google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

8 de enero de 2020

Las obras del AVE descubren restos de explotaciones agrarias romanas

El Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida ya ha catalogado dos de los recintos hallados y actualmente excava un tercero
Operarios en uno de los yacimientos de mayor tamaño, hallado al norte de Mérida. J. M. ROMERO
Las obras para la construcción de la plataforma de alta velocidad a su paso por Mérida descubren nuevos restos sobre la ocupación de tierras agrícolas del entorno de la ciudad en época romana.

Estos hallazgos forman parte de los sondeos arqueológicos preceptivos que ha llevado a cabo el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida en el marco de las obras del AVE en el entorno de la capital autonómica y Esparragalejo, en la zona conocida como Cuarto de la Jara.


Según indica la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Extremadura, se han descubierto tres yacimientos arqueológicos relacionados con explotaciones agropecuarias de origen romano.

Hasta el momento ya se han realizado las excavaciones de los dos primeros recintos sin que se hayan apreciado restos arqueológicos de relevancia, por lo que se ha procedido a su catalogación y serán tapados por las nuevas vías del tren. Actualmente se está finalizando la excavación del tercero, de mayor tamaño, que se espera concluir a lo largo de enero. En la actualidad trabajan más de veinte personas en este yacimiento.

Estos restos evidencian la ocupación en época romana de las tierras en el entorno de Mérida. Las estructuras halladas se corresponden con villas e instalaciones agrícolas, en su mayor parte elaboradas con materiales de escaso valor y sin carácter monumental, por lo que no se considera necesaria su conservación y exposición. Un tipo de vestigio que ya ha sido descubierto en anteriores ocasiones en las obras que se han llevado a cabo en los alrededores de la ciudad, como las que tuvieron lugar para la construcción de las autovías A-5 y A-66.


Cinco años de retraso
Los trabajos de seguimiento arqueológico llegan con cinco años de retraso, el tiempo transcurrido desde que estas obras se adjudicaron por primera vez, tras lo que se rescindieron los contratos y volvieron a salir a concurso.

En el último trimestre de 2019 comenzaron las obras de los dos tramos de plataforma del corredor Madrid-Lisboa que se encuentran en el entorno de la capital autonómica. Estos trabajos tienen un plazo de ejecución de 24 meses.

En la actualidad la plataforma del AVE concluye en las inmediaciones de la localidad de Aljucén, unos 15 kilómetros al norte de Mérida. Desde ese punto hay un vacío hasta La Garrovilla. El trazado que falta, de unos 16 kilómetros, se dejó pendiente a la espera de resolver los accesos a la capital autonómica. Los trabajos se adjudicaron entre 2014 y 2015 y se llegó a identificar los tres yacimientos. Pero la obra nunca se inició al completo y por tanto no se excavaron ni se llevó a cabo el seguimiento arqueológico preceptivo.

El tramo San Rafael-Cuarto de la Jara, que comienza a la altura de Aljucén y termina en las inmediaciones de Mérida, salió a concurso por 37,7 millones de euros y fue adjudicado a las empresas Construcciones Sevilla Nevado y Azvi por 28,3 millones de euros.

El segundo tramo se denomina Cuarto de la Jara-Arroyo de la Albuera y enlazará el anterior con la plataforma ya construida en La Garrovilla. Salió a licitación por 34,7 millones de euros y se adjudicó a Marco Infraestructuras, Ogensa y Placonsa por 26,6 millones de euros.

Esta obra incluye una variación respecto al proyecto original. Como la estación actual seguirá en uso, hay que construir un nuevo ramal de acceso a la ciudad. Se adecuará junto al puente que cruza el río Aljucén. Esto obligará a modificar la carretera EX-209 para que pase por encima de la nueva plataforma ferroviaria.

7 de enero de 2020

Encuentran edificios iberos, romanos y visigodos en un yacimiento de Ciudad Real

Se ha logrado datar un total de 91 piezas «de gran valor arquitectónico y ornamental» como restos de construcciones y materiales decorativos
Lauda sepulcral sobre mosaico de un diácono del obispado visigodo de Oretum llamado Aurelius Vincentius. / PROYECTO ORETUM
Los trabajos arqueológicos realizados en la última campaña de excavaciones del yacimiento de Oreto, en Granátula de Calatrava (Ciudad Real), han permitido descubrir restos de edificios iberos, romanos y visigodos que serán estudiados en la campaña de este año. De ello han informado los responsables del 'Proyecto Oretum', el profesor de Historia Antigua de la Universidad de Alicante, Antonio Manuel Poveda, y el arqueólogo José Luis Fuentes.

Ambos confirmaron que se ha logrado datar un total de 91 piezas «de gran valor arquitectónico y ornamental» como restos de construcciones y materiales decorativos en formas geométricas, vegetales y animales que adornaban edificios públicos y religiosos de la ciudad goda de Oretum. Ello ha sido posible gracias a los sondeos geofísicos realizados por georadar que han examinado el subsuelo de esta antigua ciudad.

También se ha conseguido extraer una lauda sepulcral sobre mosaico de un diácono del obispado visigodo de Oretum llamado Aurelius Vincentius que los arqueólogos encargados de la excavación consideran «uno de los mejores exponentes de la epigrafía funeraria sobre mosaico en Europa». Bajo la lauda se han hallado igualmente los restos óseos del diácono, que contaba con 70 años de edad en el momento de su fallecimiento, entre los años 580 y 620 después de Cristo.
Orissia-Oretum

La ciudad ibera de Orissia –la Oretum de los romanos- llegó a ser capital norte de la Oretania ibera y más tarde, en tiempo de los visigodos, fue capital religiosa con el nombre de Oreto comenzando su declive en época musulmana. El yacimiento, excavado desde 1996, ha arrojado a la luz una necrópolis visigoda con 400 tumbas, una noria musulmana, un palacio árabe y fortificaciones y recintos religiosos de la época visigoda.

(Fuente: Las Provincias / J.V Muñoz-Lacuna

4 de noviembre de 2019

Sale a la luz una villa visigoda fortificada en Orgaz (Toledo)

Tras cuatro años de investigaciones sale a la luz, en una pedanía de Orgaz (Toledo), una pequeña ciudad construida a finales del siglo VI con uno de los conjuntos escultóricos más importantes de la Hispania visigoda.
La última campaña de excavaciones permitió documentar el recinto amurallado.
Una pequeña ciudad construida a finales del siglo VI, ligada a la Corte de Toledo, y uno de los conjuntos escultóricos más importantes de la Hispania visigoda han salido a la luz después de cuatro años de investigaciones en el yacimiento de Los Hitos, en Arisgotas, una pedanía del municipio toledano de Orgaz.

Las excavaciones comenzaron en el año 2016. En esa primera campaña se descubrió un pabellón aristocrático de dos alturas, con paralelos en la arquitectura oriental bizantina que sigue las tendencias asturianas de Santa María del Naranco y Santa Cristina de Lena. Hasta ese año el espacio excavado por Luis J. Balmaseda en el siglo XX había sido interpretado erróneamente como una iglesia y negaban la existencia de una arquitectura visigoda.

COMPLEJO PALATINO
En 2017 se localizó en el complejo palatino una iglesia «propia», la primera evidencia arqueológica de un espacio de este tipo citado profusamente en la literatura de la época. Cuenta con un enterramiento privilegiado en la nave, delante del coro. En generaciones posteriores se enterraron en el pórtico sur y en un panteón adosado también al sur. Ligado a este edificio está el Carmina Epigráfico que se conserva en el Museo de los Concilios, en Toledo, y se localizó un fragmento de otro. La iglesia cuenta con dos inscripciones, una en cada pórtico, «algo excepcional en la arqueología tardoantigua hispana», explica el director de las excavaciones, el arqueólogo Jorge Morín.

Estas dos campañas de excavación permitieron recuperar un centenar de piezas escultóricas, que han servido para adscribir las colecciones de Arisgotas y el Museo de Santa Cruz a cada uno de los edificios. Los Hitos cuenta con dos centenares de piezas y es uno de los conjuntos escultóricos más importantes de la Hispania visigoda.

La campaña del año 2017, la tercera, permitió localizar otro gran edificio al norte, con contrafuertes y dos pequeños pórticos, y documentar bien la reocupación andalusí en época tardía -siglos X y XI-. Destaca la transformación de la iglesia en mezquita construyendo un mihrab en el testero de la misma.

VILLA FORTIFICADA
La cuarta campaña comenzó en junio de este año y se ha podido documentar la existencia de una muralla con torres rectangulares, en la zona este, que se repite en el lado oeste, así como un espacio con estancias ortogonales que se lleva a cabo en pleno siglo VII. «La constatación de una villa fortificada es algo único hasta la fecha y liga el yacimiento con la alta aristocracia de Toledo y la propia corte en los años que van de Teudis a Recaredo», añade Morín. La excavación de estos espacios ha sido posible gracias a los trabajos con un dron de la Universidad de Córdoba y de la Escuela de Minas.

Por otro lado, continúa Jorge Morín, el conjunto cuenta con un dique para evitar las inundaciones del Arroyo de la Sierra. «Se han realizado sondeos geoarqueologicos para ver la recurrencia de estos episodios y estudiar el espacio hidrológico donde se asienta el yacimiento, un espacio privilegiado en los Montes de Toledo», dice.

También desde el Instituto Geológico y Minero de España se han estudiado más de 100 muestras de morteros, cuyos resultados se han presentado al Mortars Internacional Congress celebrado en Pamplona este año.

A pesar de que la cultura material permite fechar las fases del conjunto entre los siglos VI y VII, se han realizado series de dataciones y destacan las obtenidas por polaridad bajo la dirección de la doctora Alicia Perea, de la Facultad de Físicas de la Universidad Complutense de Madrid, que fechan los espacios en plena época visigoda. De forma paralela, cada año se trabaja con la cultura material (cerámicas, vidrios y metales) y se ha elaborado un catálogo de escultura con la colaboración de investigadores de la Universidad de Newcastle.

ESTUDIOS ANTROPOLÓGICOS
No menos importantes son los estudios antropológicos. Están analizados por completo los restos de la fauna e insectos en un proyecto más amplio sobre la alimentación en la alta Edad Media, en el que han colaborado doctores de la UCM y el CEU.
Itinerarios

Desde el año 2016 el yacimiento permanece abierto al público libremente con itinerarios desarrollados por la Escuela de Arquitectura de Toledo. Además, desde 2018 Arisgotas cuenta con un Museo Visigodo donde se pueden ver los últimos descubrimientos y piezas más significativas y una ruta por la localidad para visitar en las casas e iglesia parroquial las piezas expoliadas.

En estos cuatro años, el equipo codirigido por los doctores Isabel Sánchez Ramos, del Instituto de Arqueología de la University College of London, y Jorge Morín de Pablos, de Audema, con la dirección en campo de Miguel Ángel Díaz Moreno y el núcleo duro del yacimiento formado por Antonio Malalana, José Ramón González de la Cal, Rafael Barroso Cabrera y Jesús Carrobles Santos, han participado en todos los encuentros anuales de Europa y América, publicado artículos y desarrollado series propias.

(Fuente: ABC / Mercedes Vega)

25 de octubre de 2019

Aparecen nuevas huellas del pasado romano y medieval de Martos

Las obras de rehabilitación de la Torre Almedina del Castillo de la Villa de la localidad jienense de Martos han sacado a la luz algunos elementos de época romana que fueron reutilizados en la Edad Media como materiales de construcción. Los trabajos de rehabilitación también han descubierto una antemuralla con foso y una puerta monumental completamente desconocidos hasta el momento.

El Ayuntamiento de Martos acomete desde hace unos meses los trabajos de rehabilitación de la Torre Almedina de la fortaleza baja de la ciudad para recuperar y consolidar parte de los lienzos de las antiguas murallas y poner en valor la Torre como elemento patrimonial y de atracción turística. Para poder ejecutar el proyecto, el consistorio tuvo que comprar para su posterior derribo una vivienda anexa a los lienzos de la muralla y a la propia Torre. Al descubrir los muros originales ocultos por la vivienda, en plena fase de demolición es donde se han producido las mayores sorpresas.

Según el arqueólogo José Luis Serrano, en un hueco abierto en la antemuralla se ha localizado el aprovechamiento medieval de algunos elementos romanos como material de construcción. Concretamente han aparecido tres elementos epigráficos muy similares a los existentes en el lapidario que se conserva en uno de los lateral del actual Ayuntamiento y que también fueron reutilizados en el siglo XVI como elementos constructivos. Según Serrano, de estas piezas se conocía la existencia y ya estaban documentados desde el siglo XVII "aunque se daban por perdidos y es que estaban ocultos por la construcción de la vivienda anexa". Afortunadamente todos ellos están en un relativo buen estado de conservación. En uno de los elementos  epigráficos insertados en la muralla se puede leer el nombre "Cornelio", que por otra parte era un nombre muy común en la antigua Augusta Gemella Tuccitana en el momento de su mayor esplendor en el siglo I d.C, época a la que se corresponden el resto de elementos encontrados entre los que también hay bases de columnas, pedestales de estatuas y otros elementos decorativos. 

Pero sin duda la mayor de las sorpresas ha sido el hallazgo de una antemuralla con foso defensivo perfectamente definido y una puerta monumental de época medieval, que según el arqueólogo José Luis Serrano, pudiera haber servido de acceso privado a la fortaleza por parte del Comendador de la Orden de Calatrava, desde el palacio anexo que sería la sede de la Encomienda. Serrano informa que en 2004 ya se realizó un estudio exhaustivo en el que quedó muy definido el trazado de las murallas de la antigua fortaleza baja de Martos "pero este elemento, que incluye la antemuralla, el foso y la puerta, eran completamente desconocidos".

El proyecto de rehabilitación de la Torre Almedina del antiguo castillo medieval de Martos pretende su puesta en valor al igual que años atrás también se recuperó la Torre del Homenaje que hoy día alberga el Centro de Interpretación Histórico de la Ciudad y que sirve de escenario a numerosos acontecimientos de índole cultural que tienen lugar en la Ciudad de la Peña. La intervención que se está realizando en la Torre Almedina se corresponde a uno de los proyectos enmarcados en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI) que acomete el Ayuntamiento con la financiación de fondos europeos. 

23 de octubre de 2019

Los satélites revelan el asedio de Roma a los astures

La tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), permitió radiografiar zonas boscosas o de tupida vegetación para fijar en el mapa varias decenas de asentamientos romanos, la mayor parte de ellos en Galicia, aunque uno en Asturias
En la primavera del año 26 antes de Cristo, el primer emperador de Roma, César Augusto, abrió en persona las puertas del templo de Jano (el dios de las dos caras), todo un símbolo de la declaración de guerra. Se trataba de conquistar el último territorio independiente del poder imperial en la península Ibérica, las áreas de los cántabros y los astures, que mantuvieron un duro conflicto con los conquistadores que quedó para las crónicas de los historiadores. Más de 2.000 años después, una tecnología inimaginable entonces, fotografías aéreas combinadas con análisis por satélite, han permitido fijar a los investigadores toda una red de campamentos y fortificaciones romanas rodeando el territorio de los astures para asegurar el control militar de una zona tan levantica y compleja orográficamente.

La mayoría de ellos están en Galicia y han servido también para ofrecer a los arqueólogos un nuevo enfoque sobre la entrada de las tropas romanas en las tierras de los galaicos.

LIDAR
Publicado por los investigadores de Roman Army, el estudio parte de los trabajos de José Manuel Costa-García, de la Universidad de Santiago de Compostela; João Fonte, del CSIC; y Manuel Gago, también de la universidad compostelana, y han aprovechado imágenes obtenidas mediante la tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), que permite radiografiar zonas boscosas o de tupida vegetación; para fijar en el mapa varias decenas de asentamientos romanos, la mayor parte de ellos en Galicia, aunque uno en Asturias -en A Penaparda, a caballo entre Fonsagrada en Lugo y Los Oscos- que les ayudaron a comprender la manera en la que los romanos fueron concretado su dominio sobre el noroeste de la península ibérica.

El estudio destaca las muy escasas fuentes documentales sobre la invasión romana del territorio que en la actualidad comprende Galicia y el norte de Portugal, frente a los relatos sobre la conquista de los astures y los orígenes como fortificación militar de la capital astur en la meseta, Asturica Augusta, hoy Astorga. En este sentido apuntan que «aunque no cerramos la puerta a otras posibilidades interpretativas, planteamos la hipótesis de que estemos quizá ante recintos relacionados de algún modo con un episodio o escenario secundario del conflicto cántabro-astur (29-19 a.C.). Durante el mismo se buscaría asegurar dominio romano sobre unas áreas montañosas que en buena medida se encuentran todavía dentro de los límites de la Asturia histórica, lo que explicaría la ausencia de alusiones a los galaicos en las fuentes textuales que aluden a este conflicto».

DIFERENTES TAMAÑOS DE ASENTAMIENTO
Los arqueólogos han destacado que sus hallazgos se dividen en asentamientos de distinto tamaño, desde los pequeños con capacidad para entre dos o tres cohortes (entre 100 y 1.500 hombre), a campamentos grandes y pequeños e incluso recintos de enormes dimensiones capaces de albergar fuerzas de entre 10.000 y 14.000 hombres. En el caso del hallazgo en Los Oscos se trata de uno de los grandes campamentos temporales (los romanos contaban entre sus tropas con especializas capaces de levantar fortificaciones en una jornada) y que podría acoger a una legión, unos 6.000 soldados, con «gran independencia operativa, al modo de una brigada contemporánea». La descripción del terreno es de «una cima de suave pendiente desde la que se obtiene un notable control visual de los cordales próximos, pero su disposición general parece indicarnos que el recinto estaría orientado hacia el Sur. No es posible encontrar en el entorno inmediato poblados de tipo castro, ya que estos se encuentran en la comarca en terrenos de menor altitud, ocupando preferentemente elevaciones y espolones con un mejor control de los valles».


Los autores señalan que «resulta muy sugerente la hipótesis de que A Penaparda y los campamentos localizados en las sierras de Penouta-Ouroso conformen un conjunto que revele el uso estratégico por parte del ejército romano de un cordal montañoso, del mismo modo que ocurriría en áreas como La Carisa o La Mesa», un cerco de kilómetros para asediar los reductos de resistencia astur.

De la crudeza de las guerras cántabras y astures dieron cuenta los historiadores romanos. Los arqueólogos han señalado que «en el ámbito astur, las fuentes indican que los romanos plantearon una estrategia militar similar, de modo que en la Meseta Norte y el piedemonte cantábrico se habrían desarrollado acciones a gran escala frente a un enemigo que parece haber mostrado una gran capacidad organizativa y de movilización de efectivos, así como una notable autonomía política». Al norte de la cordillera, en la Asturias actual, la lucha tampoco fue sencilla: «la arqueología revela que el objetivo habría sido la división del ejército en fuertes columnas que avanzarían a un mismo tiempo siguiendo distintos cordales con el fin de controlar la totalidad del territorio y ahogar cualquier foco de resistencia».

21 de octubre de 2019

Recuperan más de 100 ánforas expoliadas en Formentera

Son de época romana y fenicia y habían sido extraídas de forma ilegal por pescadores de Formentera. Hay doce personas investigadas.
Imagen de las ánforas recuperadas en Formentera. GUARDIA CIVIL
La Guardia Civil informó ayer sobre la recuperación de más de 100 piezas históricas que habían sido expoliadas de yacimientos subacuáticos de Formentera. En el operativo, un total de doce personas han sido investigadas por un supuesto delito de expolio del patrimonio histórico. Asimismo, se han registrado siete viviendas y once almacenes de pescadores en Formentera. Como resultado de la operación policial, las más de 100 ánforas han podido ser recuperadas, estando completas prácticamente unas 40.

Todas las piezas son de procedencia romana y fenicia y se podrían datar entre los siglos I y II A.C.

El Instituto armado explicó ayer que en el transcurso de la investigación los agentes constataron que las piezas recuperadas se habían expoliado del medio marino mediante la técnica de la pesca de arrastre.


REDES DE PESCA
Cuando los pescadores extraían una de las ánforas en las redes de pesca, en lugar de notificar el hallazgo a las autoridades, se apropiaban de estos restos y volvían a pasar reiteradamente las redes por el fondo hasta esquilmar el pecio submarino. Así, todo el material hallado ha sido extraído ilegalmente en aguas de Formentera.

Este servicio ha sido desarrollado por agentes pertenecientes al SEPRONA, que han contado con el apoyo de agentes pertenecientes al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Mallorca e Ibiza, quienes están llevando a cabo la inspección del fondo marino en donde se hallaban los pecios.

Por otro lado, se ha contado con técnicos del Servicio del Patrimonio Histórico del Consell de Mallorca para la catalogación de las ánforas que serán trasladadas al Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera.

19 de octubre de 2019

Aflora en Álava un asentamiento ocupado desde la Edad del Hierro hasta la Alta Edad Media

La zanja para un colector de aguas residuales ha permitido descubrir un importante yacimiento con fases de ocupación prerromana, romana y medieval entre las localidades alavesas de Villanañe y Villanueva de Valdegovía.
Los restos de época romana en la zanja donde discurría el colector. 
Las obras para construir un colector de aguas residuales en Valdegovía han permitido descubrir unos importantes vestigios arqueológicos de época prerromana, romana y medieval entre las localidades de Villanañe y Villanueva de Valdegovía. Una estrecha zanja de entre 3 y 5 metros de anchura, realizada para asentar la futura tubería, ha abierto una puerta al pasado desde la que se accede a restos de diferente antigüedad. Los más antiguos son «varios silos de almacenamiento y una vasija de cerámica de la Edad del Hierro o anterior», explicó el responsable de la excavación, Leandro Sánchez Zufiaurre. La vasija con bordes decorados estaba «dentro del silo» y se encuentra «muy deteriorada, por lo que la tenemos en unas condiciones para que se estabilice antes de limpiarla y estudiarla».

«De época romana, del siglo I», han hallado «tres construcciones cuadradas, abiertas hacia un lado, con pilares y compartimentadas en dos espacios», explica este arqueólogo. «Por el tipo de material que aparece, cerámica clasificada como 'terra sigillata', es altoimperial», detalla. «No aparecen suelos, ni mosaicos y hubo cierta amortización de las estancias ya que tiene hasta cuatro fases de ocupación. También hay cerámica medieval, que aparece encima de los muros», explicó este experto tras extraer unas conclusiones preliminares. Aunque todavía «son hipótesis» —aclara—, el espacio estudiado «se utilizó desde el siglo I hasta el IV o V. Hubo un abandono al final del Imperio y fue reaprovechado en época altomedieval».

Entre las estancias aparecen «zonas con gravas de río utilizadas para pavimentar o preparar el suelo y, en el exterior, grandes bases de pilares que podrían ser espacios porticados o patios. Creemos que podía ser algún tipo de instalación en poblado cercana a la calzada romana por la que salía hacia la costa y la meseta la sal de Añana, que ya se explotaba en el siglo I. Podría ser una 'mutatio' como la de Mariturri, que como en otros casos se convierte en poblado», elucubró Sánchez Zufiaurre.


EXCAVAR HASTA LA ROCA
Con algunas certezas y muchas cuestiones por responder «lo que tenemos claro es que lo vamos a excavar hasta dejar la roca limpia», asegura el director del equipo de Qark Arqueología. «Es un yacimiento grande e importante en tamaño y en características. Hay que documentarlo bien», destacó. La zona, que ya estaba protegida antes de la obra por la cantidad de restos que aparecían en superficie, va desde la carretera hasta el río. El extenso yacimiento, de unos 500 metros cuadrados, se encuentra en la llanura de inundación del río Omecillo conocida como El Llano de Ibarra.

Tras una primera visita guiada este miércoles para los vecinos de la zona, el Ayuntamiento de Valdegovía prevé organizar alguna otra antes de que se instale el colector. «Si en el futuro hay interés se puede continuar la excavación en otro punto. Lo que hemos excavado es una pequeñísima parte del yacimiento», aclaró Zufiaurre.

18 de octubre de 2019

Documentan dos dólmenes a 2.100 metros en el Pirineo Aragonés

Un equipo de arqueólogos liderado por el Instituto de Ciencias del Patrimonio (CSIC, Santiago de Compostela), ha concluido el trabajo de investigación iniciado este verano en el Parque Natural de los Valles Occidentales con el hallazgo de dos dólmenes situados a más de 2.100 metros de altitud, probablemente los situados a mayor altura en todo el Pirineo aragonés.
La investigación dirigida por Jorge Canosa contribuirá a que estos y otros 50 monumentos prehistóricos conocidos previamente pasen a ser incluidos en el inventario del Gobierno de Aragón, convirtiendo al parque natural en una de las zonas del Pirineo con mayor densidad de sitios arqueológicos documentados. El equipo de trabajo ha estado integrado además de por arqueólogos del CSIC por personal de la Universidad Pompeu Fabra (Cataluña) y de la Universidad de Leicester (Reino Unido).

Los trabajos de localización e inventariado se enmarcan un proyecto de investigación sobre los primeros pastores del Pirineo y su forma de ocupar y entender los espacios de alta montaña. El proyecto forma parte del trabajo de tesis doctoral de Jorge Canosa, dirigida por Felipe Criado y Pastor Fábrega.

“Los dos dólmenes identificados durante la prospección arqueológica se encuentran junto al puerto Bernera (Aragüés del Puerto) y de camino al puerto de Aísa, a 2.120 metros y 2.117 metros de altitud respectivamente. Están formados por un túmulo circular de unos 15 metros de diámetro a base de rocas calizas grises y una cámara
sencilla de grandes losas anaranjadas. La estructura de ambos está completamente desmoronada y ninguna de las losas sigue en pie, pero, pese a todo, no hay signos evidentes de saqueo, por lo que no se puede descartar la posibilidad de que todavía se conserven restos humanos y de ajuar en su interior”, explica Jorge Canosa.

Junto a estos hallazgos, se han reconocido otros 50 monumentos prehistóricos que no estaban incluidos en el inventario oficial del Gobierno de Aragón, la mayoría de ellos dólmenes, pero también se han encontrado menhires, cistas y círculos de piedras. “La gran tradición montañera en la zona ha permitido que durante las últimas décadas se hayan encontrado numerosos monumentos nuevos, pero el conocimiento de estos se había limitado al boca a boca y ahora, tras la prospección, todos estos monumentos pasarán a tener reconocimiento y protección legal”, destaca el arqueólogo.

PASTOS PARA EL GANADO
Los pastos de la montaña pirenaica fueron aprovechados por los rebaños de los grupos humanos neolíticos que levantaron estos dólmenes para enterrar a sus difuntos. Pero los lugares donde ubicaron las sepulturas no fue casual. Como ahora, la dureza del clima de alta montaña impedía pastar a los rebaños durante los meses fríos, por lo que la presencia de estos grupos humanos era solo temporal. A falta de fronteras, reglamentos y límites municipales, una forma de reclamar el derecho a explotar los mismos pastos al año siguiente era demostrando con estas tumbas que tus parientes habían estado allí con anterioridad, por lo que la localización de los dólmenes es estratégica.

Las investigaciones llevadas a cabo este verano por el CSIC muestran cómo estos monumentos megalíticos se distribuyen a lo largo de las fronteras de los diferentes valles, situados muchos de ellos en caminos de acceso a collados o en los propios puertos de montaña, algunos formando parte, incluso, de fronteras administrativas actuales. En los próximos años, los trabajos se orientarán a deducir la utilidad de estos monumentos más allá su función funeraria y por qué fueron construidos allí.

Los hallazgos se suman al recientemente encontrado A casi 1.900 metros de altitud, en la Peña del Mediodía, en un lugar próximo al ibón de la Basa de la Mora, en el Bal de Chistau.