en el yacimiento de la «Vint-i-huitena». Todo esto se ha localizado a poca profundidad respecto el nivel de suelo actual.

El grupo de trabajo Arqueología del Xúquer-Cabriel tiene como objeto de estudio la zona irrigada por estos dos ríos y sus afluentes. En la actualidad está trabajando sobre la génesis de la cultura ibérica en este territorio, pero actuaciones futuras pueden desarrollarse en otros períodos cronológicos como el mundo romano o la edad media. Estos ríos además de ser fuente de riqueza sirven como vía de comunicación desde la antigüedad entre la costa y el interior valenciano, por lo que sus riberas articulan el territorio y están jalonadas de importantísimos yacimiento arqueológicos.

12 de junio de 2020

Descubren un gran templo tardo-romano bajo una ermita de Soneja (Castellón)

Los expertos proponen una primera cronología de alrededor de los siglos VI-VII, datación que coincidiría con la conversión al catolicismo de la población visigoda, llevada a cabo hacia el año 589. Incluye el baptisterio más inmersión más antiguo de la diócesis de Segorbe-Castellón.
En el interior de la ermita han documentado un gran templo con más de 20 metros de longitud. FOTO: GOZALBO
Los trabajos arqueológicos llevados a cabo durante estas últimas semanas en la ermita de San Francisco Javier de Soneja han sacado a la luz importantes hallazgos para la historia de la iglesia diocesana de Segorbe-Castellón ya que se ha descubierto el baptisterio por inmersión más antiguo de la diócesis.

Así lo manifestaba el vicario general de la propia diócesis, Javier Aparici, en la visita que realizó este miércoles junto al arquitecto diocesano Ángel Albert y David Montolío, de la Delegación de Patrimonio también de la diócesis.

Aparici ha destacado que "el descubrimiento permite sacar a la luz la comunidad cristiana más antigua conocida de la diócesis de Segorbe-Castellón perteneciente a los siglos iniciales del cristianismo en nuestras tierras valencianas", según han informado fuentes de la diócesis.

El equipo de restauración desveló hace algunos días diferentes fases constructivas del edificio barroco y neoclásico e importantes restos históricos tardoantiguos de gran importancia para la historia religiosa de la diócesis.

GRAN ESTRUCTURA RELIGIOSA

David Montolío ha señalado que "dentro de la gran estructura religiosa datada más de mil años antes del inicio de la construcción de la ermita y con orientación norte-sur se ha ubicado la presencia de un gran templo, con una nave principal de más de veinte metros de longitud, con numerosos enterramientos vinculados y una gran capilla bautismal adyacente, con una fuente por inmersión excavada en el suelo".

La estructura bautismal, ubicada en el centro de una construcción propia, dispone de tres escalones de ingreso y otros tres de salida y responde a otras similares localizadas arqueológicamente en ámbito hispánico, en este caso de planimetría circular y probablemente –según el arqueólogo que lleva a cabo estos trabajos, Rafael Martínez- tendría estuco decorativo en sus paredes a raíz de los fragmentos documentados.

El recinto se complementa con muros de mampostería y argamasa de cal y la presencia de fosas simples y múltiples, con cubierta de losas de piedra y enterramientos humanos en su interior, un pavimento central realizado en opus signinum (material de construcción utilizado en la antigua Roma) a modo de vía sacra.

Todo ello ha permitido a los expertos proponer una primera cronología de alrededor de los siglos VI-VII, datación que coincidiría con la conversión al catolicismo de la población visigoda, llevada a cabo hacia el año 589.

Los investigadores han encontrado también restos de mármoles y molduras trabajadas y estucos decorados que hablan de la gran riqueza interior que debió tener el edificio en su tiempo de máximo esplendor.

11 de junio de 2020

Condena de cárcel por falsear las inscripciones romanas en euskera de Iruña-Veleia

La condena se ha visto reducida de forma significativa por las "dilaciones indebidas" en el proceso, que ha durado 15 años
El exdirector del área arqueológica, Eliseo Gil (en el centro), junto
a los otro dos acusados, Rubén Cerdán (a la derecha)
y Óscar Escribano (a la izda.), durante su declaración ante el juez. EFE
El 9 de junio de 2006, arqueólogos vascos subvencionados por la empresa pública Euskotren y la Diputación foral de Álava comunicaron un hallazgo excepcional. Las excavaciones realizadas por la empresa Lurmen dirigida por el arqueólogo Eliseo Gil había localizado 36 piezas en el asentamiento romano de Veleia (a 10 kilómetros al sur de Vitoria) con inscripciones en latín, jeroglíficos egipcios y... palabras en euskera. Restos de los siglos III, IV y V que convertían el yacimiento arqueológico alavés en un espacio único porque exigían reconsiderar todo lo que hasta ese momento se sabía sobre el euskera.

Catorce años y un día después, la Justicia ha dictado que Gil manipuló las piezas con inscripciones falsas y que contó con la colaboración de Rubén Cerdán, un supuesto físico nuclear, en su fraude. Los dos han sido hoy condenados a penas de prisión de dos años y medio y un año y tres meses de cárcel, respectivamente, y al pago de 12.500 euros a la Diputación de Álava.

La sentencia contra Gil y Cerdán acredita judicialmente la gran mentira creada por un arqueólogo que ha mantenido su inocencia con el argumento de que nadie puede acreditar quién manipuló los hallazgos.

La sentencia del Juzgado de lo Penal de Vitoria sostiene que fue Gil u "otras personas" porque no ha podido acreditar quién manipulaba con simples punzones las piezas no mostraban ninguna particularidad cuando eran recogidas y, meses más tarde tras ser almacenadas, mostraban las singulares marcas en el posterior proceso de lavado. Oscar Escribano, colaborador de Gil, ya había reconocido que manipuló una pieza con la inscripción 'Veleia' en el inicio de la vista oral y tras llegar a un acuerdo con la fiscalía.

APOYO INSTITUCIONAL
El fraude en el yacimiento arqueológico se produjo a partir del año 2005, pero Gil contaba con un generoso apoyo institucional. En 2002, el arqueólogo logró una subvención de la empresa de transportes del Gobierno vasco Euskotren de 3,7 millones de euros para un periodo de 10 años y la Diputación de Álava aportaba al proyecto de investigación 18.000 euros anuales.

Según la sentencia, restos arqueológicos hallados a partir del verano de 2005 eran almacenados en instalaciones del propio yacimiento y meses después durante su lavado se descubrían las excepcionales inscripciones. Entre las piezas 'retocadas' se encontraban 36 restos de época romana sobre las que se realizaron las grabaciones. Una manipulación que a Gil y Cerdán tan sólo les va a suponer el pago de 72 euros de multa.

Gil recurrió a Cerdán para simular ante la Diputación de Álava a través de tres presuntos análisis de espectroscopia nuclear la autenticidad de las inscripciones en función de la naturaleza de las piezas encontradas. Los dos cómplices del fraude cobraron de la institución alavesa los 12.500 euros que ahora tendrán que abonar. La juez determina en su sentencia que la "dilación" de esta investigación judicial que arrancó en diciembre de 2008 cuando la Diputación de Álava presentó ante la fiscalía su denuncia.

10 de junio de 2020

Descubren una nueva entrada al sistema romano de galerías subterráneas de Carmona (Sevilla)

El hallazgo se debió al aviso de un vecino que lo detectó durante el asfaltado de un tramo de la calle Urbano X. El nuevo descubrimiento se unirá al análisis arqueológico efectuado en los últimos tiempos sobre este complejo de minas.
Vista de un acceso a la galería subterránea de Carmona descubierto por un vecino. FOTO: M.G
El Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona y la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas (AAES) han hallado una nueva entrada al complejo sistema de galerías de época romana descubierto bajo el suelo del municipio.

Se trata de la lumbrera de una mina de unos quince metros de profundidad descubierto gracias al aviso dado por un vecino a la Delegación municipal de Obras previamente a la realización de una obra de asfaltado en un tramo de la calle Urbano X.

Desde este pozo se accede a una de las galerías romanas que conforman la extensa red de infraestructuras subterráneas creadas en época romana para la captación, conducción y aprovechamiento de agua.

La importancia de este hallazgo radica es que ha puesto al descubierto un nuevo punto de entrada al entramado de galerías que, como ésta, confluyen en la zona conocida como Puerto de Brenes y que precisamente se caracteriza por los escasos accesos que ofrece para su estudio.

CONVENIO
El nuevo descubrimiento se unirá al análisis que los arqueólogos municipales y la AAES están realizando en los últimos años sobre este complejo de minas. Estos hallazgos son posibles gracias al convenio firmado en 2016 entre el Ayuntamiento y la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas con el objetivo de conocer con detalle por dónde discurren estas canalizaciones, la realización de la planimetría de sus trazados y poder adoptar las medidas preventivas oportunas para su conservación, como puede ser su inclusión en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico.

Los trabajos han puesto al descubierto un extenso sistema de captación de aguas subterráneas que los romanos desarrollaron bajo la ciudad de Carmona. Las canalizaciones tienen recorridos kilométricos y los arqueólogos estiman que formaron parte de una impresionante obra de ingeniería de época romana. De hecho, en fases anteriores ya se han descubierto en estas galerías subterráneas estructuras constructivas de miles de años, como arcos de medio punto, morteros hidráulicos y revestimientos de ladrillo y tejas, extremo que confirmaba el origen romano de estas canalizaciones.

(Fuente: ABC // R.D.)

9 de junio de 2020

Concluyen los trabajos de conservación del castillo de Argamasilla de Alba

Durante la intervención en el castillo de Argamasilla de Alba (Ciudad Real) los arqueólogos han podido documentar la planta del edificio y diversos materiales como cerámica medieval cristiana, vidrio, hueso trabajado y una moneda de Alfonso VIII
La fortaleza fue construída por la Orden Militar de San Juan de Jerusalén en el siglo XIII.
La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha concluido la tercera campaña arqueológica en el castillo de Santa María del Guadiana en el municipio de Argamasilla de Alba (Ciudad Real), una fortificación cristiana construida por la Orden Militar de San Juan de Jerusalén a principios del siglo XIII y que estuvo en uso hasta finales del XV.

La campaña, financiada por el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba, es resultado de un contrato de investigación con éste para la documentación, conservación y restauración de los restos del castillo, ha informado la UCLM en nota de prensa.

Su tercera edición se inició a principios del mes de marzo y tuvo que suspenderse a raíz del confinamiento decretado por la alerta sanitaria de la COVID-19.

Retomada la actividad, que ha durado un mes, en esta edición los historiadores se han centrado en los trabajos de conservación y consolidación de los muros del castillo y han concluido la misma con la instalación de un panel informativo que resume la historia de la fortificación y los hallazgos arqueológicos de esta desconocida fortaleza de la Orden Militar de San Juan de Jerusalén.

La dirección de las tareas de la campaña arqueológica ha corrido a cargo del profesor de Historia Medieval de la UCLM Jesús Molero y en la misma han participado los investigadores Cristina Peña, Jaime García-Carpintero y David Gallego, todos ellos especializados en la historia y arqueología de las órdenes militares.

El castillo de Santa María del Guadiana en Argamasilla de Alba estaba destinado a garantizar los derechos de la Orden Militar de San Juan en el Alto Guadiana y la explotación económica de la amplia dehesa que se extendía a su alrededor.

La primera y segunda campaña arqueológica en el castillo se llevaron a cabo en los años 2016 y 2017, respectivamente, y estuvieron centradas en los trabajos de excavación; mientras que la tercera ha girado en torno a consolidar las estructuras exhumadas y adecentar el yacimiento.

"Es un castillo del que se desconocía prácticamente todo hasta nuestra intervención y hemos podido documentar la planta del edificio y materiales arqueológicos diversos, como cerámica medieval cristiana, vidrio, hueso trabajado y una moneda de Alfonso VIII", explica el profesor Molero.

5 de junio de 2020

Los arqueólogos documentan una Villa Romana en Mengíbar (Jaén)

Una excavación arqueológica de urgencia saca a la luz en Mengíbar (Jaén) restos constructivos que podrían estar asociados a una villa romana junto a la Vía Augusta a orillas del Guadalquivir y a escasos 200 metros del Arco de Jano Augusto de Mengíbar. Entre otros materiales han aparecido teselas de mosaico, fragmentos de cerámica y vidrio así como restos de estuco.
La villa romana se corresponde al periodo alto imperial. FOTO: CRISTÓBAL PÉREZ BAREAS
Según ha podido saber VIVIR JAÉN, una intervención arqueológica de urgencia en Mengíbar sacó a la luz el pasado mes de marzo, restos muebles y constructivos asociados a un asentamiento rural de carácter agropecuario y correspondientes a época alto imperial romana (siglos I-II dC).

La excavación de urgencia dirigida por el arqueólogo Cristóbal Pérez Bareas, a instancias de la Delegación de Cultura de la Junta, vino motivada por una avería en la red de agua de la Comunidad de Regantes de Mengíbar y se centró en un tramo de canalización de 30 metros de largo y 6,5 metros de ancho, además de un área de aproximadamente 40 metros cuadrados. “Se trata de una pequeña superficie, donde hemos realizado una excavación de registro en una zona de la que ya se habían documentado restos a nivel superficial, pero nunca se había excavado en profundidad”, dijo Pérez Bareas a VIVIR.

Se trata de una zona de gran afección arqueológica, a doscientos metros del Arco de Jano Augusto -que descubrió la Universidad de Jaén en 2018-próxima a la ciudad ibero-romana de Iliturgi y casi a orillas del río Guadalquivir.

Del trabajo de los arqueólogos, que se extendió a lo largo de un mes, antes de la declaración del estado de alerta sanitaria, se han documentado depósitos arqueológicos que se remontan a la prehistoria y que incluyen evidencias constructivas relacionadas con un asentamiento romano de comienzos de la época imperial, con sucesivas modificaciones que se corresponden con diferentes fases de ocupación en las que se re-aprovecharon materiales constructivos como grandes sillares de piedra, de hasta 1,5 metros de diámetro.Según explica Pérez Bareas, “el complejo también sufrió un largo periodo de abandono hasta que se vuelve a re-ocupar entre los siglos IV y V dC, ya en época tardo romana”.

Según explica el arqueólogo,entre los restos han aparecido teselas, que se relacionan con mosaicos, cerámica, vidrio y restos de estuco en paredes.

“Nosotros hemos documentado un área muy pequeña de excavación, y muy compleja ya que en la instalación del sistema de riego, que en algunos puntos llega a los dos metros de profundidad, se rompieron las secuencias estratográficas del terreno”, concluyó el arqueólogo que también agradeció el trabajo realizado en la excavación por los operarios de la empresa Tragsa.